José María Figueres Olsen

La primera vuelta de las elecciones presidenciales costarricenses de 2022, celebrada el 6 de febrero, tuvo como ganador al centrista José María Figueres Olsen, candidato del Partido Liberación Nacional (PLN) y que ya fuera presidente de la República en el período 1994-1998. Tras colocarse primero de entre un pelotón de 25 contendientes con el 27,28% de los votos, casi 13 puntos menos de lo requerido para eludir la segunda vuelta, Figueres se medirá en el balotaje del 3 de abril con Rodrigo Chaves Robles, del Partido Progreso Social Democrático (PSD). La abstención en la primera vuelta fue históricamente alta, superior al 40%. Dato a tener en cuenta en un país que en el Democracy Index de The Economist figura por delante de Francia, España, Chile o Estados Unidos.

Figueres Olsen ya tenía un importante recorrido empresarial y político en Costa Rica cuando el 8 de mayo de 1994, con 39 años, se colocó la banda tricolor. Su sucesión electoral del socialcristiano Rafael Ángel Calderón Fournier fue un poderoso símbolo del arraigo de las prácticas democráticas y la paz social en la nación centroamericana: ellos eran los hijos de José Figueres Ferrer y Rafael Ángel Calderón Guardia, caudillos fundadores de sendas tradiciones políticas contrapuestas y enemigos en la guerra civil y Revolución de 1948. En su cuatrienio presidencial, Figueres combinó el liberalismo económico, una visión modernizadora del país y criterios de sostenibilidad social y ambiental, gestión híbrida que solo en menor medida se atuvo a la socialdemocracia vocal de su partido y más en particular de la corriente ideológica por él heredada, el figuerismo.

Algunas de las reformas que introdujo, como la bancaria, revirtieron de hecho parte del legado del patriarca Figueres Ferrer, Don Pepe, tres veces presidente del país y acaso la principal personalidad costarricense en el siglo XX. Su hijo acometió un tercer ajuste estructural antidéficit, redujo el peso del Estado en la economía, atrajo inversión foránea del sector tecnológico y apostó firme por el desarme arancelario y la integración comercial, tanto centroamericana como continental. La reestructuración del sector público acarreó despidos y en 1998 el descontento social condujo al PLN a la derrota electoral a manos del PUSC de Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, con quien Figueres había consensuado las impopulares reformas.

Tras abandonar la Presidencia, Figueres descolló en un amplio elenco de palestras globales, en particular las relacionadas con las TCI, la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. En 2004 encajó la imputación periodística de un cobro supuestamente ilícito de la empresa Alcatel, escándalo que le obligó a dimitir como CEO del Foro Económico Mundial, aunque (a diferencia de los también ex presidentes Calderón y Rodríguez, luego reos de corrupción) no derivó en consecuencias penales al no apreciar la Fiscalía indicios de delito. Durante años vivió en Suiza y España, y en 2011 regresó a Costa Rica para reanudar las actividades políticas, que le llevaron a postularse sin éxito para las primarias liberacionistas de 2013 y 2017. En todo momento, siguió muy activo en el mundo de las ONG y los grandes foros internacionales. Entre tanto, el viejo sistema bipartidista del PLN y el PUSC se vino abajo por la irrupción de fuerzas nuevas, principalmente el Partido Acción Ciudadana (PAC), ganador de las presidenciales de 2014 con Luis Guillermo Solís y de 2018 con Carlos Alvarado.

El 6 de junio de 2021, a los 66 años, 23 después de dejar el Ejecutivo y en el Bicentenario de la independencia de Costa Rica, José María Figueres se impuso en la Convención Nacional Liberacionista sobre Rolando Araya y otros tres precandidatos. Tras su nominación, presentó un Plan de Gobierno sintetizado en el concepto de la Vía Costarricense al Bienvivir, con el que pretende "rescatar", "reinventar" y "transformar" un país que, diagnostica, se halla sumido en su "mayor debacle social y económica de los últimos cuarenta años", en parte por culpa de la COVID-19 y en parte también por la "improvisación" y la "falta de rumbo" de la Administración saliente. El candidato del PLN enmarca su plan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. El proyecto figuerista para "reconstruir una sociedad devastada por la pandemia" y "retomar la senda del desarrollo con equidad" presenta tres grandes ejes.

Para empezar, revistiendo un carácter de "emergencia" y concebido como el mejor camino para reducir la pobreza, el fomento del empleo, con el compromiso de crear 200.000 puestos de trabajo en los dos primeros años, reduciendo al 9% la tasa de paro desde el 15% actual y movilizando para ello 2.000 millones de dólares para inversiones en vivienda, turismo, proyectos verdes y otros capítulos. No menos perentorio le parece a Figueres domeñar el déficit fiscal, que contando el pago de intereses supera el 5% PIB (si bien su tendencia es ya descendente), y estabilizar la deuda pública, esfuerzo de consolidación financiera que requerirá un "ajuste adicional" al introducido por la legislación vigente mientras se adoptan las medidas sobre gastos e ingresos del acuerdo con el FMI para un préstamo, ya ratificado por la Asamblea Legislativa, de 1.778 millones de dólares; para Figueres la "insostenibilidad fiscal del Estado desarrollista y benefactor" obliga a forjar un "pacto fiscal sostenible y equitativo", y a hacer "reformas profundas".

