Bruselas contiene la respiración ante una posible victoria de Trump: pero, ¿y si una victoria de Harris también puede cambiar las relaciones transatlánticas?
En Bruselas tienen claro que la Unión tiene que ser más autónoma, que no tiene que ir siempre de la mano de Washington, gane quien gane. Una victoria de Harris consolidaría una administración que compite con la UE, pero dentro de las normas. Una victoria de Trump supondría una ruptura violenta y un rechazo al multilateralismo. "La relación transatlántica se ha ido alejando de forma progresiva desde Obama. Trump aceleró la hostilidad con la UE, pero muchas de las medidas proteccionistas que empezó Trump las ha continuado Biden. Este desencuentro trasatlántico es ya una realidad", reflexiona Carme Colomina, que añade: "Harris y Trump coinciden además en que su primer desafío será China, que esa confrontación va a seguir y deja a la UE atrapada entre dos frentes". "Todos los caminos llevan a reforzar la autonomía de la UE, que la UE busque su propio papel", explica Colomina, "tanto si gana Trump como si gana Harris, Bruselas tiene que ser autónoma en estrategias industriales y reindustrialización. La UE tiene que buscar un nuevo papel. Lo que va a cambiar es la velocidad de ese cambio, según quién gane".