Gobiernos locales y regionales: socios frente al cambio climático. Conferencia de las Naciones Unidas sobre cambio climático 2017 (COP23)

Nota Internacional CIDOB 188
Data de publicació: 01/2018
Autor:
Paula de Castro, investigadora, Programa Ciudades Globales, CIDOB y Eckart Woertz, investigador senior, Programa Ciudades Globales, CIDOB
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* Queremos agradecer al equipo de la Tenencia de la Alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona por sus aportes para la elaboración de este artículo. Sobre todo, por su colaboración con el apartado sobre Barcelona y sus ciudadanos contra el cambio climático: Plan Clima

 

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP23 de ahora en adelante) tuvo lugar del 6 al 17 de noviembre en la ciudad alemana de Bonn. Bajo la Presidencia de la República de Fiyi, el objetivo de esta conferencia era avanzar en la formulación de un ordenamiento jurídico (rule book”) para la implementación de los compromisos nacionales y así cumplir con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París (2016): mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales. (1)

Para avanzar en los principios orientadores de la implementación, se celebraron dos reuniones importantes previas a la COP23 en 2017. Por un lado, la Reunión informal de los jefes de delegaciones en el UNFCCC que tuvo lugar en Rabat (7 y 8 de septiembre de 2017) y, por otro, el Diálogo Ministerial previo a la COP23 (17 y 18 de noviembre). Así, la COP23 fue el resultado de rondas de trabajo dirigidas a establecer la agenda de implementación y asegurar las fuentes de financiación para la próxima COP24 que tendrá lugar en Polonia en 2018.

La importancia de la COP23 se enmarca en un contexto de gran urgencia y adversidad por parte de importantes socios internacionales. El impacto de los huracanes Irma y María en las Islas del Caribe, Harvey en Estados Unidos y las inundaciones provocadas por las lluvias monzónicas en el Sudeste Asiático son algunos de los ejemplos que demuestran la virulencia con la que el cambio climático comenzará a impactar. Por otro lado, aquella imagen esperanzadora en la que China y Estados Unidos (representantes del 40% de las emisiones de CO2 en el mundo) se comprometían a ratificar el Acuerdo de París, quedó frustrada cuando la Administración Trump anunció la voluntad de retirar su apoyo. (2)

Entonces, lo que pudo ser un revés definitivo para la implementación del Acuerdo, supuso una llamada por parte de actores gubernamentales y no gubernamentales a la defensa de la lucha contra el cambio climático. Desde la reafirmación del compromiso por parte de la gran mayoría de Estados firmantes y la Unión Europea, a la campaña realizada por 250 ciudades de Estados Unidos en defensa del Acuerdo de París – “We Are Still In”(3), hasta al apoyo mostrado por las redes de ciudades comprometidas con el Acuerdo de París (como, por ejemplo, la red C40) son muestras del compromiso internacional que existe contra este reto global;(4) y, lo que es más importante, un claro ejemplo de la importancia de los actores locales y la sociedad civil en la construcción de la agenda internacional contra el cambio climático.

Las ciudades: laboratorio de desafíos y oportunidades

Tres cuartas partes del consumo mundial de energía y aproximadamente el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero están vinculadas a las ciudades. Éstas, no sólo son centros industriales y de transporte, también son el destino de los alimentos y las materias primas que se producen formalmente en entornos rurales, pero que, en última instancia, no se habrían producido sin la participación de las ciudades.

La agricultura es responsable del 70 por ciento de la extracción mundial de agua y el 92 por ciento de su consumo, pero las ciudades están detrás de gran parte de este uso de los recursos. A través de las cadenas de suministro de alimentos y el "agua virtual" incrustada en los productos básicos, las ciudades son las principales consumidoras de agua del mundo (Allan 2011).

Como se puede ver en el siguiente gráfico, alrededor del 77 por ciento de las emisiones de CO2 provienen principalmente del transporte, los procesos industriales, el uso de la energía residencial y los suministros de calor. El metano y el óxido nitroso proporcionan otro 14 por ciento y 8 por ciento respectivamente, principalmente del uso que se hace de la tierra y la agricultura. De hecho, la agricultura es responsable de más del 30 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial a causa de las emisiones de CO2 provocadas por la deforestación y las emisiones emitidas durante los procesos de producción (por ejemplo, en la aplicación de fertilizantes o las emisiones de metano provenientes del ganado). Además, si a esto se le añade el impacto de los procesos logísticos y la cadena de distribución de alimentos, esta proporción de gases puede aumentar.

Por otro lado, más de la mitad de la población mundial ya vive en ciudades. (5) Esta cifra aumenta con rapidez y es probable que, en el siglo XXI se repitan los patrones de inmigración de los siglos XIX y XX del mundo desarrollado (Saunders 2010).

