Mateusz Morawiecki

El partido derechista Ley y Justicia (PiS), gobernante en Polonia desde 2015, elevó el 11 de de diciembre de 2017 al cargo de primer ministro a Mateusz Morawiecki en sustitución de Beata Szydlo, dimitida pese a haber derrotado con holgura, gracias a la mayoría absoluta que el oficialismo posee en el Sejm, una moción de censura de la oposición liberal. Alto ejecutivo bancario con un potente currículum académico y criado en el ala más conservadora, intensamente anticomunista y nacionalista, del antiguo movimiento Solidaridad, Morawiecki ha sido en estos dos años viceprimer ministro y titular de los departamentos de Desarrollo y Finanzas, cartera esta última que retiene.

El cambio de guardia en el Ejecutivo de Varsovia, no drástico porque Szydlo es ahora viceprimera ministra además de mantener la condición de segunda persona del PiS, obedece a un movimiento táctico del líder del partido y verdadero director del juego político nacional: el polémico Jaroslaw Kaczynski, quien, mediante un lavado de imagen, querría aquietar la crispación doméstica y las broncas europeas que sus cambios legales de sesgo autoritario, como la reforma del poder judicial, lesiva para la independencia de los tribunales y claramente inconstitucional, y sus actitudes chovinistas y sectarias han provocado. Así, se supone que el perfil intelectual, el toque cosmopolita y el estilo sofisticado de Morawiecki, autor además de un ambicioso y aplaudido programa de desarrollo nacional encaminado a mejorar aún más la robusta coyuntura económica y laboral, y generar así más ingresos para financiar los generosos compromisos de inversión social adquiridos por el PiS, podría servir para alejar el riesgo de una tormenta perfecta en las borrascosas relaciones con Bruselas.

Ahora mismo, las instituciones de la UE tienen varios frentes abiertos con Polonia (expediente evaluador del imperio de la ley, negativa a admitir refugiados, rechazo también de la propuesta de directiva sobre trabajadores desplazados, tala del bosque de Bialowieza, plan de restricción del aborto), algunos de los cuales han llegado incluso al Tribunal de Justicia de Luxemburgo. Y sin embargo, el Gobierno más díscolo y reaccionario de la UE exhibe a la vez uno de los cuadros económicos más lustrosos de los 28. En su debut como primer ministro, Morawiecki ha subrayado que su Gobierno es de estricta continuidad, en el fondo y en la forma, pero los observadores tienden a suponer que el reemplazo de Szydlo sí podría conseguir mitigar las críticas al PiS por su estrategia de reafirmación nacional rebosante, y no solo en el plano retórico, de patriotismo tradicionalista con elementos identitarios. Si su trayectoria economicista invita a acercarle al lado del pragmatismo y la moderación, Morawiecki deja claros también su defensa de Polonia como "nación grande y orgullosa", una que no se somete a "chantajes" desde Europa, y su condición de católico devoto, que sueña con "cristianizar nuevamente la Unión Europea".


(Nota de actualización: esta biografía fue publicada el 15/12/2017.Tras constituir su primer Gobierno el 11/12/2017, Mateusz Morawiecki formó un segundo el 14/11/2019, luego de revalidar su partido, el PiS, la mayoría absoluta en las elecciones del 13/10/2019, y un tercero el 27/11/2023, a pesar de perder la mayoría absoluta el PiS y sus aliados, coaligados como Derecha Unida (ZP), en las elecciones del 15/10/2023. El 11/12/2023 este tercer Gabinete Morawiecki no obtuvo la preceptiva confianza parlamentaria y el Sejm, a cambio, invistió primer ministro al líder opositor y anterior titular del cargo Donald Tusk, quien dos días después formó un Gabinete de coalición mayoritario.

