Kyriakos Mitsotakis
Primer ministro (2019-2023, 2023-)
(Nota de actualización: esta biografía fue publicada el 5/9/2019. En las elecciones legislativas del 21/5/2023 en Grecia, el partido Nueva Democracia del primer ministro Kyriakos Mitsotakis resultó venedor de nuevo, si bien con una pérdida de la mayoría absoluta al pasar de los 158 a los 146 escaños. Al día siguiente de los comicios, Mitsotakis, confrontado con la perspectiva de tener que negociar un coalición, declinó la invitación de la presidenta de la República, Ekaterini Sakellaropoulou, de formar un nuevo Gobierno, forzando así el escenario de otras elecciones, a celebrar el 25/6. El 24/5 Sakellaropoulou nombró primer ministro interino al magistrado Ioannis Sarmas, presidente del Tribunal de Cuentas de Grecia. El resultado de las elecciones del 25/6/2023 fue la victoria de ND por mayoría absoluta. Mitsotakis recibió el mandato presidencial de formar gobierno el 26/6; en la misma jornada, Mitsotakis juró el cargo de primer ministro y el 27/6 tomó posesión su nuevo Gabinete). |
El conservador Kyriakos Mitsotakis, cabeza de una de las tres famosas dinastías políticas de Grecia (las otras dos son los Papandreou y los Karamanlis), subió a la jefatura del Gobierno heleno el 8 de julio de 2019, al día siguiente de conquistar su partido, Nueva Democracia (ND), la mayoría absoluta en las elecciones generales anticipadas que dieron carpetazo a los cuatro años en el poder de Alexis Tsipras y su Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA). El viraje ideológico puede ser visto como un regreso a la normalidad en la política gubernamental griega, si bien dicha normalización, en la pura práctica económica, ya fue asumida por el propio Tsipras, confrontado con la cruda realidad y tachado de "populista" e "incompetente" por Mitsotakis, a los pocos meses de su triunfal elección en enero de 2015.
Hijo del difunto Konstantinos Mitsotakis, anterior líder de ND y primer ministro en el período 1990-1993, este dirigente de la derecha liberal que marca distancias con el tradicionalismo y abraza modernos enfoques promercado ha devuelto a su formación al Ejecutivo, ocupado hasta 2015 con Antonis Samaras, declarando el final del "ciclo doloroso" de rescates crediticios y ajustes draconianos, y prometiendo una nueva y esperanzadora etapa de recuperación que supuestamente conjugará inversiones, crecimiento económico (el PIB griego se volatilizó un 30% en la recesión de 2008-2016), generación de empleo y protección social. Su planteamiento clave es un rebaja general de impuestos que bonifica a la clase media, devastada por los recortes, y las empresas.
La oferta de Mitsotakis refrendada en las urnas se funda en una ironía. Así, muchos anteriores votantes de la SYRIZA, otrora paladín de la rebelión nacional contra los dictados de la Troika, dejaron constancia de su enfado por la pronta claudicación de Tsipras y su acatamiento ortodoxo del memorándum del tercer rescate financiero, suscrito en agosto de 2015 y que concedía a la insolvente Grecia otros 86.000 millones de euros a tres años. Y sin embargo, fue el éxito de ese rescate, que ya en 2016 consiguió liquidar el déficit y estabilizar las finanzas, lo que ha permitido a ND anunciar esas buenas nuevas tributarias para las familias y los trabajadores tras una década negra de austeridad y empobrecimiento masivos. La misma ND responsable en buena medida (Gobierno de Kostas Karamanlis) de la debacle de la deuda comenzada en 2009 y que desde 2016, con Mitsotakis de líder, negó cualquier apoyo parlamentario a las medidas impopulares de la SYRIZA. Hoy, Grecia ya no está tutelada por sus acreedores ni intervenida por la Troika, y puede operar en los mercados de bonos, pero sigue bajo la supervisión técnica de Bruselas y, sobre todo, tiene que manejarse con una deuda pública astronómica, equivalente al 181% del PIB.