En este contexto, las ciudades pueden parecer el problema pero son también la solución frente al cambio climático. Las ciudades tienen dos facultades que las convierten en el socio adecuado de los Estados en esta lucha. En primer lugar, la cercanía de los gobiernos locales y regionales con las necesidades, problemas e iniciativas de la sociedad que hacen de ellas laboratorios de innovación. Y, en segundo lugar, las ciudades son últimas responsables de la implementación de los compromisos adquiridos por los Estados en las agendas globales como el Acuerdo de París, pero también los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS de ahora en adelante) y la Nueva Agenda Urbana de ONU Hábitat III.

Es necesario reconocer la diversidad de las ciudades en actuales y futuros planes de acción. Por un lado, los desafíos y necesidades de las megalópolis del mundo desarrollado son diferentes de aquellas en vías de desarrollo y aún más en comparación con las urbes medianas y pequeñas. Por otro lado, las diferentes estructuras urbanas, fuentes de energía e intensidades en cuanto a la generación de gases de efecto invernadero difieren ampliamente, como se muestra en el siguiente cuadro. Estas diferencias conllevan a diferentes desafíos y oportunidades.

Como se puede apreciar en el cuadro, Barcelona tiene una alta densidad de población y la intensidad de gases de efecto invernadero producidos por la generación de electricidad es baja ya que su región, Cataluña, depende aproximadamente en un 50 por ciento de la energía nuclear. Una tendencia que puede cambiar si tenemos en cuenta la previsión de cierre de las dos centrales nucleares para el año 2050, dejando el gas natural y las energías renovables como fuentes de energía. Las áreas en las que se puede conseguir una mayor mitigación en la emisión de CO2 son: Heavy Rapid Transit (HRT), Ground Source Heat Pumps (GSHP) and District Energy (DE). Aparte de dichas políticas en el ámbito de la generación de electricidad, las emisiones de gases de efecto invernadero suelen ser menores debido a que Barcelona es una ciudad compacta en la que los ciudadanos se desplazan a pie o haciendo un uso mayoritario del transporte público y bicicleta.

Por el contrario, Los Ángeles (EE.UU.), una ciudad construida para automóviles, tiene una densidad de asentamiento muy baja. Aquí, los vehículos eléctricos podrían mitigar las emisiones de CO2 en la medida en la que se abastezcan de la energía producida por energías renovables, gas natural o energía nuclear. La movilidad eléctrica se ha visto impulsada recientemente por la caída de los precios de las energías renovables, las baterías y las mejoras tecnológicas. Estas y otras soluciones de almacenamiento de energía están ayudando a facilitar la integración de las energías renovables en las fuentes de energía existentes.

Mientras que el principal beneficio económico de la extracción de productos básicos se deriva de la posesión del recurso, la economía y las cadenas de valor, la energía renovable genera un cambio en el mercado. La luz natural y el viento son gratuitas. La generación de ingresos en el mundo energético asciende con las cadenas de valor, desde los productos básicos hasta el desarrollo de nuevas tecnologías. Esto proporciona oportunidades importantes para las ciudades en la medida en que actúan como pioneros de dicha innovación tecnológica albergando y atrayendo industrias relacionadas.

Entre otros ejemplos, la ciudad de Amman (Jordania) se caracteriza por ser un  asentamiento de baja densidad que genera una mayor intensidad de gases de efecto invernadero. La alta radiación solar en Jordania, la construcción de energía fotovoltaica integrada y la sustitución del combustible en el transporte podrían proporcionar ganancias más rentables.

Al igual que Barcelona, Shanghái (China) tiene una densidad de asentamientos muy alta aunque, en este caso, la intensidad en la emisión de gases de efecto invernadero del sector energético es elevada. Esto se debe a la fuerte dependencia de China con el carbón. Además, el Heavy Rapid Transit (HRT) y District Energy (DE), podría beneficiarse especialmente de la importación de electricidad renovable.

Finalmente, la ubicación geográfica de las ciudades conlleva importantes variables a tener en cuenta a la hora de determinar los desafíos y oportunidades. Como el cuadro anterior indica, la mayoría de las ciudades están ubicadas cerca de las costas, estando mucho más amenazadas por desastres naturales, como por ejemplo inundaciones. Quito, capital de Ecuador, es un buen ejemplo de ello. De hecho, alrededor del 40 por ciento de la población mundial total habita en áreas cercanas a los 100 Km. de costas. Un área que solo representa el 9 por ciento de la cifra total de la tierra, con una densidad poblacional particularmente alta (Matti et al., 2016). Dado que las zonas de cultivo y su crecimiento se encuentran de manera desproporcionada en otras zonas geográficas, el comercio internacional de alimentos deberá crecer de manera exponencial en el futuro. Gran parte de este crecimiento se produce cada vez más en los países de la franja tropical, además de las naciones exportadoras agrícolas tradicionales en las zonas templadas (Woertz y Keulertz 2015).