El tercer gran pilar del plan es la economía verde, donde Figueres, tan involucrado a nivel internacional, no escatima ambiciones: hoja de ruta para la neutralidad carbónica del país, transición completa hacia las energías renovables, producción nacional de biocombustibles, "pacto azul" por el océano, movilidad no contaminante y conversión de Costa Rica en una "capital mundial" de la ecoeficiencia y los data centers verdes. Más aún, propugna prohibir la exploración de gas, petróleo y carbón en la propia Constitución. Si su padre abolió el Ejército, él, afirma, "abolirá el petróleo para siempre". En política exterior, el candidato liberacionista promete reforzar los vínculos con Estados Unidos, Europa y China, así como una diplomacia "muy centroamericanista", lo que incluye "limar asperezas" con la dictadura orteguista de Nicaragua y la restitución de un embajador en Managua. El anglófono Figueres desea asimismo que Costa Rica se convierta en un país bilingüe.

El 8 de mayo de 2022 bien Figueres, bien su adversario Chaves tomarán el relevo a Carlos Alvarado, quien se despide con una valoración prácticamente unánime de presidencia fallida, desbordada por un acúmulo de problemas y crisis, socialmente contestada y minada además por escándalos políticos como los de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD) y los indicios de infiltración del narco en la Asamblea. El partido del oficialismo, el PAC, colapsó totalmente en las elecciones del 6 de febrero: en las presidenciales, su candidato, Welmer Ramos, quedó en décima posición con un irrisorio 0,66% de los votos, mientras que en las legislativas la formación fue barrida, pasando a ser extraparlamentaria. En la Asamblea entrante, el PLN revalida su condición de primera fuerza con 18 diputados, uno más que en la pasada legislatura, seguido del PSD y el PUSC. Frente al mensaje de Rodrigo Chaves de la enmienda a la totalidad de los gobiernos de las últimas décadas y de denuncia de "la corrupción de los mismos de siempre", el ex presidente del PLN vende las cartas de la experiencia y la solvencia, y su bagaje de especialista en nuevas tecnologías, acción climática y desarrollo sostenible con excelentes conexiones internacionales.

(Nota de edición: esta versión de la biografía fue publicada el 18/2/2022. José María Figueres, con el 47,15 % de los votos, resultó perdedor frente a Rodrigo Chaves de la segunda vuelta presidencial del 3/4/2022).

1. Trayectoria en los sectores público y privado con un apellido ilustre
2. El ejercicio presidencial de 1994-1998: ajuste financiero, reformas y libre comercio
3. Especialista internacional en las nuevas tecnologías, la acción climática y el desarrollo sostenible
4. El caso ICE-Alcatel, renuncia a la dirección del Foro de Davos y preservación de un perfil globalista
5. Nuevo proyecto en la política nacional


1. Trayectoria en los sectores público y privado con un apellido ilustre

El primogénito de los cuatro hijos del tres veces (1948-1949, 1953-1958 y 1970-1974) presidente de la República José María Figueres Ferrer, figura emblemática de la historia contemporánea de Costa Rica e hijo de inmigrantes catalanes, y de la embajadora y diputada Karen Olsen Beck, descendiente de daneses, oriunda de Nueva York y nacionalizada costarricense, nació en San José pero creció en la hacienda agropecuaria de la familia, La Lucha Sin Fin, situada en el distrito de San Cristóbal de Desamparados, al sur de la capital.

El muchacho cursó los estudios primarios en la escuela pública Cecilia Orlich de La Lucha y en el Humboldt Schule de San José, y los secundarios en el Colegio Lincoln, donde presidió el Gobierno Estudiantil. En 1974, al cabo del tercer mandato presidencial de su padre, José María partió con una beca a Estados Unidos para ingresar en la Academia Militar de West Point. En 1979 abandonó esta institución con una graduación en Ingeniería Industrial y retornó a Costa Rica para hacerse cargo de la gestión de algunas de las empresas fundadas por su progenitor, conocido popularmente como Don Pepe. En aquellos años, Figueres hijo repartió su trayectoria profesional entre el sector privado orientado a la exportación, como gerente general (1979-1984) de Fibras de Centroamérica, S.A. y presidente (1984-1987) de la Sociedad Agroindustrial San Cristóbal (SAISC), y el servicio público, en calidad de presidente de las juntas interventoras del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER, 1987-1988) y de la Administración Portuaria y Desarrollo de la Vertiente Atlántica (JAPDEVA, 1988).

