Toomas Hendrik Ilves
Presidente de la República (2006-2016)
El dos veces ministro de Exteriores de Estonia entre 1996 y 2002 salió elegido presidente de la República, el tercero desde la independencia en 1991, en la votación efectuada el 23 de septiembre de 2006 por un Colegio Electoral de 345 miembros, donde se impuso al titular que aspiraba a la reelección, Arnold Rüütel. Antiguo líder de los Moderados, ahora llamados Partido Social Demócrata (SDE), y un entusiasta de la Unión Europea, su candidatura contó con el apoyo de cuatro partidos parlamentarios. Al igual que sus colegas de Lituania, Valdas Adamkus, y Letonia, Vaira Vike-Freiberga, Toomas Ilves es un hijo del exilio antisoviético que ha pasado la mayor parte de su vida en el extranjero, en su caso en Estados Unidos, y que de hecho tuvo la nacionalidad de su país de acogida hasta bien entrados los años noventa.
(Texto actualizado hasta septiembre 2006)
1. Responsable diplomático y dirigente partidista
2. Del Parlamento Europeo a la Presidencia de la República
1. Responsable diplomático y dirigente partidista
Los padres del futuro presidente de Estonia, al igual que cientos de miles de ciudadanos de las tres repúblicas bálticas, optaron por abandonar el país tras producirse en 1940 la ocupación y anexión soviéticas, pérdida de la independencia que preludió el azote de la Segunda Guerra Mundial y luego 45 años de sometimiento a la férula de Moscú. Los Ilves vivían en Estocolmo cuando en 1953 vino al mundo su retoño, pero pocos años después se trasladaron a Estados Unidos, país que ya poseía una nutrida colonia de exiliados y refugiados estonios. El joven, por tanto, creció y se educó en el país de acogida, haciéndose a la cultura autóctona como un estadounidense más, pero sin perder el contacto con sus raíces nacionales.
En 1974, una vez completada su formación escolar en Leonia, en el estado de Nueva Jersey, inició la carrera de Psicología en la Universidad de Columbia, donde compaginó los estudios con el trabajo, como asistente departamental de investigación. En 1976 obtuvo el título de Bachelor in Arts y dos años más tarde completó la licenciatura en la Universidad de Pennsylvania. No obstante esta titulación, Ilves tomó unos derroteros profesionales diferentes, relacionados con el manejo lectivo y periodístico de la palabra. En 1979 fue contratado como profesor de inglés y adjunto a la dirección por el Open Education Center de Englewood, Nueva Jersey. Además del inglés y el estonio, idiomas nativos que eran vehículos de expresión en los diversos ámbitos de su vida, aprendió el alemán y el español. En 1981 el joven se mudó a la ciudad canadiense de Vancouver para trabajar de administrador y directivo en el Centro de Arte local. En 1983 se puso a dar clases de Lengua y Literatura Estonios en la Universidad Simon Fraser de Burnaby, ciudad próxima a Vancouver y perteneciente también a la provincia de Columbia Británica.
La faceta de informador de Ilves surgió en 1984 con su incorporación a la plantilla de Radio Europa Libre/Radio Libertad (RFE/RL) en su estación de Munich. RFE/RL era y sigue siendo una organización de radiodifusión privada, aunque financiada por el Congreso de Estados Unidos, y orientada a los países europeos que por aquel entonces formaban parte del bloque comunista. En la última y tensa fase de la Guerra Fría, la carga ideológica prooccidental de sus emisiones era patente e Ilves fue uno de los cientos de jóvenes profesionales de la diáspora europea oriental que aceptaron gustosos trabajar desde las ondas por la difusión de informaciones y mensajes que incidían en la recuperación de la democracia en sus países de origen.
Durante cuatro años Ilves trabajó para RFE/RL como analista y documentalista, y en 1988 se hizo cargo de su Servicio Estonio, también en la urbe alemana. A principios de los años noventa, con la llegada de Internet y coincidiendo con los acontecimientos revolucionarios en el área geográfica sobre la que la emisora informaba, que en el caso de Estonia supusieron la recuperación de la independencia nacional en agosto de 1991, Ilves añadió a sus cometidos la redacción de artículos sobre actualidad política estonia que, firmados con su nombre, aparecían en el boletín electrónico distribuido diariamente a los suscriptores por correo electrónico.