Otro rasgo de Mitsotakis es su rechazo expreso a toda forma de nacionalismo, motor de una estrategia electoral que ha conseguido barrer del Vouli o Parlamento a los partidos Amanecer Dorado (XA, neonazi) y Griegos Independientes (ANEL, derecha nacionalista), aunque no ha podido evitar la emergencia del nuevo partido chovinista Solución Griega (EL). Contradiciendo en apariencia esta declaración de principios, en 2018 ND se opuso resueltamente al acuerdo forjado por Tsipras y su homólogo de Macedonia, muy alabado en Europa pero mal acogido en casa, en torno al nombre oficial del país vecino.
(Texto actualizado hasta 5/9/2019)
1. El peso político de un apellido
2. Colaborador de Antonis Samaras y ascenso al liderazgo de ND
3. Gran victoria electoral sobre Alexis Tsipras y llegada el Gobierno en 2019
1. El peso político de un apellido
El actual primer ministro de Grecia pertenece a una distinguida dinastía de políticos y estadistas conservadores de origen cretense: su padre, Konstantinos Mitsotakis, fue el primer ministro de la nación helena entre 1990 y 1993 y lideró el partido contemporáneo de la familia, Nueva Democracia (ND), desde 1984; su hermana 14 años mayor, Dora Mitsotakis-Bakoyannis, sirvió de manera sucesiva entre 1992 y 2009 como ministra de Cultura, alcaldesa de Atenas y ministra de Exteriores; su abuelo paterno y tocayo, Kyriakos Mitsotakis, fue diputado nacional; y su bisabuelo, Kostis Mitsotakis, estuvo entre los fundadores en 1910 del Partido Liberal (KF), la agrupación del ocho veces primer ministro Eleftherios Venizelos, a la sazón cuñado suyo. A la siguiente generación del árbol genealógico pertenece su sobrino Kostas Bakoyannis, alcalde de Atenas también, oficina para la que fue elegido en junio de 2019, anticipándose así en un mes al ascenso de su tío a la jefatura del Gobierno.
El joven Kyriakos nació en marzo de 1968, en un momento muy azaroso para sus progenitores, que se encontraban bajo arresto en su domicilio de Atenas al estar considerados enemigos políticos por la Junta de los Coroneles, subida al poder en el golpe de Estado del año anterior. Mitsotakis padre era entonces un hombre maduro de 49 años que llevaba a sus espaldas una amplia experiencia ministerial y parlamentaria, primero en las filas del KF, luego con la Unión de Centro (EK) de Georgios Papandreou y últimamente en la disidencia moderada enfrentada al dimitido primer ministro de tendencia progresista. Aquel mismo año, siendo Kyriakos un bebé con pocos meses de vida, la familia se las arregló para escapar a Turquía, mero destino temporal antes de hallar refugio en Francia, donde los Mitsotakis obtuvieron la condición de asilados políticos.
Solo en 1974, con la caída de la dictadura militar y la restauración de la democracia, Mitsotakis sénior, su esposa Marika y los cuatro hijos de la pareja pudieron establecerse libremente en Grecia. Tres años después, el padre volvió a ganar el mandato de diputado con el partido por él creado, el Nuevo Liberal, y al poco se unió a ND, fundada en 1974 por Konstantinos Karamanlis, en cuyo Gobierno Mitsotakis sirvió como ministro de Coordinación Económica y de Exteriores entre 1978 y 1981. En 1984, gobernando los socialistas de Andreas Papandreou (hijo de Georgios) y mientras Karamanlis fungía de presidente de la República, el mayor de los Mitsotakis alcanzó el liderazgo de ND en sustitución de Evangelos Averoff.
