Gana la Rusia “una, grande y libre”
El País
“Para muchos rusos, Putin ha recuperado la grandeza del país y lo “ha levantado de sus rodillas”. Rusia vuelve a ser grande y temida -dos conceptos estrechamente ligados en la mentalidad rusa- y pugna, legítimamente, por recuperar su espacio de influencia natural, es decir, sus vecinos ex soviéticos. Por otra parte, el discurso homófobo, que sistemáticamente equipara la homosexualidad a la pederastia, también es patria. Subyace siempre en la defensa de las virtudes de la familia y de la religión ortodoxa y es incluso uno de los argumentos políticos preferidos para denostar la influencia de un Occidente supuestamente decadente y que, según el Kremlin, conspira contra Rusia”, Carmen Claudín, investigadora senior asociada de CIDOB.