A principios de 1993 su trayectoria profesional, hasta entonces multidisciplinar aunque no particularmente relevante, tomó un súbito y elevado vericueto cuando el Gobierno de coalición que presidía Mart Laar, jefe de la formación de derecha nacionalista Coalición Nacional Pro Patria (RK Isamaa), le reclutó para el servicio diplomático y sin solución de continuidad le nombró embajador de Estonia en Estados Unidos. Un nombramiento de esta naturaleza no era infrecuente en un Estado joven y pequeño que necesitaba de profesionales cosmopolitas para cubrir los distintos escalafones de la Administración y el Gobierno, muchos de los cuales eran hijos de la diáspora que ni ejercían ni vivían en el país de sus padres pero que ofrecían un valioso bagaje forjado en Norteamérica y Europa Occidental. En Ilves, que gozaba de excelentes contactos en su país de adopción y que de hecho aún tenía la ciudadanía estadounidense, las autoridades de Tallinn vieron las aptitudes necesarias para ocupar un cargo de esta importancia.
Como jefe de la legación estonia en Washington, que extendía la misión consular a Canadá y México, Ilves demostró su capacidad diplomática a la hora de estrechar las privilegiadas relaciones con Estados Unidos y de facilitar, induciendo la presión ejercida por el Gobierno de Bill Clinton, la retirada por Rusia de las tropas del antiguo Ejército soviético, cuyos últimos efectivos abandonaron Estonia en agosto de 1994. Tres años de servicios diplomáticos fueron suficientes para que a finales de noviembre de 1996 Ilves fuera reclamado desde Tallinn para asumir cometidos gubernamentales. La invitación fue hecha por el entonces primer ministro Tiit Vähi, del centroizquierdista Partido de la Coalición-Unión Rural (KMÜ), que necesitaba cubrir las bajas ministeriales causadas por sus hasta ahora socios del Partido Estonio de la Reforma (Reformierakond), de ideología liberal conservadora. El 2 de diciembre de 1996 Ilves tomó posesión del Ministerio de Asuntos Exteriores en sustitución del líder del Reformierakond, Siim Kallas y estrenó, de hecho, su primer trabajo en suelo estonio.
Ilves debutó en la alta política nacional como un independiente no afiliado a partido alguno. Pero en diciembre de 1997 se dio de alta en el Partido de los Campesinos Estonio (Eesti Talurahvaerakond), una fuerza extraparlamentaria con tres años de vida, liderada por Jaan-Hans Kuks y centrada en la defensa de los intereses de los productores agrarios. Entonces, el nuevo primer ministro desde marzo de 1997, Mart Siimann, del KMÜ, zanjó los rumores de dimisión de Ilves con el argumento de que el Talurahvaerakond no era antigubernamental. Con todo, el movimiento de Ilves creó malestar en el Gabinete. Uno de sus miembros más destacados, el titular de Interior, Robert Lepikson, arremetió públicamente contra su colega, actitud que le costó el puesto.
El 5 de abril de 1998 Ilves fue elegido presidente del Talurahvaerakond como colofón de un proceso de reestructuración que supuso la captación para sus filas del puñado de diputados derechistas del Partido Popular de Republicanos y Conservadores (VKR) y la adopción del nombre de Partido Popular Estonio (Eesti Rahvaerakond). Para deshacer las dudas sobre cuál era la actitud del Rahvaerakond con respecto al Gobierno, Ilves y Siimann firmaron un acuerdo de cooperación que por de pronto certificó la continuidad del primero en el Ejecutivo. Sin embargo, no cesaron los ataques contra Ilves por parte de algunos políticos del KMÜ. Como consecuencia, el 30 de septiembre, el ministro presentó la renuncia a Siimann, que se la aceptó. Ilves continuó en el puesto hasta la asunción de su sustituto, el independiente Raul Mälk, el 14 de octubre. En los casi dos años que duró su primer ejercicio ministerial, al que siguió un interludio más bien breve, Estonia dio el paso decisivo para materializar su aspiración de ingresar en la Unión Europea, presentada formalmente en 1995, con el arranque de las negociaciones oficiales el 31 de marzo de 1998.
Una vez fuera del Gobierno, Ilves pasó a presidir el Instituto del Atlántico Norte, una entidad con sede en Tallinn interesada en contribuir al refuerzo de un clima popular favorable al ingreso de Estonia en la OTAN, y sobre todo se dedicó a preparar su debut en las elecciones generales del 7 de marzo de 1999. Toda vez que el Rahvaerakond era un partido pequeño que no tenía asegurada la obtención de escaños, Ilves negoció y acordó con el líder de los Moderados (Mõõdukad), Andres Tarand, la formación de listas conjuntas que concurrieran bajo la sigla de esta formación de centroizquierda y miembro de la Internacional Socialista, así como un proceso de unificación orgánica después de los comicios. Los frutos de la alianza, fueron un 15,2% de los votos y 17 diputados, unos resultados no malos teniendo en cuenta el alto número de partidos en liza y lo equilibrado de sus fuerzas.