Hasta bien cruzada la treintena de edad Mitsotakis júnior no iba a seguir la senda de sus mayores y zambullirse en la política. Graduado en 1986 por el Colegio de Atenas, reputado centro privado anglófono de la Fundación Educativa Helénico-Americana y cantera escolar de muchos grandes nombres de la política y la empresa griegas, el joven desarrolló después un periplo académico en Estados Unidos de casi una década de duración (solo interrumpido, entre 1991 y 1992, por el servicio militar obligatorio en su patria, realizado en la Fuerza Aérea), sacándose sucesivamente una diplomatura summa cum laude en Estudios Sociales por la Universidad de Harvard en 1990, una licenciatura en Relaciones Internacionales por la Universidad de Stanford en 1993 y un Máster en Administración de Empresas (MBA) por la Escuela de Negocios de Harvard en 1995.
Para entonces, su anciano padre, ya desalojado del poder por el PASOK de Papandreou, se desempeñaba como diputado y presidente honorario de ND, mientras que su hermana Dora afianzaba su carrera igualmente como parlamentaria opositora y miembro de la ejecutiva del partido, desde 1993 conducido por Miltiadis Evert y a partir de 1997 por Kostas Karamanlis, sobrino de Konstantinos. Fue también en Estados Unidos donde Kyriakos dio sus primeros pasos en el sector privado, concretamente en el mundo las finanzas. Mientras preparaba su licenciatura en Stanford realizó unas prácticas en el Chase Manhattan Bank y tras obtener el MBA contrató con la consultora empresarial McKinsey & Company. De ahí pasó en 1997 a una sociedad de capital riesgo subsidiaria del Alpha Bank, uno de los principales bancos de Grecia. Con la experiencia adquirida, en 1999 puso en marcha en Atenas su propia compañía de inversiones en negocios empresariales, NBG Venture Capital.
Mitsotakis comenzó a involucrarse en las campañas de ND con motivo de las elecciones legislativas de abril de 2000, comicios que fueron vueltos a ganar por el PASOK del primer ministro Kostas Simitis. Con todo, ND tuvo una ganancia de 14 escaños y entre los diputados reelegidos estuvieron Konstantinos Mitsotakis y su hija Dora Bakoyannis, la cual iba a renunciar a su escaño en mitad de la legislatura para presentarse a las elecciones municipales atenienses.
En 2003 Mitsotakis renunció al puesto de director ejecutivo de NBG Venture Capital, empezó a deshacerse de sus negocios financieros y se puso a preparar su postulación a un escaño del Vouli o Parlamento por Atenas B, circunscripción hasta entonces representada por su padre, quien a los 85 años se despedía de la política. Las elecciones legislativas del 7 de marzo de 2004 supusieron un gran éxito para ND y su líder, Karamanlis, que tres días después subieron al Ejecutivo al cabo de once años de gobiernos socialistas. En cuanto a Mitsotakis, debutó en el Vouli arropado por el mayor número de votos de entre todos los diputados de su partido.
2 Colaborador de Antonis Samaras y ascenso al liderazgo de ND
Encargado del área de Medio Ambiente en ND, Mitsotakis fue reelegido en el Vouli en los comicios de septiembre de 2007 y octubre de 2009; estas últimas votaciones dieron la victoria al PASOK de Giorgos Papandreou, hijo de Andreas y continuador de un linaje de patricios de la política desde hacía décadas enemistado con los Mitsotakis. En los dos años siguientes, Mitsotakis legisló desde la bancada opositora a las órdenes del nuevo líder de ND, Antonis Samaras, quien se hizo con el mando del partido —también pretendido por Dora Bakoyannis— tras la renuncia de Karamanlis y a continuación regateó duramente el apoyo de los conservadores al apurado Gobierno de Papandreou en las primeras fases de la gran crisis de la deuda soberana helena. En menos de un bienio, entre mayo de 2010 y marzo de 2012, el desastre financiero obligó a la insolvente Grecia a acogerse a dos rescates crediticios de la UE y el FMI, los cuales accedieron a desembolsar un total 340.000 millones de euros en diversos conceptos de asistencia a cambio de aplicar Atenas unos draconianos programas de ajuste económico.
