Xavier Bettel
Viceprimer ministro y ministro de Exteriores (2023-); primer ministro (2013-2023)
Xavier Bettel, líder del liberal Partido Democrático (DP), se ha convertido el 4 de diciembre de 2013 en el nuevo primer ministro de Luxemburgo tras 18 años de ejercicio del socialcristiano Jean-Claude Juncker, quien venía siendo el dirigente más veterano de la UE. Las elecciones generales de octubre, adelantadas por la renuncia del anterior a raíz de un gran escándalo de espionaje político, han alumbrado un cambio de Gobierno histórico, pues la nueva coalición mayoritaria la componen por primera vez el DP, los socialistas del LSAP y Los Verdes. La fórmula excluye del Ejecutivo al CSV de Juncker, pese a mantenerse como la primera fuerza de la Cámara, por primera vez en 34 años. La última ocasión en que los liberales gobernaron se remonta a 2004 y su anterior primer ministro fue, en 1979, el insigne europeísta Gaston Thorn.
Aunque lidera el Gobierno más orientado a la izquierda desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Bettel y sus socios ya han anunciado un programa básicamente continuista que concentrará esfuerzos en ajustar los presupuestos y preservar en lo posible las ventajas del sistema financiero del Gran Ducado, base de su excepcional riqueza económica pero últimamente en la picota a causa del secreto bancario, el cual Luxemburgo, uno de los más conocidos paraísos fiscales del mundo, ya se ha resignado a levantar por imperativo europeo en 2015. Esta pequeña pero rica democracia trilingüe, que aúna los más elevados estándares de desarrollo con las prácticas plutocráticas opacas, no se libró de la Gran Recesión de 2008-2009 y ahora sigue afectada por una recuperación débil. Han aumentado el déficit, la deuda y el paro, que de todas maneras continúan en las escalas más bajas de la UE. En su seno, los luxemburgueses siguen siendo los campeones indiscutibles en renta per cápita.
Bettel, de 40 años y que ha dejado la alcaldía de la villa de Luxemburgo para tomar las riendas del país, es el segundo gobernante abiertamente gay de la UE y el tercero de Europa y del mundo. Este aspecto personal, que comparte el número dos de su Gabinete, el viceprimer ministro socialista Étienne Schneider, impulsará sin duda la legalización del matrimonio de personas del mismo sexo, alineando así a Luxemburgo con otros países de su entorno.
(Nota de actualización: esta biografía fue publicada el 13/12/2013. Xabier Bettel renovó el cargo de primer ministro tras las elecciones generales del 14/10/2018; su segundo Gabinete, de nuevo de coalición mayoritaria con socialistas y verdes, se constituyó el 5/12/2018. Tras las elecciones del 8/10/2023 Bettel pactó con el cabeza de lista del CSV, Luc Frieden, un nuevo Gobierno de coalición. Este Gabinete bipartito, con Frieden de primer ministro y Bettel de viceprimer ministro y ministro de Exteriores, tomó posesión el 17/11/2023). |
1. Carrera política en el DP
2. Primer ministro de Luxemburgo en coalición con la izquierda
1. Carrera política en el DP
Hijo de un comerciante de vinos autóctono y de una francesa de origen ruso, tras terminar la escuela emprendió estudios superiores en Grecia, en la Universidad Aristóteles de Tesalónica, donde obtuvo la doble titulación de licenciado en Derechos Público y Europeo, y diplomado en Derechos Marítimo y Canónico. Posteriormente profundizó su formación jurídica con un Diploma en Estudios Avanzados (DEA) en Derecho Público y Ciencias Políticas por la Universidad de Nancy, en cuya Facultad de Derecho fue delegado sindical estudiantil.
Incluso antes de ingresar en la universidad, siendo aún un adolescente, Bettel se hizo miembro del Partido Democrático (DP), una formación de centro liberal moderado que desde su fundación en 1955 había desempeñado en numerosas ocasiones el papel clásico de bisagra parlamentaria entre las dos fuerzas mayoritarias, el Partido Popular Social Cristiano (CSV/PSC) y el Partido Socialista Obrero Luxemburgués (LSAP/PSOL). Entre 1974 y 1979, de la mano de su líder más esclarecido, Gaston Thorn, luego presidente de la Comisión Europea, el DP había ocupado la jefatura del Gobierno en coalición con los socialistas, y antes (1969-1974) y después (1979-1984) había sido el socio menor de los socialcristianos de Pierre Werner. En estos, momentos, a finales de la década de los ochenta, el DP, dirigido por una mujer, Colette Flesch, quien había tomado el relevo a Thorn en 1980, se hallaba en la oposición al Gobierno de gran coalición de Jacques Santer.