Miembro del Partido Liberación Nacional (PLN), la fuerza de corte socialdemócrata fundada por su padre el 15 de abril de 1952, durante la presidencia de Óscar Arias Sánchez Figueres sirvió en el Gobierno como titular de las carteras de Comercio Exterior (1986-1988) y ministro de Agricultura y Ganadería (1988-1990). En tanto que ministro, formó parte de las juntas directivas del Instituto de Desarrollo Agrario (IDA), el Consejo Nacional de la Producción (CNP), la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (LAICA), el Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (SENARA), y la Oficina Nacional del Arroz (ONA). Además, entre 1990 y 1991 realizó unos estudios de posgrado en la Universidad de Harvard y obtuvo de su John F. Kennedy School of Government un máster en Administración Pública. El 8 de julio del primer año falleció en San José don José Figueres Ferrer, en adelante benemérito de la patria. El fundador de la moderna democracia costarricense tenía 83 años.

En 1993 Figueres presentó la precandidatura para la nominación de su partido de cara a las elecciones presidenciales de 1994, pero antes hubo de limpiar de sospechas su honestidad personal, cuestionada desde la publicación de un libro en el que se le implicaba en el asesinato bajo custodia policial de un traficante de marihuana, José Joaquín Chemise Orozco, en San José en 1973, cuando él ejercía un cargo honorífico de teniente en la Guardia Civil y su padre estaba terminando su tercer mandato. Figueres pleiteó en los tribunales de justicia con los autores del libro, los hermanos David y José Manuel Romero Mora, a los que acusó de libelo y demandó por injurias y calumnias.

Una vez ganada la interna verdiblanca a la ex esposa de Arias Sánchez, Margarita Penón Góngora, y otros cuatro precandidatos el 6 de junio de 1993, Figueres se inscribió para las elecciones nacionales del 6 de febrero de 1994. Las votaciones, caracterizadas por las descalificaciones personales entre los contrincantes, resultaron ser las más disputadas desde 1966, cuando la pugna entre el conservador José Joaquín Trejos Fernández y el liberacionista –más tarde ganador de la edición de 1974– Daniel Oduber Quirós. Con el 49,6% de los sufragios, Figueres batió al candidato oficialista, Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC, conservador), que obtuvo el 47,7%. La diferencia entre ambos fue tan sólo de 28.000 votos.

En las legislativas, el PLN se alzó también como el partido con más escaños, 28 sobre 57. Con todo, estos fueron los primeros comicios desde 1974 en que la victoria de un candidato presidencial no era respaldada por una mayoría absoluta de su formación en la Asamblea Legislativa. Ello iba obligar a los liberacionistas a asegurarse apoyos de manera permanente fuera de su grupo parlamentario para aprobar los distintos proyectos de ley.


2. El ejercicio presidencial de 1994-1998: ajuste financiero, reformas y libre comercio

El mandatario electo y sus compañeros de fórmula, el vicepresidente primero Rodrigo Oreamuno Blanco y la vicepresidenta segunda Rebeca Grynspan Mayufis, asumieron sus cargos el 8 de mayo de 1994 para un período constitucional de cuatro años.

A sus 39 años, Figueres Olsen se convirtió en el más joven presidente de Costa Rica en el último siglo. Sucedía a Rafael Ángel Calderón Fournier, hijo también de ex un presidente, Rafael Ángel Calderón Guardia (1940-1944), al que Figueres Ferrer había combatido y vencido por la vía insurreccional en la guerra civil y Revolución de 1948, desatada por la anulación de las elecciones presidenciales en las que Calderón, candidato del oficialista Partido Republicano Nacional, había resultado perdedor ante el aspirante opositor Otilio Ulate, apoyado por Figueres. Esta sucesión pacífica vino a simbolizar el arraigo de la cultura democrática en Costa Rica. Por otro lado, el flamante presidente nombró a su madre Karen Olsen, diputada liberacionista saliente, asesora presidencial y representante diplomática.

Figueres, que reclamaba posiciones de centro-izquierda y se mostraba muy crítico con el "neoliberalismo" caro al PUSC, encontró una situación económica y financiera comprometida, con el crecimiento al ralentí y un enorme déficit fiscal del 8,3%, el más elevado de América Latina, que le obligó a tomar medidas de austeridad impopulares. El nuevo presidente denunció también los términos del Programa de Ajuste Estructural negociado por el Gobierno calderonista con el Banco Mundial, postura que generó controversia en los círculos económicos y el sector privado.

