La hora de ayudar a Túnez ha llegado

“En invierno de 2011, una alianza bajo los auspicios de la OTAN intervino en Libia para proteger a los habitantes de Bengasi de las intenciones asesinas de Muamar Gadafi. Dirigida por Francia y Reino Unido -Estados Unidos fue un socio más reacio-, la intervención sobrepasó el mandato de la ONU y acabó, con gran apoyo de Qatar, derrocando al régimen y con el dictador asesinado. Cumplida la tarea, los franceses, británicos y estadounidenses se fueron, ajenos al peligro de que las armas acumuladas durante los 42 años de gobierno de Gadafi cayeran en malas manos, a pesar de las advertencias de veteranos militares y diplomáticos argelinos y occidentales”. Francis Ghilès

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