1. Un banquero procedente de la resistencia anticomunista polaca
2. Ministro de Finanzas y primer ministro en el Gobierno del PiS


1. Un banquero procedente de la resistencia anticomunista polaca

El decimoséptimo primer ministro de la III República Polaca fundada en 1989 es un caso de entrada relativamente tardía en la alta política profesional, pese a su familiaridad con ese ambiente desde la infancia, a partir de una rica trayectoria multidisciplinar repartida entre la academia, el servicio de Estado y el sector privado. Natural de Wroclaw (Breslavia), su padre es el hoy septuagenario diputado Kornel Morawiecki, antiguo activista del movimiento sindical Solidaridad y resistente anticomunista que le inculcó unos valores patrióticos y católicos acrisolados en el tradicionalismo conservador. Padre e hijo, cada uno en la medida de sus posibilidades, tan escasas como estériles debido a sus planteamientos radicales y maximalistas, lucharon contra el régimen dictatorial del general Wojciech Jaruzelski y el Partido Obrero Unificado Polaco (PZPR) a lo largo de la década de los ochenta, en los años de la ley marcial, la proscripción del sindicato Solidaridad y el encarcelamiento de sus dirigentes, con Lech Walesa a la cabeza.

Tras el autogolpe de Estado de Jaruzelski en diciembre de 1981 y ante la intensificación de la represión, Morawiecki sénior intentó mantener vivo el espíritu de la resistencia democrática con la organización de Solidaridad Combativa (SW), grupo subterráneo que aspiraba a la "independencia nacional" de Polonia y, más aún, al final de la férula soviética sobre toda la Europa oriental. Durante un lustro consiguió zafarse de la Policía Secreta y en 1987 fue finalmente capturado. En cuanto a Morawiecki júnior, era un adolescente rebelde que, estimulado por el arrojo disidente de su progenitor, no dejaba de involucrarse en actividades ilegales opositoras como la difusión de panfletos de SW y revistas salidos de las imprentas clandestinas de Solidaridad, y la participación en manifestaciones que invariablemente terminaban siendo disueltas por las fuerzas de seguridad.

A pesar de estar fichado por la Policía, que le aporreó y arrestó en varias ocasiones, el escolar y luego universitario siguió editando el boletín de Solidaridad en la región de Baja Silesia y animando la Asociación de Estudiantes Independientes, hasta que las históricas negociaciones de 1989 entre Jaruzelski y los líderes del sindicato, vuelto a la legalidad, desembocaron en una transición democrática pactada y sin sobresaltos. Sin embargo, los Morawiecki recelaban profundamente de la estrategia de compromiso adoptada por Walesa, Tadeusz Mazowiecki y los otros líderes de Solidaridad con el presidente Jaruzelski y los comunistas. Deseoso de hacerse con un espacio en la flamante III República, Kornel Morawiecki organizó el Partido de la Libertad (PW), uno de los muchos grupos políticos emanados de Solidaridad, pero sin ningún éxito: él no reunió el número suficiente de firmas para registrar su candidatura de cara a las elecciones presidenciales de 1990 y su formación marginal acabó disolviéndose en 1993.

Para entonces, el veinteañero Mateusz ya estaba concentrado en su formación superior, que abarcaba distintas áreas de conocimiento y que simultaneó con una serie de empresas particulares en el negocio editorial, llevando al terreno comercial la experiencia adquirida en la publicación de prensa subversiva en los años de la dictadura. Diplomado en Historia por la Universidad de Wroclaw (UWr) en 1992 y en Administración de Empresas por la Universidad Politécnica de la capital silesia en 1993, titulación esta última que llevó aneja un curso especial de la estadounidense Universidad Estatal de Connecticut Central (CCSU), siguió estudiando en su ciudad hasta 1995, año en que completó un MBA en una tercera institución académica de Wroclaw, la Universidad de Economía (UEW).

Luego, Morawiecki, a caballo entre Polonia, Alemania y Suiza, destinó tres años más a las tareas lectivas, docentes y técnicas de alto rendimiento, adquiriendo un perfil de especialista en mercados financieros, reestructuraciones bancarias y análisis crediticios enmarcados en el proceso de adhesión de su país a la Unión Europea. Amplió estudios en las universidades de Hamburgo y Basilea, así como en la Kellogg School of Management de la Universidad del Noroeste en Evanston, Illinois, y dio clases en las universidades de Wroclaw. Además, fue becario del Deutsche Bundesbank, el banco central alemán, y ejerció de investigador en la Universidad de Frankfurt.

