Sadiq Khan

La elección en 2016 del laborista Sadiq Khan como alcalde de Londres fue una poderosa muestra de la diversidad que caracteriza el paradigma europeo de la ciudad global. Hijo de pakistaníes de clase trabajadora y abogado especializado en la defensa de derechos humanos y civiles conculcados frecuentemente por los prejuicios raciales, durante una década Khan desempeñó mandatos parlamentarios y puestos gubernamentales a las sombras de Tony Blair, Gordon Brown y Ed Miliband. Para convertirse en el primer alcalde musulmán de Londres —y de una ciudad occidental importante—, Khan, enfrentando el hándicap electoral que suponía pertenecer a una minoría étnica y religiosa en el Reino Unido, se definió en un doble plano: en el de los principios, dejó claro su rechazo tajante a cualquier manifestación de intolerancia u odio, ya adoptaran los rostros del extremismo islámico, la islamofobia, la xenofobia, la homofobia o el antisemitismo; y en el programático municipal, se comprometió a ampliar la oferta de vivienda social, a abaratar el transporte público, a reducir la polución ambiental y a potenciar los atractivos para los negocios generadores de empleos de calidad.

Desde entonces, el "alcalde de todos los londinenses", partidario de "salir ahí fuera y tender puentes" entre comunidades", se ha esforzado en preservar un ambiente de convivencia local alterado por los atentados del terror yihadista (los más graves, los ataques de 2017 en Westminster y el London Bridge), el resultado del referéndum del Brexit (al que se opone), la ola de agresiones a residentes extranjeros y el terrible incendio de la Torre Grenfell, que puso en cuestión la capacidad de respuesta de los poderes públicos. Fustigado a la vez por la derecha nacionalista británica y por el Islam radical, Khan ha criticado las políticas del Gobierno conservador de la primera ministra Theresa May y el ministro de Exteriores Boris Johnson, su predecesor en la labor de edil, mientras insiste en que Londres es y debe seguir siendo una ciudad "abierta". Por otro lado, no oculta su falta de sintonía con el líder de su partido, Jeremy Corbyn, al que ve demasiado escorado a la izquierda, y ha polemizado con Donald Trump, tachado de "ignorante".


(Texto actualizado hasta febrero 2018)

Sadiq Khan nació en 1970 como el quinto de los ocho hijos de Amanullah y Sehrun Khan, una pareja de inmigrantes pakistaníes musulmanes recién afincados en la capital británica. El padre trabajaba de chófer en los autobuses urbanos de Londres y estaba involucrado en el movimiento sindical, mientras que la madre contribuía a los magros ingresos familiares haciendo labores de costura en su hogar, un pequeño apartamento de alquiler del suburbio de Earlsfield, en el borough meridional de Wandsworth

El joven Sadiq, gran aficionado a la práctica deportiva (fútbol, boxeo, cricket, maratón), estudió en la Fircroft Primary School y el Ernest Bevin College, dos centros públicos de su barrio natal de Tooting, cercano a Earlsfield. Desde adolescente tomó conciencia de las desigualdades sociales y las expresiones de racismo que afectaban a las clases trabajadoras y a los ciudadanos de las minorías étnicas y religiosas, y optó por unirse al Partido Laborista, en aquellos años en la oposición al Gobierno conservador de Margaret Thatcher.

Un abogado antirracista
A pesar de haber aprobado el Bachillerato en la opción de ciencias pensando en hacerse médico dentista, Khan acabó matriculándose en la Universidad de North London (conocida desde 2002 como Universidad Metropolitana de Londres) con la mirada puesta en la abogacía. Según él mismo cuenta, el futuro alcalde se decantó por la profesión de abogado siguiendo el consejo de un profesor que le hizo notar sus habilidades retóricas y bajo la influencia también de la popular serie de televisión L. A. Law, cuyo personaje de Víctor Sifuentes, interpretado por el actor Jimmy Smits, encontraba sumamente aleccionador.