Barcelona y sus ciudadanos contra el cambio climático: Plan Clima

El Compromiso de la ciudad de Barcelona con la problemática mundial que supone el cambio climático se materializa en  varias iniciativas. En primer lugar, hay que mencionar la “Hoja de ruta 2015 - 2017” elaborada conjuntamente, entre el Ayuntamiento de Barcelona y la ciudadanía mediante un proceso de coproducción. En concreto, esta hoja de ruta aglutina diversas iniciativas promovidas por el propio Ayuntamiento de Barcelona y 9 proyectos ciudadanos enfocados en la reducción de “las emisiones de gases de efecto invernadero un 40%, con relación al 2005, y aumentar 1,6 km2 los espacios naturales urbanos” (6) para 2030.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Barcelona está elaborando el Plan Clima, que da respuesta al Compromiso de Barcelona por el clima (2015) y al Pacto de Alcaldes/as por la energía y el clima (firmado en 2017), que integra los siguientes ejes estratégicos:

•             Mitigación. El plan impulsa acciones para fomentar el ahorro, incrementar la eficiencia energética, la rehabilitación de los edificios y alcanzar una mayor producción de energía renovable y local.

•             Adaptación y resiliencia. El plan refleja el impacto diferenciado que genera el cambio climático según las ciudades, barrios de la ciudad y analiza las poblaciones más vulnerables.

•             Justicia Climática. El plan busca reducir la pobreza energética y el acceso a la energía con especial atención a los colectivos más vulnerables.

•             Impulso a la acción ciudadana. El plan hace una apuesta para facilitar la participación de la sociedad y diversos sectores en la planificación de políticas públicas y planes de actuación para hacer frente al cambio climático.

Al igual que otras iniciativas del Ayuntamiento de Barcelona, la elaboración del Plan Clima ha sido elaborada siguiendo un procedimiento consultivo a través de la plataforma “Barcelona Decidim” con la sociedad catalana. Este proceso, que tuvo lugar a lo largo del año 2017, recogió 800 propuestas para la elaboración del mismo. Tras un proceso de revisión e inclusión de estas propuestas, se espera que el Ayuntamiento presente su Plan en la primavera del 2018. De esta manera, se podría decir que el Plan Clima va camino de reflejar uno de los principios defendidos por el Acuerdo de París: fomentar los mecanismos de colaboración bottom-up. De hecho, el uso de estas plataformas informáticas como la de “Barcelona Decidim” permiten facilitar la inclusión de la ciudadanía y gobiernos locales en la lucha contra el cambio climático, empezando a ser utilizadas por otras ciudades (Madrid) y gobiernos autonómicos.

Gobiernos locales y regionales en la COP23

En lo que llevamos de año se han registrado dos problemas fundamentales en la implementación del Acuerdo de París. Por un lado, la brecha existente entre los compromisos a nivel nacional y la actual reducción en las emisiones de CO2; y, por otro lado, la brecha entre las acciones e iniciativas de los gobiernos locales y regionales junto con los planes de acción nacionales.

Con el fin de reducir dichas divergencias y lograr la implementación adecuada de los compromisos, es necesaria la aplicación de una estrategia que combine mecanismos de colaboración y coordinación bottom-up y top-down porque, como reconoce la Red Mundial de Ciudades y Gobiernos Locales y Regionales (CGLU en sus siglas en inglés): “When nations know what cities and regions are doing and how fast they are moving, they are in a better position to assess national progress and progressively raise their own ambitions”(7)

En la Hoja de Ruta de Marrakech firmada por todos los participantes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP22) en 2016, los gobiernos locales y regionales reafirmaron su compromiso como principales socios de los regionales en el marco de los procesos de descentralización”. (8) De aquí que la cumbre de líderes locales y regionales del 2016 se titulara “Financiar la transición sostenible de los territorios”, cuyas conclusiones establecen lo siguiente:

- La necesidad de fortalecer el poder de acción de los gobiernos locales y regionales apoyando el proceso de preparación y financiación de sus proyectos.

-       La necesidad de integrar la dimensión local y regional a las actuales transformaciones del ecosistema financiero global.

Para ello, los firmantes de esta cumbre se comprometieron a establecer un diálogo y colaboración entre actores públicos y privados, así como a llevar a cabo el lanzamiento de una Campaña Mundial para la localización de las finanzas climáticas en el 2017 con el objetivo de acelerar la movilización de los financiamientos a nivel local.

La Cumbre de líderes, COP23, celebrada el 12 de noviembre bajo el título “#Uniting4Climate”, brindó un espacio en el que 1.000 delegados y 320 representantes de gobiernos locales y regionales y redes de ciudades:      

-  Realizaron un seguimiento de los compromisos adquiridos durante la COP22. En concreto, en lo que respecta a los flujos financieros disponibles para las ciudades y regiones del mundo.