Mitsotakis sumó sus mandatos cuarto y quinto en el Vouli en las dos elecciones seguidas de la primavera de 2012, la del 6 de mayo, ganada por ND pero con una estéril mayoría simple (de hecho, el 19% de votos recibido en esta edición marcó su suelo electoral histórico) y la del 17 de junio, convocada ante la imposibilidad de alumbrar un Gobierno con los resultados anteriores y que brindó a los conservadores una ganancia de 21 diputados, suficiente para permitir a Samaras organizar un Gabinete técnicamente monocolor aunque con la presencia de ministros independientes designados por el PASOK y la Izquierda Democrática (DIMAR), partidos que accedieron igualmente a prestar soporte parlamentario.
Cuando en junio de 2013 los ministros vinculado a la DIMAR presentaron la dimisión y Samaras rehizo el Gabinete incorporando a miembros del PASOK, Mitsotakis fue reclutado para el Ejecutivo como titular de la cartera de Reforma Administrativa y Gobierno Electrónico. En su año y medio de servicio, Mitsotakis se encargó entre otras medidas del despido de 15.000 funcionarios públicos como parte de los ajustes y recortes, extremadamente dolorosos para la población, que la Troika de acreedores —la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI— había impuesto a Atenas para el cumplimiento de los objetivos de austeridad fiscal y reforma estructural.
La incapacidad del Vouli para elegir al nuevo presidente de la República precipitó unas elecciones legislativas anticipadas que tuvieron lugar el 25 de enero de 2015. El resultado fue el triunfo casi con mayoría absoluta de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA) de Alexis Tsipras, quien relevó a Samaras en el Gobierno blandiendo la promesa de zafar a la exhausta Grecia de la terapia anticrisis de la austeridad en favor de un nuevo modelo basado en el crecimiento y la protección social. El 27 de enero Mitsotakis regresó al cometido de diputado de la oposición, esta vez frente a un Gobierno de la SYRIZA acusado de populista e irresponsable, pero el agitado devenir político nacional, sacudido por la interminable debacle económico-financiera, vino a catapultarle a la jefatura de su partido.
El 5 de julio de 2015 Samaras dimitió como líder de ND y de la oposición parlamentaria nada más conocer la victoria del no en el referéndum convocado por el Gobierno sobre las condiciones del Grupo de Bruselas para la prolongación de la asistencia crediticia a Grecia, que Tsipras consideraba inaceptables. Entonces, el diputado Vangelis Meimarakis, anterior presidente del Vouli y rostro del aparato conservador de ND, asumió la dirección del partido en funciones, hasta que una elección interna determinara al nuevo líder. Mitsotakis, portando un discurso de renovación, rigor liberal y repudio absoluto a toda sombra de corrupción, expresó su intención de contender por el puesto.
Entre medio, el 20 de septiembre, los griegos acudieron otra vez a las urnas, en unas elecciones generales excepcionalmente prematuras que Tsipras había optado por convocar en respuesta a la grave escisión sufrida por el grupo parlamentario de la SYRIZA (materializada por los radicales del partido gobernante contrarios a la firma, el 19 de agosto, del Memorándum de Entendimiento del tercer rescate financiero de la Eurozona y el FMI y consistente en 86.000 millones de euros a tres años) y que para ND se saldaron con la pérdida de un escaño con un mínimo ascenso de votos.
Luego, el 24 de noviembre, Meimarakis cedió la jefatura interina del partido a Ioannis Plakiotakis para presentarse a la elección interna. En la misma iban a batirse cuatro candidatos: además de Mitsotakis y Meimarakis, Adonis Georgiadis, ex ministro de Sanidad, y Apostolos Tzitzikostas, el gobernador de la región de Macedonia Central. Entre las personalidades que declinaron registrarse figuró Dora Bakoyannis, quien iba por su décima legislatura, disfrutaba de un importante perfil internacional y en 2010 había roto con ND para formar su propia formación de centro-derecha, la Alianza Democrática, antes de regresar al partido de la familia en 2012.
