Vitaliy Klitschko

El público internacional conoce al ucraniano Vitaliy Klitschko principalmente como imbatible campeón mundial de los pesos pesados del boxeo y hermano mayor de Vladimir Klitschko, púgil de la misma categoría y con más títulos aún que él; juntos componen una saga fraterna de resonancias míticas en la historia de este deporte. A partir de 2013, Klitschko, acaso el ejemplo más descollante de astro del boxeo que rompe estereotipos en la etapa vital posterior a la retirada del ring, se concentró exclusivamente en una carrera política ya iniciada ocho años atrás y que en 2014 le condujo, tras dos tentativas electorales fallidas, al Ayuntamiento de la capital de Ucrania. 

Como alcalde de Kyiv y líder del partido liberal y proeuropeo UDAR, Klitschko viene siendo una de las principales personalidades políticas del país. Encabezó la revuelta del Euromaidán (2013-2014), fue un aliado del presidente Petro Poroshenko (2014-2019) y actualmente se sitúa en la oposición a Volodymyr Zelenskiy, con quien mantiene pésimas relaciones; este, le acusa de mala gestión y de incumplir su promesa de luchar contra la corrupción municipal. Asimismo, Klitschko, está fuertemente vinculado a Alemania, país donde ha residido muchos años, y en particular a la CDU de la ex canciller Merkel. 

Tras desmentir la ambición presidencial y reiterar que su compromiso es para con el gobierno local de Kyiv, en enero de 2022 Klitschko ha vuelto a ser noticia por su movilización militar ante la eventualidad de una invasión rusa de Ucrania, que de producirse, asegura, él contribuirá a resistir, combatiendo como un soldado más en el frente. Durante la escalada en curso, los medios le han mostrado entrenando con las tropas reservistas del Ejército, las Fuerzas de Defensa Territorial, mientras organiza la protección civil de la capital. "Estoy listo para luchar por la patria", afirma. 

Klitschko, hijo de un general soviético del Aire fallecido de un cáncer que probablemente contrajo cuando estuvo expuesto a la radioactividad del desastre de Chernobyl, ha tachado al presidente Vladimir Putin de "agresor" y de "gangrena", que pretende "reconstruir la URSS" e impedir "nuestra decisión de formar parte de la familia europea". De paso, ha manifestado su "decepción" porque el nuevo Gobierno socialdemócrata alemán descarte el suministro de armas defensivas a Ucrania y se aferre al polémico gasoducto Nord Stream 2. "Esto es falta de asistencia y traición a amigos en una situación dramática en la que nuestro país está amenazado por tropas rusas desde varias fronteras", asevera el alcalde, quien durante la COVID-19 ha defendido con ahínco las restricciones. En octubre de 2020 Klitschko dio positivo de coronavirus justo antes de ser reelegido en las urnas.

(Texto actualizado hasta enero 2022)




Entre 1999 y 2013 el llamado Doctor Puño de Hierro, de imponente físico –2,01 metros de altura, más de 110 kilos de peso, rostro cuadrado de recia mandíbula y prominente nariz aplastada–, disfrutó de tres reinados de 2.735 días de duración en la categoría de los pesos pesados, donde derrotó a 15 oponentes por el título de campeón del mundo de las organizaciones WBO y WBC. En sus 17 años como profesional del boxeo se apuntó 45 victorias, 41 por nocaut, y encajó solo dos derrotas, ambas por lesión, cuando iba por delante a los puntos. 

Previamente, ganó seis campeonatos mundiales de kickboxing y entre 1991 y 1995 subió nueve veces al pódium de medallistas en competiciones internacionales de esta especialidad, el boxeo amateur y el kárate deportivo. Su participación en los Juegos Olímpicos de 1996 quedó truncada al dar positivo en un control antidopaje, traspiés que fue inmediatamente anterior a su debut en el boxeo profesional. En su autobiografía conjunta Unter Brüdern (Entre hermanos), publicada en Alemania en 2004, Vitaliy admitió haber usado esteroides en aquella ocasión, dopaje no repetido en su trayectoria y según él accidental, por el tratamiento médico de una lesión; entonces, Vladimir ocupó su lugar en el equipo olímpico nacional, para a continuación conquistar la medalla de oro en Atlanta.