-  Presentaron las soluciones e iniciativas aplicadas hasta el momento y las que se aplicarán en el futuro para atenuar de manera efectiva el cambio climático.

- Ejercieron presión para que los Estados se comprometan a llevar a cabo iniciativas que vayan más allá de los compromisos adquiridos hasta ahora. (9)

Las redes de ciudades jugaron un papel fundamental en la organización de la cumbre, así como del pabellón de ciudades. El programa y temática tratada reflejaron dos preocupaciones. En primer lugar, la necesidad de incluir todos los niveles de gobierno en la formulación del ordenamiento jurídico con la finalidad de cumplir los objetivos del Acuerdo de París. En 

segundo lugar, la necesidad de coordinar la participación de los diferentes niveles de gobierno en los procesos de planificación, implementación y rendición de cuentas de los objetivos marcados a nivel nacional.

La cumbre de líderes se desarrolló en torno a las siguientes sesiones:

I) Nuevos marcos globales, nuevos modelos para la acción: Integración del clima y la sostenibilidad a lo largo de todos los sectores; II) Acción climática colaborativa: avanzar a través de la participación de la comunidad y del sector privado; III) Aunar fuerzas para la acción en regiones climatológicamente vulnerables; y IV) Elevar los esfuerzos a través de la acción coordinada entre todos los niveles de gobierno. La cumbre cerró con la firma de la declaración: “Bonn-Fiji Commitment of Local and Regional Leaders to Deliver the Paris Agreement at all levels”.

Los objetivos de dicha declaración son los siguientes:

1.      Reafirmar mediante iniciativas concretas el compromiso de los gobiernos locales y regionales en la implementación del Acuerdo de París. (ver lista de iniciativas en el Anexo 1).

2. Fortalecimiento de iniciativas globales como “Global Convenant of Mayors on Energy and Climate” y la coalición “Under2coalition” a través de las cuales las ciudades se comprometen con los objetivos marcados en el Acuerdo de París.

3.  Reforzar la participación de los gobiernos locales y regionales en el “Diálogo Facilitador” que tendrá lugar en 2018, y durante el cual, se evaluará el avance y desempeño de las aportaciones de los Estados.

4.           Comprometerse a implementar el Acuerdo de París conforme a la Agenda sostenible para el desarrollo 2030. Es decir, la coordinación de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS de ahora en adelante), el desarrollo de una agenda urbana sostenible y el Acuerdo de París.

El decimotercero Objetivo de los ODS llama a "adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos". Siendo este un  objetivo de máxima importancia, influye en: la seguridad alimentaria (n°2), el agua (n°6), la energía (nº7), infraestructura resistente (nº9), vivienda sostenible (nº11), patrones de consumo sostenibles (nº12), ecosistemas marinos (nº14) y ecosistemas terrestres (nº15). Incluso objetivos sobre el desarrollo humano como la pobreza, salud, educación, género, economía, desigualdad, las instituciones y la sostenibilidad de la implementación de los objetivos mantienen conexiones indirectas con los impactos económicos del cambio climático.

La Agenda 2030, es respaldad por la Nueva Agenda Urbana para el Desarrollo Sostenible. Especialmente en lo que concierne al modelo de  ciudad inclusiva, segura, resiliente y sostenible. Sus principales áreas de acción son:

a) Estructuras de gobernanza (incluyendo la participación política) y transparencia.

b) Inclusión social, especialmente de la población más desfavorecida.

c) Desarrollo espacial, incluyendo un desarrollo territorial equilibrado entre las ciudades y las zonas de influencia que desempeñan un papel crucial en la seguridad alimentaria y nutricional de las ciudades.

d) Prosperidad urbana basada en un crecimiento inclusivo y sostenible.

e) Patrones de consumo y producción ambientalmente sostenibles.

Los principales objetivos de esta cumbre, se centran en: 1) el rol de las ciudades y gobiernos locales y regionales en la lucha contra el cambio climático; y 2) la necesaria coordinación de las agendas internacionales para garantizar un modelo de desarrollo cada vez más urbano, sostenible y equitativo.

