Javier Milei

Pocas veces en la historia contemporánea de América Latina una candidatura presidencial ha estado envuelta en un huracán de emociones contrapuestas, entre la euforia y la inquietud, de la magnitud del desatado por Javier Milei en la Argentina de 2023.


El postulante del Partido Libertario (PL) y la coalición La Libertad Avanza (LLA), economista y diputado de 53 años, conmovió la política nacional en las primarias PASO del mes de agosto al obtener el mayor número de votos para su plataforma de ruptura socioeconómica radical marcadamente orientada a la derecha, por lo que concitó las etiquetas de populista, antisistema y antipolítica. Un programa ultraliberal que abomina de las medidas anticrisis adoptadas por el Gobierno peronista de Alberto Fernández, de los costes de la "casta de los políticos ladrones", del crónico déficit fiscal y del propio Estado, repudiado como agente interventor y redistribuidor de carácter social. 

Para Milei, polemista nato que ha esgrimido la motosierra como símbolo de su plan de recorte sistemático del gasto público y hecho bandera de la dolarización para enterrar un peso sobredevaluado, solo sus planteamientos "liberales libertarios" y "anarcocapitalistas" podrán revertir, desde la Casa Rosada, una deriva económica calamitosa y "20 años de fracasos, impunidad y corrupción", todo lo cual tiene a la nación austral "al borde de la peor crisis de su historia", afirma.

El diagnóstico catastrofista, las recetas liquidadoras y las promesas de un futuro esplendoroso para Argentina si se dejan operar las fuerzas del mercado a su libre albedrío convencieron el 22 de octubre a casi el 30% de los votantes, la mayoría jóvenes, porcentaje más que notable pero que decepcionó las expectativas de quien, empujado por los sondeos, llegó a ilusionarse con arrasar en la primera vuelta a rebufo del hartazgo de sus paisanos con lo conocido. De hecho, Milei no arañó entonces muchos votos más que en las PASO del verano, cuando dio su gran campanada. 

El 19 de noviembre el adalid libertario que carga contra la "aberración" de la justicia social y la "rémora" de los impuestos se medirá en balotaje con el candidato del oficialismo peronista, Sergio Massa, adelantado en octubre con un imprevisto 36,7% de los votos. En las legislativas, la LLA ascendió a 35 diputados y siete senadores, por lo que pasa a ser la segunda fuerza del Congreso tras la Unión por la Patria de Fernández y Massa. Ganarle a Massa en la segunda vuelta requiere de Milei, campeón de la provocación y el exabrupto, una moderación táctica del discurso, tanto en las formas como en el contenido. 

Por de pronto, ya ha conseguido la adhesión de la tercera más votada (el 23,8%), Patricia Bullrich, representante del sector liberal conservador del ex presidente Mauricio Macri y objeto de duras críticas durante la campaña. La candidata de Juntos por el Cambio dice ahora que lo más urgente es "impedir la continuidad del kirchnerismo", el movimiento justicialista de izquierda fundado por Néstor Kirchner y luego liderado por la hoy vicepresidenta saliente Cristina Fernández. Milei describe al kirchnerismo como una "organización criminal" y añade: "Argentina, en 15 años, podría estar alcanzando niveles de vida similares a los que tiene Italia o Francia; si me dan 20 años, podemos ser como Alemania, y si me dan 35, como Estados Unidos".

Nota de actualización: esta biografía fue publicada el 9/11/2023. En la segunda vuelta electoral del 19/11/2023 Javier Milei resultó vencedor sobre Sergio Massa con el 55,7% de los votos, convirtiéndose así en presidente electo de la Nación Argentina. El 10/12/2023 tomó posesión de la jefatura del Estado en sucesión de Alberto Fernández.


Economista heterodoxo de la tendencia anarcocapitalista

Criado en un hogar de clase media trabajadora del barrio porteño de Palermo, en su etapa escolar Javier Milei fue futbolista y cantó en una banda de rock inspirada por los Rolling Stones, para luego formarse como economista en la Universidad de Belgrano. Según declara, decidió estudiar economía para comprender cómo había sido posible que Argentina hubiese llegado a sufrir una hiperinflación superior al 3.000% anual en 1989, el último y traumático año de la presidencia de Raúl Alfonsín. A la licenciatura sumó sendas maestrías cursadas en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES) y la Universidad Torcuato di Tella, amén de un doctorado honoris causa, ya en 2022, otorgado por el Instituto Universitario ESEADE.

Antes de meterse en política, Milei desarrolló un perfil de profesor, autor académico, profesional técnico y divulgador y comentarista en medios periodísticos, faceta esta última que le dio notoriedad por la vehemencia de sus pronunciamientos ante los micrófonos y las cámaras, muchas veces valiéndose de ataques personales y epítetos malsonantes. 