 

DE LOS CUADRILÁTEROS A LAS TRIBUNAS

Klitschko, casado con la ex atleta y modelo Natalia Egorova desde 1996 y padre de tres hijos, empezó a implicarse en la turbulenta política ucraniana en 2005. Aquel año, honrado ya con el título nacional de Héroe de Ucrania, el deportista fue nombrado asesor personal por el presidente de la República, el liberal-conservador y prooccidental Viktor Yushchenko, al que los hermanos púgiles habían apoyado durante la Revolución Naranja del año anterior contra el fraude electoral del régimen del presidente Leonid Kuchma en favor del candidato del oficialismo prorruso, Viktor Yanukovych.

El 9 de noviembre de 2005 anunció su retirada, supuestamente definitiva, del boxeo, con la explicación de que unos problemas de ligamentos y de menisco le impedían combatir a pleno rendimiento. Apartado durante casi cuatro años, el "campeón emérito" de la WBC tomó el paso de presentarse a alcalde de Kyiv en las elecciones de marzo de 2006, llevando una plataforma anticorrupción y abanderando un Bloque que llevaba su nombre. Su popularidad, sobre todo entre los jóvenes, no fue suficiente para ganarle la partida al empresario Leonid Chernovetskyi, aunque sí superó al alcalde titular aspirante a la reelección, Oleksandr Omelchenko. Además, se hizo con un acta de concejal en el Consejo Municipal.

Decepcionado, en enero de 2007 Klitschko anunció que reanudaba los entrenamientos para ponerse en óptima forma y pelear por el campeonato de la WBC. Sin embargo, el gusanillo de la política había prendido en él y en mayo de 2008 volvió a concurrir a la elección local de Kyiv, convocada por la Rada, el Parlamento de Ucrania, ante las graves acusaciones de corrupción que pesaban sobre el alcalde Chernovetskyi. Con el 17,6% de los votos, nueve puntos menos que la vez anterior, Klitschko quedó tercero, por detrás de Oleksandr Turchynov, lugarteniente de la primera ministra Yuliya Tymoshenko, y de Chernovetskyi. Aunque la Alcaldía se le resistía, el Bloque Klitschko, que incorporaba al Ruj, el partido nacionalista y proeuropeo con más solera de Ucrania, a reformistas liberales y a socialdemócratas, retuvo una cuota de 15 concejales, el boxeador entre ellos, en el Consejo Municipal de 120 miembros. 

Klitschko, simpatizante de Yushchenko y detractor de Yanukovych, seguía con un pie en la política a la vez que participaba en proyectos educativos de la UNESCO y desarrollaba la faceta de promotor empresarial del boxeo y otros espectáculos deportivos. En estas actividades, quien llevaba la voz cantante era su hermano Vladimir, en aquella época campeón del mundo de la IBF y, por lo que se veía, muy dotado también para los negocios. El 11 de octubre de 2008 Vitaliy cumplió su promesa y, con su victoria en Berlín sobre el nigeriano Samuel Peter por nocaut técnico en el octavo asalto, reconquistó el título de campeón mundial de la WBC. Fue un retorno por la puerta grande y a los 37 años que invitaba a la retórica periodística sobre la épica del boxeo.

En el lustro que siguió, Klitschko compaginó las profesiones boxística y política con una eficacia sorprendente, más teniendo en cuenta la intensa preparación física exigida a un púgil de su categoría y edad, frisando la cuarentena. Por si fuera poco, menudeó los compromisos sociales, las galas benéficas de la Fundación caritativa que llevaba su apellido, las embajadas deportivas y la recogida de galardones como la Cruz de la Orden del Mérito de Alemania (2010) y el premio, también germano, Atletas con Corazón (2011). Siempre a la par que su inseparable hermano

Sacó tiempo incluso para redondear el apartado educativo superior de su currículum académico, iniciado en 1995 con la graduación en Educación Física por la Universidad Pedagógica Estatal Pereyaslav-Khmelnitskiy de Kyiv. Así, en 2010 obtuvo con honores un doctorado en Ciencias del Deporte en la Universidad Nacional de Educación Física y Deportes, que aprobó su tesis titulada Talento y patrocinio en los deportes, y en 2011 concluyó un máster en Gestión del Desarrollo Social impartido por la Academia Nacional de Administración Pública. Entonces, los medios se apresuraron a resaltar que el ucraniano pasaba a los anales del boxeo como el primer campeón del mundo en posesión del título universitario de doctor.