Resultados de la COP23

Con la finalización de la COP23 en París y las esperadas declaraciones sobre el compromiso de la reducción de gases de efecto invernadero, podemos decir que las expectativas alcanzadas fueron algo moderadas. Éstas, se centraron sobre todo en cómo podría la comunidad internacional contrarrestar el asalto de la administración Trump a las políticas sobre el cambio climático. Un editorial en la reconocida revista académica Nature lo expresó de manera concisa: “In practice, the Bonn meeting will serve as a litmus test of how the rest of the world plans to stand united [without the US] and to keep the spirit of Paris alive”. (10)

En este contexto, podríamos decir que la COP23 cerró con los siguientes resultados y reflexiones:

- Tras la adhesión de Siria al Acuerdo de París, los Estados Unidos de América fueron el único país del mundo con la intención de incumplir el acuerdo. Sin embargo, debemos recordar que existe una considerable divergencia en el seno del propio país que se hizo evidente en la conferencia mediante la participación de dos delegaciones. Por un lado, la representación oficial, integrada por tecnócratas que, en su momento, ya habían representado a EE.UU. en rondas de negociación previas a la conferencia. Por otro lado, una alianza de ciudades, estados regionales, empresas y otros actores subnacionales organizados bajo el lema "We Are Still In". A raíz de los acontecimientos acaecidos durante la cumbre, podemos decir que la delegación oficial de los EE.UU., a pesar de mostrar una postura reacia, deja la puerta abierta a retomar el Acuerdo. El segundo grupo, representando buena parte de la economía norteamericana, señaló la voluntad de apoyar los objetivos acordados en el Acuerdo de París acerca de las medidas a tomar para frenar el cambio climático, independientemente de la postura obstruccionista que la administración Trump pueda tomar.

- China dio algunos tímidos pasos para desempeñar un papel más asertivo, por ejemplo en la coalición Ministerial de Cambio Climático que abarca a la UE, China y Canadá.

- El Reino Unido y Canadá lanzaron la alianza: “Powering Past Coal Alliance”, cuyo objetivo es abogar por la erradicación del carbón en los países de la OCDE para 2030 y 2050 en el resto del mundo. Dicha alianza cuenta actualmente con 20 miembros, siendo su objetivo llegar a 50 miembros a finales de 2018. Sin embargo, EE.UU., China, Alemania, Polonia, Australia e India (todos ellos países consumidores de carbón) decidieron no unirse a la iniciativa.

- Durante la COP23, tuvo lugar un conflicto acerca de la evaluación de las acciones y ambiciones en materia de cambio climático Pre-2020 (Pre-2020 Action), que no forma parte del Acuerdo de París y cuyos compromisos deberían empezar a dar resultados. Algunos países en desarrollo argumentaron que los países ricos no habían emprendido suficientes esfuerzos de atenuación del cambio climático antes de 2020 y se quejaron de los retrasos en el pago de los recursos financieros (100.000 millones de dólares) prometidos en la reunión de Copenhague en 2009.

- Fiyi, como país anfitrión, abogó por un “Plan de Acción de Género”, enfatizando el papel de la mujer en las acciones contra el cambio climático y promoviendo la igualdad de género en el proceso. Así mismo, impulsó la “Plataforma de Comunidades Locales y Pueblos Indígenas y la Alianza Ocean Pathway”, con la intención de fortalecer la inclusión de los océanos dentro del proceso de la CMNUCC.

- El "Diálogo Talanoa", previamente bautizado como el "Diálogo facilitador", consistente en una acción excepcional de posible "ambición mejorada" de las políticas climáticas, marcará la próxima ronda de NDC en 2020. La publicación del informe especial 1.5C del Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC) en septiembre de 2018, será un momento cumbre para el Diálogo de Talanoa.

- Se realizaron grandes esfuerzos para desarrollar el "Libro de reglas" del Acuerdo de París, así como el alcance del inventario global y la inclusión de las reglas de pérdida y daño o transparencia.

- En el seno de esta cumbre, tuvo lugar el fin de un conflicto estancado en el sector de la agricultura. Las Partes acordaron trabajar en una serie de cuestiones que vinculan el cambio climático a este sector, incluyendo las mejoras del carbono y la fertilidad del suelo, una evaluación de las medidas de adaptación y resiliencia, así como la creación de mejores sistemas de gestión del ganado.

- Durante la COP23, tuvo lugar el nacimiento de una nueva asociación mundial que ofrece seguros asequibles, así como protección financiera para cubrir a millones de personas en situación de vulnerabilidad.

- Así mismo, la cumbre observó el lanzamiento de una plétora de iniciativas de temática urbana, como por ejemplo: 1) el programa The City Climate Planner, que se nutre de una base de datos sobre profesionales claves para la planificación de los objetivos y acciones climáticas en las ciudades; 2) The Urban Leadership Council, que agrupa a representantes de las redes de ciudades, think tanks urbanos y del sector privado cuyo objetivo es construir políticas comprometidas con un modelo de desarrollo urbano sostenible en países que experimentan una creciente urbanización; 3) el Pacto Mundial de Alcaldes para el Clima y la Energía; y 4) la iniciativa Energía Verde para África (ver la lista completa en el Anexo I).