Desdiciéndose de su promesa electoral de comedir el planteamiento liberal de la gestión económica, Figueres consensuó con la oposición socialcristiana, en virtud del polémico Pacto de Concertación suscrito con Calderón el 28 de abril de 1995, un tercer Programa de Ajuste Estructural orientado a continuar la disminución del peso del Estado en la economía. Sin embargo, este programa no satisfizo al Banco Mundial, que en marzo de 1995 renunció a otorgar a Costa Rica un préstamo de 80 millones de dólares. Al mismo tiempo, el mandatario insistió en el "desarrollo sostenible", concepto que él definía como la combinación de una serie de equilibrios en los terrenos económico, social y medioambiental. La sostenibilidad integral se abordó a través de un programa específico, la Agenda 21.

Esta era una plataforma que Figueres buscó impulsar también a nivel regional. Así, convenció a los demás presidentes centroamericanos para que adoptaran la Alianza para el Desarrollo Sostenible en Centro América (ALIDES), nuevo eje de integración política de la región que vio la luz en Managua el 12 de octubre de 1994. En 1996 Figueres figuró entre los promotores del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLADS), perteneciente a la INCAE Business School.

El crecimiento de la inflación, que superó el 23% en 1995, y la caída de la producción nacional, que tocó fondo con una tasa de crecimiento de solo el 1,3% en 1996 (el más bajo en una década), unidos a un aumento de la delincuencia común y la inseguridad ciudadana, recrudecieron el malestar social. Los educadores públicos se movilizaron, enérgicamente pero en vano, contra la Reforma de la Ley de Pensiones del Magisterio Nacional. En la calle se palpaba también el rechazo al pacto Figueres-Calderón, por el que el PUSC compartía agenda legislativa con el PLN, diluía su oposición parlamentaria y se convertía en la práctica en un socio de gobierno. Ante esta situación, Figueres propuso, superado ya el ecuador de su mandato, un paquete de medidas enérgicas para combatir la deuda pública, atraer inversión extranjera como motor del desarrollo, sobre todo en las áreas del ecoturismo y la tecnología, modernizar las telecomunicaciones y la red vial, y extender y potenciar los sistemas sanitario, educativo y de pensiones.

Luego de abrir con Calderón y los socialcristianos una mesa de negociación, el presidente lanzó una batería de proyectos legales cuyo máximo exponente fue la Ley Orgánica del Banco Central de Costa Rica (BCCR), la cual puso fin a diversos monopolios del sistema bancario público, nacionalizado en 1949 por la Junta Fundadora presidida por su padre, y garantizó la autonomía del Banco Central. Así, desde el 27 de septiembre de 1996 los costarricenses pudieron abrir cuentas corrientes en bancos privados además de en los tres bancos estatales, el BCCR, el de Costa Rica (BCR) y el Internacional de Costa Rica (BICSA), si bien este último encaró un proceso de privatización. Un cuarto banco estatal, el Anglo Costarricense (BAC), fue intervenido y cerrado con gran controversia por el Gobierno ya en septiembre de 1994. Entonces, Figueres expuso a la opinión pública una situación de quiebra técnica del BAC a raíz de una ruinosa gestión de los fondos de inversión y pensiones de la entidad. La misma suerte corrió, en junio de 1995, el INCOFER, el instituto ferroviario del que Figueres se había hecho cargo en la década anterior y que se encontraba ahogado por las deudas.

Como otros presidentes del hemisferio, Figueres justificó la privatización y la liquidación de entidades del Estado en términos de alivio de los pagos de la deuda externa, saneamiento financiero y un mejor servicio a los ciudadanos. Otras reformas significativas, esta vez en el terreno social, fueron la modificación constitucional para destinar el 6% del PIB al gasto público en educación y la puesta en marcha de los Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (EBAIS). Además, el Gobierno del PLN negoció con éxito la inversión de la multinacional INTEL en Costa Rica, primera y más importante de un conjunto de inversiones posteriores en los campos de la informática, la microelectrónica y las telecomunicaciones. Otras compañías de high-tech que desembarcaron en el país centroamericano fueron Microsoft, Sawtech, DSC Communications y Hacer. En el último año del mandato de Figueres, 1998, el salto experimentado por las inversiones foráneas tiró a ojos vista de la economía, que creció más del 7% en este ejercicio en paralelo a una moderación de la inflación hasta el 12% anual. Entonces, el déficit de la hacienda del Estado también se había reducido.

En el plano exterior, el presidente costarricense participó en las Cumbres Iberoamericanas anuales y fue el anfitrión de dos Cumbres Centroamericanas: la XV ordinaria, en Guácimo, Limón, el 20 de agosto de 1994, y la especial con motivo de la participación del presidente estadounidense, Bill Clinton, en San José el 8 de mayo de 1997. En materia de integración regional, la Administración de Figueres concedió prioridad a la vía, igualmente escogida por Chile, de los acuerdos bilaterales. El Tratado de Libre Comercio suscrito con México el 5 de abril de 1994 entró en vigor el 1 de enero de 1995, haciendo de Costa Rica el primer Estado centroamericano en vincularse a través de México al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), iniciado a su vez el 1 de enero de 1994.