El 24 de abril de 2010 Klitschko afianzó su compromiso político con el lanzamiento de la Alianza Democrática Ucraniana por la Reforma (UDAR, siendo udar también una forma verbal del idioma ucraniano para referirse a la acción de sacudir un puñetazo). Sucesor legal del partido Nuevo País (la formación vertebradora del Bloque Klitschko, hasta entonces encabezada por Roman Romanyuk), esgrimiendo el eslogan de Del éxito personal al éxito del país y con el campeón deportivo de presidente, la UDAR presentaba unas credenciales liberales, proeuropeas y anticorrupción. Reclamaba transparencia institucional, reformas judiciales y menos impuestos en el marco del libre mercado. Por todo ello, se declaraba en la oposición al Gobierno de Viktor Yanukovych, flamante presidente de Ucrania tras ganar las elecciones de enero y febrero. 

Sobre la orientación internacional del país, el nuevo partido de Klitschko propugnaba el Acuerdo de Asociación con la UE y la autonomía de Rusia en materia de seguridad, en paralelo a una mayor cooperación con la OTAN. Sin embargo, la UDAR no llegaba a reclamar el ingreso en la organización defensiva occidental, un escenario rechazado de plano por los influyentes sectores prorrusos, de vuelta al Ejecutivo. Sus estrechos lazos con la CDU alemana de la canciller Angela Merkel abrieron a la UDAR las puertas del Partido Popular Europeo (PPE).

La pasión por la política y la edad, 41 años ya, convencieron a Klitschko, jamás noqueado por un adversario, de que era la hora de colgar los guantes. El 8 de septiembre de 2012 disputó en Moscú un último combate, su novena defensa consecutiva del título de la WBC, contra el alemán y 14 años más joven Manuel Charr; como en las otras ocho ocasiones posteriores al enfrentamiento con Samuel Peter en 2008, la pelea terminó con victoria para el ucraniano, por KO técnico. Aunque ya no volvió a boxear ante un público, Klitschko conservó la condición de campeón del mundo de los pesos pesados hasta el anuncio oficial de su retirada el 16 de diciembre de 2013, en plena vorágine política en su país. El Dr. Puño de Hierro quedaba en los anales de la WBC como campeón "emérito" y "eterno"

La primera condición significaba que el cinturón de campeón quedaba meramente vacante y que el su hasta ahora poseedor tenía el privilegio de volver a disputarlo si decidía regresar a los rings. Klitschko aclaró que eso era algo que él, ahora mismo, "no podía imaginar" y, en efecto, nunca sucedió. La segunda condición, otorgada por la WBC en 2016, era meramente honorífica, reservada a campeones con muchas defensas exitosas del título y nunca derribados a lo largo de su carrera.


 

COLÍDER DEL EUROMAIDÁN Y ALCALDE DE KYIV

Klitschko tuvo con su partido un excelente debut parlamentario en las elecciones legislativas del 28 de octubre de 2012. La UDAR irrumpió en la Rada con 40 diputados, a la cabeza de los cuales se situaba el todavía boxeador, y quedó tercera con el 14% de los votos. Klitschko coordinó actividades parlamentarias de oposición con los bloques Batkivshchyna de Tymoshenko (condenada por abuso de poder y sentenciada a siete años de prisión en 2011) y el derechista Svoboda. Entre los tres sumaban 178 escaños, siete menos que el Partido de la Regiones (PR) de Yanukovych y del primer ministro Mykola Azarov. La polarización política, expresión más visible de un país fracturado por sus costuras geográficas y lingüísticas, transformó varias veces a la Rada en un improvisado salón de peleas físicas entre diputados del Gobierno y de la oposición. 

Una de las pendencias parlamentarias más escandalosas sucedió en la sesión del 13 diciembre de 2012. Entonces, las cámaras captaron al corpulento Klitschko observando a prudente distancia y en silencio el desarrollo de una fenomenal trifulca con profusión de agarrones, forcejeos y puñetazos en torno a la tribuna del hemiciclo. Muchos diputados de la UDAR se sumaron a la reyerta, pero su jefe se abstuvo. El diputado y boxeador afirmó entonces que él, por más que le indignaran las maniobras del oficialismo, nunca se dejaría arrastrar a una gresca que mancharía su nombre y acaso podría arruinar su carrera política. "A los puños de un campeón mundial podrías llamarlos un arma nuclear. No creo que vayamos a usar esa arma todavía", declaró. Sin embargo, el público recordaba el incidente sucedido en octubre 2009, cuando un mucho menos templado Klitschko, por entonces concejal del Ayuntamiento Kyiv, durante una acalorada sesión de control de la Rada, estuvo a punto de liarse a mamporros –hubieron de sujetarlo– con quienes le estaban provocando y azuzando con zarandeos y empujones.

