Philip Braat

El Lord Provost de Glasgow, Philip Braat, constituye un ejemplo de alcalde que aprovecha el hospedaje local de un evento internacional organizado por el Gobierno del país anfitrión para hacer una proyección global de su ciudad y posicionarla como referente de las buenas prácticas en habitabilidad urbana. En este caso, la ciudad escocesa fue la sede en 2021 de la XXVI Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CNUCC), cita que alumbró el Pacto de Glasgow para el Clima.

Philip Braat es un abogado graduado por la Universidad de Glasgow y está vinculado al Ayuntamiento de su ciudad desde 2007, cuando resultó elegido concejal y empezó a ejercer funciones administrativas en una serie de juntas, fondos y comités de ámbito municipal. En 2016 recibió el nombramiento de tesorero del consistorio, en mayo de 2017 alcanzó la posición de teniente de alcalde y el 23 de enero de 2020 el Consejo le eligió alcalde, condición correspondiente a los títulos de Lord Provost y Lord Lieutenant.

Con 45 votos a favor y 39 en contra, Braat relevó a Eva Bolander, alcaldesa del Partido Nacionalista Escocés (SNP), quien en octubre de 2019 había tenido que dimitir por las críticas a sus gastos privados con cargo a las dietas que tenía asignadas. La elección de Braat supuso el cierre de un paréntesis de tres años en la titularidad de la alcaldía por el Partido Laborista Escocés (SLP), rama del Partido Laborista del Reino Unido y desde la década de los treinta del pasado siglo al frente del Ayuntamiento de manera casi ininterrumpida. Cuando Braat tomó las riendas de la primera urbe escocesa y la cuarta británica por población, Glasgow se preparaba para acoger la XXVI Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CNUCC), consistente a su vez en tres eventos íntimamente relacionados: la XXVI Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de 1992; la XVI Reunión de las Partes (CMP16) del Protocolo de Kyoto de 1997; y la III Reunión de las Partes (CMA3) del Acuerdo de París de 2005.

La ciudad anfitriona había sido anunciada en 2019 por el Gobierno de Londres antes de acordar con Italia, también aspirante a acoger la cumbre, que fuera el Reino Unido el país organizador de la XXVI edición de la macrocita internacional, crítica para alumbrar compromisos nacionales concretos que sostuvieran los objetivos definidos por el Acuerdo de París (COP21/CMP11), a saber: mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2° C respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar ese incremento de temperatura a los 1,5° C a partir de 2020, fecha en que vencía el segundo período de vigencia del Protocolo de Kyoto, iniciado en 2013.

La entonces ministra británica de Energía y Crecimiento Limpio en el Gobierno conservador de Theresa May, Claire Perry, explicó que "como una de las ciudades más sostenibles del Reino Unido, con un récord de organización de eventos internacionales de alto perfil", Glasgow era "la opción correcta para mostrar el compromiso del Reino Unido con el medio ambiente". En septiembre de 2019 el Consejo Municipal aprobó el objetivo de convertir a Glasgow, que a comienzos del siglo XIX fuera uno de los símbolos de la primera revolución industrial, en una ciudad climáticamente neutra tan pronto como en 2030, 20 años antes que el horizonte marcado por el Reino Unido y la Unión Europea; previamente, en 2029, todo los vehículos circulantes en el término municipal tendrían que tener cero emisiones carbónicas. Junto con el despliegue de los vehículos eléctricos y de hidrógeno verde, Glasgow tenía entre manos sendas estrategias para la reducción de plásticos, el cultivo de alimentos ecológicos y el desarrollo de la economía circular.

La ciudad escocesa, partícipe de la iniciativa Urban 20 (U20) para la promoción del diálogo y la cooperación entre las grandes ciudades y el G20, ocupaba el cuarto puesto en el Global Destination Sustainability Index, un índice de sostenibilidad confeccionado por el GDS-Movement, plataforma para la promoción de la regeneración y la resiliencia urbanas, y en octubre de 2020 obtuvo la distinción Global Green City, concedida por el Global Forum on Human Settlements (GFSH) dentro de sus Sustainable Cities And Human Settlements Awards (SCAHSA). El prestigioso galardón, obtenido en 2019 por la española Vitoria-Gasteiz y posteriormente en 2021 de manera conjunta por el Área Metropolitana de Barcelona y la china Jiande, llegó poco después de publicar el Ayuntamiento de Glasgow su Plan de Implementación de Emergencia Climática, que detallaba 52 medidas conducentes a conseguir la meta de la neutralidad climática en 2030.