En 1989, coincidiendo con la sustitución de Flesch por Charles Goerens en el liderazgo, Bettel, con 16 años, fue admitido en el Comité de la Circunscripción Central y el Buró Nacional del ala juvenil del partido, la Juventud Democrática y Liberal (JDL). Dos años después, coincidiendo con su marcha a la universidad tesalonicense, se aupó a la presidencia de la Circunscripción Central y a vicepresidencia del Buró Nacional. Fue el presidente nacional de la JLD entre 1994 y 2002, un período fértil para el DP, que, bajo la jefatura de Lydie Polfer, experimentó un fuerte ascenso electoral y volvió a sentarse en el Gobierno, de nuevo con los socialcristianos.
Con 26 años, Bettel debutó en la política parlamentaria tras las elecciones generales del 13 de junio de 1999, que otorgaron a los liberales su techo histórico del 22,4% de los votos y los 15 escaños, consiguiendo desbancar en el segundo puesto al LSAP y convirtiéndose en los nuevos socios de coalición del CSV, poniendo fin así a 14 años en la oposición. Aunque su candidatura por la circunscripción Centro, que comprendía los cantones de Luxemburgo y Mersch, terminó en décimo lugar y no salió directamente elegido, el escaño en la Cámara de Representantes le tocó a Bettel de todas maneras al renunciar a sus diputaciones tres compañeras de lista, Polfer, Flesch y Anne Brasseur, que pasaron a ocupar nuevos cometidos en el tercer Gabinete de Jean-Claude Juncker, inaugurado en agosto, y el Parlamento Europeo.
Meses después, en las votaciones comunales del 10 de octubre de 1999, el joven legislador nacional ganó el mandato suplementario de concejal de la Villa de Luxemburgo, el gran bastión electoral del DP. Por otro lado, si bien ya era un representante político a jornada completa y no iba a tener tiempo para practicar la profesión jurídica, Bettel insistió en colegiarse como abogado, lo cual consiguió en 2001. Por esta época inició una experiencia de cuatro años como presentador de un programa de entrevistas semanal en el canal privado de televisión T.TV.
En 2004 Bettel, acogiéndose a una posibilidad permitida por la legislación luxemburguesa y ampliamente practicada por los políticos del país, inscribió su doble candidatura en las elecciones generales y europeas, a celebrar simultáneamente el 13 de junio de 2004. Sólo salió elegido, esta vez por méritos propios, en la primera votación, luego fue revalidado en la Cámara de Representantes, y eso a pesar del fuerte retroceso sufrido por el DP, que cayó al 16,1% de los sufragios y los 10 escaños. Aunque él conservó el mandato parlamentario, el partido dejó de ser útil como socio de Gobierno para Juncker, quien formó su cuarto Gabinete con los socialistas de Jean Asselborn. Polfer, descabalgada por tanto de los puestos de viceprimera ministra y ministra de Exteriores, cedió el liderazgo del DP a Claude Meisch. En el hemiciclo, Bettel asumió entre otras funciones la de vicepresidente de la Comisión de Asuntos Legales. Posteriormente, en noviembre de 2005, volvió a ser elegido en el Ayuntamiento de Luxemburgo, donde tomó un puesto de edil responsable de las áreas social y de la juventud en el equipo del burgomaestre Paul Helminger, colega del partido y titular de la alcaldía desde 1999.
Bettel ganó su segunda reelección como representante en las legislativas del 7 de junio de 2009, que depararon a los liberales sus peores resultados, el 15% de los votos y 9 escaños, desde 1964. En los dos años siguientes, el abogado lideró el menguado grupo parlamentario del DP, que siguió en la oposición al Ejecutivo de socialcristianos y socialistas. Para los comicios municipales del 9 de octubre de 2011 Helminger declinó postularse de nuevo a la alcaldía capitalina y su sucesor natural como el cabeza de lista fue Bettel, que aún no cumplía la cuarentena de edad. Con un respaldo del 33,6% de los votos y apoyado en una renovada coalición con Los Verdes (Déi Gréng), Bettel prestó juramento el 24 de noviembre de 2011 como el quinto burgomaestre consecutivo de su agrupación desde 1970.
