Johannes Rau

La trayectoria institucional de Johannes Rau (1931-2006), veterano gobernante del land de Renania del Norte-Westfalia, patriarca de la socialdemocracia alemana y presidente de la República Federal entre 1999 y 2004, cargo ceremonial y de prestigio que puso broche a casi medio siglo de profesión política, es indisociable de tres rasgos típicos de su personalidad: una acendrada fe protestante evangélica, la identificación con la cultura humanista y un discurso conciliador e integrador que siempre incorporaba pinceladas moralistas y religiosas.

1. Político socialdemócrata y seglar de la Iglesia Evangélica
2. Los años al frente del Gobierno renano
3. Octavo presidente federal de Alemania


1. Político socialdemócrata y seglar de la Iglesia Evangélica

Tercero de los cinco hijos de un predicador luterano contrario al régimen nazi, al término de la Segunda Guerra Mundial entró de aprendiz en la Casa de Publicaciones de la Juventud Protestante, entidad que tenía la sede en su Wuppertal natal. El muchacho, de profundas convicciones cristianas, se mostró activo en la Iglesia Confesional, o Confesante (Bekennende Kirche), famoso movimiento ecuménico del protestantismo alemán que reunía a representantes de las iglesias luterana-evangélica y reformada, y que planteó la más vigorosa resistencia desde la sociedad civil a la dictadura de Hitler, con trágicas consecuencias para su dirigente más ilustre, el pastor y teólogo Dietrich Bonhoeffer, ejecutado en abril de 1945.

En 1949, el año de la proclamación de la República Federal de Alemania, abandonó la escuela secundaria sin terminar el bachillerato y se dedicó de lleno a su pasión intelectual, el mundo de los libros y el periodismo. Ejerció de articulista, corrector de estilo, ensayista, editor y representante de ventas, se familiarizó con todas las etapas del proceso editorial y progresó en la profesión con rapidez. Mayormente, producía y gestionaba contenidos de temática religiosa y social. En 1954, con 24 años, se convirtió en responsable administrativo de la Casa de Publicaciones de la Juventud Protestante y se integró también en el consejo editorial del periódico Gesamtdeutschen Rundschau.

De tendencias políticas moderadas, impregnadas de humanismo cristiano, Rau ingresó en diciembre 1952 en el Partido Popular Panalemán (GVP), novísima agrupación de ideario pacifista, opuesta al rearme exigido por las potencias occidentales como condición para la restitución de la soberanía al país y su ingreso en la OTAN, a la vez que favorable a la reunificación con la República Democrática Alemana, puesta en marcha por las tropas de ocupación soviéticas y los comunistas locales. El programa del GVP era perfectamente utópico cuando propugnaba que ese Estado panalemán fuera neutral y desmilitarizado.

En 1957 Rau secundó al líder del GVP, Gustav Heinemann, futuro presidente de la República (y su futuro abuelo político, a título póstumo), en la doble decisión de disolver la formación al no haber sido capaz de alcanzar el 5% de los votos necesario para entrar en el Bundestag o Cámara baja del Parlamento federal, y de disolverse en el seno del Partido Social Demócrata (SPD). El entonces presidente del SPD, Erich Ollenhauer, venía encabezando la oposición parlamentaria al Gobierno del canciller Konrad Adenauer, jefe de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y paisano renano de Rau, en su caso católico. La primera posición de Rau en el SPD fue, desde 1958, la de secretario de las Juventudes Socialistas de Wuppertal, labor que fungió en los cuatro años siguientes.

También en 1958 ganó su primer mandato popular como diputado del Landtag o Parlamento del estado de Renania del Norte-Westfalia, escaño en el que iba a ser reelegido ininterrumpidamente en los 41 años siguientes, todo un récord de fidelidad a una circunscripción y de popularidad ante unos electores. En 1962 se inscribió en el Sindicato de Educación y Ciencia (GEW) y pasó a formar parte del Comité Ejecutivo de la bancada del SPD en la cámara legislativa de Düsseldorf. Dos años después, entró como concejal en el ayuntamiento de Wuppertal y en 1965 fue nombrado miembro seglar del Sínodo de la Iglesia Evangélica Renana. Rau conciliaba de manera singular sus facetas de cargo electo de un partido de izquierda -que hasta el congreso de Bad Godesberg, en 1959, había tenido doctrina marxista-, militante luterano y editor de publicaciones religiosas. También en 1965, se convirtió en director general de la Casa de Publicaciones de la Juventud Protestante. En 1966 tomó asiento en la presidencia de la Conferencia de Iglesias Evangélicas Alemanas.

