La coronación de Putin IV
El Mundo
Su sucesión, si respeta el límite constitucional de dos mandatos seguidos, podría ser un factor decisivo en su política a partir de hoy, pero es arriesgado hacer cálculos. “Cuando decidió ir a por un tercer mandato tras el paréntesis de Dmitri Medvedev (2008-2012), dejó claro que pensaba seguir en el poder mientras su cuerpo aguante”, decía Anton Barbashiv, de Intersection (Vilnius), el pasado lunes en Madrid en un seminario de CIDOB sobre Rusia. Para Nicolás de Pedro, especialista en Rusia del CIDOB, “es mejor hablar de su nuevo mandato que de su último mandato”. El ejemplo de Xi Jinping podría inspirarle. “Lo que haga, al final, es pura conjetura”, añade.