El aspirante a letrado compaginó las clases de Derecho con un trabajo de dependiente a tiempo parcial en unos grandes almacenes de Sloane Square hasta graduarse en 1991, tras lo cual preparó los exámenes finales en el Colegio de Derecho de Guildford. En 1994 quedó facultado para la práctica legal en la categoría de solicitor, o abogado para la representación y asesoría de clientes, por lo general fuera de los juzgados. Aquel mismo año se casó con Saadiya Ahmed, otra abogada debutante con un trasfondo familiar muy parecido al suyo: era hija de pakistaníes (ella misma había nacido en Pakistán) y su padre, curiosamente, también conducía autobuses. La pareja de solicitors iba a tener dos hijas, Anisah y Ammarah.

A lo largo de un decenio, Khan se labró un perfil profesional de abogado especializado en la defensa de derechos humanos y civiles conculcados en situaciones de abuso de autoridad, no pocas veces por parte de los servicios policiales, y de discriminación laboral con, aseguraban los denunciantes, motivaciones raciales. Desde 1997, el año de la victoria electoral de los laboristas y la llegada de Tony Blair al 10 de Downing Street, Khan se convirtió en socio del bufete donde ejercía, Christian Fisher, cuyos fundadores eran Louise Christian y Michael Fisher. En 2002 Fisher abandonó el despacho y entonces este pasó a denominarse Christian Khan.

El cliente de más relieve que contrató los servicios del abogado británico de orígenes pakistaníes fue el dirigente supremacista negro estadounidense Louis Farrakhan, jefe de la organización religiosa radical Nación del Islam. Fue en 2001, cuando Farrakhan litigó contra la vieja prohibición gubernamental, impuesta en 1986 por el Departamento británico del Interior, de pisar territorio del Reino Unido por incitación al odio racial. Varios de los casos que Khan ganó lo fueron ante la Corte de Apelaciones de Inglaterra y Gales, la Cámara de los Lores —antes de asumir su función legal como corte definitiva de apelaciones en el sistema de justicia británico el nuevo Tribunal Supremo del Reino Unido— y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Paralelamente a la acción legal dentro de los circuitos judiciales, Khan abrazó un activismo humanitario de corte progresista y que canalizó en el grupo de interés Liberty, también llamado Consejo Nacional por las Libertades Civiles. Su vínculo con las instituciones políticas arrancó asimismo ya en 1994 al ejercer de concejal de distrito, representando a Tooting, en el Consejo londinense de Wandsworth.

Etapa en el Parlamento y el Gobierno británicos con el Partido Laborista
En 2004 Khan abandonó su bufete e interrumpió la abogacía atraído por la posibilidad de, después de haber defendido durante una década a quienes creían que sus derechos legales habían sido violados, participar en la elaboración de las propias leyes desde el Parlamento de Westminster. Fijó su interés en el escaño de común por Tooting, circunscripción donde se jubilaba, tras 20 años de mandatos, el veterano laborista Tom Cox. Khan, primero, se impuso en la competición interna a otros cinco precandidatos del partido y luego, en la elección general del 5 de mayo de 2005, que deparó al blairismo su tercera victoria consecutiva por mayoría absoluta, ganó el escaño por Tooting con el 43% de los votos, un buen resultado pero no tanto como los cosechados anteriormente por Cox.

Una vez en Westminster, Khan no tardó en distinguirse como miembro del sector disidente del grupo parlamentario laborista. Sus críticas a las políticas del primer ministro Blair se expresaron particularmente en relación con las controvertidas iniciativas del Gobierno para endurecer la legislación antiterrorista y ampliar las medidas de control de la población a rebufo del terrible atentado yihadista de julio de 2005 contra el Metro de Londres, ataque cuyas víctimas, salió el diputado a recordar, habían sido personas de múltiples fes, razas y orígenes.