La tensión política entre el Gobierno prorruso de Yanukovych y la oposición prooccidental, que lo acusaba de autoritario y corrupto, fue a más, hasta desembocar en noviembre de 2013 en una ola masiva de protestas con tintes insurreccionales y efusión de violencia. Fue la Revuelta del Maidán o Euromaidán, en la que Klitschko tuvo un papel protagonista, formando triunvirato opositor con el jefe parlamentario de Batkivshchyna, Arseniy Yatsenyuk, y el líder de Svoboda, Oleh Tyahnybok

En sus encendidas arengas a miles de manifestantes congregados en la emblemática Plaza de la Independencia de la capital, Klitschko y sus compañeros exigieron la dimisión del Gobierno Azarov, la liberación de Tymoshenko, el adelanto de las elecciones presidenciales y legislativas, la reposición de unas enmiendas constitucionales anuladas y, punto clave, la retractación por Yanukovych de su negativa a firmar el ya ultimado Acuerdo de Asociación con la UE, preterido por el mandatario en favor de la Unión Aduanera con Rusia dentro de la Unión Económica Euroasiática auspiciada por Moscú. El oficialismo contraatacó con una zancadilla a Klitschko, acusándole, y de paso también a su hermano, de haber tenido nexos con el grupo del crimen organizado del que se creía era miembro uno de los sospechosos detenidos por el apaleamiento de la diputada Tetiana Chornovol, otra figura de las protestas. Los hermanos boxeadores rechazaron indignados la imputación del Ministerio del Interior y exigieron justicia para con la diputada agredida.

En el transcurso de la protesta, Klitschko y Yatsenyuk sostuvieron encuentros diplomáticos con altos cargos de la UE y Estados Unidos, y exploraron una salida pacífica e institucional para la crisis, pero acabaron desbordados por los manifestantes, muchos de la extrema derecha nacionalista, cuyo radicalismo y agresividad fueron incapaces de controlar. Las bases populares del Maidán, enardecidas, se lanzaron al derrocamiento del "dictador" Yanukovych y Klitschko fue abucheado en sus últimas alocuciones en la plaza. Al final, tras sangrientos enfrentamientos entre fuerzas de uno y otro bando que dejaron decenas o incluso cientos de muertos, la mayoría civiles de la oposición, Yanukovych huyó y el Consejo del Maidán tomó el poder en la capital, con Oleksandr Turchynov de presidente en funciones y Yatsenyuk de primer ministro. Los acontecimientos se precipitaron el 22 de febrero, solo horas después de cerrar Klitschko, Yatsenyuk, Tyahnybok y Yanukovych un acuerdo de consenso político que recogía muchas de las demandas del Maidán y que debía poner término a la crisis.

Klitschko no recibió ningún puesto en la nueva estructura provisional del Ejecutivo creado en febrero de 2014 y su partido tampoco participó con ministros en el primer Gabinete de Yatsenyuk. Empero, desempeñó un rol primordial en las negociaciones políticas para la convocatoria de elecciones anticipadas y certificó su pleno respaldo al nuevo Gobierno. Lo que vino después fueron las declaraciones de secesión por las fuerzas prorrusas locales, revueltas contra el "golpe de Estado" perpetrado en Kyiv, de la República Autónoma de Crimea y los oblasts orientales de Donetsk y Luhansk, la ocupación y anexión de la península rebelde por Rusia, y el estallido de la guerra entre el Ejército ucraniano y las autoproclamadas repúblicas populares de la región del Donbass, asistidas sobre el terreno por tropas regulares, voluntarios paramilitares y mercenarios rusos. En marzo de 2014, en el congreso del PPE en Dublín, Klitschko manifestó que el envío por el Kremlin de soldados a Crimea le "recordaba" los movimientos de la Wehrmacht de Hitler en vísperas de la Segunda Guerra Mundial y que aún no era "demasiado tarde" para detener la división de Ucrania.