En 1967 Rau abandonó la jefatura de los munícipes socialdemócratas de Wuppertal para liderar el grupo parlamentario en el Landtag, el cual, merced a la victoria en las urnas frente a los cristianodemócratas de Franz Meyers, había recobrado la mayoría y acababa de investir como ministro-presidente del land al cabeza del SPD regional, Heinz Kühn. Se trataba aquella de una función política de alto relieve que demandaba una dedicación plena, así que Rau se despidió también de su trabajo en la empresa editorial.

En 1968 accedió al Comité Ejecutivo federal del SPD bajo la presidencia de Willy Brandt, y en 1969, año de la llegada de Brandt a la Cancillería, salió elegido alcalde de Wuppertal. En 1970 cesó en ese mandato municipal y también como jefe del SPD en el Landtag renano al ser nombrado por Kühn ministro de Ciencia e Investigación de su ejecutivo. En los ocho años siguientes, Rau se distinguió como un promotor de la educación universitaria en el estado de Renania del Norte-Westfalia, y su ministerio inauguró varios centros académicos, entre ellos la primera universidad a distancia de la RFA, en Hagen. Sin embargo, su decisión en 1972 de expulsar de la docencia de la Academia Estatal de Arte de Düsseldorf al artista conceptual Joseph Beuys por haber apoyado a los estudiantes radicales fue muy criticada por personalidades progresistas de la cultura.


2. Los años al frente del Gobierno renano

En 1977 Rau fue elegido por sus correligionarios presidente del SPD estatal y cabeza de lista para las elecciones al Landtag del año siguiente. La victoria fue de nuevo para el SPD, así que el 20 de septiembre de 1978 Rau tomó posesión como ministro-presidente del land. En consecuencia, subió un peldaño en el escalafón del SPD federal y adquirió membresía en su restringido Presidium.

Dirigente popular capaz de conectar con el ciudadano de a pie, en las dos décadas siguientes, Rau, que se ganó a pulso los remoquetes satíricos de Hermano Johannes (Bruder Johannes) y Predicador de Wuppertal por su machaconería religiosa, ganó para el SPD todas las elecciones en el estado más populoso e industrial del país, en tanto que la sección federal de Bonn fracasaba una y otra vez frente a la CDU de Helmut Kohl y sus asociados socialcristianos (CSU) y liberales (FDP). El SPD renano triunfó en los comicios de 1980, 1985 (en esta edición, con una mayoría absoluta sin precedentes, el 52,1% de los votos), 1990 y 1995. Esta sucesión de éxitos convirtieron a Rau en una especie de héroe y en una referencia esperanzadora para las huestes socialdemócratas, que, pese al continuo recambio de presidentes orgánicos y de candidatos a la Cancillería, no eran capaces de batir a sus rivales conservadores a nivel federal. En 1982 el partido le escogió para una de las vicepresidencias federales.

En tanto que ministro-presidente estatal, a Rau le tocó servir de presidente del Bundesrat o Cámara alta del Parlamento federal en dos ejercicios, entre el 1 de noviembre de 1982 y el 31 de octubre de 1983, y del 1 de noviembre de 1994 al 31 de octubre de 1995. Su prolongada gestión al frente de Renania del Norte-Westfalia se caracterizó por una política de profundas reformas estructurales (Strukturwandel), no exenta, eso sí, de pragmatismo, en virtud de la cual los viejos altos hornos y gigantes fabriles de la cuenca del Ruhr sufrieron reconversión para abrir paso a nuevas plantas de producción siderúrgica especializada y a empresas relacionadas con las nuevas tecnologías y la protección medioambiental.

Uno de los rostros señeros del ala conservadora del SPD, esto es, proatlantista sin ambages y adversaria de cualquier compromiso electoral con Los Verdes, Rau hizo de esos planteamientos sendas condiciones para ser elegido el 26 de agosto de 1986 candidato del partido a la Cancillería en el congreso celebrado en Nüremberg. Los socialdemócratas alemanes confiaban en que, después del fiasco de 1983 con Hans-Jochen Vogel, Rau les devolviera al Gobierno federal. No obstante, las elecciones del 25 de enero de 1987 revalidaron la coalición de democristianos y liberales presidida por Kohl; el SPD, de hecho, experimentó un sensible retroceso. Sin embargo, la dirigencia del partido tendió a responsabilizar del amargo revés al septuagenario Brandt, que en marzo se vio obligado a renunciar como presidente del partido. La falta de alternativas sólidas empujó al Comité Ejecutivo del SPD a ofrecer el puesto de presidente a Rau, pero éste estaba escaldado por el fracaso de la aventura federal de enero y prefirió seguir gobernando en su seguro bastión renano. El sucesor de Brandt fue el jefe del grupo parlamentario del Bundestag, Hans-Jochen Vogel.

