Tyligulska, el megaparque eólico que levanta Ucrania como símbolo de resistencia a las bombas de Putin

Tyligulska, como se conoce a este megaparque eólico, vio la luz en 2020, salpicado por un contexto de pandemia. No comenzó a construirse hasta diciembre de 2021, tres meses antes de que estallara la invasión rusa de Ucrania. Con las aspiraciones renovables del país a flor de piel y 6 turbinas instaladas, el proyecto se paralizó. Las fuerzas enemigas avanzaban en Mykovaiv. Llegado el verano de 2022, y con el ejército ruso fuera de esta región, el plan siguió su marcha. Se hizo cargo DTEK Group, una empresa ucraniana centrada en mercados energéticos europeos que antes de la guerra proporcionaba alrededor del30% de la electricidad al país. Para el país ucraniano, las renovables se han vuelto una opción para hacer frente a los ataques que ha ido profiriendo Rusia a sus infraestructuras energéticas. Es una forma de diversificar. De acuerdo con Víctor Burguete, investigador sénior del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), "cuando estás apostando por las renovables, y particularmente en el eólico, estás dando una señal de confianza en la victoria del ejército ucraniano". Estas infraestructuras se convierten en un símbolo de la resistencia ucraniana, porque busca mejorar la resiliencia del sistema energético del país en pleno conflicto, donde las bombas de Putin se ceban con sus redes de energía. Según señala Burguete, "lo que te ofrecen las renovables es diversificar el suministro. Esto es importante no solo desde el punto de vista de la generación energética, sino también por el desarrollo de las redes".

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