Para Ilves, estos comicios supusieron un segundo hito en su carrera política. Ganó su primer mandato representativo en el Riigikogu o Parlamento y acto seguido retornó al conspicuo puesto de ministro de Exteriores. Fue en el Gobierno de coalición mayoritario que forjaron los Moderados, el Reformierakond de Kallas y la Unión Pro Patria (Isamaaliit) de Mart Laar, quien volvió también a la posición de primer ministro por liderar el componente más votado del tripartito en unas elecciones que ganaron por mayoría simple los centristas de Edgar Savisaar. El segundo período ministerial de Ilves comenzó el 25 de marzo de 1999. Sus casi tres años de duración estuvieron dominados por una apretada agenda que perseguía la firma con la UE del Tratado de Adhesión y el arranque de las negociaciones con la OTAN, con la mirada puesta en 2004 como el año en que podrían tener lugar ambos ingresos.
El 30 de mayo de 1999 Ilves se felicitó por la decisión del congreso de su partido de dar luz verde a la fusión con los Moderados. Más bien una absorción de la fuerza minoritaria por su socio mayor, la operación supuso para los populares la adopción de un perfil ideológico de centroizquierda y el abrazo de las posiciones socialdemócratas que traían Tarand y los suyos, una mudanza de calado que generó mucha oposición en el ala conservadora del Reformierakond. La fusión de los dos partidos tuvo lugar en un congreso celebrado el 27 de noviembre de 1999. La formación resultante adoptó el nombre de Partido Popular-Moderados, con Tarand de presidente e Ilves de vicepresidente. También fueron elegidos vicepresidentes Ivari Padar y Katrin Saks, ministros respectivamente de Agricultura y Población.
En 2001, la decisión de Tarand de postularse a la Presidencia de la República en las próximas elecciones llevó implícita la renuncia a la presidencia del partido. Ilves era el favorito para sucederle, y en un congreso celebrado el 19 de mayo el ministro de Exteriores ganó casi por unanimidad, por 299 votos contra 13, después de renunciar a competir los otros dos aspirantes al puesto, Padar y Eiki Nestor, el ministro de Asuntos Sociales. El nuevo presidente de un partido que todavía empleaba un nombre, Moderados, mal casado con su doctrina y programa –no eran pocos los afiliados, e incluso dirigentes, que pedían renunciar a esta denominación, ya que inducía a pensar en posturas conservadoras-, hizo profesión de fe socialdemócrata al reclamar la sustitución del actual sistema tributario basado en el tipo de retención único por una fiscalidad progresiva y la reimplantación del impuesto sobre los beneficios empresariales, ya que su supresión, opinaba, no había repercutido positivamente en la creación de empleo.
2. Del Parlamento Europeo a la Presidencia de la República
El segundo ministerio de Ilves tocó a su fin el 28 de enero de 2002 con la asunción del nuevo Gobierno presidido por Kallas e integrado por el Reformierakond y el Partido del Centro Estonio (Keskerakond) de Savisaar. La caída de Laar tomó la forma de una dimisión anunciada a raíz de unas negociaciones emprendidas por los reformistas de manera unilateral con los centristas con vistas a la articulación de una mayoría alternativa de Gobierno. Sólo tres días después de esta mudanza el Riigikogu propuso a Ilves como uno de sus dos representantes, por cuenta de la oposición, para integrar la delegación nacional en la Convención sobre el Futuro de Europa, foro que arrancaba sus trabajos el 28 febrero con la misión de formular propuestas a una posterior Conferencia Intergubernamental en torno a una serie de cuestiones clave para el futuro de la UE, fundamentalmente la simplificación de los tratados, el reparto de las competencias y la prosecución de la reforma institucional. Sin embargo, la coalición gobernante manifestó su rechazo y el líder moderado declinó en favor de Tunne Kelam, de la Isamaaliit.
