Giro en el capitalismo mundial
La crisis del coronavirus no va a suponer la muerte de la globalización, pero sí va a transformar el modo en que se mueven los bienes, la información y las personas. Pol Morillas, director del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), está de acuerdo en que las grandes tendencias geopolíticas en marcha no van a sufrir “un vuelco absoluto”, pero subraya que sí habrá “elementos correctivos en el proceso de hiperglobalización”. Uno de esos elementos puede ser la intención de algunos Estados o clubes de Estados, como la Unión Europea, de destinar mayores recursos a cuestiones como la soberanía y la seguridad, especialmente en el terreno de la salud. Si se confirma esta tendencia, habrá más gasto dirigido a restablecer cierta producción que antes estaba en cadenas de valor globales o concentradas en Asia, como vacunas, medicamentos y otro material sanitario. “Esto no significa que el mundo poscoronavirus deje de ser un mundo globalizado. No podemos volver por completo a la producción nacional”, afirma.