El negocio de la guerra

Han pasado casi dos semanas desde que el grupo terrorista Hamás hiciera una de las mayores incursiones en territorio israelí que se recuerdan. Con esto ha estallado un conflicto que ya va dejando grandes ganadores y perdedores. Del lado de los victoriosos de momento están las empresas de dos mercados estratégicos: el armamentístico y el petrolífero. Víctor Burguete, investigador sénior en el área de geopolítica global y de seguridad del CIDOB, analiza las consecuencias que puede tener el conflicto a nivel económico y financiero. Según el investigador, “lo que tenemos es un conflicto local, y cuando miramos al pasado este tipo de eventos no tienen un impacto significativo en los mercados”. A pesar de eso, esto podría cambiar si el conflicto se regionalizase: "El problema real es si esto escalase a un enfrentamiento directo con Irán, o que EEUU también estuviera involucrado. El gran miedo del mercado financiero siempre es el Estrecho de Ormuz, el estrecho más importante del mundo y controlado en gran parte por Iran”. Burguete afirma, aun así, que por ahora no parece que haya un interés por parte de los agentes estatales de la región de escalar el conflicto.

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