Serzh Sargsyan

El 19 de febrero de 2008, unas elecciones validadas por los organismos europeos pero denunciadas por la oposición, que desató una campaña de protestas con el violento colofón de una represión gubernamental, elevaron a la Presidencia de Armenia a Serzh Sargsyan, primer ministro desde 2007, líder del principal partido de la coalición en el poder, el Republicano (HHK), y protegido del mandatario saliente, Robert Kocharyan. Oriundo del enclave de Nagorno-Karabaj, en cuya guerra de secesión de Azerbaidzhán (1991-1994) fue jefe de operaciones, Sargsyan ha iniciado el 9 de abril su mandato como tercer presidente de la Armenia independiente; sus tareas, asentar la estabilidad democrática, proseguir el desarrollo económico, que perjudica una abundante corrupción, dinamizar el diálogo con Azerbaidzhán y Turquía, hoy por hoy bloqueado por las cuestiones karabají y del Genocidio Armenio, y, sin menoscabo de la relación estratégica con Rusia, involucrar a la confinada Armenia en el gran trasiego de hidrocarburos en la región del Cáucaso.

(Texto actualizado hasta abril 2008)

1. Responsable militar en Nagorno-Karabaj y mano derecha de Robert Kocharyan
2. De la jefatura del Gobierno a la Presidencia de Armenia


1. Responsable militar en Nagorno-Karabaj y mano derecha de Robert Kocharyan

Nativo de Stepanakert, capital de la entonces región (óblast) autónoma de Nagorno-Karabaj, enclave mayoritariamente poblado por armenios aunque perteneciente a la República Socialista Soviética de Azerbaidzhán, en 1971 ingresó en la Universidad Estatal de Yereván, en la vecina República Socialista Soviética Armenia, donde inició la carrera de Filología. En 1975, tras cumplir los dos años del servicio militar obligatorio en el Ejército soviético, y compaginándolo con las clases, se puso a trabajar como obrero en una fábrica de componentes eléctricos en la capital armenia.

En 1979 obtuvo la graduación universitaria y emprendió una carrera burocrática en los escalafones bajos del Partido Comunista de Azerbaidzhán (AKP), rama republicana del PCUS. En la década siguiente, desempeñó los cargos de jefe de sección en el Komsomol, o liga de juventudes comunistas, de Stepanakert, primer secretario de la División de Propaganda del Comité Municipal del partido, instructor de Organización en su Comité Regional y por último asistente de Genrij Pogosyan, el primer secretario del AKP en el óblast autónomo, quien ostentó el puesto entre febrero de 1988 y enero de 1989.

Como otros muchos comunistas karabajíes de nacionalidad armenia pero administrativamente azeríes, Sargsyan abrazó la causa del nacionalismo panarmenio a rebufo de los sangrientos enfrentamientos interétnicos prendidos en la mayoritariamente turcófona Azerbaidzhán, a su vez agitada por su propio nacionalismo, centrífugo y antiarmenio. En 1989 se alzó al frente del Comité de las Fuerzas de Autodefensa, organismo creado por el Soviet Supremo regional en desafío de las advertencias del Soviet Supremo de la URSS, que se proponía impedir las maniobras irredentistas dirigidas a anexar el enclave a la RSS Armenia y que terminó por anular la autonomía regional, medida luego adoptada también por el Soviet Supremo azerí.

Elegido diputado del Soviet Supremo de Armenia en los comicios pluralistas celebrados en la república hermana el 20 de mayo de 1990, que dieron la victoria al Movimiento Nacional Panarmenio (HHSh), desde 1991 Sargsyan fue el comandante táctico de las operaciones militares que enfrentaron en una guerra abierta a las Fuerzas de Autodefensa de la autoproclamada República de Nagorno-Karabaj (RNK), asistidas decisivamente por el Ejército de Armenia, y el Ejército de Azerbaidzhán, en lo que trabajó estrechamente con el primer ministro desde enero de 1992, Robert Kocharyan, quien asumió el mando estratégico.

Las tropas a las órdenes de Sargsyan y Kocharyan no sólo repelieron las ofensivas del enemigo, sino que empezaron a reconquistar las áreas de la RNK bajo control de Bakú e incluso los distritos colindantes dentro de Azerbaidzhán que permitían una continuidad territorial con Armenia. A finales de agosto de 1993, cuando las fuerzas karabajíes ya dominaban todo el sudoeste de Azerbaidzhán, conquistas que el Gobierno de Stepanakert presentaba como un colchón de seguridad para protegerse de las ofensivas azeríes, Sargsyan fue nombrado ministro de Defensa de Armenia por el presidente de este país, Levon Ter-Petrosyan, quien le pidió que aplicara su talento organizativo al robustecimiento del Ejército nacional.

