Nangolo Mbumba

 

El 4 de febrero de 2024 el vicepresidente de Namibia, Nangolo Mbumba, prestó juramento como presidente de la República nada más anunciarse la muerte, víctima de un cáncer, del mandatario en ejercicio desde 2015, Hage Geingob. La suavidad de la sucesión institucional ha estado en consonancia con el recorrido de una de las democracias más consolidadas y estables de África, donde la hegemonía de la Organización Popular de África del Sudoeste (SWAPO) no ha sido óbice para la celebración cada cinco años de elecciones pluralistas, competitivas y pacíficas. Mbumba es un presidente interino con mandato hasta las votaciones de noviembre, a las que ya ha dicho que no se presentará. En 2023 Geingob y la SWAPO escogieron como candidata presidencial a Netumbo Nandi-Ndaitwah, la número dos del Gobierno de la primera ministra Saara Kuugongelwa y quien ahora ha reemplazado a Mbumba en la Vicepresidencia.

La legitimidad adquirida en la lucha por la descolonización y la independencia del país permitió disponer de un masivo caudal de votos a la SWAPO, un antiguo movimiento de liberación nacional de la mayoría negra que, al estilo del ANC sudafricano con Nelson Mandela, prefirió la moderación y el pragmatismo frente a las salidas radicales. Su supremacía ha venido bloqueando cualquier posibilidad de alternancia pese a las condiciones de libertad imperantes. Además, el partido está identificado con los ovambo, el principal grupo étnico. Ahora bien, esta fortaleza aplastante se agrietó en las elecciones de 2019, cuando Geingob fue reelegido con solo el 56% de los votos, 30 puntos menos que en 2014 y 20 menos que en las ediciones de 1994, 1999, 2004 y 2009, y su partido perdió por primera vez la supermayoría de dos tercios en la Asamblea Nacional. La próxima contienda entre Nandi-Ndaitwah y sus adversarios de la oposición (partidos IPC y PDM) se augura más abierta que nunca. 

Con un nivel de desarrollo humano medio, Namibia presenta algunos de los mejores cuadros de gobernanza y corrupción —escándalos recientes al margen— de toda África, y su economía descansa en la minería —diamantes, cobre, oro, uranio— y la pesca. Muchos namibios son campesinos autosuficientes que subsisten al margen de las redes comerciales. El país dispone de un considerable potencial energético, por la generación de renovables y los yacimientos, aún sin explotar, de petróleo y gas, así como turístico. Geingob apostó fuerte por la descarbonización de la economía y en 2022 Namibia fue pionero en África con un acuerdo de suministro de hidrógeno verde a la UE. El desplome de los precios internacionales de las materias primas sumió al país en la recesión en 2016, crisis que disparó el desempleo y dañó electoralmente a la SWAPO. La contracción pandémica superó el 8%, aunque el rebote de 2021-2022 recuperó con creces esa pérdida. La mayor rémora es la extrema desigualdad en la distribución de los ingresos; de hecho, tras Sudáfrica (origen de la mitad de las importaciones), Namibia es el segundo país con el coeficiente Gini más elevado del mundo.

(Texto actualizado hasta 8 febrero 2024)

 

 

El cuarto presidente de la República de Namibia pertenece a la generación de los dirigentes, ya todos muy veteranos, de la SWAPO que protagonizaron la lucha anticolonial contra Sudáfrica y condujeron al país a la emancipación nacional en 1990, cuando él tenía 48 años. A sus 82, Nangolo Mbumba es 12 años más joven que el padre de la independencia, San Nujoma, y seis más joven que su sucesor en la Presidencia, Hifikepunye Pohamba. El fallecido Hage Geingob, tercero en la nómina de jefes del Estado, tenía su misma edad.

A principios de la década de los setenta, cuando Namibia, bajo el nombre de África del Sudoeste, era un territorio administrado de manera ilegal por el régimen segregacionista blanco de Sudáfrica, Mbumba realizó la carrera de Biología en la Universidad de Connecticut, Posteriormente se ganó la vida dando clases de Ciencias y Matemáticas en la Escuela Preparatoria del neoyorkino barrio de Harlem. En 1978 regresó de Estados Unidos y se instaló en Angola, tres años atrás descolonizada de Portugal, gobernada por el régimen marxista de Agostinho Neto y convertida en la principal base de retaguardia de la SWAPO, que lanzaba desde aquí sus incursiones guerrilleras contra territorio namibio, a su vez respondidas con sus propios raids por el Ejército sudafricano. 

Mbumba permaneció en Angola durante una década, tiempo en el cual ocupó puestos directivos en el aparato educativo y cultural del protogobierno de la SWAPO en el exilio, y asistió como secretario personal al líder de la organización, Nujoma. En 1988, por la época de las firmas en Ginebra y Nueva York de los acuerdos de paz entre Sudáfrica, Angola y Cuba para la repatriación de tropas y la salida de los administradores sudafricanos de Namibia tal como venía exigiendo el Consejo de Seguridad de la ONU, el futuro presidente estaba en Zambia, trabajando para el United Nations Institute for Namibia (UNIN).

Su progresión en las estructuras políticas e institucionales del joven Estado, inaugurado el 21 de marzo de 1990, transcurrió con lentitud. Primero secretario funcionarial en el Gobierno, en 1993 Nujoma le nombró ministro de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, y al año siguiente salió elegido diputado de la Asamblea Nacional. En 1995 entró en el Comité Central de la SWAPO, en 1996 Nujoma le confió la importante cartera de Finanzas y en 1998 accedió al Buró Político, el máximo órgano ejecutivo del partido. En 2003, durante el tercer y último mandato de Nujoma, Mbumba tomó el Ministerio de Información y Radiodifusión, y en marzo de 2005, con la llegada a la Presidencia de Hifikepunye Pohamba, pasó a hacerse cargo del de Educación. En 2010 Pohamba fue reelegido y Mbumba recibió el puesto de ministro de Seguridad en el Gabinete del primer ministro Nahas Angula. En diciembre de 2012 abandonó el Gobierno para centrarse en su nuevo cometido partidario de secretario general de la SWAPO.

La transmisión del mando en el Estado y el partido entre Pohamba y Geingob en marzo de 2015 no alteró por el momento las actividades, de tipo burocrático, de Mbumba. Sin embargo, en febrero de 2018 Geingob cesó al vicepresidente de la República, Nickey Iyambo, aquejado de problemas de salud, y su elección para suplirle fue Mbumba. Tras las elecciones generales de noviembre de 2019, Geingob volvió a nombrar vicepresidente a Mbumba, que inició su nuevo período institucional el 21 de marzo de 2020. El 24 de enero de 2024, al viajar Geingob a Estados Unidos para tratarse inútilmente de su cáncer terminal, Mbumba tomó las funciones presidenciales; 11 días después, asumió la titularidad.

(Cobertura informativa hasta 8/2/2024)