En 1998 trabajó durante unos meses para el Gobierno polaco, entonces dirigido por una coalición de partidos herederos del ala derecha de Solidaridad, como subdirector del Departamento de Negociaciones de Adhesión del Comité para la Integración Europea. En esta época Morawiecki, que se expresaba en inglés y alemán con fluidez, fue autor de uno de los primeros estudios sobre acervo comunitario publicados en Polonia. A finales de 1998 contrató con el Bank Zachodni, un banco comercial basado en Wroclaw que en 1999 iba a ser adquirido por la Alianza Bancaria Irlandesa y más adelante, en 2011, ya como Bank Zachodni WBK (BZWBK) SA, por el español Grupo Santander.

En el BZWBK Morawiecki fungió sucesivamente como asesor, supervisor jefe, analista de comercio internacional, miembro de la Junta Directiva a partir de 2001, año en que abandonó sus cometidos paralelos en dos proveedores privados de equipos eléctricos y telefonía, y, desde mayo de 2007, culminando esta notable progresión interna, presidente ejecutivo (CEO) de la entidad. Fue bajo su presidencia que el BZWBK pasó a ser una filial del Santander en Polonia. En 2013 el BZWBK, mediante la fusión-absorción del Kredyt Bank, una firma de la competencia que su vez era la filial polaca del belga KBC, se convirtió en el tercer banco del país eslavo por depósitos, créditos, sucursales y beneficio.


2. Ministro de Finanzas y primer ministro en el Gobierno del PiS

El debut en la política gubernamental del, a estas alturas, curtido ejecutivo bancario llegó en noviembre de 2015, cuando Ley y Justicia (PiS), la última y más potente expresión partidaria de la tradición conservadora del movimiento Solidaridad en su acepción más derechista y nacionalista, como resultado de su gran victoria en las elecciones generales de octubre, retornó al Gobierno (después de un primer y turbulento turno en el bienio 2005-2007) gozando de mayoría absoluta en el Sejm y con Beata Szydlo de primera ministra, si bien el muñidor de las políticas gubernamentales, rebosantes de radicalismo nacional-populista y causa de mucha crispación y controversias tanto en el plano doméstico como a nivel europeo por su cariz autoritario y sectario, no iba a ser otro que el jefe de la formación, el polémico Jaroslaw Kaczynski

El 16 de noviembre, una vez cesados todos sus vínculos corporativos con el Bank Zachodni, Morawiecki prestó juramento como ministro de Desarrollo y con el rango de viceprimer ministro, uno de los tres que había en el Gabinete Szydlo. Entonces, pese a sus estrechas relaciones con el PiS, seguía siendo en puridad un independiente. El banquero se mantenía al margen de las andanzas políticas de su anciano padre, quien al cabo de un largo mutis había regresado a la actualidad nacional en 2010 como candidato en las elecciones presidenciales (para quedar en décimo y último lugar con poco más de 21.000 votos) y que ahora, tras las legislativas de 2015, gozaba de la condición de miembro del Sejm, donde de hecho era el diputado de más edad, registro que le aparejaba el puesto simbólico de Marszalek senior de la Cámara.

En marzo de 2016, mientras que su padre, electo en la lista independiente del músico y actor Pawel Kukiz (Kukiz'15), preparaba la articulación de un nuevo partido propio aliado al PiS y de nombre Libre y Solidario (WiS), Morawiecki optó por solicitar el alta en la formación de Szydlo y Kaczynski. El 28 de septiembre siguiente sus jefes le movieron a un ministerio de más peso, el de Finanzas, en sustitución de Pawel Szalamacha. Se trataba de un premio tanto a su lealtad política como a su visión y creatividad, pues en febrero anterior había puesto sobre la mesa un Plan para del Desarrollo Responsable (POR), que la primera ministra salió a promocionar como el proyecto estrella del Ejecutivo.

El POR, llamado informalmente Plan Morawiecki, era una ambiciosa apuesta por el crecimiento económico robusto y generador de ingresos con los que sufragar los capítulos de gasto social del PiS, una de las principales banderas electorales del partido fundado en 2001 por los hermanos gemelos Jaroslav y Lech Kaczynski, el luego malhadado presidente de la República, fallecido en la catástrofe aérea de Smolensk en 2010. El plan se sostenía en cinco pilares: la reindustrialización nacional, la innovación empresarial, la expansión internacional de las actividades productivas, la formación de capital para la inversión y el desarrollo social y regional.