2. Primer ministro de Luxemburgo en coalición con la izquierda
La alcaldía de Luxemburgo, uno de los cargos políticos de más peso del país (en la comuna reside una quinta parte del millón y medio largo de habitantes con que cuenta el Gran Ducado), consolidó a Bettel como la segunda figura política nacional mejor valorada, sólo por detrás del primer ministro Juncker. Este auge del burgomaestre en los sondeos convenció al DP de su idoneidad para encabezarlo en las próximas elecciones generales, que tocaban en mayo de 2014. Claude Meisch aceptó hacerse a un lado y el 29 de enero de 2013 Bettel fue aclamado en un congreso extraordinario como nuevo líder de los liberales con el 96,5% de los votos. Meisch siguió en la brecha como jefe de bancada en la Cámara de Representantes y el veterano Charles Goerens, ahora mismo eurodiputado, regresó al primer plano como vicepresidente primero del partido.
Bettel se estrenó por tanto como líder de la oposición al Gobierno Juncker-Asselborn, pero su examen en las urnas iba a producirse este mismo año. El adelanto electoral se produjo como consecuencia de la dimisión de Juncker, a estas alturas y con diferencia el gobernante de la UE más veterano, el 11 de julio, al cabo de una comparecencia parlamentaria en la que el ex presidente del Eurogrupo tuvo que dar explicaciones por el escándalo que envolvía al Servicio de Inteligencia del Estado de Luxemburgo (SREL), acusado de haber espiado durante años a las más altas autoridades del país, con escuchas telefónicas que habían afectado entre otros a él mismo, al gran duque Enrique y a otros miembros de la familia real.
Este sólo era uno de los capítulos de irregularidades y abusos achacados por la Cámara al SREL, cuyo máximo responsable, al menos sobre el papel, era el propio Juncker, colocado en una situación tan embarazosa como insostenible. Al encontrarse con que todos los partidos parlamentarios salvo el suyo, es decir, el LSAP, el DP, Los Verdes y el Partido Reformista de Alternativa Democrática (ADR), aprobaban el informe de la comisión de investigación que documentaba las ilegalidades del SREL y le hacía a él último responsable político de los abusos cometidos por los funcionarios a su cargo, Juncker no tuvo más remedio que reconocer el naufragio del Gobierno de coalición y presentar su renuncia al gran duque tras 18 años al frente del Ejecutivo.
Los partidos y el pueblo luxemburgueses fueron convocados a unas elecciones anticipadas que tuvieron lugar el 20 de octubre de 2013. Con el 33,7% de los votos y 23 escaños, el CSV, encabezado de nuevo por Juncker, experimentó un notable descenso aunque siguió siendo con diferencia la primera fuerza del país. Los liberales de Bettel subieron al 18,2% y los 13 escaños, los mismos que el LSAP, cuyo presidente era Alex Bodry pero su cabeza de cartel y candidato a primer ministro Étienne Schneider. Aunque Juncker reclamó para su partido "el derecho de liderar este país", lo que de materializarse sería en coalición bien, otra vez, con los socialistas, bien con los liberales, el veterano líder socialcristiano se topó de inmediato con el muro formado por Bettel y Schneider, quienes emprendieron conversaciones por su cuenta para explorar una alianza tripartita con Los Verdes de Sam Tanson y Christian Kmiotek, una fórmula inédita en la historia del país pero con la que se venía especulando desde el inicio de la campaña electoral.
De constituirse esta coalición, bautizada Gambia por contener los colores, el rojo, el azul y el verde, de la bandera del país africano, el CSV sería mandado a la oposición por primera vez desde 1979. También sería la primera vez en la historia del país que el partido vencedor de las elecciones no formase parte del Ejecutivo. Este tripartito se apoyaría en una ajustada mayoría absoluta de 32 diputados, en una Cámara de 60 representantes.
Rápidamente, el 22 de octubre, liberales, socialistas y verdes llegaron a un principio de acuerdo para negociar la constitución del Gabinete entrante, que sería encabezado por el líder de los primeros. El 25 de octubre Bettel, que por el momento seguía siendo el alcalde de Luxemburgo, fue nombrado por el gran duque formateur, es decir, encargado de formar el nuevo Gobierno. Las negociaciones a tres bandas concluyeron el 29 de noviembre según lo planeado. Finalmente, el 4 de diciembre prestaron juramento de sus puestos Bettel, convertido así en el octavo primer ministro desde la Segunda Guerra Mundial y el segundo de su partido desde Gaston Thorn, y sus 14 ministros, de los que cinco eran de su partido, seis del LSAP y tres de Los Verdes.
Schneider concentró en sus manos los puestos de viceprimer ministro, ministro de Defensa, ministro de Seguridad Interna y ministro de Economía, mientras que su colega Jean Asselborn siguió al frente de los Asuntos Exteriores. Finanzas fue para el liberal Pierre Gramegna y el Interior para el socialista Daniel Kersch. Bettel tomó para sí además las carteras de Comunicaciones y Asuntos Religiosos. Fue ahora cuando cesó en el Ayuntamiento de la capital, donde traspasó la alcaldía a Lydie Polfer, quien ya la había ocupado entre 1982 y 1999.