- La participación de Barcelona ha sido valorada positivamente por los representantes de la urbe durante la conferencia. En su opinión se consiguieron los tres objetivos planteados para esta cita mundial:

1)    Firma del compromiso de la ciudad con la red C40 Cities Climate Leadership Group, creada y liderada por ciudades con el compromiso de impulsar la acción urbana para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y los riesgos climáticos.

2)    Intercambios de experiencias con otras ciudades del mundo que comparten riesgos y oportunidades similares y, de las que se esperan acciones concretas en los próximos meses.

3)   Visualizar el trabajo que Barcelona ha venido desarrollando en los últimos años para mitigar los efectos del cambio climático y los planes de acción frente a los compromisos locales, nacionales e internacionales. Todas ellas iniciativas planteadas en la “Hoja de ruta 2015-2017” y el Plan Clima, cuya presentación está prevista en primavera de 2018.

Conclusiones

La conferencia de las Naciones Unidas sobre cambio climático (COP23) tuvo una gran importancia debido al contexto internacional en el que se desarrolló. Sin embargo, se tradujo en expectativas más moderadas. Buena parte de la Cumbre, se centró en la reacción de la comunidad internacional tras la retirada de los EE.UU. del Acuerdo de París. Cabe también señalar los considerables desacuerdos sobre los compromisos previos a la agenda Pre-2020 de los países desarrollados y acerca de una posible erradicación del carbón en los países de la OCDE de cara a 2030 y de cara a 2050 en el resto del mundo.

Si bien es cierto que hubo desacuerdos, debemos resaltar también los notables éxitos de la cumbre: el papel más asertivo de China, las importantes medidas para la reducción del consumo de carbón así como el acuerdo en trabajar en una serie de cuestiones vinculando el cambio climático y la agricultura, rompiendo así un punto muerto. La cuestión agrícola no es baladí, pues es responsable del 70 por ciento de la producción mundial de agua, del 92 por ciento de su consumo y más del 30 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.

La retórica de la delegación oficial de los EE.UU. fue moderada, pero quizás más importante fue el compromiso mostrado por la delegación “no oficial”, reforzando su compromiso con el Acuerdo de París independientemente de la postura de la administración norteamericana.

Éste hecho, junto a la organización de la Cumbre Climática de Líderes Locales y Regionales demuestran la importancia de los gobiernos locales y regionales en la agenda internacional. No sólo como gestores sino como partes activas en la construcción de una agenda internacional contra el cambio climático. Así mismo, también se lanzaron varias iniciativas municipales cruciales, que van desde el programa The City Climate Planner, The Urban Leadership Council, hasta el Pacto Mundial de Alcaldes por el Clima y la Energía y la iniciativa Green People's Energy for Africa. La continuación de tales esfuerzos constituirá un aspecto indispensable de las políticas de cambio climático. Aproximadamente un 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero están vinculadas a las ciudades de manera directa o indirecta. Éstas, no solo son centros industriales y de transporte, también son el destino de los alimentos y las materias primas que se producen en entornos rurales.

 

Anexo I. Algunas iniciativas que se presentaron en la Cumbre de líderes locales y regionales del 2017. (http://www.cities-and-regions.org/initiatives/ )

 

City Climate Planner

Organizaciones promotoras: Green Business Certification In., World Resources Institute, ICLEI Local Governments for Sustainability y el C40 Cities Leadership Group.

El programa City Climate Planner tiene como objetivo formar a profesionales en los componentes básicos de la planificación del clima local y el desarrollo de políticas públicas para hacer frente al cambio climático.

Climate Reporting Partnership

Organizaciones promotoras: ICLEI Local Governments for Sustainability, Carbon Climate Registry y Disclosure Insight Action CD

Esta nueva asociación reúne a dos de las principales plataformas de informes climáticos del mundo, CDP y Carbon Climate Registry, en un esfuerzo por construir una sólida base de datos de compromisos climáticos, acciones y seguimiento del desempeño por parte de actores públicos y privados.

The Urban Leadership Council

Organizaciones promotoras: C40, Centro Rossio de Ciudades Sostenibles y la Nueva Economía Climática de la IRG

The Urban Leadership Council es un grupo de representantes de redes de ciudades, grupos de expertos urbanos y el sector privado, reunidos con el objetivo de construir un compromiso político de alto nivel para el fomento del  desarrollo urbano sostenible en países de rápida urbanización y proporcionar orientación a la Coalición para las Transiciones Urbanas. Este consejo se encontrará por primera vez en la Cumbre de Líderes de Gobiernos Locales y Regionales en Bonn.

Colaboración para fomentar una gobernanza climática multinivel

Organizaciones promotoras: NDC Partnership y ICLEI Local Governments for Sustainability

ICLEI y la Alianza NDC están trabajando juntos para diseñar, implementar y alinear estrategias de acción climática en todos los niveles de los gobiernos.