El 23 de octubre de 2002 Ilves anunció inesperadamente que dimitía como presidente de los Moderados en asunción de lo que le tocaba de responsabilidad por los malos resultados cosechados por el partido (el 4,4% de los votos en todo el país) en las recientes elecciones municipales. Con tono autocrítico, afirmó: "Los Moderados son el único partido socialdemócrata fuerte que defiende los intereses de la clase trabajadora en Estonia, pero yo me considero un intelectual que tiene la cabeza en las nubes". El 30 de noviembre, un congreso extraordinario eligió a Ivari Padar nuevo presidente de la formación. Este año Ilves se despidió también del Consejo Ejecutivo del Instituto Estonio de Política Exterior (EVI), un think tank estrechamente vinculado a los ministerios y los comités parlamentarios de Asuntos Exteriores, Defensa y Asuntos Europeos, y de cuya puesta en marcha dos años atrás era artífice.
No obstante cesar en el liderazgo de los Moderados, Ilves se mantuvo plenamente activo en la política. En las elecciones generales del 2 de marzo de 2003 fue reelegido en su escaño, pero el partido retrocedió al 7% de los votos y los seis diputados, quedando relegado a la sexta posición. Además de Ilves, sólo retuvieron el mandato Padar, Tarand, Nestor, Saks y Kadi Pärnits. El batacazo generó una marejada interna e intensificó el debate sobre la necesidad de cambiar el nombre del partido, pero un congreso celebrado el 10 de mayo fue incapaz de consensuar una denominación que reflejara a las claras su naturaleza socialdemócrata. Ilves, recién estrenado como uno de los seis diputados estonios destacados en el Parlamento Europeo en calidad de observadores, en su caso asociado al Grupo del Partido Socialista Europeo (PSE), cesó en la vicepresidencia del partido.
El estatus de diputado observador en la Cámara de Estrasburgo era interino, durante el período que delimitaban la firma del Tratado de Adhesión a la UE (16 de abril de 2003) y el ingreso oficial en la organización (1 de mayo de 2004). Al producirse aquel, Ilves se convirtió automáticamente en miembro pleno de la eurocámara. Las primeras elecciones al Parlamento Europeo tocaban el 13 de junio de 2004, pero antes los moderados, en un congreso celebrado el 7 de febrero, dieron el paso de abandonar la vieja denominación para llamarse en lo sucesivo Partido Social Demócrata (Sotsiaaldemokraatlik Erakond, SDE). Padar lanzó una dura crítica al liberalismo económico del Gobierno de Juhan Parts, del partido Res Publica (ResP), e Ilves fue seleccionado para encabezar la lista de candidatos en las europeas.
El cambio realizado por los antiguos moderados, aunque no dejaba de cosmético, ya que el ideario socialdemócrata llevaba años pregonándose, tuvo una acogida sensacional por el electorado, que en los comicios del 13 de junio otorgó al SDE el 36,8% de los sufragios y la mitad de los seis eurodiputados. El triunfo de Ilves y los suyos fue en verdad arrollador para los estándares estonios, siempre peleados con las mayorías absolutas, pero cabía matizarlo por la bajísima participación, el 26,7%, y por la prevalencia del voto de castigo a los partidos del Gobierno, que era una tendencia manifestada en todas las elecciones europeas celebradas en los nuevos estados miembros. Con todo, el corrimiento a la izquierda del sentir de los electores era evidente, y el SDE empezó a frotarse las manos imaginando lo que podía pasar en las elecciones generales de 2007. Con el arranque de la legislatura europea, Ilves fue elegido vicepresidente primero del Comité parlamentario de Asuntos Exteriores.
Que Ilves se había ido a Estrasburgo y Bruselas dejando en Tallinn una buena reputación política y personal se vio a las claras en abril de 2006 al resolver el SDE, la Isamaaliit de Tõnis Lukas, el ResP de Taavi Veskimägi y el Reformierakond que ahora dirigía Andrus Ansip, a la sazón primer ministro desde abril del año anterior a raíz de la dimisión de Parts, nominarle como su candidato de reserva para las próximas elecciones a presidente de la República, a celebrar a finales de agosto. Los comicios, indirectos, eran competencia de los miembros del Riigikogu. La Presidencia de la República era un puesto de prestigio pero constitucionalmente limitado al desempeño de funciones representativas, institucionales y de arbitraje del juego parlamentario. Su única atribución de peso político radicaba en el nombramiento del primer ministro. Esta potestad presidencial admitía un cierto margen para la elección personal, sobre todo en situaciones de ruptura gubernamental y de desacuerdo entre los partidos, lo que ya había sucedido en el pasado.