El nuevo equipo dirigente ha anunciado un paquete de medidas de ahorro económico y aumento de los ingresos fiscales, subida del IVA mediante, que persigue reducir el recrecido déficit presupuestario en unos 1.500 millones de euros y mantener a toda costa a Luxemburgo, el país más rico de la UE (su renta por habitante, en parte inflada por los ingresos de los miles de personas no residentes que trabajan aquí, equivale al 263% de la media de la UE), en el selecto club de la triple A de las calificaciones de deuda soberana. Si en 2012 el déficit público fue del 0,6%, una de las tasas más bajas de la UE, las últimas previsiones antes del cambio de Gobierno apuntaron a un aumento al 0,9% este año y al 1% en 2014. La deuda pública, por el momento dentro de los criterios de estabilidad de la Eurozona y perfectamente sostenible, también está al alza.
El continuismo con respecto a las directrices del Gobierno Juncker se advierte igualmente en el deseo de reforzar el vibrante sector de los servicios financieros, que sigue siendo la base de la envidiada prosperidad nacional, muy alta pero algo menoscabada en los últimos años por culpa de la Gran Recesión, de la que Luxemburgo no se libró en 2008-2009, y sus coletazos, como atestiguan los varios trimestres con crecimiento negativo anotados desde entonces. La debilidad de la recuperación económica tiene su efecto en las finanzas públicas y en el empleo, si bien la tasa actual de paro, el 5,9%, sigue estando nítidamente por debajo de la media de la UE de 28 miembros, que es cinco puntos superior.
El gran desafío para el Gabinete debutante es la adaptación en los próximos años a las nuevas normas de la UE en materia de regulación bancaria, que van a significar el fin de una era de privilegios para el Gran Ducado. En efecto, el modelo de desarrollo de Luxemburgo debe mucho a prácticas cuestionadas como el secreto bancario, tapadera habitual de la evasión tributaria a gran escala, y el bajo impuesto de sociedades para las empresas, todo lo cual ha convertido a este pequeño país emparedado entre Alemania, Francia y Bélgica en uno de los grandes paraísos fiscales para sociedades y fortunas de todo el mundo.
El programa del Gobierno indica que Luxemburgo está dispuesto a cooperar con los esfuerzo internacionales de regulación y transparencia financieras, y a acatar las reglas comunitarias de intercambio de información bancaria, pero con algunas condiciones. La más importante es la negativa a aceptar un impuesto europeo a las transacciones financieras, proyecto que impulsa principalmente Alemania y que además de Luxemburgo tiene en su contra al Reino Unido. Eso sí, el intercambio automático de información bancaria con los socios europeos ya tiene una fecha asumida por todos: 2015. Otras políticas acordadas por Bettel y sus socios son una profunda reforma del SREL, para impedir que las malas prácticas descubiertas este año vuelvan a repetirse, y la sustitución de la asignatura de religión en las escuelas públicas por otra de ética.
Los medios de comunicación internacionales no han dejado de resaltar la condición homosexual del nuevo primer ministro luxemburgués, quien es el tercer gobernante de la UE —y de mundo— abiertamente gay. En esta especificidad institucional le han precedido los primeros ministros Jóhanna Sigurdardóttir de Islandia (2009-2013) y Elio Di Rupo de Bélgica (desde 2011). En la actualidad, Bettel mantiene una relación formal con Gauthier Destenay, un hombre unos años más joven que ya se ha mudado a la residencia oficial del Primer Ministro para seguir haciendo vida en común. La pareja se ha mostrado en público, incluidos diversos actos protocolarios y oficiales, en actitud relajada y sonriente. Una expresión de total normalidad que ha sido destacada por el político, quien considera que en su país "la gente no se plantea si uno es gay o no".
Con más razón si se tiene en cuenta que el poderoso número dos del Gabinete, Étienne Schneider, es también un gay reconocido, el Ejecutivo debutante se ha comprometido a dar un rápido remate al proceso de legalización del matrimonio igualitario en Luxemburgo. El mismo fue lanzado por Juncker en 2009, pero en el momento de las elecciones de 2013 el proyecto de ley se encontraba atascado tras un proceloso escrutinio del texto por los órganos jurisdiccionales del Estado, que han divergido sobre el punto del derecho a la adopción de los padres gays y lesbianas.
(Cobertura informativa hasta 13/12/2013)