Edgar Lungu

Las elecciones presidenciales celebradas en Zambia en enero de 2015 fueron ganadas por el candidato del oficialismo, Edgar Lungu. Ministro de Defensa y Justicia con el presidente Michael Sata, fallecido en el cargo en octubre de 2014, Lungu entabló con el presidente de la República en funciones, Guy Scott, de raza blanca y hasta entonces vicepresidente, una pugna por el liderazgo vacante en el partido del Gobierno, el Frente Popular (FP), donde se impuso sin muchas dificultades. Nada más asumir la jefatura del Estado, Lungu sufrió un percance de salud que desató todas las alarmas, más porque Zambia ya ha visto perecer por enfermedad a dos presidentes en ejercicio, Levy Mwanawasa y Sata, en los últimos siete años. El sexto dirigente zambiano, cuyo mandato constitucional expira en 2016, momento en que podrá optar a la reelección, viene aplicando una política, contrariamente a lo prometido en su campaña electoral de tintes populistas, de menor presión fiscal sobre las empresas extranjeras, chinas en buena medida, que explotan los recursos mineros, fundamentalmente el cobre. Las exportaciones cupríferas son el puntal del crecimiento económico sostenido que viene experimentando Zambia y proporcionan el grueso de los ingresos de la nación africana, la cual, pese a algunos progresos , tiene al 60% de su población sumida en la pobreza.

(Texto actualizado hasta noviembre 2015)

Ministro del Gobierno de Michael Sata
Casado y con seis hijos, Edgar Lungu se licenció en Derecho por la Universidad de Zambia en 1981 y luego amplió su formación en el Zambia Institute of Advanced Legal Education (ZIALE). En Lusaka realizó prácticas jurídicas en el Ministerio de Justicia, la compañía minera estatal Zambia Consolidated Copper Mines (ZCCM) y el Barclays Bank. Una vez cualificado como abogado, fue reclutado por un bufete de la capital. A mediados de la década de los ochenta puso un paréntesis a la abogacía para recibir adiestramiento militar en el Servicio Nacional Zambiano (ZNS), una de las ramas de la Fuerza de Defensa Zambiana (ZDF).

Como muchos colegas de la profesión legal, Lungu dio el salto a la política. Su primera militancia discurrió en el Partido Unido para el Desarrollo Nacional (UPND), agrupación liberal fundada en 1998 por Anderson Mazoka y situada en la oposición al Gobierno del Movimiento por la Democracia Multipartidista (MMD), entonces liderado por Frederick Chiluba, el segundo presidente en la historia de Zambia, sucesor en 1991 del padre de la independencia, Kenneth Kaunda. Mazoka fue derrotado en las elecciones presidenciales de 2001 por el candidato del oficialismo, Levy Mwanawasa, y posteriormente Lungu optó por unirse al Frente Patriótico (PF) de Michael Sata, un antiguo ministro de Kaunda y de Chiluba, de orientación socialdemócrata.

En las elecciones presidenciales del 20 de septiembre de 2011, Sata, en su cuarto intento en estas lides, consiguió por fin la victoria, derrotando al presidente en ejercicio del MMD, Rupiah Banda, quien había reemplazado al fallecido Mwanawasa en 2008. Sata tomó posesión el 23 de septiembre con un programa centrado en las inversiones sociales, la lucha contra la corrupción y la pobreza, y la revisión de los contratos abusivos de explotación minera firmados por los gobiernos del MMD con empresas extranjeras, en particular las chinas. Situado en el círculo de colaboradores de Sata, apodado King Cobra por su estilo pugnaz y su lengua viperina, Lungu, al que también llamaban por el sobrenombre de Ba Edigar, entró en el Ejecutivo como ministro júnior en la oficina del Vicepresidente de la República, Guy Scott.

En julio de 2012 Sata le ascendió a miembro del Gabinete como portador de la cartera del Interior y en diciembre de 2013 el presidente le confió el Ministerio de Defensa, a cuyo frente había dimitido Geoffrey Bwalya Mwamba en un contexto de crecientes desencuentros en el seno del PF. La posición política de Lungu adquirió un gran relieve a lo largo de 2014, en paralelo a la paulatina retirada de Sata del primer plano a causa de una enfermedad no precisada, que terminó por incapacitarlo para gobernar. Con Sata desaparecido de la escena pública, el antiguo abogado empezó a proyectarse como una especie de primer ministro de facto. Su ascenso al vértice del poder quedó confirmado a finales de agosto al desplazar a Wynter Kabimba, cesado por Sata sin dar explicación, como secretario general del PF y ministro de Justicia, cargo que sumó a la titularidad de Defensa.

Elecciones como líder del Frente Patriótico y presidente de Zambia
El 19 de octubre de 2014 Sata, gravemente enfermo, partió al extranjero para recibir tratamiento médico, dejando las riendas efectivas del país a Lungu. El presidente falleció en un hospital londinense el 28 de octubre. En aplicación de las previsiones constitucionales, el vicepresidente de la República, Scott, de ascendencia escocesa, fue investido presidente en funciones con la tarea de convocar elecciones presidenciales antes de 90 días. De inmediato, estalló un grave conflicto entre Scott, que al ser hijo de padres no nacidos en Zambia no podía postularse a la jefatura del Estado, y Lungu por el control del PF. El 3 de noviembre Scott, instigado por Kabimba y otros, tomó la inesperada iniciativa de destituir a Lungu como secretario general del partido, función que confirió al diputado Davis Mwila. La reacción del despedido fue fulminante, tachando su cese de "ilegal" y acusando a Scott de "insultar nuestra cultura".