En 1993 Rau rigió durante unos días como presidente interino del partido, entre la dimisión de Björn Engholm, acosado por el que la prensa dio en llamar escándalo Barschel, el 3 de mayo, y la elección de Rudolf Scharping para el puesto, el 13 de junio. El 13 de septiembre de ese año Rau fue nominado por el SPD candidato a la Presidencia federal, pero en las elecciones del 23 de mayo de 1994 perdió en tercera votación ante Roman Herzog, propuesto por la CDU y sus aliados. El partido regional obtuvo la cuarta victoria consecutiva con Rau a su frente en los comicios de mayo de 1995, aunque esta vez el todavía respetable 46% de los votos que recibió no le aparejó la mayoría absoluta de escaños. Desdiciéndose de anteriores posicionamientos, Rau se aseguró su quinta gobernación merced a un pacto de coalición con Los Verdes.


3. Octavo presidente federal de Alemania

El 23 de mayo de 1998 Rau cesó como presidente del SPD en Renania del Norte-Westfalia y cuatro días más tarde hizo lo propio con el ministerio presidencial del land, poniendo fin a dos décadas de liderazgo regional, el más añejo de todos los lander alemanes. Franz Müntefering y Wolfgang Clement, a los que presentó como el recambio generacional, le sucedieron respectivamente en ambos puestos. Meses después, el SPD, de la mano de Gerhard Schröder, reconquistaba el Gobierno federal tras pasarse 16 años en la oposición.

El 2 de noviembre de 1998 Rau obtuvo la segunda nominación del Comité Ejecutivo de su partido para la Presidencia federal. La elección competía a la Asamblea Federal o Bundesversammlung, colegio electoral formado para la ocasión por los 603 diputados del Bundestag y otros tantos seleccionados por los landtags de los estados, que enviaban delegaciones compuestas por diputados de sus hemiciclos en función de las cuotas parlamentarias de sus partidos y por personalidades no políticas. Toda vez que el SPD y Los Verdes ostentaban la mayoría absoluta en el Bundestag como resultado de las elecciones del 27 de septiembre, la liza se le presentaba a Rau con unas razonables garantías de victoria. Ciertamente, el 23 de mayo de 1999 Rau se impuso en la primera votación efectuada en la Asamblea Federal con 657 votos, y definitivamente en la segunda con una mayoría absoluta de 690 votos, frente a los 572 cosechados por Dagmar Schipanski, por la CDU y la CSU, y los 62 de Uta Ranke-Heinemann, candidata del Partido del Socialismo Democrático (PDS), los ex comunistas de la antigua RDA.

Curiosamente, Ranke-Heinemann era la hija de Gustav Heinemann, presidente federal en 1969-1974, luego tía de la esposa de Rau. Y ésto era así porque Rau llevaba casado desde agosto de 1982 con una nieta del fallecido estadista socialdemócrata, Christina Delius, politóloga de profesión y 25 años más joven que él, con la que había tenido tres vástagos, Anna Christina, en 1983, Philip Immanuel, en 1985, y Laura Helene, en 1986; en otras palabras, Rau puso final a su inveterada soltería y se estrenó en la condición de padre cuando ya era un cincuentón.

El 1 de julio de 1999 Rau tomó posesión como el octavo presidente desde la proclamación de la RFA y el segundo salido de las filas del SPD -su mentor, Heinemann, había sido el primero-, lo que llevó implícito las renuncias a su escaño en el Landtag de Renania del Norte-Westfalia y a todos sus puestos ejecutivos en el SPD nacional. En su discurso inaugural, el flamante mandatario prometió trabajar por la unidad de los alemanes, a los que se ofreció como "presidente e interlocutor", y, en especial, por la superación de las desconfianzas entre éstos y los residentes extranjeros, descritos por él como "los que viven y trabajan entre nosotros, pero no tienen pasaporte alemán".

Titular de una oficina a la que la Constitución germana confiere un elenco de funciones básicamente ceremoniales, institucionales y representativas, luego desprovista de poder político (si bien la Carta Magna reserva al jefe del Estado el derecho a no firmar una ley aprobada por el Bundestag si considera que la norma no se ajusta a la Constitución, un derecho de veto en la práctica que los predecesores de Rau ejercieron muy pocas veces), en líneas generales Rau desempeñó su mandato quinquenal con arreglo a las pautas preestablecidas, o, al menos, de acuerdo con lo que la clase política esperaba de él. Tratando de dejar a un lado los discursos altisonantes y las polémicas personales, Rau se apoyó en el prestigio del jefe del Estado alemán para hacer aportaciones al buen nombre del país en el ámbito internacional. Presidente viajero, a lo largo del quinquenio realizó 79 salidas al exterior.

