La identidad europea entra en crisis
La matanza de París aviva el debate sobre los límites de la libertad de expresión. Ni la UE ha sido capaz de ofrecer un proyecto de futuro a los jóvenes musulmanes ni se vislumbra un islam europeo. Yolanda Onghena, investigadora del CIDOB, afirma que “el reproche que se le puede hacer a Europa es que no ha sabido crear esa identidad, eso es, dar una respuesta a las demandas de las nuevas generaciones”. Las segundas o terceras generaciones de inmigrantes, que han nacido ya aquí, no se han podido identificar con una Europa que no les ofrece futuro, por el paro, por la crisis, por el aumento de la desigualdad social. “Y en cambio –añade Onghena– los contactos transnacionales les ofrecen una cohesión, la posibilidad de vincular éxitos y fracasos, sentirse unidos, aunque sea por un enemigo común”.