Su pensamiento económico fue moldeado por los grandes autores y corrientes de los liberalismos clásico, conservador y neoliberal: la Escuela Austríaca de Carl Menger, Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, histórica tendencia heterodoxa que enfatiza las motivaciones individualistas de la actividad económica; y la Escuela de Chicago de Milton Friedman y Robert Lucas, con sus teorías de la oferta (supply-side economics) en un entorno de muy bajos impuestos. Un economista argentino en activo, Alberto Benegas Lynch, es presentado por Milei como su principal mentor y "máximo prócer de las ideas de la libertad".

En consecuencia, Milei, en sus libros y artículos, se muestra hipercrítico con los enfoques económicos de la tradición keynesiana. Desde una perspectiva más filosófica o política, se proclama adherente fervoroso a las ideas del anarcocapitalismo (popularizado entre otros autores contemporáneos por Murray Rothbard, muy citado por Milei, figura central del moderno movimiento libertario de derecha en Estados Unidos y continuador de la Escuela Austríaca en la segunda mitad del siglo XX) y el minarquismo. 

El anarcocapitalismo concibe una sociedad desestatalizada y autorregulada donde todos los bienes y servicios son provistos por agentes privados en un régimen puro de libre mercado. En cuanto a la segunda filosofía, no prescribe la abolición del Estado, sino su reducción a la mínima expresión, la necesaria únicamente para brindar a los ciudadanos defensa militar frente a eventuales agresiones desde el exterior, seguridad interna y una administración de justicia, preservando así su libertad negativa. Milei reconoce que, por consideraciones atenidas a la realidad, su oferta electoral de país y sociedad no es tanto anarquista como minarquista.

Previamente a cumplir la treintena, Milei se instaló en la docencia universitaria y durante años impartió las asignaturas de Macroeconomía, Microeconomía, Economía del Crecimiento, Teoría Financiera, Teoría Monetaria y Matemáticas. Fuera de las aulas, prestó servicios profesionales al Estado, al que asesoró en el ámbito del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). Pero sobre todo contrató como economista y consultor para clientes privados, como la Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) Máxima, la multinacional bancaria HSBC, la Fundación Acordar de Daniel Scioli y la Corporación América, el holding multisectorial del magnate Eduardo Eurnekián, para la que hasta finales de 2021 trabajó de analista de riesgos.

Fenómeno político con un discurso explosivo: la opción ultraliberal para Argentina

"No vine a la política a guiar corderos, sino para despertar leones", proclama hoy Milei para describir el paso dado en febrero de 2019, cuando el público ya le conocía por analizar la actualidad económica desde los platós televisivos y presentar su propio espacio radiofónico de nombre iconoclasta, Demoliendo mitos. En aquella fecha, ocupando la Casa Rosada el liberal conservador Mauricio Macri, el economista escenificó su entrada en el Partido Libertario (PL), formación de nuevo cuño del que fue nombrado presidente de honor y que obtuvo su primera personería jurídica provincial en Córdoba. 

La cosecha del debut electoral del PL, que hasta octubre de 2023, una vez completada su implantación a nivel nacional, no iba a dotarse de una Mesa Ejecutiva Nacional presidida por Ramiro Marra, fue muy floja: ningún legislador en Córdoba, único distrito donde podía concurrir por el momento, y el sexto lugar, con el 1,5% de los votos, para el candidato presidencial no de sus filas que optó por respaldar, el economista José Luis Espert, del partido neoliberal Unite por la Libertad y la Dignidad. Ese mismo año, Milei publicó un nuevo libro de explícito título, Libertad, libertad, libertad: Para romper las cadenas que no nos dejan crecer.

Pese al nada prometedor rendimiento de su entente en las elecciones generales de octubre de 2019, que devolvieron al Poder Ejecutivo Nacional al peronismo/kirchnerismo con la dupla Alberto Fernández-Cristina Fernández, Milei y Espert decidieron seguir colaborando. 

En septiembre de 2020 Milei anunció su intención de presentarse como candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, donde pelearía con rivales de los bloques macrista-radical (Juntos por el Cambio) y peronista-kirchnerista (Frente de Todos). En la CABA, la tarea de organizar el PL corría a cargo de Nicolás Emma, mientras que el joven Lucas Gazzotti se ocupaba de la Provincia de Buenos Aires, la gran cantera de votos del peronismo. La confluencia de neoliberales y libertarios se llamaba inicialmente Frente Despertar, pero en diciembre de 2020 la coalición adoptó el nombre de Avanza Libertad.

Incluso antes de alcanzar un mandato de representación popular, Milei se preocupó de cultivar relaciones internacionales con dirigentes y organizaciones ideológicamente cercanos. Admirador del estadounidense Trump y el brasileño Bolsonaro, el economista tendió lazos con Europa y a posteriori, en agosto de 2023, iba a agregar su firma a la llamada Carta de Madrid: en defensa de la libertad y la democracia en la Iberosfera, un manifiesto transnacional anticomunista lanzado en octubre de 2020 por la Fundación Disenso, think tank del partido español de extrema derecha Vox, con cuyo líder, Santiago Abascal, Milei hizo buenas migas.