Especial interés revistieron las negociaciones con Estados Unidos en el seno de la Iniciativa de Las Américas, que planteaba un Área de Libre Comercio hemisférica (ALCA) para 2005. Precisamente, dentro de este proceso, San José fue en marzo de 1998 la sede de la cuarta Reunión Ministerial de Comercio y Foro Empresarial. Estas aproximaciones a los vecinos del norte se hicieron con preferencia sobre el marco inmediato del Mercado Común Centroamericano (MCCA), que a pesar de su nombre se hallaba poco evolucionado, era muy reducido y no satisfacía las expectativas exportadoras de la dinámica Costa Rica, la cual, ella sola, aportaba más de la tercera parte del total de transacciones entre el área MCCA y Estados Unidos.

Durante el cuatrienio figuerista, las negociaciones costarricenses en el ámbito centroamericano estuvieron pautadas por el interés preferencial en los poderosos mercados norteños. Esta fijación se advirtió en la cumbre de presidentes de febrero de 1996 en San José, donde Figueres estudió con sus colegas del MCCA y sus homólogos de Belice, Panamá y México los progresos de liberalización comercial hechos desde el primer encuentro de este tipo celebrado en Tuxtla Gutiérrez, México, en enero de 1991.

En 1995 el Gobierno de Figueres aplicó unilateralmente un recargo del 8% al arancel aduanero común del MCCA para los productos de terceros países que entraban por las fronteras costarricenses. Este relativo escepticismo con las posibilidades comerciales del MCCA no fue óbice para que Figueres uniera su firma, el 3 de septiembre de 1997, a la Declaración de Managua sobre la creación de una Unión Centroamericana, voto a favor de una integración regional más profunda que sin embargo permaneció en el tintero. Ahora bien, el 2 de noviembre de 1995 el Ministerio de Exteriores de San José brindó el escenario para la implementación del Protocolo de Tegucigalpa de 1991 sobre el establecimiento del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que agrupaba a los diversos ámbitos e instituciones regionales bajo una única estructura institucional y del que el MCCA (más Panamá) pasó a ser un susbsistema.

Figueres se distinguió como uno de los dirigentes americanos más comprometidos con la protección del medio ambiente, que era un elemento fundamental de su visión del desarrollo sostenible. El 27 de abril de 1998, días antes de expirar su mandato presidencial, Costa Rica se convirtió en el decimocuarto país del mundo (el sexto del continente y antes que cualquier potencia occidental) en firmar el Protocolo de Kyoto de 1997 sobre reducción de emisiones de efecto invernadero. La adhesión a las Convenciones internacionales sobre Biodiversidad y Cambio Climático fue respaldada aquí con hechos concretos, como la aprobación de un impuesto a las emisiones de dióxido de carbono.


3. Especialista internacional en las nuevas tecnologías, la acción climática y el desarrollo sostenible

El 8 de mayo de 1998, con su popularidad por los suelos, Figueres traspasó la banda presidencial a su contrincante de 1994, el socialcristiano Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, vencedor, ahora sí, en las elecciones del 1 de febrero anterior sobre el candidato del liberacionismo, José Miguel Corrales Bolaños. Corrales era una figura del PLN en pésimas relaciones con Figueres desde que compitiera contra él en las primarias de 1993 y confiriera crédito a la imputación criminal contenida en el libro El caso Chemise. Concluía así un Gobierno que había propiciado muchos cambios profundos en el país mediante una andanada de reformas de regusto decididamente liberal. La otra consecuencia de ese nervio reformista había sido un alto costo político para el PLN.

Figueres, a sus 43 años todavía un hombre joven, regresó al mundo empresarial de donde había salido para ir a la política. De entrada, fue contratado como directivo por el Digital Nations Consortium, dependiente del Media Lab del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), donde trabajó codo con codo con el gurú de las tecnologías de la información Nicholas Negroponte y el economista Jeffrey Sachs. En octubre de 2000 el ex mandatario pasó a presidir la Junta Directiva de Terremark Worldwide Inc., una importante firma radicada en Miami y especializada en servicios de tecnologías de la información e infraestructuras de telecomunicaciones. Aquel mismo mes, Figueres fue nombrado director gerente del Foro Económico Mundial (FEM), tras lo cual causó baja en la presidencia de la Fundación de Desarrollo Sostenible (FUNDES). Tres años más tarde, en 2003, se convirtió en el primer consejero delegado (CEO) de esta elitista organización independiente basada en Ginebra y famosa por sus reuniones anuales en la población suiza de Davos, cenáculos de lo más granado de la política, la empresa y la academia del planeta, que él pasó a coordinar.

