János Áder

El 2 de mayo de 2012 la Asamblea Nacional de Hungría eligió presidente de la República, el quinto desde la restauración democrática de 1990, a János Áder, dirigente del partido conservador en el poder, Fidesz-MPSz, el cual goza de una mayoría parlamentaria de dos tercios. Subordinado y estrecho colaborador de primer ministro Viktor Orbán, presidente del Legislativo durante el primer Gobierno (1998-2002) de la Fidesz y desde 2009 diputado europeo, Áder cubrió la vacancia institucional de su correligionario Pal Schmitt, forzado a dimitir en abril por el escándalo del plagio de su tesis doctoral. Con la colocación de este discreto jurista en la jefatura del Estado, una alta oficina básicamente protocolaria pero cuyo titular puede alterar el proceso legislativo ejerciendo el veto suspensivo a las normas que precisan de su firma para promulgarse, el controvertido primer ministro húngaro se asegura la tramitación, sin riesgo de trabas, de sus reformas legales, varias de las cuales han sido objetadas y denunciadas por la Unión Europea debido a su cariz autoritario. De hecho, Áder, fue corredactor de dos de estos cambios, el de la ley electoral y el que busca potenciar al Ejecutivo a costa de la judicatura en el esquema de poderes del Estado, tal como se aprecia en la nueva Constitución vigente desde el 1 de enero.

(Nota de edición: esta versión de la biografía fue publicada originalmente el 30/5/2012. János Áder fue reelegido por la Asamblea Nacional presidente de la República para un segundo y definitivo mandato de cinco años el 13/3/2017. Concluido este el 10/5/2022, Áder fue sucedido por Katalin Novák).

1. Cofundador de la Fidesz y mano derecha de Viktor Orbán
2. Sucesor del dimitido presidente Schmitt


1. Cofundador de la Fidesz y mano derecha de Viktor Orbán

Tras formarse como abogado en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) de Budapest, en 1986 entró a trabajar en el Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Academia de Ciencias Húngaras. En 1988 figuró entre los fundadores de la Alianza de Jóvenes Demócratas (Fidesz), movimiento democrático radicalmente anticomunista y de corte libertario donde adquirió pronto protagonismo un compañero de facultad cuatro años más joven, el carismático Viktor Orbán.

Áder asistió a la Fidesz como experto legal y en 1989 integró su delegación en las negociaciones de mesa redonda Gobierno-oposición, que aceleraron el final del monopolio del poder del partido comunista, el MSzMP, y la legalización del pluripartidismo. Posteriormente dirigió la campaña del partido para las elecciones libres de marzo y abril de 1990. Aunque los comicios fueron ganados por el social-conservador Foro Democrático Húngaro (MDF) de József Antall, él y Orbán se aseguraron el escaño en la nueva Országgyűlés o Asamblea Nacional, donde la Fidesz debutó con 21 diputados, una cuota decepcionante. Cuatro años después, en los comicios de mayo de 1994, Áder repitió misión organizativa y candidatura parlamentaria; en esta ocasión, los jóvenes demócratas obtuvieron unos resultados más mediocres aún y el triunfador electoral fue el Partido Socialista Húngaro (MSzP, sucesor reconvertido del MSzMP) de Gyula Horn.

Luego de propiciar Orbán una transformación ideológica y programática —asunción del liberalismo económico, aceptación de los objetivos euro-atlánticos de Hungría—, la Fidesz, con la coletilla de Partido Cívico Húngaro (MPP), hizo una espectacular remontada en las elecciones de mayo de 1998 y, aunque no superó en número de votos a los socialistas, sí recibió más escaños. El 18 de junio Áder se convirtió en presidente de la Országgyűlés a la vez que Orbán era designado primer ministro con la tarea de formar un Gobierno de coalición con el MDF y los agrarios del Partido de los Pequeños Propietarios (FKgP). El jurista encabezó el Parlamento húngaro hasta el final de la legislatura de cuatro años, la cual estuvo caracterizada por la estabilidad económica, el ingreso en la OTAN, las reclamaciones por Budapest de derechos especiales para las minorías magiares en los países vecinos y la aprobación de la controvertida Ley del Estatus, que mejoraba la situación jurídica de los nacionales extranjeros pero húngaros étnicos residentes en el país.

Las elecciones de abril de 2002 desalojaron a la Fidesz-MPP del poder y el mismo fue recobrado por la coalición mayoritaria del MSzP y la Alianza de Demócratas Libres (SzDSz). El 15 de mayo la socialista Katalin Szili relevó a Áder al frente de la Országgyűlés. Al poco de iniciar su travesía en la oposición al Gobierno de socialistas y liberales, que iba a ejercer con la máxima dureza, la formación conservadora encajó el descubrimiento de que el padre de su presidente orgánico y jefe del grupo parlamentario desde mayo de 2001, Zoltán Pokorni, había sido confidente de la policía política comunista. El escándalo abochornó a la Fidesz, que venía espoleando una campaña sensacionalista de revelaciones de viejos chivatos del antiguo régimen para socavar la posición del nuevo primer ministro, Péter Medgyessy, tal que Pokorni no tuvo más remedio que dimitir. Entonces, Orbán escogió a Áder para sucederle en las dos posiciones.

En mayo de 2003 la Fidesz celebró una convención en la que se dotó de un nuevo apellido, Asociación Cívica Húngara (MPSz), completó su metamorfosis de partido liberal a partido social conservador con retórica nacionalista y repuso a Orbán en la presidencia orgánica tras una ausencia de tres años. Áder retuvo la jefatura del grupo parlamentario y continuó en la cúpula como uno de los cuatro lugartenientes del caudillo indiscutible, siendo los otros tres Pokorni (vicepresidente), Pal Schmitt (vicepresidente) y László Kövér (presidente del Consejo Nacional).