El plan inicial era que la COP26/CMP16/CMA3 tuviera lugar en noviembre de 2020 en el Scottish Events Campus (SEC) Centre, antes llamado Scottish Exhibition and Conference Centre (SECC), unas instalaciones que Braat conocía muy bien porque entre 2007 y 2013 había sido su director no ejecutivo. En abril de 2020, sin embargo, debido a la pandemia COVID-19, el Gobierno británico acordó con los participantes que la conferencia, difícilmente concebible con un formato telemático dadas su complejidad y trascendencia, se pospusiera un año. En mayo, mientras el SEC Centre servía de hospital temporal de campaña para atender a personas enfermas del coronavirus, Londres anunció que la COP26, en la que se esperaba la presencia de muchos líderes internacionales, tendría lugar entre el 31 de octubre y el 13 de noviembre de 2021.

La XXVI CNUCC se desarrolló con normalidad en el SEC Centre de Glasgow en las fechas convenidas, con la participación de 197 delegaciones representantes y bajo la presidencia de Alok Sharma, ministro de Estado en la Oficina del Gabinete del primer ministro Boris Johnson. Las decisiones adoptadas en Glasgow para la mitigación del cambio climático y el calentamiento global tuvieron un alcance parcial y, en opinión de las organizaciones ecologistas y algunos gobiernos, pecaron de poco audaces. Muchos medios de comunicación valoraron el Pacto Climático suscrito en la ciudad escocesa como una declaración descafeinada que no respondía con la debida urgencia a los diagnósticos de la ONU y la comunidad científica sobre la alarmante situación del planeta y la proliferación de fenómenos climáticos extremos.

El Pacto de Glasgow instaba a los países a que potenciaran de inmediato sus planes para conseguir reducciones sustanciales de emisiones de efecto invernadero, por lo menos de un 45% para 2030 con respecto a los niveles de 2010, y, por primera vez, llamaba a "acelerar los esfuerzos" para la "reducción gradual" de la energía de carbón y la "eliminación gradual de los subsidios ineficientes" a los combustibles fósiles. Más de 140 naciones afirmaron que estaban comprometidas con alcanzar las emisiones netas cero y los firmantes acordaron financiar los esfuerzos reductores de los países en desarrollo. Muy positiva fue la valoración del alcalde Braat, para quien la COP26 en sí misma suponía uno de los grandes hitos en la historia de su ciudad, la cual había aprovechado el evento y sus preparativos para dar una gran visibilidad internacional a su ambicioso plan de transición verde y sostenibilidad.

Más en concreto, los principales logros de la COP26 fueron los siguientes: el compromiso por más de 40 países, entre ellos Canadá, Polonia, Ucrania, Chile y Vietnam (pero no Estados Unidos, China, India y Australia), de desactivar sus centrales térmicas de carbón en la década de 2040 como muy tarde; la promesa por más de un centenar de países, Brasil, Canadá, China, Indonesia y la República Democrática del Congo incluidos, de parar y revertir la deforestación de sus bosques y selvas para 2030; el compromiso por 103 naciones de reducir sus emisiones de metano un 30% a lo largo de esta década; y la aceptación por 24 estados y seis grandes fabricantes de automóviles de dejar de comercializar coches con motores de combustión interna entre 2035 y 2040. De este último compromiso se desvincularon sin embargo la mayoría de los principales países con plantas de producción —Estados Unidos, China, Alemania, Japón, Corea del Sur y Francia—, así como varias grandes marcas de vehículos.

(Nota de actualización: esta biografía fue publicada el 29/1/2022. El ejercicio de Philip Braat como alcalde de Glasgow concluyó el 19/5/2022).