Diez años de la ‘primavera árabe’: protestas, represión y una nueva ola de manifestaciones

Eduard Soler, investigador sénior del CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs), habla de “frustración”. “2011 fue una bocanada de optimismo y esperanza de cambio, un momento en el que parte de la población perdió el miedo, pero quedó frustrado”, explica. Soler subraya también que, más que ante el fracaso de la propia revuelta, estamos ante el “éxito de la ola contrarrevolucionaria”, con “altísimos niveles de violencia”. “Aquellos que han intentado organizarse para exigir mayores derechos han pagado el precio más alto”, añade.

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