El 13 de noviembre de 2000 el costarricense recibió el nombramiento de jefe del Grupo Asesor del secretario general de la ONU, Kofi Annan, sobre Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), colectivo que en marzo de 2001 se constituyó en Task Force a solicitud del Consejo Económico y Social de la ONU, con Figueres de primer presidente. Estos cometidos globales de Figueres, inusuales en un antiguo mandatario latinoamericano, vinieron a ser la prolongación profesional del apego a las nuevas tecnologías que como presidente había mostrado en la función de Estado.

Pero su red de filiaciones era mucho más extensa. Además, fue miembro fundador en 2002 del Club de Madrid, adquirió membresías en el Club de Roma y la Clinton Global Initiative (CGI), y sirvió en las juntas directivas de las organizaciones World Resources Institute (WRI, Washington), World Wildlife Fund (WWF), Stockholm Environment Institute (SEI), Leadership in Environment & Development (LEAD, Londres), Air Harbour Technologies Ltd (AHT, Londres), Botanical Research Institute of Texas (BRIT) y Global Environmental Action (GEA, Tokyo). También, fichó por The Americas Group (TAG), una firma de alta consultoría de mercados centrada en América Latina y con base en Florida. En TAG, Figueres entró como presidente del Consejo Asesor y socio inversor de la compañía.

En los años que siguieron a su salida de la Presidencia de Costa Rica, Figueres impartió numerosas conferencias en varios países sobre aspectos relativos a las nuevas tecnologías y el desarrollo sostenible, dedicación esta última por la que recogió varios galardones. Al terminar su mandato en 1998, puso en marcha Entebbe–Fundación Costa Rica para el Desarrollo Sostenible.


4. El caso ICE-Alcatel, renuncia a la dirección del Foro de Davos y preservación de un perfil globalista

El 26 de octubre de 2004, durante la presidencia del socialcristiano Abel Pacheco de la Espriella, y en plena conmoción nacional por los recientes arrestos por presunta corrupción de los ex presidentes Rodríguez Echeverría (quien había tenido que dimitir como secretario general de la OEA) y Calderón Fournier, el informativo Telenoticias, del Canal 7 local, reportó a su audiencia que años atrás Figueres se había lucrado en una operación de "asesoría estratégica" contratada por la empresa de telecomunicaciones Alcatel, la cual le había embolsado de manera indirecta 900.000 dólares, al cambio unos 400 millones de colones, por sus servicios.

El caso era que Alcatel estaba en el punto de mira de la justicia costarricense luego de descubrirse que ejecutivos de la compañía francesa habían sobornado a funcionarios del país centroamericano para expandir sus negocios locales. Precisamente, la causa penal abierta contra Rodríguez Echeverría era por presuntos pagos ilícitos de Alcatel. Desde Suiza, Figueres tomó la palabra para negar cualquier sombra de sospecha en el ingreso de aquellos 900.000 dólares; reconoció haber cobrado tales emolumentos de Alcatel (exactamente, 906.355 dólares) entre 2000 y 2003, pero los enmarcó en un contrato comercial de consultoría privada perfectamente legal, una "asesoría para promocionar y divulgar las tecnologías de telecomunicaciones", adujo.

El relato de los hechos quedó como sigue. En 2000 y 2001 Roberto Hidalgo Araya, ex asesor presidencial y amigo de Figueres, habría firmado con Alcatel tres contratos orientados a que la multinacional europea pujara con éxito en una serie de importantes licitaciones convocadas por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Si Alcatel ganaba las licitaciones, la empresa de consultoría de Hidalgo, H. F. Desarrollos Interdisciplinarios, S.A. (H.F. DISA), se llevaría una comisión del 1,5%.

Ciertamente, en 2001 y en 2002 Alcatel se adjudicó sendas contratas de 149 y 109 millones de dólares para instalar 400.000 líneas de telefonía celular GSM y para ampliar las centrales de telefonía fija en Costa Rica. La consultora de Roberto Hidalgo habría facturado por estas operaciones 2,7 millones de dólares, al cambio más de 1.000 millones de colones. Luego, la cantidad habría sido dividida a partes iguales entre Hidalgo y dos subcontratados de lujo, Figueres y Carmen Valverde Acosta, antigua secretaria general y diputada del PLN, así como hermana del ex gerente de Alcatel en Costa Rica, Édgar Valverde Acosta. La relación profesional de Figueres con H.F. DISA había comenzado en junio de 2000 y se había prolongado hasta septiembre de 2003. Esta era la supuesta trama, tal como la exponía Telenoticias.

Solo tres días después de la exclusiva acusatoria de Telenoticias, el 29 de octubre, Figueres anunciaba su renuncia "con efecto inmediato" a sus puestos directivo en el FEM. La organización, en un comunicado aparte, explicó que la dimisión de su CEO se debía a que Figueres había "infringido claramente las reglas del Foro Económico Mundial al no declarar que seguía siendo consultor cuando asumió el puesto y mientras estuvo trabajando para el Foro". Al margen de las informaciones en torno a los honorarios cobrados de Alcatel a través de H.F. DISA, sobre los que no tenía nada que decir, el FEM sacaba en claro que Figueres había "mantenido un compromiso contractual significativo con otra compañía mientras desempeñaba una posición de liderazgo en el Foro".