También, censuró la participación del Reino Unido en la invasión y ocupación de Irak, aventura bélica que según él no servía más que para ocasionar muertes de paisanos civiles y dar "munición a los extremistas que nos amenazan". Al político de origen pakistaní le preocupaba además la brecha de desconfianza abierta a causa del conflicto de Irak entre el New Labour y la comunidad musulmana británica, tema central de su libro Fairness Not Favours, publicado en 2008. Estos pronunciamientos políticos, junto con su historial de abogado, hicieron de Khan un personaje mal visto desde sectores conservadores, la derecha nacionalista británica y los ambientes policiales y de las fuerzas de seguridad.

El recorrido político de Khan en las filas del laborismo experimentó un impulso en junio de 2007 al producirse la sucesión de Blair por Gordon Brown. El nuevo líder del partido y primer ministro promocionó al común por Tooting a assistant whip, o jefe disciplinario adjunto del grupo parlamentario, y luego a subsecretario parlamentario de Estado para Gobiernos Locales, un cargo de índole gubernamental y responsable del capítulo de la Cohesión Comunitaria. Por la misma época, 2008, Khan fue elegido por dos años presidente de la Sociedad Fabiana, la venerable organización intelectual estrechamente vinculada al Partido Laborista y comprometida con los principios del socialismo democrático.

En junio de 2009 Brown subrayó la posición de Khan en el Gobierno dándole el puesto de ministro de Estado para el Transporte. Se trataba de un ministerio júnior del Departamento homónimo y estaba supeditado al cabeza del mismo, el secretario de Estado Andrew Adonis. Aunque no era miembro oficial del Gabinete, Khan participó de todas maneras en sus reuniones, con lo que se convirtió en el primer británico musulmán y de ascendiente asiático en tomar asiento en las sesiones del Consejo de Ministros del Reino Unido .

Esta labor concluyó en mayo de 2010 al constituirse el Ejecutivo de coalición conservador-liberal de David Cameron. En el sexenio que siguió, Khan siguió en el Parlamento, sirviendo un segundo y tercer mandatos. Tras la dimisión de Gordon Brown, asistió a Ed Miliband en su competición con su hermano David Miliband por las riendas del laborismo. En octubre de 2010, una vez ganado el liderazgo, el menor de los Miliband gratificó a Khan nombrándole secretario de Estado de Justicia y Lord Canciller en el Shadow Cabinet opositor, tomándole el relevo en ambas funciones a Jack Straw.

La identificación de Khan con la política municipal de Londres tomó forma a partir de 2013, cuando Miliband le confirió en la bancada de Westminster la función añadida de shadow minister para Londres. Ese mismo año la Sociedad Fabiana publicó una colección de ensayos suyos titulada Our London. En mayo de 2014 el diputado de Tooting tomó parte activa en la campaña de las elecciones locales a los consejos de los 32 boroughs londinenses. Las votaciones supusieron un importante avance del laborismo, que pasó a controlar 20 distritos, tres más que en la legislatura anterior.

Sin embargo, la Alcaldía de la capital británica, un puesto de elección directa independiente del mandato de los comicios distritales y paralelo al de la Asamblea de Londres, permanecía en manos del conservador Boris Johnson, un edil de salidas extravagantes pero muy popular. Johnson había desalojado en 2008 al laborista Ken Livingstone, el político que estrenó la oficina de la Alcaldía en 2000, y en 2012 le había vuelto a derrotar. Ahora mismo, en la Asamblea de Londres, órgano de 25 miembros inserto en la estructura administrativa de la Autoridad del Gran Londres, el Partido Laborista disponía de 12 escaños y el Partido Conservador de nueve.

Triunfo en la elección municipal de 2016: "el alcalde de todos los londinenses"
La decantación de Khan por la política municipal en lugar de la nacional la definieron los resultados de las elecciones parlamentarias de mayo de 2015, ganadas con suma de escaños, hasta conseguir la mayoría absoluta, por Cameron y los tories. Khan fue reelegido por Tooting, pero su partido perdió 26 asientos en los Comunes. El fiasco electoral precipitó la dimisión de Ed Miliband, al que iba a suceder, partiendo de la nominación por 36 colegas diputados, Khan entre ellos, un veterano del ala más izquierdista del partido, Jeremy Corbyn.