Envueltas en una cacofonía de reproches cruzados entre Mitsotakis y Meimarakis por cómo se estaba conduciendo el proceso, retrasado un mes debido a problemas técnicos, las votaciones de los afiliados de ND para escoger a su nuevo líder se efectuaron en dos rondas a caballo entre 2015 y 2016. En la primera votación, el 20 de diciembre, Meimarakis tomó la delantera con un 39,8% de apoyos, seguido de Mitsotakis con el 28,5%, pero en el balotaje del 10 de enero el hijo de primer ministro se impuso con el 52,4% de los votos. Se trataba de un margen de ganador muy pobre, más tratándose de una segunda vuelta. Mitsotakis, quien fue felicitado por su emocionado padre (meses después, en mayo de 2017, el anciano estadista iba a fallecer a la avanzada edad de 98 años, dejando su memoria y legado bajo la custodia de una fundación con su nombre y presidida por su hijo), se estrenaba al frente de un Comité Político del ND donde era secundado por dos vicepresidentes, Adonis Georgiadis y Kostis Hatzidakis.
El debut de Mitsotakis como presidente de ND y líder de la oposición griega se vio engalanado por la superación de la SYRIZA en los sondeos de intención de voto. La ventaja de varios puntos sobre el partido del Gobierno fue ahondándose en los meses siguientes e iba a mantenerse holgada hasta el final de la legislatura. Sin embargo, no todo fueron buenas noticias para Mitsotakis. Así, en noviembre 2017 el dirigente fue salpicado por el capítulo nacional del escándalo internacional a que dio lugar la filtración a la prensa y consiguiente difusión de los llamados Papeles del Paraíso, los documentos confidenciales de la firma de abogados de Bermudas Appleby que revelaban las propiedades y dinero que multitud de personas de gran número de países ocultaban en paraísos fiscales. La megafiltración fue una especie de segundo capítulo de los famosos Papeles de Panamá de 2016.
Entre los 130 nombres de ciudadanos griegos listados en los Papeles del Paraíso figuraba el de la esposa del líder de ND y madre de sus tres hijos, Mareva Grabowski-Mitsotakis, quien aparecía como la propietaria al 50% de una sociedad de inversiones con sede en las Islas Caimán, Eternia Capital Management, y administrada por un fondo de las Islas Vírgenes. La aludida rechazó las insinuaciones de evasión fiscal y adujo su completo desconocimiento de la administración que el fondo de las Islas Vírgenes, activo entre 2010 y 2012, había hecho de su capital privado. Por su parte, ND restó trascendencia al caso y agregó que su presidente no tenía obligación alguna de declarar los bienes de su esposa porque la pareja llevaba años separada.
Nueve años antes, en 2008, Mitsotakis ya se había visto afectado, sin consecuencias adversas tampoco, por otro caso de supuestas actividades irregulares, la declaración por varios testigos judiciales de que en vísperas de las elecciones de 2007 el entonces diputado había aceptado a modo de "donaciones" varios equipos electrónicos regalados por la firma alemana Siemens, acusada de orquestar una red de sobornos en Grecia, y valorados en 130.000 euros. En aquella ocasión, Mitsotakis zanjó que tal historia era falsa y que él no tenía nada que esconder.
Acomodado en la sólida primacía que las encuestas otorgaban a ND y sin responsabilidades de gobierno —dadas las amargas circunstancias de convalecencia económica y menester financiero, aquellas solo podían erosionar profundamente al primer ministro de turno—, Mitsotakis arremetió sin contemplaciones contra el Gabinete "populista e incompetente" de la SYRIZA y su socio nacionalista de derecha, el partido Griegos Independientes (ANEL) de Panos Kammenos. Negándole a Tsipras cualquier tipo de apoyo parlamentario, el líder conservador criticó en muy duros términos toda la gestión de los ajustes inherentes al tercer rescate de la Eurozona que vencía en agosto de 2018 y que incluía subidas de impuestos y una traumática reforma de las pensiones. El gobernante izquierdista, además, tenía que encajar la protesta sostenida de la calle, donde muchos manifestantes contra los paquetes de austeridad eran anteriores votantes de la SYRIZA que ahora se sentían engañados o traicionados.