CONNECT – PLATFORMA Local & Regional International Action

CONNECT es una coalición paneuropea que representa a más de 100.000 gobiernos locales y regionales diseñada para fortalecer la experiencia técnica necesaria en los municipios y regiones.

Pacto de los Alcaldes en África Subsahariana.

Organizaciones promotoras: Council of European Municipalities and Regions (CEMR)

El Pacto de los Alcaldes en el África Subsahariana es un organismo regional del Pacto Mundial de Alcaldes para el Clima y la Energía que tiene como objetivo facilitar el acceso a los servicios energéticos sostenibles y eficientes. Durante la COP23 se hará el lanzamiento del documento que marca el Compromiso Político y campaña de reclutamiento de las ciudades subsaharianas.

Fondo Subnacional para el Clima en África

Organizaciones promotoras: Regions of Climate Action R20

El Fondo Subnacional para el Clima en África tiene por objetivo cerrar la brecha entre las altas demandas de infraestructura y el bajo número de proyectos financiables que llegan a los inversores. El fondo proporciona proyectos listos para invertir y financiamiento para apoyar la implementación de al menos 100 proyectos de infraestructura para 2020.

Front-Line Cities and Islands

Organizaciones promotoras: ICLEI Local Governments for Sustainability y Global Island Partnership (CLISPA)

Front-Line Cities and Islands es una coalición de ciudades e islas costeras que se encuentran en la primera línea del impacto del cambio climático. En el año en que la República de Fiyi tiene la Presidencia de la COP23  esta red tiene por objetivo reunir ciudades con las mismas necesidades y retos para fortalecer las estrategias de resiliencia innovadoras y mecanismos de financiación creativos.

Green People's Energy for Africa

Organizaciones promotoras: Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ)

Green People's Energy for Africa es una iniciativa creada por el gobierno alemán para mejorar el acceso a las energía renovables de manera descentralizada e impulsada a través de proyectos generados por las mismas comunidades. El objetivo de esta iniciativa es acelerar el proceso de transformación y la descarbonización del sector energético africano, empoderar a las comunidades rurales y los actores locales para participar en el sistema energético y apoyar el desarrollo de condiciones marco nacional efectivo.

Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía

El Pacto Mundial de Alcaldes por el Clima y la Energía reúne formalmente el Pacto de los Alcaldes para formar una coalición mundial de más de 7,400 ciudades de seis continentes y 121 países diferentes con el compromiso voluntario de aplicar en sus territorios los objetivos climáticos y energéticos de la UE.

Movilización de la sociedad civil africana a nivel territorial en la lucha contra el cambio climático

Organizaciones promotoras: Climate Chance

Esta iniciativa tiene como objetivo movilizar a las ciudades y regiones africanas para responder a los desafíos relacionados con el cambio climático en todo el continente, alentando sus compromisos con la acción colectiva y mediante un intercambio de buenas prácticas para avanzar en la implementación del Acuerdo de París.

One Planet City Challenge

Organizaciones promotoras: ICLEI Local Governments for Sustainability y World Wide Fund for Nature (WWF)

Por medio de un concurso competitivo de carácter semestral, One Planet City Challenge ofrece una manera de identificar, reconocer y recompensar a las ciudades que están apoyando mediante soluciones prácticas la lucha frente al cambio climático.

Planners for Climate Action

Organizaciones promotoras: ONU-Habitat

Planners for Climate Action ayuda a garantizar que los planificadores urbanos y regionales puedan desempeñar un papel importante en la promoción del clima y los objetivos de sostenibilidad. Con este fin, esta iniciativa tiene como objetivo mejorar  la práctica de planificación urbana y regional y la planificación de la educación. En esta COP23, ONU-Hábitat lanzará una nueva iniciativa multisectorial llamada "Planificadores para la Acción Climática", para acercar a este grupo vital de partes interesadas al proceso de negociación de la UNFCCC y así aumentar la visibilidad de los planificadores urbanos y regionales.

One Planet City Challenge - WWF, ICLEI

Combinando una competencia bianual amistosa, desarrollo de capacidades, soporte técnico y promoción pública, One Planet City Challenge alienta a las ciudades a aumentar su ambición y a involucrarse en el informe a largo plazo de su desempeño climático.

RegionsAdapt

Organizaciones promotoras: Network of Regional Governments for Sustainable Development (NRG4SD)

RegionsAdapt es la primera iniciativa mundial para que los gobiernos regionales tomen medidas concretas, cooperen e informen sobre los esfuerzos de adaptación climática, centrándose en áreas prioritarias clave, como la gestión de los recursos hidráulicos, la reducción del riesgo de desastres, la agricultura y la biodiversidad. En esta COP23, RegionsAdapt anunció su unión a la Campaña BreatheLife que apoya los esfuerzos para combatir los desafíos globales de la contaminación del aire. Esta campaña, lanzada en octubre de 2016, está liderada por UN Environment, junto con la Organización Mundial de la Salud y Climate and Clean Air Coalition. Esta Campaña busca movilizar a gobiernos locales y a ciudadanos a tomar medidas para hacer frente a la contaminación atmosférica.

