IPhone: ejemplo del sinsentido de Trump

El iPhone es la prueba de que es imposible que el nuevo sistema de aranceles de Trump funcione. Se fabrica en cuarenta países, y solamente el procesador se hace en Estados Unidos. Los expertos dicen que no es posible llevar toda la cadena de producción a Estados Unidos. “El motivo por el que se producían fuera era porque el coste de producción era menor”, explica Víctor Burguete, investigador sénior en política y seguridad global en CIDOB. Con sus aranceles, Trump aspira a que toda empresa fabrique sus productos en Norteamérica, lo que implicaría trasladar estas cadenas de producción mundiales al país. “En un entorno de altísima incertidumbre, es muy difícil tomar decisiones de inversión. Lo que aceleran es la fragmentación de la economía global”, explica Burguete. Es decir, que ninguna empresa va a trasladarse a Estados Unidos mientras Trump siga sumiendo al mundo en este caos arancelario. 

 

Acceder a la información (Min. 10:35)