En este terreno, su actuación más señalada fue con motivo del viaje oficial a Israel en febrero de 2000. Rau, que desde tiempo atrás venía interesándose por diversos aspectos del judaísmo, hizo historia en Jerusalén cuando leyó en alemán ante el pleno de la Knesset o Parlamento israelí una alocución de perdón por los crímenes cometidos por el régimen nazi contra los judíos en Europa. Los diputados israelíes pudieron escuchar: "Con el pueblo de Israel observando, me humillo delante de los asesinados, delante de los que no tienen tumbas ante las que pueda pedirles perdón (...) Pido perdón por lo que los alemanes hicieron, en mi nombre y en el de mi generación, en el interés de nuestros hijos y nietos, cuyo futuro me gustaría ver al lado de los niños de Israel".

En 2003 Rau terció en el debate nacional sobre si debía permitirse a las mujeres llevar el velo islámico en los centros de enseñanza. El presidente opinó que si el Ministerio de Educación prohibía esa indumentaria a las docentes, entonces también debería mandar retirar los símbolos religiosos cristianos y judíos. Esta manifestación fue criticada por sectores políticos tanto de derechas como de izquierdas, y por quienes opinaban que el velo usado por las mujeres musulmanas para cubrir su cabeza no es un símbolo religioso, sino político. En relación con esta polémica estuvieron sus exhortaciones a los alemanes autóctonos a hacer más por la integración de los foráneos, y a los extranjeros a mostrar la voluntad de integrarse. En 2002, también, amonestó tanto al Gobierno socialdemócrata-verde de Schröder como a la oposición cristianodemócrata y liberal por demorar la promulgación de la nueva ley sobre inmigración con sus peleas parlamentarias.

En la recta final de su mandato, que no quiso renovar pese a que constitucionalmente esta facultado para ello por considerar llegado el momento de la jubilación, Rau se permitió emplear un vocabulario inusualmente duro para valorar distintos aspectos de la vida nacional. El 12 de mayo de 2004 pronunció en Berlín un enérgico discurso que la opinión pública interpretó como una denuncia sin precedentes de los hábitos de la clase política alemana, una advertencia del peligro que entrañaba la paulatina desconexión entre los partidos y el resto de la población, y un diagnóstico muy negativo sobre la flaqueza de los principios morales en los poderes públicos y privados.

Entre otras cosas, Rau afirmó que "el egoísmo, la codicia y una mentalidad reivindicativa en sectores de las llamadas élites acaban con la confianza en las instituciones, en especial cuando sus representantes han perdido todo tipo de criterio", que "la pérdida de confianza en nuestro país tiene raíces profundas", y que "muchas veces somos testigos de cómo algunos representantes de la industria o con responsabilidades públicas se enriquecen desenfadadamente". Con este vibrante alegato, Rau puso colofón a 46 años de carrera política. El 1 de julio siguiente entregó el testigo a Horst Köhler, ex director del FMI y ganador de las elecciones de mayo como el candidato de la oposición conservadora al Gobierno de Schröder.

El estadista que gustaba de emplear en política el lema "reconciliar en vez de dividir" falleció en su domicilio de Berlín el 27 de enero de 2006, al poco de cumplir los 75 años. Aunque no se precisó la causa de su muerte, el público sabía que Rau arrastraba desde hacía años un cuadro de enfermedades del corazón y del sistema digestivo, y que tras abandonar la Presidencia había sufrido dos intervenciones quirúrgicas. El 7 de febrero recibió el preceptivo funeral con honores de Estado en la catedral de Berlín y fue enterrado en el cementerio berlinés de Dorotheenstädter, última morada de muchos grandes nombres de la cultura y la política germanas.

Johannes Rau fue doctor honoris causa por las universidades de Düsseldorf, Haifa, Ben-Gurion del Neguev y Austral de Chile, y por la Academia Teológica de la Iglesia Reformada de Budapest. Entre otras condecoraciones estatales, estuvo en posesión de la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la RFA, amén de varios galardones otorgados por colectividades judías y protestantes. Hasta su muerte fue miembro del Directorio Internacional del Centro Shimon Peres por la Paz.

(Cobertura informativa hasta 1/6/2006)