Ya el 24 de octubre de 2013, semanas antes del Euromaidán, Klitschko había revelado su intención de presentarse a las próximas elecciones presidenciales. Los sondeos no le eran demasiado propicios, pero además la apuesta resultaba problemática desde el punto de vista jurídico, pues la ley ucraniana estipulaba que los candidatos a jefe del Estado debían haber residido en el país como mínimo 10 años antes del día de la elección. En esas fechas, el boxeador había vivido a caballo entre Ucrania y Alemania. El 28 de febrero de 2014 el ya exclusivamente político confirmó su aspiración presidencial, pero el 29 de marzo anunció que se retiraba de la campaña y que pedía el voto para Petro Poroshenko, rico empresario que había financiado las protestas contra Yanukovych y cuyo programa de reformas, lucha contra la corrupción y restablecimiento de la integridad territorial y la seguridad él suscribía. Poroshenko debía ser el "candidato único de las fuerzas democráticas", adujo. A cambio, el diputado se presentaba a la elección para alcalde de Kyiv, simultánea a las presidenciales, con la divisa de hacer de la urbe, con casi tres millones de habitantes, "una capital verdaderamente europea".

El 25 de mayo de 2014 la alianza electoral formada por Poroshenko y Klitschko hizo doblete: el primero se llevó la Presidencia, venciendo a la ex primera ministra Tymoshenko, mientras que el segundo ganó la Alcaldía con el 57,5% de los votos. Klitschko se impuso a siete contrincantes, entre ellos el ex alcalde Omelchenko, Volodymyr Bondarenko de Batkivshchyna y la independiente Lesya Orobets. En cuanto a los comicios al Consejo Municipal, la UDAR se alzó primera con una contundente mayoría absoluta de 77 concejales. El 5 de junio Klitschko tomó posesión como alcalde y 20 días después Poroshenko le nombró jefe de la Administración Estatal de la Ciudad. "El día de hoy marca el principio de la política de tolerancia cero con la corrupción", proclamó el flamante edil el día de su inauguración. Su primer cometido, espinoso, fue convencer a los descontentos que habían vuelto a acampar en la Plaza Maidán de que el tiempo de las algaradas había concluido y de que debían regresar a sus casas, pues ahora Kyiv y Ucrania tenían unas nuevas autoridades comprometidas con los "cambios reales".

Las elecciones legislativas tocaron algo más tarde, el 26 de octubre de 2014. La UDAR participó en las mismas de manera indirecta, poniendo candidatos en la lista del partido del presidente, el Bloque Petro Poroshenko (BPP). De hecho, Klitschko concurrió como el cabeza de lista por Kyiv. Sin embargo, se trató únicamente de un gancho proselitista, pues el alcalde aclaró que, de salir elegido, no ocuparía su escaño en la Rada, como así fue. En estos comicios el BPP quedó primero en escaños, 132, de todas maneras muy lejos de la mayoría absoluta. En abril de 2015 el munícipe ucraniano recogió de manos de su homólogo de Colonia el prestigioso Premio Konrad Adenauer.

En agosto de 2015 Klitschko y Poroshenko profundizaron su colaboración con la incorporación de la UDAR en el BPP, que ahora añadía la coletilla de Solidaridad (Solydarnist). Klitschko se convirtió en presidente del principal partido de oficialismo, tomando el relevo a Yuriy Lutsenko, y en noviembre siguiente fue reelegido alcalde en las votaciones municipales a doble vuelta. En el balotaje sacó el 66,5% de los votos. En mayo de 2016 hubo de renunciar a la presidencia de BPP-S al entrar en vigor una nueva norma que prohibía a los jefes de la Administración Estatal de Kyiv ostentar el liderazgo de una agrupación política. 

