Mike Pence

(Nota de edición: esta biografía fue publicada el 31/10/2020. En las elecciones del 3/11/2020 Mike Pence fue batido por la candidata demócrata a la Vicepresidencia, Kamala Harris. Posteriormente, Pence se distanció de Trump, al que no secundó en el rechazo de los resultados electorales y en la crisis desatada por el asalto al Capitolio. El 20/1/2021 Pence concluyó su ejercicio como vicepresidente de Estados Unidos con la toma de posesión de Harris).

Próximo a completar su primer mandato como vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence acompaña de nuevo a Donald Trump en las elecciones de noviembre de 2020. La candidatura del Partido Republicano se afana en revertir unas encuestas que sitúan por delante a la fórmula del Partido Demócrata, formada por Joe Biden y Kamala Harris.

La campaña para la reelección, cuajada de ataques personales entre Trump y Biden y polarizada en extremo en medio de la crisis de la COVID-19 y de una tensión político-social que no ha hecho más que crecer en estos cuatro años, ha servido para dar una mayor visibilidad a Pence, un vicepresidente en buena medida opacado por su omnipresente y tempestuoso jefe, al que ha servido, partiendo de unas ideas tradicionales y muy conservadoras, con sobria lealtad. Político convencional de la vieja escuela, de estilo comedido y con un expediente limpio de escándalos, Pence representa al aparato del republicanismo rendido a Trump, el empresario outsider que en 2016 asaltó y conquistó al venerable Grand Old Party para convertirlo en vehículo de su audacia personal, y su polémica plataforma nacionalista, sintetizada en la agenda America First y conceptualizada en el eslogan informal Make America Great Again (MAGA).

Aunque ha desarrollado de manera eficiente las funciones auxiliares, en la burocracia del Ejecutivo, el ámbito legislativo y la escena diplomática, inherentes a un alto cargo que es simultáneo a la presidencia del Senado ex officio, Pence ha sido durante la mayor parte de su mandato un oficial discreto, poco dado a generar titulares con comentarios altisonantes, aunque participar en la ejecución de las políticas del impulsivo y errático Trump ha exigido en ocasiones el lenguaje duro. Así se advirtió, por ejemplo, en sus advertencias a Irán y Corea del Norte para que dejaran de tensar la cuerda con nuevas pruebas de sus sistemas de armamento de destrucción masiva.

Pence adquiere más protagonismo en este año electoral, con motivo de una campaña donde muchos estadounidenses han descubierto a un buen comunicador, con una oratoria articulada y tranquila no exenta de habilidades dialécticas (como se apreció en su debate electoral con Kamala Harris el 7 de octubre), y también a raíz de su nombramiento por Trump, el 26 de febrero, al frente de la Coronavirus Task Force (CTF) de la Casa Blanca, responsable de supervisar los esfuerzos de los diversos departamentos y organismos de la administración federal para contener y mitigar la propagación de la pandemia. Completamente mediatizada por la actitud minimizadora o excesivamente optimista del presidente, redoblada después de superar Trump su propia infección del virus a principios de octubre, la estrategia de lucha sanitaria coordinada por Pence ha merecido fortísimas críticas desde la oposición demócrata, que la tacha de "anticientífica", y se encuentra en la picota por el empeoramiento de la transmisión del patógeno SARS-CoV-2 y la falta de posturas unívocas en la CTF. Así lo evidencia el malestar del prestigioso inmunólogo Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y blanco insólito de los dardos del presidente, quien se queja de la politización partidista de una cuestión tan elemental como el uso de la mascarilla protectora.

El vicepresidente de Estados Unidos desde el 20 de enero de 2017 es un abogado formado en la Universidad de su estado natal, Indiana. En su juventud fue miembro del Partido Demócrata, que dejó en 1983 antes de realizar sus primeras tentativas, infructuosas, de sentarse en la Cámara de Representantes del Congreso. En la segunda mitad de los noventa trabajó en radio y televisión, y en 2000, al tercer intento, fue elegido congresista por Indiana, mandato legislativo que renovó cinco veces seguidas. En 2012 salió elegido gobernador de Indiana y una de sus primeras medidas, para él consistente con los principios de la disciplina fiscal y la estabilidad financiera, fue acometer una histórica bajada de impuestos en el estado agro-industrial del Medio Oeste. Cristiano renacido de fe evangélica, estuvo activo en el movimiento derechista Tea Party y dejó bien patente su oposición al aborto.

Muy controvertida fue su ley estatal de 2015 para la "restauración de la libertad religiosa", que amparaba los procedimientos legales de quienes alegaban coacciones a su libertad de conciencia y su libre ejercicio de la religión. La norma, que en la práctica permitía a los negocios de atención al público, como tiendas y restaurantes, vetar como clientes a las parejas gays, puso en pie de guerra a la comunidad LGBT y levantó críticas en sectores moderados del propio Partido Republicano, obligando al gobernador, que el año anterior había perdido la batalla en los tribunales contra la legalización en Indiana del matrimonio de personas del mismo sexo entre acusaciones de homofobia, a enmendar el texto legal. Pence seguía pensando que el matrimonio igualitario era una señal del "colapso social".

Más tarde, en 2017, Trump, en tono de broma, iba a decir que su vicepresidente era un hombre que querría "ahorcar a todos los homosexuales". Por otro lado, el gobernador criticó y se posicionó en contra de muchas de las políticas de la Administración demócrata de Barak Obama, incluidas las leyes económico-financieras, aunque colaboró con el Gobierno Federal para la implementación en su estado de aspectos del Obamacare, la reforma sanitaria emprendida por el presidente con la oposición frontal de buena parte del republicanismo. Asimismo, hasta 2016 Pence fue un negacionista del cambio climático antropogénico.

En 2015 Pence confirmó que se presentaría al segundo mandato en el Gobierno estatal y llegó a disputar, ganándolas de nuevo, las primarias republicanas para el puesto, pero en julio de 2016 renunció a la campaña al ser presentado por Trump, días antes de la Convención Nacional Republicana de Cleveland que nominó al magnate para la Casa Blanca, como su acompañante para la Vicepresidencia. Trump escogió al muy conservador gobernador de Indiana de entre un lista de posibles que, según la prensa, incluía también al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, y al ex speaker de la Cámara de Representantes Newt Gingrich.

Curiosamente, Pence había apoyado a uno de los rivales de Trump durante las primarias republicanas, el senador texano Ted Cruz. Ahora, el nominado para vicepresidente se apresuró a expresar su adhesión total al programa de Trump, pareciéndole particularmente apropiados sus compromisos de suspender los permisos de entrada a los inmigrantes procedentes de países que acogieran a grupos terroristas hostiles a Estados Unidos y de levantar un muro en la frontera con México, cuyo Gobierno, además, tendría que costear la obra. Durante la campaña electoral, Pence tuvo como oponente personal al senador por Virginia Tim Kaine, el compañero de fórmula de Hillary Clinton. El 18 de noviembre de 2018 el tícket Trump-Pence se impuso por votos electorales -que no populares- a su contrincante demócrata.

El vicepresidente Mike Pence está casado desde 1985 con Karen Batten Pence, profesora de escuela, y es padre de tres hijos. Su hermano mayor, el empresario Greg Pence, ocupa desde 2019 su anterior escaño de representante por el 6º Distrito de Indiana.

(Texto actualizado hasta 31 octubre 2020)