La coyuntura, francamente positiva, invitaba a trazar proyectos grandilocuentes de este tipo: en 2016 el PIB polaco avanzó un 2,9%, mientras que el déficit público, el 2,5%, y la deuda pública, el 54%, cumplían las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE. Un año después, en octubre de 2017, el crecimiento interanual, correspondiente al tercer trimestre del año, superaba el 5%, ritmo que duplicaba el promedio de la UE de 28 miembros, en tanto que el paro había descendido hasta el 4,6%, una de las tasas más bajas de la UE y alejada del 7,2% que había en el momento de formarse el segundo Gobierno del PiS en noviembre de 2015.

El 7 de diciembre de 2017 el Ejecutivo, sin sorpresas, superó holgadamente, con 239 votos en contra, 168 a favor y 17 abstenciones, la moción de censura lanzada en el Sejm por el principal partido de la oposición, la Plataforma Cívica (PO, centro-derecha liberal), fuerza que gobernara Polonia entre 2007 y 2015 con los primeros ministros Donald Tusk y Ewa Kopacz, y que ahora, bajo el liderazgo de Grzegorz Schetyna, venía acusando al PiS de promover reformas antidemocráticas, en particular la que afectaba a la judicatura, y de alejar al país del resto de la UE con sus políticas autoritarias. Sin embargo, a las pocas horas, Szydlo presentó la dimisión, renuncia que fue aceptada por la dirección de su partido, del que era uno de los vicepresidentes.

Sin lugar a dudas, la baja de Szydlo, especulada en las últimas semanas, obedecía a un movimiento táctico de Jaroslaw Kaczynski. Según parecía, el maniobrero y reservado mandamás del PiS aspiraba a mitigar las censuras domésticas y europeas acumuladas desde el primer día en el poder y que reverberaban al toparse con la personalidad, susceptible y un tanto ruda, de Szydlo. Kaczynski querría mejorar la imagen del PiS ante un sector de la opinión pública y los operadores económicos, mientras los sondeos de intención de voto, gracias al apoyo de las clases populares por las generosas partidas sociales del Gobierno y el excelente curso de la economía y el empleo, seguían siendo ampliamente favorables, así como conferir un nuevo impulso a la acción gubernamental, que con el políglota, cosmopolita y cerebral Morawiecki al timón podría transmitir un estilo más pulido o sofisticado.

Con rapidez, el PiS anunció que el hasta ahora viceprimer ministro y ministro de Finanzas era su candidato a suceder a Szydlo. Al día siguiente, el presidente de la República (elegido en 2015 como postulante de los derechistas), Andrzej Duda, encargó a Morawiecki la formación del Gabinete. El 11 de diciembre este fue anunciado y tomó posesión. Se trataba de un equipo de Gobierno virtualmente idéntico al anterior. En cuanto a las carteras clave, Witold Waszczykowski siguió en Exteriores, Antoni Macierewicz en Defensa, Mariusz Blaszczak en Interior, Zbigniew Ziobro en Justicia y el mismo Morawiecki en Finanzas, duplicidad de funciones que subrayaba el compromiso de su partido con la ejecución del POR. Su condición de viceprimer ministro pasó, en una singular permuta de rangos, a la propia Szydlo. Los otros dos viceprimeros ministros, Piotr Glinski y Jaroslaw Gowin, quien no era del PiS sino el líder de sus dos pequeños partidos satélite, Porozumienie (Acuerdo), continuaron también como viceprimeros ministros.

El 12 de diciembre el nuevo Gobierno Morawiecki ganó el voto de confianza en el Sejm con 243 apoyos y 192 desaprobaciones. En su discurso ante los diputados, Morawiecki garantizó un Ejecutivo continuista en todos los aspectos: "El Gobierno es el mismo, como lo es la dirección de sus actividades. Las indicaciones y los valores son los mismos, así que este es un Gobierno de continuidad", señaló. Ahora bien, los observadores subrayaron que Morawiecki, contrariamente a Szydlo, aseguraba que Varsovia sí acataría la prohibición, emitida en julio por el Tribunal de Justicia de la UE, de las talas de árboles en el bosque virgen protegido de Bialowieza, actividad que para la Comisión Europea suponía una violación del derecho de la UE.

Mateusz Morawiecki está casado con Iwona Morawiecka, madre de sus cuatro hijos.

(Cobertura informativa hasta 15/12/2017)