Áder fue reelegido en la Asamblea por cuarta vez consecutiva en las votaciones de abril de 2006, vueltas a perder por su partido. En julio de 2009 abandonó el Legislativo húngaro para debutar en el Parlamento Europeo, a donde la Fidesz-MPSz envió 14 representantes como resultado de su arrasadora victoria (el 56,4% de los votos) en las elecciones del 7 de junio. Entonces, se habló de desacuerdos entre Orbán y su colaborador, fidelísimo durante dos décadas, que habría sido apartado a Europa a modo de castigo. En el hemiciclo de Estrasburgo, Áder se integró en el Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), del que el partido era miembro desde 2000.

Tras el triunfal retorno de los cívicos al Ejecutivo nacional, poniendo fin a ocho años en la oposición, en virtud de su aplastante triunfo en las generales del 11 y el 25 de abril de 2010 (formando lista conjunta con el Partido Popular Cristiano Democrático, KdNP, capturaron el 52,7% de los votos y 263 escaños, esto es, una mayoría de dos tercios), Orbán, nuevamente primer ministro, no dio ningún cargo oficial a Áder en Budapest, aunque a lo largo de 2011 el jurista sí tomó parte en la redacción de los borradores de sendas reformas legales altamente polémicas, la una afectando al poder judicial y la otra a la normativa electoral.

La reforma de la judicatura, enmarcada en un proceso constituyente de carácter unilateral, sin consenso partidista, que generó rechazo dentro y fuera del país, le costó al Gobierno Orbán un procedimiento sancionador de la Unión Europea, llegándose a la denuncia ante el Tribunal de Justicia de Luxemburgo, por entender Bruselas que la misma, al limitar la capacidad de pronunciamiento del Tribunal Constitucional, adelantar drásticamente la edad de jubilación de todos los jueces, fiscales y notarios del país y crear una Oficina Nacional de la Judicatura con la potestad de seleccionar magistrados, ponía en peligro la independencia del poder judicial y conculcaba el derecho comunitario.


2. Sucesor del dimitido presidente Schmitt

El 2 de abril de 2012, con múltiples frentes abiertos con la UE y la oposición doméstica por el déficit excesivo, la nueva Constitución —en vigor el 1 de enero— y el paquete de reformas legales de signo autoritario y restrictivo, Orbán encajó la dimisión del presidente de la República desde 2010, Pál Schmitt, incapaz de refutar la acusación, confirmada por una investigación académica, de que había plagiado su tesis doctoral de temática deportiva.

En su corta ejecutoria, Schmitt había cumplido a rajatabla lo que Orbán esperaba de él al promover su elección parlamentaria en 2010: ser un presidente dócil, meramente instrumental en los trámites de aprobación de los proyectos legislativos del Gobierno del partido del que era miembro, los cuales tan sólo requerían su firma para convertirse en leyes. En este sentido, el cívico Schmitt se había desmarcado de su predecesor, László Sólyom, un jurista independiente proclive a poner pegas constitucionales a determinados paquetes legislativos y a hacer prevalecer actitudes personales en los formalismos de la institución.

En cambio, Schmitt, antiguo esgrimista olímpico, se había ceñido estrictamente a las funciones representativas y ceremoniales características del puesto y no había obstruido los designios de la mayoría parlamentaria; así, su rúbrica permitió las promulgaciones de la Ley de Prensa, de la reforma electoral expresamente diseñada para favorecer a la Fidesz-MPSz, de la ley que afectaba al Banco Nacional de Hungría y de la nueva Constitución, denunciada por los detractores de Orbán en la calle por su sesgo fuertemente ideológico de derechas, los recortes que hacía a algunos derechos civiles y sociales, y el reequilibrio de los poderes del Estado en favor del Ejecutivo. Por de pronto, siguiendo con el procedimiento constitucional, la vacancia de Schmitt fue cubierta en funciones por el presidente de la Asamblea Nacional, László Kövér. Sin embargo, Orbán deseaba seguir teniendo en la Presidencia de la República a un hombre del partido, mejor si estaba involucrado en el reordenamiento jurídico lanzado por el Gobierno. El candidato ideal era el discreto y cumplidor Áder.

El 16 de abril el primer ministro y la Fidesz-MPSz nominaron a Áder candidato presidencial, aspiración que no topó con postulaciones rivales. El 2 de mayo, sin sorpresas de ningún tipo, la Asamblea eligió al ya ex eurodiputado por 262 votos a favor y 40 en contra, los efectuados por el partido ultraderechista Jobbik. Los otros dos grupos parlamentarios, los socialistas y los ecoliberales, dieron la espalda a la sesión: los primeros se ausentaron del hemiciclo y los segundos no votaron. Inmediatamente después de proclamarse el resultado de la votación, Áder prestó juramento del puesto con un mandato inicial de cinco años. En su discurso inaugural, el nuevo jefe del Estado dirigió un mensaje conciliador a la comunidad internacional que tenía en el punto de mira a Hungría: "Les digo a los países vecinos y a nuestros aliados de la UE y la OTAN que cuentan con nuestra oferta de amistad y respeto, lo que significa que nosotros esperamos recibir también el mismo trato". Áder inició sus funciones al cabo de ocho días, el 10 de mayo.

János Áder está casado con Anita Herczegh, de profesión juez (e hija del magistrado Géza Herczegh, quien fuera juez en la Corte Penal Internacional), y es padre de cuatro hijos.

(Cobertura informativa hasta 1/6/2012)