Una vez marchado del Foro de Davos en tan embarazosas circunstancias, Figueres se declaró listo para "aclarar mi nombre con respecto a las injuriosas calumnias que he recibido en Costa Rica". De entrada, pidió a la Dirección General de Tributación Directa (DGT) que inspeccionase sus últimas declaraciones de impuestos. Días después, el diario La Nación publicó que el ex presidente, a través de su hermano Mariano (quien por cierto, meses después, en 2005, iba a abandonar el PLN para integrarse en la Alianza Patriótica), había presentado a la DGT en fecha de 1 de noviembre una declaración por ingresos no reportados con anterioridad y con pago de impuestos atrasados por valor de 67,2 millones de colones.

Las consecuencias que este caso acarreó a Figueres, aunque lesivas para su reputación, quedaron circunscritas a los ámbitos de las relaciones internacionales y la política, pues además de tener que abandonar el Foro de Davos hubo de encajar la decisión del PLN de suspenderle temporalmente la militancia. Pero incluso aquí el daño fue limitado y temporal, como pusieron de relieve sus fichajes en 2005 como CEO por el Grupo Felipe IV, una organización con sede en Madrid activa en los ámbitos de la promoción de la democracia, el diálogo y los Derechos Humanos, y como asesor internacional por la Talal Abu-Ghazaleh Organization (TAG-Org), con cuartel general en Jordania. El propio FEM volvería a acogerle en sus cumbres y eventos.

Desde la justicia costarricense, las actuaciones no dieron lugar a diligencias penales, aunque el caso siguió coleando durante años. Por de pronto, una Comisión especial de la Asamblea Legislativa decidió investigar las alegaciones publicadas por los medios y Figueres, quien insistía en que no tenía nada que ocultar, facilitó una declaración jurada en la que describía de manera detallada sus servicios profesionales en los campos de las tecnologías de la información y las comunicaciones.

En septiembre de 2005 la jueza Lidia Morales Díaz, del Primer Circuito Judicial de Costa Rica, se pronunció a favor de Figueres y en contra de la indagatoria de la Comisión Legislativa, que había reclamado al Ministerio Público la solicitud de extradición desde Suiza del "rebelde" ex presidente por desobedecer su orden de comparecer ante la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea Legislativa para dar las debidas explicaciones sobre su pasada relación profesional con H.F. DISA. La magistrada negó a los diputados la capacidad de "imponer sanciones desde el punto de vista jurídico" y ordenó archivar la causa. En diciembre del mismo año, el antiguo mandatario se apuntó otra victoria al notificarle el DGT que, luego de poner al día sus pagos de tributos, su ficha fiscal estaba en orden.

En octubre de 2007, tras tres años de pesquisas, la Fiscalía de Delitos Económicos del Ministerio Público descartó llevar a juicio a Figueres por presunto enriquecimiento ilícito al estimar que no había una "contundencia en la prueba" para formular una acusación en su contra: las indagaciones no habían hallado indicios de delito en el pago por Alcatel de los 900.000 dólares, facturación que por tanto debía considerarse lícita. Aunque el carpetazo judicial era inequívoco, la Comisión de Control de la Asamblea Legislativa siguió inquiriendo a Figueres. En estos momentos, el veterano Óscar Arias volvía a ser el jefe del Estado.

En 2009 Figueres asistió en Copenhague a la XV Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, pasó a integrar el nuevo Grupo Asesor sobre Energía y Cambio Climático del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y se incorporó a Carbon War Room (CWR), ONG establecida por el magnate Richard Branson para promover el abandono progresivo de los combustibles fósiles y su sustitución por fuentes energéticas no dañinas para el clima, que Figueres más tarde presidió, al igual que el conexo Rocky Mountain Institute (RMI) de Basalt, Colorado. En añadidura, era miembro de la task force de líderes mundiales de la Global Leadership for Climate Action (GLCA, una iniciativa conjunta del Club de Madrid y la United Nations Foundation) y CEO de Concordia 21, una fundación y consultora privada basada en la capital de España. Por otro lado, en julio de 2010 tomó posesión como secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático la hermana menor de Figueres, Karen Christiana.

Figueres siguió viviendo en Europa hasta el 22 de diciembre de 2011. Aquel día, tal como había anunciado, el ex presidente regresó a Costa Rica con la firme intención de quedarse, retomar las actividades políticas en el PLN y promocionar un proyecto cívico llamado Vía Costarricense–Proyecto País. Todo apuntaba a que volvía a ambicionar la Presidencia de la República.