En los dos años siguientes, junto con su predecesor en el cargo y ahora ministro de Estado encargado de la Defensa, Vazgen Sargsyan –sin parentesco con él, tratándose Sargsyan (también transliterado al alfabeto latino con las formas Sarkisian, Sarkisyan o Sarkissyan) de uno de los más comunes apellidos armenios, hasta el punto de portarlo cinco primeros ministros del país, entre ellos estos dos dirigentes-, Serzh reestructuró las Fuerzas Armadas armenias, fogueadas en una guerra con Azerbaidzhán que llegó a su término con el alto el fuego de mayo de 1994, si bien los karabajíes retuvieron los distritos azeríes conquistados y el conflicto de fondo, el estatus jurídico del enclave, quedó sin resolver.

El 18 de mayo de 1995 Ter-Petrosyan le puso al frente de la Agencia Estatal de Seguridad Nacional y el 9 de noviembre de 1996 le nombró titular de nuevo Ministerio de Seguridad Nacional e Interior, que fusionaba dos departamentos del Gobierno hasta entonces separados. El 20 de marzo de 1997 se colocó a las órdenes de Kocharyan, su paisano karabají, quien siguiendo sus pasos se incorporó a la política estatal en Yereván en calidad de primer ministro, después de haber fungido desde diciembre de 1994 de presidente de la RNK, cuya independencia seguía sin ser reconocida por país alguno, inclusive Armenia, pese a funcionar en la práctica como una especie de ente confederado a la ex república soviética.

Entonces Sargsyan no pertenecía a ningún partido, pero se le consideraba el tercer vértice de un triunvirato informal de poder con credenciales nacionalistas duras y propenso a reprochar al presidente Ter-Petrosyan su aparente disposición a aceptar una solución negociada del conflicto de Nagorno-Karabaj que pasaba por reponer algún tipo de jurisdicción azerí sobre el enclave. Los otros dos integrantes de este grupo de dirigentes familiarizados con los uniformes militares y a las armas eran Kocharyan y Vazgen Sargsyan, ahora ministro de Defensa. Privado de apoyo, Ter-Petrosyan presentó la dimisión en febrero de 1998 y un mes más tarde Kocharyan ganó las elecciones presidenciales anticipadas.

Sargsyan vio confirmado su ministerio en el Gobierno nombrado por Kocharyan el 10 de abril de 1998 y que tuvo a Armen Darbinyan de primer ministro. El 11 de junio de 1999 perdió sus competencias de Interior pero continuó como ministro de Seguridad Nacional en el nuevo Gabinete encabezado por Vazgen Sargsyan, a cuya formación oficialista reorganizada meses atrás, el Partido Republicano de Armenia (HHK), el más votado en las elecciones legislativas del 30 de mayo, se vinculó, aunque por el momento no se hizo militante del mismo. Serzh Sargsyan no se encontraba en la Asamblea Nacional, y esta coincidencia quizá le salvó la vida, cuando la sesión del 27 de octubre de 1999, dramáticamente interrumpida por un comando de asaltantes armados con aparentes pretensiones golpistas que mató a tiros al primer ministro Vazgen Sargsyan, al presidente de la Cámara y del gubernamental Partido Popular de Armenia (HZhK), Karen Demirchyan, y a otras seis personalidades políticas.

Tras este magnicidio múltiple, rodeado de puntos oscuros y nunca esclarecido satisfactoriamente, Kocharyan nombró primer ministro a Aram Sargsyan, hermano menor del fallecido, y el 15 de noviembre colocó a su viejo colaborador y paisano a su directo servicio como jefe de la Administración Presidencial, cargo al que una semana más tarde se añadió la Secretaría del Consejo de Seguridad Nacional. Con la defenestración de Aram Sargsyan el 2 de mayo de 2000, en un contexto de enfrentamientos internos en el bloque oficialista, y su sustitución por Andranik Margaryan, Serzh Sargsyan retornó al Gobierno en calidad de ministro de Defensa, donde tomó el relevo a Vagharshak Harutiunyan. Además, retuvo el puesto de secretario del Consejo de Seguridad Nacional


2. De la jefatura del Gobierno a la Presidencia de Armenia

Sargsyan condujo el Ministerio de Defensa durante siete años, tiempo en el cual Kocharyan y el Gobierno fueron objeto de una contestación creciente por los partidos de la oposición, que les imputaron pulsiones autoritarias, hipocresía en la lucha contra la corrupción y la comisión de fraude en las elecciones presidenciales y legislativas celebradas entre febrero y mayo de 2003, denuncias estas últimas que fueron parcialmente avaladas por la OSCE.