Al mismo tiempo, nutridos grupos de partidarios de Lungu salieron a manifestarse en Lusaka, algunos portando armas blancas, y lanzando amenazas nada veladas a Scott, al que echaron en cara su condición de blanco. La Policía antidisturbios sostuvo choques con los manifestantes en diversos puntos de la capital. Uno de los lugares más conflictivos fue el exterior del edificio gubernamental que acogía la capilla ardiente con los restos de Sata, recién repatriados de Londres y a la espera de recibir unos solemnes funerales de Estado y de ser enterrados.

Visto el panorama, el mandatario interino no tuvo más remedio que revocar la destitución de Lungu. La contramarcha dejó a las claras que Scott disponía de menos apoyos internos que su adversario. El forcejeo por el poder se saldó con victoria total para Lungu, que el 13 de noviembre fue proclamado por el Comité Central del PF candidato presidencial del partido en las votaciones convocadas para el 20 de enero de 2015 y de paso presidente orgánico de la agrupación, secundado por Bridget Atanga como nueva secretaria general. Ambas decisiones, tomadas de espaldas a Scott, al que el Comité Central declaró "suspendido" en sus funciones dirigentes por exhibir una "conducta inconstitucional", fueron ratificadas el 30 de noviembre por una Convención Nacional que presentó varias irregularidades de forma, principalmente la aclamación de Lungu, hecha a mano alzada de los asistentes y no mediante voto secreto. La candidatura presidencial de Lungu frustró entre otras la aspiración de Mulenga Sata, hijo de Michael Sata y alcalde de Lusaka. El 4 de diciembre una corte superior de justicia zanjó la controversia legal suscitada al dictaminar que el ministro de Defensa era el legítimo presidente y candidato presidencial del PF, y no el economista Miles Sampa, promovido para ambas funciones por la debilitada facción de Scott.

La cruda pendencia instalada en las filas del PF alimentó las especulaciones sobre sus consecuencias negativas para el oficialismo en las elecciones de enero de 2015, a las que la oposición, sin embargo, acudía dividida. Al final, Lungu, quien durante la campaña hizo gala de un estilo populista muy parecido al de Sata, con promesas de abaratamiento de los alimentos y los combustibles, y la confirmación de que la fuerte subida de las obligaciones fiscales de las compañías mineras extranjeras, anunciada por Scott, seguía en pie, se alzó con la victoria en las urnas por un estrecho margen con el 48,3% de los votos, menos de dos puntos de ventaja sobre su principal contrincante, Hakainde Hichilema, creso hombre de negocios y el líder del UNPD. Con todo, el porcentaje sacado por Lungu era más elevado que los obtenidos por Mwanawasa en 2001 y 2006, por Banda en 2008 y por Sata en 2011. Ninguno de los cuatro había llegado al 50% de los votos, pero en Zambia no existe la segunda vuelta. Otros nueve postulantes, los más destacados de los cuales eran Edith Nawakwi por el Foro para la Democracia y el Desarrollo (FDD), Nevers Mumba por el MMD y Tilyenji Kaunda, hijo de Kenneth, por el anterior partido único, el UNIP, no llegaron al 1% de los sufragios cada uno.

Hichilema arremetió contra los datos del escrutinio publicados por la Comisión Electoral, habló de "elecciones robadas" y adjudicó a Lungu el estigma de "presidente ilegítimo", pero llamó a sus seguidores a no provocar disturbios, recordando la cercanía de las elecciones generales de 2016, en la que volvería a competir. El equipo de observación de la Unión Africana, presidido por la sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma, en cambio, no detectó indicios de fraude y felicitó a los zambianos por haber organizado "una elección ejemplar, exitosa y pacífica". La participación quedó fijada en el 32,4% del censo, con diferencia la más baja de las seis elecciones presidenciales habidas desde 1991 y que los observadores atribuyeron a los problemas logísticos causados en muchas circunscripciones por las lluvias torrenciales caídas en las últimas semanas.

El 25 de enero de 2015 Lungu prestó juramento como presidente de Zambia, el sexto desde la independencia nacional en 1964, con un mandato limitado a menos de dos años, hasta completar el ejercicio constitucional del difunto Sata. Al alinear su Gabinete, el presidente retuvo la cartera de Defensa. Por primera vez, el puesto de vicepresidente recayó en una mujer, Inonge Wina.

A lo largo de su paulatino ascenso al poder desde finales de 2014, Lungu, de 58 años, había dado pábulo a una serie de rumores y noticias sobre ciertos problemas de salud; en concreto, se habló de diabetes. El interesado, a través de portavoces, negó padecer dolencia alguna. Pero el 8 de marzo, transcurrido poco más de un mes desde su toma de posesión, el mandatario se desplomó mientras pronunciaba un discurso en Lusaka con motivo del Día Internacional de la Mujer. Tras unos momentos de revuelo y confusión, el orador, ya recuperado, volvió al pódium y retomó el micrófono para tranquilizar a los presentes, informándoles que se encontraba mejor. Sin embargo, el dirigente fue rápidamente trasladado a un hospital militar local. La oficina presidencial comunicó que el jefe del Estado había sido tratado de malaria recientemente y que, aunque la recuperación había sido buena, aún se encontraba fatigado. Casi de inmediato, este parte médico fue corregido con otro diagnóstico, uno de acalasia, o estrechamiento de esófago, una enfermedad poco frecuente. El 10 de marzo Lungu, ya dado de alta hospitalaria, anunció que, por prescripción facultativa, debía ausentarse del país para someterse a una intervención quirúrgica en el esófago en un centro especializado sudafricano. El paciente partió ese mismo día a Pretoria y cinco días después, una vez operado, estaba de vuelta en Lusaka para retomar su actividad institucional.

(Cobertura informativa hasta 1/4/2015)