En febrero de 2012, cancelando un boicot de siete años y presidiendo el país la liberacionista Laura Chinchilla Miranda, Figueres compareció ante la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea, donde durante más de dos horas respondió a las preguntas que le hicieron diputados de diversos grupos políticos. Tres meses después, volvió a dejarse ver en San José con motivo del II Foro Empresarial sobre Sostenibilidad y Felicidad, en el que participó también Bill Clinton. Algunas de sus nuevas filiaciones, como directivo o como patrono, fueron con la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo (FRIDE) de Madrid, el Earth Council de Ginebra (ECG), la Global Fairness Initiative (GFI) de Washington, la Arab Society for Intellectual Property (ASIP) y la Thunderbird School of Global Management de la Universidad Estatal de Arizona. En 2012 fue nombrado copresidente de la Global Ocean Commission, con sede en el Somerville College de Oxford, y asumió el Consejo de Dirección de la ONG española DARA (Asociados para la Investigación de la Ayuda al Desarrollo).


5. Nuevo proyecto en la política nacional

En 2012 Figueres puso sobre la mesa sus cartas políticas lanzando una precandidatura presidencial por el PLN de cara a las elecciones generales de 2014. Sus rivales en el liberacionismo, desde hacía años sumido en un intenso debate ideológico y el forcejeo entre facciones, eran Rodrigo Arias Sánchez, hermano de Óscar Arias y ministro de la Presidencia en sus dos ejercicios presidenciales, Antonio Álvarez Desanti, Fernando Berrocal Soto y Johnny Araya Monge, tratándose este último de uno de los pesos pesados del partido. La primacía aplastante de Araya en los sondeos terminó empujando a Figueres y a los demás aspirantes a retirar sus precandidaturas en favor suyo. Luego, Araya perdió en las urnas nacionales frente a Luis Guillermo Solís Rivera, anterior secretario general del PLN y ahora abanderado del Partido Acción Ciudadana (PAC).

Transcurrido un cuatrienio, en abril de 2016, cerrando 15 meses como presidente del Comité Ejecutivo del PLN, Figueres repitió su envite para la nominación presidencial. Esta vez llegó a disputar la primaria verdiblanca, que le enfrentó a Álvarez Desanti, por entonces presidente de la Asamblea Legislativa. Aunque no concurrían solos, pues también se inscribieron Rolando González Ulloa y Sigifredo Aiza Campos, dos personalidades de perfil más bajo, Figueres y Álvarez Desanti hicieron de su competición una liza bastante polarizada: el primero representaba la tradición figuerista inaugurada por su padre, mientras que el segundo concentraba los respaldos de las otras tendencias mayoritarias del PLN y mal encaradas con la anterior, a saber, el arismo (liberal), el mongismo-arayismo (socialista) y la suya propia, el alvarismo (social liberal).

La Convención Nacional Liberacionista, abierta a todo costarricense registrado en el padrón electoral, tuvo lugar el 2 de abril de 2017 y el resultado fue la victoria de Álvarez Desanti con el 45,87% de los votos (191.217 en términos absolutos). Figueres recibió el 37,14% (154.830 papeletas) y, tras un breve cuestionamiento del proceso, acabó reconociendo su derrota y felicitando al ganador. Después, como le sucedió a Araya en 2014, Álvarez sucumbió en las elecciones presidenciales de febrero de 2018; en su caso, el fracaso fue mayor porque, con menos del 20% de los votos, quedó eliminado para una segunda vuelta que disputaron el candidato del gobernante PAC, Carlos Alvarado Quesada, ministro con Solís, y el periodista y orador evangélico Fabricio Alvarado Muñoz, del derechista Partido Restauración Nacional (PRN), con victoria para el primero. Cuando el balotaje de abril de 2018, Figueres reveló que su voto había sido para Carlos Alvarado, quien le parecía "la persona que puede reunir a los diferentes partidos para sacar adelante a este país en un Gobierno de unidad nacional", algo fundamental, opinaba, para la "reconciliación de la familia costarricense".

El ex presidente costarricense es autor de una larga relación de artículos, ponencias y documentos de trabajo, así como de los ensayos El sistema bancario costarricense (1992), Una elección, dos países diferentes (1993), El futuro comienza ahora (1993), Por los caminos del desarrollo sostenible (1995) y Testimonio de un tiempo de cambios (1996). Desde 1979 José María Figueres Olsen estuvo casado con la doctora en Humanidades y politóloga Josette Altmann Borbón, la primera dama de Costa Rica entre 1994 y 1998. Antes de divorciarse en 2000, la pareja tuvo dos hijos, José María y Eugenia. En 2017 el político contrajo segundas nupcias con Cinthya Berrocal Quirós. En 2008 el Gobierno de España concedió a Figueres la nacionalidad española "por carta de naturaleza".

(Cobertura informativa hasta 1/5/2018)