Después del voto a favor del Brexit: cómo la devolución podría convertir a las ciudades británicas en actores del escenario global
El fenómeno urbano crea divisiones en el Reino Unido, donde las brechas políticas se correlacionan con las económicas. Y no hay un ámbito en el que estas divisiones sean más pronunciadas que la pertenencia del país a la Unión Europea. El voto a favor del brexit se entiende a menudo como una protesta de la ciudadanía de las regiones «olvidadas», donde los votantes se sienten ignorados por los políticos nacionales (Rodríguez-Pose, 2018). El aumento de las brechas económicas (por ejemplo, en lo que concierne a los salarios, el gasto social per cápita y los índices de desempleo) explica, por lo menos parcialmente, las brechas políticas recientes que se han creado en el país. En Mansfield, una pequeña ciudad de la región de East Midlands en la que en 2017 los salarios locales estaban un 19% por debajo de la media británica, el voto a favor del brexit fue del 70% —el porcentaje más alto de todas las ciudades británicas—. En el polo opuesto, en Reading, una ciudad grande del sureste inglés donde en 2017 los salarios locales estaban un 18% por encima de la media británica y las prestaciones sociales per cápita en 2016/17 costaron 1.100 £ menos que en Mansfield, la ciudadanía votó por quedarse (Centre for Cities, 2018).