En abril de 2004 fracasó un intento de reproducir aquí la revolución rosa de Georgia, que en noviembre del año anterior había obligado a dimitir al presidente del país vecino, Eduard Shevardnadze. Pero en Yereván, a diferencia de Tbilisi, la oposición carecía de un liderazgo fuerte y estaba fragmentada, mientras que el presidente podía confiar en el sostén de los aparatos militar y de seguridad, férreamente controlados por los karabajíes, convertidos en un verdadero clan político. La escasa capacidad de movilización popular de la oposición armenia tenía mucho que ver con los éxitos de la gestión económica del Gobierno, que con mano liberal completó la privatización empresarial, mejoró la recaudación fiscal y obtuvo unas altas tasas de crecimiento, el cual fue sentido por la ciudadanía con una disminución de los niveles de pobreza y desempleo. Las mejoras en la calidad de vida de la población no eran espectaculares, pero sí suficientes como para desactivar el escenario de una insurrección popular.

En política exterior, Kocharyan abordó la aproximación a Estados Unidos, la OTAN y Europa Occidental, pero sin poner en cuestión la relación estratégica con Rusia, que siguió siendo un proveedor comercial y energético fundamental al perpetuarse las relaciones de hostilidad y desconfianza con Azerbaidzhán y Turquía, ser pobres los intercambios con Irán y resentirse los lazos con Georgia por la negativa de este país a reconocer el Genocidio Armenio de 1915. El panorama regional no era precisamente desahogado, y sólo la amistad rusa evitaba que la incrustada Armenia, que no atesoraba hidrocarburos pero que era en potencia un país de tránsito del petróleo y el gas que producían otros, cayera en el aislamiento.

El 25 de marzo de 2007 el país se sobresaltó con la muerte del primer ministro Margaryan, víctima de un ataque al corazón. Su sucesor natural parecía ser Sargsyan, que era el segundo hombre fuerte del Gobierno y que desde el 22 de julio de 2006, cuatro días después de obtener el alta en el partido, venía presidiendo el Consejo del HHK, el cual por primera vez proclamó su ideología conservadora. En efecto, el 4 de abril el presidente nombró a Sargsyan primer ministro con una tarea apremiante, organizar las votaciones legislativas del 12 de mayo con arreglo a la nueva normativa electoral, que debía propiciar unos comicios más democráticos que los de 2003.

Cumpliendo los pronósticos, el vencedor fue, con el 33,9% de los votos y 64 escaños sobre 131, luego bordeando la mayoría absoluta, el HHK, seguido a gran distancia por Una Armenia Próspera (BHK, partido de nuevo cuño, fundado por el magnate empresarial Gagik Tsarukian) y la Federación Revolucionaria Armenia (Dashnaktsutyun), histórica formación socialista, muy arraigada entre los armenios de la diáspora, que venía participando en el Gobierno con tres ministros. La misión de observadores de la OSCE validó los comicios al constatar una serie de "mejoras" con respecto a los celebrados cuatro años atrás, aunque Yereván todavía no podía reclamar una completa pureza democrática. El 7 de junio Sargsyan fue confirmado por Kocharyan en la jefatura del Gobierno, que pasó a ser tripartito con la incorporación del BHK.

El 10 de noviembre de 2007 el XI Congreso del HHK eligió por unanimidad al primer ministro nuevo presidente de la formación oficialista, llenando el hueco que la muerte de Margaryan había dejado en su liderazgo, y de paso su candidato presidencial en las elecciones del 19 de febrero de 2008, a las que Kocharyan no podía presentarse de nuevo por impedírselo la Constitución. Ante sus correligionarios, Sargsyan hizo profesión de fe nacionalista al proclamar la continuidad de las tesis de firmeza frente a Azerbaidzhán y Turquía; con esta última, Armenia estaba dispuesta a normalizar las relaciones, pero sin condiciones previas. La soberanía de la RNK no admitía discusión, y Yereván continuaría esforzándose en obtener "el reconocimiento internacional del derecho del pueblo karabají a la autodeterminación, una frontera común con Armenia y garantías de seguridad" para el enclave.

Sargsyan hizo caso omiso de las demandas de la oposición, que acudía a las elecciones sin un candidato unitario, de que cesara en el Gobierno en aras de una competición justa. En cuanto al bando oficialista, el BHK hizo suya la candidatura del primer ministro, pero el Dashnaktsutyun optó por registrar su propio aspirante, Vahan Hovhannisyan.

