¿Podría haber triunfado el populismo sin las redes sociales?
La desinformación ha conseguido arraigarse en una época caracterizada por el cambio y la inmediatez absoluta, así como por una información que, si bien es omnipresente, se halla aún sin clasificar y analizar. Así lo explica Carme Colomina, investigadora de CIDOB. “Nos debatimos entre el empoderamiento y la vulnerabilidad. Estamos convencidos de que el mundo está a nuestro alcance, pero sin darnos cuenta, muchas veces, de que se trata de un mundo filtrado por algoritmos y que, además, nos faltan herramientas para ordenar tanto dato, así como para discernir la veracidad y la calidad de la información. Personalmente creo, sin embargo, que esta superabundancia de información nos lleva a reconocer, más que nunca la importancia de la credibilidad de las fuentes”, señala.