En junio de 2018 Mitsotakis censuró también el histórico acuerdo alcanzado por Tsipras con su homólogo socialdemócrata de Macedonia, Zoran Zaev, en torno al nombre oficial e internacionalmente reconocido del país vecino, el cual, una vez levantado el pertinaz veto griego, podría ser inscrito en la ONU como República de Macedonia del Norte. El compromiso Tsipras-Zaev clausuraba una disputa interestatal arrastrada desde la desintegración de la antigua Yugoslavia en los primeros años noventa, pero para Mitsotakis resultaba "problemático" porque la denominación Macedonia del Norte no salvaguardaba de eventuales reclamaciones territoriales de Skopje a Grecia, que tenía la soberanía sobre las Macedonias Occidental, Central y Oriental, es decir, todo el sur de la región geográfica histórica de Macedonia. Para Mitsotakis, el acuerdo era reprobable por sus potenciales "consecuencias negativas" y también por las maneras exhibidas por Tsipras, que lo había negociado con Zaev de espaldas al Vouli y ahora se disponía a rubricarlo sin previamente someterlo al examen de los diputados.
El 16 de junio ND intentó frustrar el arreglo con el Gobierno macedonio, firmado al día siguiente por los ministros de Exteriores en una ceremonia en el lago fronterizo de Prespa, lanzando contra Tsipras una moción de censura parlamentaria que no prosperó: 153 diputados votaron en contra y solo 127 a favor. El oficialismo arguyó entonces que Mitsotakis usaba el Acuerdo de Prespa como un mero pretexto para minar a toda costa al Gobierno, en situación de fragilidad, y provocar unas elecciones anticipadas. Dicho sea de paso, tampoco aceptaba el Acuerdo greco-macedonio el derechista Kammenos, socio díscolo de Tsipras, que el 13 enero de 2019 dimitió como ministro de Defensa y sacó a su partido del Ejecutivo, dejando al primer ministro provisionalmente en minoría parlamentaria. Atrayéndose el respaldo de ocho diputados independientes y disidentes, Tsipras consiguió restablecer una ajustada mayoría de 153 escaños, tal que el 25 de enero el Gobierno obtuvo del Vouli la preceptiva ratificación del Acuerdo de Prespa; los 75 representantes de ND votaron en contra y Mitsotakis, desde su escaño, sentenció que aquel era "un día difícil y triste para Grecia".
3. Gran victoria electoral sobre Alexis Tsipras y llegada el Gobierno en 2019
Mitsotakis recibió como un fausto anticipo de las elecciones generales el triunfo de ND en las europeas del 26 de mayo de 2019. Con el 33,1% de los votos, 10 puntos más que la SYRIZA, los conservadores obtuvieron ocho de los 21 eurodiputados reservados a Grecia y, más importante, infligieron un golpe demoledor a Tsipras, que se vio obligado a adelantar los comicios legislativos, en principio previstos para septiembre, al 7 de julio.
Cabalgando en el optimismo que le permitían las encuestas, ninguna de las cuales otorgaba posibilidades de reválida a Tsipras, Mitsotakis presentó a los electores un programa de reformas de sabor fuertemente liberal y concebido para dar carpetazo a las políticas de la SYRIZA, que finalmente habían sucumbido al dictado de la austeridad, letal para las perspectivas electorales de la formación izquierdista.
Irónicamente, el cambio de ciclo político anunciado por Mitsotakis tomaba impulso del éxito objetivo del Gobierno Tsipras a la hora de cumplir con los compromisos asumidos ante los acreedores internacionales y sin salirse del marco de la ortodoxia: en septiembre de 2017 Grecia, una vez estabilizadas sus finanzas, había visto levantarse el procedimiento de déficit excesivo abierto por el Consejo de la UE ocho años atrás (en estos momentos, el balance de la administraciones del Estado presentaba un superávit del 1,1%) y en agosto de 2018, con el vencimiento del rescate crediticio de 2015, el país había recuperado una relativa autonomía financiera tras un quinquenio sometido a la tutela agobiante de los acreedores, si bien seguía bajo la vigilancia o supervisión técnica de la Troika y, desde luego, prisionero de una deuda pública astronómica, equivalente al 181% del PIB. La economía helena iba por su tercer año de crecimiento positivo y el paro se situaba en el 17%, tasa que era la más elevada de la UE pero también inferior en diez puntos a la existente en el apogeo de la crisis en 2013.
