Frenar la subida de los alquileres y la gentrificación en una ciudad global: el caso de Berlín

Monografia CIDOB nº 73
Data de publicació: 05/2019
Autor:
Katrin Schmidberger, miembro de la Cámara de Representantes de Berlín, portavoz de políticas de vivienda y alquileres, portavoz de turismo
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En la última década, han tenido lugar notables cambios en el mercado inmobiliario de Berlín. Los últimos acontecimientos mundiales y la crisis financiera de 2007-2008 generaron una enorme demanda en el mercado de la vivienda y flujos de inversión desorbitados. Los bajos precios del sector inmobiliario berlinés hasta ese momento prometían grandes beneficios. Teniendo en cuenta que el 85% de los residentes de Berlín viven en pisos de alquiler, la financiarización del mercado inmobiliario local y de la vivienda han provocado una espiral de problemas, de los que la gentrificación y el desplazamiento son los más preocupantes. El nuevo gobierno local de izquierdas (rojo-rojo-verde) está trabajando en la identificación y aplicación de normativas que pongan freno a esta tendencia.

Como responsable política y residente del céntrico distrito de Kreuzberg, me parece fundamental la concienciación acerca de un problema de esta naturaleza. Trabajamos con el gobierno verde de este distrito (en alemán, el Bezirk Friedrichshain-Kreuzberg) con el objetivo de desarrollar medidas normativas efectivas que contrarresten la gentrificación y los desplazamientos de los residentes. La importancia de esta iniciativa se deriva además de nuestro compromiso con el derecho a la ciudad para todos los ciudadanos. En este caso, el grupo afectado son los residentes locales a quienes se priva del derecho a la ciudad y, en particular, del derecho a la vivienda: los arrendatarios. Para mí, concienciar sobre las dificultades, necesidades y problemas de este colectivo es una cuestión personal, dado que mantengo vínculos con las asociaciones locales de inquilinos (que son muy activas), con las iniciativas en torno a la vivienda, y con los principales movimientos de base. Ser miembro del parlamento de Berlín y representante política conlleva la obligación de garantizar sus derechos y aplicar una política efectiva en este ámbito.