Ilves era la segunda opción tras la candidatura de Ene Ergma, vicepresidenta del Riigikogu y miembro del ResP. Sin embargo, resultaba poco probable que Ergma fuera elegida en la primera votación, así que la entrada de Ilves en la liza tenía muchas posibilidades de materializarse. La ley establecía que si un candidato no obtenía la mayoría de dos tercios, es decir, 68 votos, en tres votaciones celebradas por el Riigikogu en dos jornadas consecutivas, la decisión pasaba a un Colegio Electoral integrado por los 101 diputados y una mayoría de delegados de los gobiernos locales, cuyo número esta vez quedó fijado en 244. Al Colegio Electoral se sometían los dos candidatos que más votos hubieran obtenido en el Riigikogu, y aquí ya valía la investidura por mayoría simple.
El eurodiputado anunció estar listo para contender con el titular reeleccionista, Arnold Rüütel, que contaba con el respaldo de su antiguo partido, la Unión Popular Estonia (ERL), y del Keskerakond –los dos, socios de gobierno de los reformistas-, pero subrayó que si ganaba trataría de ser un presidente "políticamente activo" en las relaciones exteriores y también más dinámico en el terreno doméstico, haciendo oír su opinión sobre un amplio abanico de temas, promoviendo debates públicos sobre cuestiones de interés nacional y convirtiendo la institución presidencial en un verdadero think tank independiente de los partidos. También, ofreció trabajar para que la decena de nuevos estados miembros de la UE tuvieran una "visión común" de la construcción europea, enfoque que, según él, ahora mismo, no existía.
Los sondeos de opinión indicaban que si las elecciones fueran directas, el ganador por goleada sería el ex ministro de Exteriores, que gozaba de popularidad, sobre todo en los centros urbanos y entre los ciudadanos de estatus pudiente, gracias a su imagen de político competente (su propio apellido se prestaba a chistes elogiosos, ya que ilves significa lince en estonio) y a una estética un tanto sui géneris por el uso constante de vistosas corbatas de pajarita y por su afición al chicle, que podía vérsele mascar incluso en actos públicos. Por otro lado, el escenario del Colegio Electoral se antojó inevitable desde el momento en que populares y centristas anunciaron su decisión de no presentar a Rüütel ni a ningún otro candidato a las votaciones en el Riigikogu, y de abstenerse en las mismas. Según las encuestas, el ex comunista Rüütel era el preferido por el grueso de la importante minoría de estonios rusófonos, y estaba bien visto también en los medios rurales, donde Ilves era percibido como un político elitista y demasiado dado a atender las cuestiones internacionales en detrimento de las problemáticas de casa.
En la primera ronda, el 28 de agosto, Ergma se quedó a tres votos de la mayoría requerida y perdió su oportunidad. Entonces entró en escena Ilves, pero también se quedó corto, al contar a su favor 64 de los 65 votos emitidos, en las rondas segunda y tercera que tuvieron lugar al día siguiente. Como ya había sucedido en 1996 y 2001, hubo de convocarse el Colegio Electoral. El 23 de septiembre Ilves se batió con Rüütel y le ganó en primera votación por 174 votos contra 162, es decir, uno por encima de la mayoría válida. Ocho electores votaron en blanco y una papeleta fue declarada nula.
La prensa estonia saludó la elección del tercer presidente de la República desde la independencia de la URSS –el primero, Lennart Meri, archipopular titular del puesto entre 1992 y 2001, había fallecido unos meses atrás- y, con 52 años, el más joven con diferencia. De hecho, Ilves era el segundo jefe de un Estado miembro de la UE más joven, sólo superado por el gran duque Enrique de Luxemburgo, quien, sin embargo, como monarca, no era ni un político ni un dignatario elegido. Tras proclamarse presidente, Ilves hizo votos porque Estonia se dirigiera "con más fuerza al corazón de Europa" y desarrollara las relaciones con Rusia, aunque teniendo presente que "el camino a Moscú pasa por Bruselas". El 9 de octubre inició su mandato de cinco años después de, por imperativo constitucional, suspender su filiación partidista.
El presidente de Estonia está casado en segundas nupcias con Evelin Ilves (apellidada de soltera Int-Lambot), una administrativa del sector privado con la que formalizó relaciones en 2004 tras muchos años de vida en común y que le hizo padre por tercera vez en 2003. Con su primera esposa, la psicóloga estadounidense Merry Bullock, Ilves tuvo a sus dos hijos mayores.
(Cobertura informativa hasta 1/11/2006)