Por otra parte, en 2017 fue Vladimir (o Wladimir, transcripciones habituales del ucraniano Volodymyr) el que anunció el final de su carrera deportiva. El hermano cinco años más joven, tan parecido físicamente a Vitaliy que muchos creían que eran gemelos, se despedía de la profesión boxística ostentando el récord histórico de 25 victorias en combates por los campeonatos de la IBF, la WBA y la WBO a lo largo de 12 años exactos, por última vez en 2015; solo el legendario Joe Louis había ganado más peleas en la cumbre, aunque su reinado de 1937-1949 duró unos meses menos. Mientras estuvieron en activo, los hermanos, que nunca pelearon entre sí cumpliendo una promesa hecha a su madre, fueron campeones mundiales simultáneamente en distintas organizaciones. Desde su retirada en 2012, Vitaliy había estado con Vladimir en varios combates, asistiéndole en la esquina del cuadrilátero. Siempre habían estado muy unidos y ese vínculo íntimo continuó ahora. La diferencia era que Vladimir se mantenía apartado de la política y prefería canalizar sus múltiples actividades privadas en los negocios, las inversiones empresariales y la formación de jóvenes talentos, en algunos casos asociado con Vitaliy.

Las relaciones Klitschko-Poroshenko empezaron a enfriarse tras las votaciones presidenciales de marzo y abril de 2019, que aquel perdió frente al cómico, actor y empresario televisivo Volodymyr Zelenskiy, fulminante outsider de la política ucraniana y beneficiario del hastío popular por el interminable marasmo nacional y la escasa solvencia de las personalidades del establishment. Klitschko no ocultó su hostilidad a Zelenskiy, al que veía como un advenedizo y con quien de hecho no quiso cooperar ninguno de los partidos hasta entonces dominantes. Sin embargo, en mayo optó por disolver su sociedad con el BPP-S, en adelante llamado Solidaridad Europea (YeS), de cara a las legislativas del 21 de julio de 2019. Los klitschkoístas solo presentaron candidatos en 15 circunscripciones uninominales por el sistema mayoritario y no ganaron en ninguna. Como resultado, la reactivada UDAR pasó a ser una fuerza extraparlamentaria

Klitschko fue reelegido alcalde por segunda vez y con más del 50% de los votos en la primera vuelta de las municipales del 25 de octubre de 2020. Justo en la víspera, Klitschko, que realizaba frecuentes visitas de inspección a las salas de los hospitales con pacientes de COVID-19, dio positivo en el test del coronavirus. La UDAR profundizó su erosión al capturar solo 30 concejales, uno menos que el YeS de Poroshenko. 

A lo largo de 2021 repuntó la animosidad entre la Presidencia de la República y la Alcaldía de Kyiv. La primera acusó a la segunda de no estar haciendo nada para resolver los constantes atascos de tráfico en la capital, dotar a los vecinos de transporte público adecuado, atajar los casos de corrupción entre los funcionarios del consistorio y reparar infraestructuras deterioradas. Dentro de las imputaciones de gestión negligente contra Klitschko, uno de los principales reproches era el incumplimiento de su promesa de terminar en 2020 la construcción, arrastrada desde 1994, de dos estaciones de metro para la conexión del centro de la ciudad con los barrios del norte.

Lo cierto es que desde su primer día como presidente, Zelenskiy intentó socavar la autoridad de Klitschko y el Gobierno ucraniano, de hecho, inició los pasos para despedir al alcalde del puesto, paralelo aunque separado, de jefe de la Administración Estatal, equivalente a un gobernador civil. En septiembre de 2019 el Ejecutivo activó el procedimiento de cese, pero este no se materializó porque, según un fallo del Tribunal Constitucional, el Gobierno solo podía nombrar como jefe de la Administración Estatal a un alcalde electo. En julio de 2021, una encuesta local mostró que el antiguo boxeador contaba con el apoyo del 50% de los residentes en Kyiv, mientras que en favor de Zelenskiy se pronunciaban el 36%. Ahora bien, en el conjunto del país, la popularidad de Klitschko, revelaban otros sondeos, había caído a niveles residuales. Los observadores comentaron que Zelenskiy temía una futura candidatura presidencial de Klitschko y quería neutralizarle de alguna manera, antes de que algún acontecimiento inesperado reverdeciera sus laureles de los días del Maidán y le proyectara como líder nacional. 

En octubre, el interesado aseguró a los periodistas que él "nunca" había "expresado intenciones" de presentarse a las próximas elecciones presidenciales, previstas para 2024. Esas especulaciones eran mera "palabrería" y él ya tenía "una gran cantidad de tareas" que hacer en Kyiv. La UDAR, eso sí, competiría en las legislativas de 2023 con Sluha Narodu (Servidor del Pueblo), el partido centrista de Zelenskiy.

(Cobertura informativa hasta 1/1/2022)