De haber ganado las elecciones generales Miliband, Khan, muy probablemente, habría sido nombrado miembro del Gabinete de ministros. Ahora, con las puertas del 10 de Downing Street más cerradas que nunca para los laboristas, el antiguo abogado reorientó su carrera al objetivo de convertirse en el primer alcalde musulmán de Londres, una urbe de casi nueve millones habitantes de los que aproximadamente el 12% profesaba el Islam. Ya liberado de todos sus cometidos en el Shadow Cabinet parlamentario, Khan anunció su participación en la elección primaria de la que tendría que salir el candidato laborista a una de las plazas políticas más influyentes del país. De la misma iba a marcharse en mayo de 2016, al concluir su segundo mandato cuatrienal, Boris Johnson, quien estaba listo para hacer campaña a favor de la salida del Reino Unido de la UE, el Brexit, en el referéndum sobre la permanencia que Cameron tenía decidido convocar también en 2016. Justo lo contrario opinaba el europeísta Khan. En su envite londinense, Khan recibió los respaldos de figuras del partido como el ex alcalde Livingstone y de buena parte del mundo sindical.

El 11 de septiembre de 2015 Khan se batió con otros cinco precandidatos en la competición interna: Tessa Jowell, Diane Abbott, David Lammy, Christian Wolmar y Gareth Thomas. Sobre la base de unos 87.000 votos efectuados y un proceso de rondas eliminatorias, Khan, en la quinta votación, se llevó la candidatura con el 58,9% de los votos sobre Jowell, una política sexagenaria con bastante más experiencia, parlamentaria y gubernamental, que él. Al día siguiente, Corbyn fue elegido líder del partido, y por tanto líder también de la oposición parlamentaria al Gobierno Cameron, pero no con el voto de Khan, pese a haber contado con su nominación en mayo; el flamante candidato a la Alcaldía prefería a Andy Burnham, derrotado shadow minister de Sanidad.

Consciente de las fuertes reticencias que su pertenencia a una minoría étnica y religiosa suscitaba en no pocos habitantes de la muy cosmopolita Londres, Khan, un mahometano observante del Ramadán, quiso dejar claro su rechazo tajante a cualquier expresión de radicalismo o intolerancia, ya adoptaran los rostros del extremismo islámico, la islamofobia, la xenofobia, la homofobia o el antisemitismo. También, se esmeró en diseñar un programa electoral centrado en la atención prioritaria de las necesidades inmediatas de los londinenses, que según él eran cuatro, fundamentalmente: la disponibilidad de un mayor parque de vivienda social para adquirir o alquilar; un transporte público más accesible; un aire con menos emisiones contaminantes; y un entorno amigable para los negocios generadores de buenos empleos.

Sobre el segundo apartado, abandonó su proyecto inicial de construir un tercer acceso vial a Heathrow y de ampliar el propio aeropuerto por considerar que estas nuevas prestaciones agravarían el problema de la polución ambiental. A cambio, habló de ampliar Gatwick y de congelar durante cuatro años las tarifas de todos los sistemas de transporte rápido (Metro, Tren de Superficie, Tren Ligero de los Docklands, TfL Rail, Tranvías, Autobuses) colocadas bajo la autoridad de la agencia metropolitana Transport for London (TfL).

El 5 de mayo de 2016, faltando mes y medio para el referéndum nacional sobre el Brexit, Sadiq Khan ganó la Alcaldía de Londres con un contundente 56,8% de los votos adjudicados en segundo recuento conforme al inusual sistema del voto suplementario. Los batidos fueron Zac Goldsmith por el Partido Conservador, Siân Berry por el Partido Verde de Inglaterra y Gales, Caroline Pidgeon por los Liberales Demócratas y Peter Whittle por el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), más otros siete postulantes menores. El 9 de mayo Khan cesó como parlamentario en Westminster y tomó posesión de la Alcaldía con un mandato inicial de cuatro años.