SuRe Standard - Global Infrastructure Basel (Fundación GIB)

El Estándar SuRe está diseñado para fortalecer la sostenibilidad y la resistencia al desarrollo de la infraestructura guiando a los propietarios de proyectos en temas de contabilidad de lo social, medio ambiente y criterios de gobernanza, al tiempo que les permite comunicar los beneficios a posibles inversores.

Indicadores ODS para municipios (Deutscher Städtetag)

Los indicadores para los municipios permitirán una mejor implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a nivel municipal en Alemania. Su objetivo es asegurar que los gobiernos locales se alineen y monitoricen su procesos su progreso.

El Consejo de Liderazgo Urbano - C40, Centro Rossio de Ciudades Sostenibles y la Nueva Economía Climática de la IRG

El Urban Leadership Council es una conjunción de representantes de redes de ciudades, grupos de expertos urbanos y el sector privado con el objetivo de construir un compromiso político de alto nivel para el desarrollo urbano sostenible en países de rápida urbanización y proporcionar orientación a la Coalición para las Transiciones Urbanas.

Iniciativa de Movilidad Urbana Transformativa (TUMI)

Organizaciones promotoras: Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ)

A través de TUMI, 11 instituciones ofrecen apoyo técnico y financiero con el fin de fortalecer los esfuerzos de las ciudades en países emergentes y en desarrollo para la implementación de proyectos y programas de movilidad sostenible, con el objetivo de avanzar en la acción climática global y proporcionar un mejor y más equitativo acceso al transporte a los habitantes urbanos.

Urban transition Alliances

Organizaciones promotoras: ICLEI Local Governments for Sustainability y Stiftung Mercator

La Alianza de Transiciones Urbanas, un grupo de ciudades industriales cuyos esfuerzos están centrados en convertirse en líderes mundiales en desarrollo urbano sostenible mediante la definición de desafíos compartidos, la co-creación de soluciones localmente relevantes y el desarrollo de planes de acción de transición.

 

Notas:

(1) -  Naciones Unidas (2015) Convención Marco sobre el Cambio. Acuerdo de París. Naciones Unidas FCCC/CP/2015/L.9 Disponible en: https://unfccc.int/resource/docs/2015/cop21/spa/l09s.pdf

(2) - 2. Oliver Milman, David Smith and Damian Carrington (2017) Donald Trump confirms US will quit Paris climate agreement, The Guardian, 1 junio 2017. Disponible en: https://www.theguardian.com/environment/2017/jun/01/donald-trump-confirms-us-willquit-paris-climate-deal

(3). US Action on Climate Change Is Irreversible (2017). Disponible en: https://www.wearestillin.com/us-action-climate-change-irreversible

(4). Garfield, Leanna. “Billionaire Michael Bloomberg is launching a coalition to defy Trump and uphold the Paris Agreement”. Business Insider. Junio 2 2017. Disponible en: http://www.businessinsider.com/michael-bloomberg-paris-agreement-coalition-2017-6

(5). World Bank (2017) Urban population (% of total). The World Bank Data  Catalogue.Electronic dataset. Noviembre 2017 https://data.worldbank.org/indicator/SP.URB.TOTL.IN.ZS.

(6). Ajuntament de Barcelona. Plan Clima. Ecología, Urbanismo y Movilidad, 2017. Disponible en: http://ajuntament.barcelona.cat/ecologiaurbana/es/que-hacemos-yporque/energia-y-cambio-climatico/plan-clima

(7). COP23. Talking points for local and regional governments: Context, issues and key messages. pp. 8, 2017. Disponible en: http://www.cities-and-regions.org/cop23/wpcontent/uploads/2017/11/local-regional-govs-cop23-talking-points.pdf

(8). Cumbre sobre el Clima para líderes locales y regionales (2016) Hoja de Ruta de Marrakech Disponible en: https://www.uclg.org/sites/default/files/hoja_de_ruta_de_marrakech.pdf

(9). Climate Summit of Local and Regional Leaders (2017) Summit Program: #United4climate. Disponible en: http://www.cities-and-regions.org/cop23/wpcontent/uploads/2017/11/Summit-online-program.pdf

(10). Nature (2017) “Climate meetings pose serious test in the Trump era”. Nature International Weekly Journal of Science. Disponible en: https://www.nature.com/news/climate-meetings-pose-serious-test-in-the-trump-era-1.22795

 

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E-ISSN: 2013-4428

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