El plan de gobierno de ND incidía en el fomento del crecimiento y la creación de empleo, y en la bajada general de los impuestos directos, en particular los que pagaban la descalabrada clase media y los negocios, así como descuentos sustanciales del IVA y de las cotizaciones a la Seguridad Social. El impuesto de sociedades, uno de los más gravosos de la OCDE, tendría una reducción de 28% al 20% en dos fases hasta 2020 y el aplicado a los dividendos empresariales sería recortado por la mitad, pasando del 10% al 5%. En cuanto a las pymes y los autónomos, quedarían eximidos de declarar el IVA en sus primeros 24.000 euros de facturación anual.
En sus mítines, Mitsotakis prometió que no habría más despidos de funcionarios (no obstante proseguir y acelerarse el programa de privatizaciones de servicios públicos), ni nuevos recortes en las pensiones de los jubilados, ni más podas en las ayudas sociales, y que Grecia volvería a ser un país atractivo para las inversiones, calculando factible un monto de inversiones privadas de 100.000 millones de euros de capital doméstico o extranjero en los próximos cuatro años. El incremento del ritmo del crecimiento hasta el 4% anual, frente al 1,3% interanual registrado en el primer trimestre del año y el 2,1% previsto para el conjunto de 2019 con las políticas del Gobierno de la izquierda, permitiría, argumentaba el candidato, relajar la meta del 3,5% de superávit primario hasta 2022 que Tsipras había acordado con Bruselas.Fuera del capítulo económico, ND propugnaba asimismo la reversión de la reforma electoral adoptada por la SYRIZA en 2016, que había suprimido la tradicional bonificación de 50 escaños adjudicada automáticamente al partido más votado en las elecciones generales.
El 7 de julio de 2019 Mitsotakis, candidato al Vouli por octava vez consecutiva en 15 años, condujo a ND a una victoria no exactamente arrolladora, aunque sí contundente: con el 39,8% de los votos, los conservadores capturaron una mayoría absoluta de 158 diputados sobre 300. No se trataba de ningún techo electoral en la historia del partido (en 2004 y 2007 Kostas Karamanlis lo había hecho mejor), pero sí de una recuperación espectacular con respecto al pobre rendimiento en los comicios de 2015. La SYRIZA retrocedió de los 145 a los 86 escaños, mientras que la coalición centroizquierdista encabezada por el PASOK, el Movimiento por el Cambio (KINAL), acabó tercera.
En sus primeras palabras como jefe de Gobierno in péctore, Mitsotakis manifestó: "Os pedí un fuerte mandato para cambiar Grecia. Y me lo habéis concedido generosamente. Se ha cerrado un ciclo doloroso. Hoy comienza una lucha difícil pero hermosa". En la jornada siguiente, Mitsotakis prestó juramento como primer ministro ante el primado de la Iglesia Ortodoxa de Grecia, el patriarca Ieronymos II de Atenas, y el presidente de la República, Prokopis Pavlopoulos. El 9 de julio quedó constituido el Gabinete de 17 miembros, de los que solo dos eran mujeres. Panagiotis Pikrammenos fungía de viceprimer ministro, mientras que las carteras de Exteriores, Defensa y Finanzas recaían respectivamente en Nikos Dendias, Nikos Panagiotopoulos y Christos Staikouras. El 22 de julio el Gobierno Mitsotakis ganó la confianza del Vouli por 158 votos contra 142.
(Cobertura informativa hasta 1/9/2019)