El día de las votaciones no se reportaron incidentes. En la jornada siguiente, 20 de febrero, la Comisión Electoral Central publicó los resultados del escrutinio, que conferían la victoria a Sargsyan con el 52,8% de los votos, luego el postulante del oficialismo se proclamaba presidente electo sin necesidad de disputar una segunda ronda. De sus ocho contrincantes, los más votados fueron el ex presidente Ter-Petrosyan, que concurría con un discurso centrado en la denuncia de la corrupción masiva que según él amparaba el régimen del HHK y con los apoyos de su nuevo partido, el Congreso Nacional Armenio (HAK, directo sucesor del HHSh), el HZhK de Stepan Demirchyan (hijo de Karen Demirchyan), el Partido Democrático (HDK) de Aram Sargsyan y el partido República (H) de Aram Z. Sargsyan (el hermano de Vazgen Sargsyan), receptor del 21,5% de los sufragios, y Artur Baghdasarian, por Imperio de la Ley (OE), con el 17,7%.

El vencedor se declaró "orgulloso y honrado de haber recibido la confianza de los armenios para liderar el país", mientras que su patrocinador, Kocharyan, le felicitó por su "convincente victoria" en unas elecciones "libres y limpias" que le otorgaban mandato para continuar "la democratización y el rápido desarrollo" de la nación transcaucásica.

La jefa de la misión conjunta de observadores de la OSCE, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo, Anne-Marie Lizin, comunicó que el proceso electoral satisfacía "mayormente" los estándares europeos en materia de elecciones, pero Ter-Petrosyan denunció que el Gobierno había cometido un fraude a gran escala y reclamó nuevas votaciones. El mismo día 20, miles de partidarios de Ter-Petrosyan activaron una protesta pacífica en el centro de Yereván que se prolongó sin interrupción hasta la mañana del 1 de marzo, cuando el Gobierno envió contra ellos a las fuerzas antidisturbios, las cuales disolvieron la contestación sin ahorro de violencia y practicaron numerosas detenciones.

Ya de noche, Kocharyan declaraba el estado de emergencia por 20 días, excepcionalidad constitucional que entre otras restricciones prohibía las concentraciones públicas y las huelgas, e introducía la censura informativa; entre tanto, Ter-Petrosyan permanecía confinado en su domicilio, sometido a un arresto en la práctica. Al menos ocho personas –siete manifestantes y un soldado- murieron en la cruda represión policial, de hecho el peor episodio de violencia política registrado en la capital de Armenia, si se exceptúa el asalto al Parlamento en 1999, desde la independencia de la URSS en 1991.

Esta mácula negativa flotó sobre la ceremonia de jura presidencial de Sargsyan, el 9 de abril. Al inaugurar su mandato de cinco años, el político evocó los "dolorosos sucesos" del 1 de marzo y urgió al conjunto de la ciudadanía "a mirar hacia delante, juntos, para buscar y encontrar el camino de la reconciliación, el desarrollo y el futuro" de la "Armenia de nuestros sueños". Voces de la oposición le replicaron que si tal era su sincera voluntad, lo mejor que podía hacer era poner inmediatamente en libertad a los manifestantes que permanecían detenidos, derogar la legislación introducida tras el levantamiento del estado de emergencia y que prolongaba ciertas restricciones a las reuniones públicas, y dar un espacio de expresión televisivo a los partidos críticos con el Gobierno.

El primer decreto del flamante jefe del Estado armenio correspondió al nombramiento de Tigran Sargsyan, presidente del Banco Central y funcionario del Estado sin adscripción política –y, de nuevo, sin parentesco con el primero- para el puesto de primer ministro. La selección de este economista fue valorada por los observadores en términos positivos, ya que su perfil independiente, ajeno a los partidos y al clan karabají, mitigaba la imagen endogámica que transmitía el núcleo dirigente. Asimismo, la entrada en el Gobierno, convirtiéndolo en cuatripartito, del OE de Artur Baghdasarian, quien había unido su voz a las denuncias de fraude, pareció confirmar la voluntad conciliadora del oficialismo tras la crisis poselectoral, si bien el entorno de Ter-Petrosyan consideraba a Baghdasarian, elevado a la Secretaría del Consejo de Seguridad Nacional, un "pseudo opositor" carente de programa y únicamente interesado en obtener parcelas de poder.

Serzh Sargsyan está casado desde 1983 con una profesora de música y es padre de dos hijas.

(Cobertura informativa hasta 10/4/2008)