Otros signatarios de la Carta de Madrid, denunciante de la amenaza que entrañaba para la región "el yugo de los regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por el narcotráfico bajo el paraguas de Cuba e iniciativas como el Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla" (y cuyo "proyecto ideológico y criminal", seguía advirtiendo el texto, perseguía "introducirse en otros países y continentes con la finalidad de desestabilizar las democracias liberales y el Estado de Derecho"), eran el opositor chileno José Antonio Kast, del Partido Republicano, la antichavista venezolana María Corina Machado, el disidente cubano Antonio Rodiles, la futura primera ministra de Italia Giorgia Meloni y el diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro.

Discrepancias estratégicas empujaron a Milei a emanciparse de José Luis Espert en julio 2021, poco antes de las elecciones primarias PASO previas a las legislativas. Así, el PL, secundado por Unite y por el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), inscribió en la CABA la alianza La Libertad Avanza (LLA), denominación que fácilmente podía confundirse con la Avanza Libertad de Espert, quien resolvió no presentarse en la Capital Federal y sí en cambio en la Provincia de Buenos Aires. Kirchnerismo o Libertad fue el eslogan escogido para ilustrar, en clave de encrucijada disyuntiva, los planteamientos de la nueva coalición libertaria.

En las legislativas del 14 de noviembre de 2021 Milei y su segunda en la lista por la CABA, la abogada ultraconservadora Victoria Villarruel, se hicieron con sendos escaños en la Cámara de Diputados de 257 miembros. Milei se apuntó el 17% de los votos en la CABA, abriendo así un tercer espacio a la zaga del peronismo, que sufrió un tremendo varapalo a nivel federal, y de la fuerza predominante en el distrito, el macrismo. 

En la Legislatura porteña, que renovaba también la mitad de sus 60 puestos, la LLA, encabezada por Ramiro Marra, irrumpió con cinco representantes, mientras que La Rioja ganó el mandato de legislador provincial Martín Menem, hijo del ex senador Eduardo Menem y sobrino de Carlos Menem, el antiguo (1989-1999) presidente peronista de signo neoliberal al que Milei solía elogiar por haber traído la era de las privatizaciones a Argentina y lanzado la convertibilidad del peso; de hecho, le consideraba, junto con su ministro de Economía Domingo Cavallo, el mejor gobernante que había tenido el país en toda su historia.

Milei, que basó su campaña parlamentaria en los estridentes vituperios contra "la casta" de los políticos en general y los "zurdos de mierda" en particular, y la exclamación aleccionadora de "¡Viva la libertad, carajo!", tuvo un debut colorista y polémico en el Congreso de la Nación. Para empezar, organizó un sorteo vía web para adjudicar al afortunado ganador de entre el millón largo de jugadores la totalidad de su primer salario mensual como diputado, 205.000 pesos, alegando que él ya ingresaba lo necesario por otras vías profesionales y que ello era consecuente con su ideario antiestatista.

Las imputaciones de populismo y demagogia no hicieron más que empezar, estimuladas por el verbo acalorado y el tropel de opiniones contracorriente del diputado, que parecía disfrutar con la confrontación y el escarnio de las personalidades de la por él llamada "casta empobrecedora". Ya en agosto de 2021 Milei, hiperactivo en las redes sociales y en su palestra radiofónica, arremetió contra el jefe de Gobierno de la CABA, Horacio Rodríguez Larreta, dirigente de Propuesta Republicana (PRO) y estrecho colaborador del ex presidente Macri, al que llamó "zurdo de mierda", "personaje nefasto", "gusano asqueroso arrastrado" y "uno de los políticos más sucios de Argentina", a quien él, Milei, podía "aplastar aún en silla de ruedas".

Los insultos a adversarios políticos y las salidas de tono disruptivas se prodigaron en los meses siguientes y tomaron un nuevo cariz virulento a lo largo de la precampaña y la campaña presidenciales de 2023, cuando Milei tuvo sus enganchadas con el presidente Fernández, la vicepresidenta Fernández y la candidata del macrismo, Patricia Bullrich, referida como "montonera tirabombas" en pleno debate televisado. 

En octubre de 2023, faltando unos días para la primera vuelta presidencial, tanto Fernández como Bullrich denunciaron al candidato libertario por la vía penal, la segunda por "calumnias e injurias" y el primero por "intimidar" a la población al haber dicho que "el peso es la moneda que emite el político argentino, por ende, no puede valer ni excremento, porque esas basuras no sirven ni para abono"; a tales palabras, el mercado cambiario del llamado dólar blue (no oficial) había replicado ipso facto con una depreciación adicional de la castigadísima divisa argentina.

Entonces, el candidato del oficialismo y ministro de Economía, Sergio Massa, a remolque en los sondeos, acusó a su contrincante de "poner en riesgo los ahorros de la gente". Los bancos, los sindicatos y otros agentes económicos salieron también en tromba ante la "irresponsabilidad" de Milei, quien parecía apostar por el caos económico para pescar más votos del electorado cabreado por la desastrosa coyuntura nacional. El interesado rechazó de plano tales señalamientos.

Otra de las figuras contra las que Milei la emprendió con fuertes términos, ya antes de embarcarse en la política y de nuevo durante la campaña de 2023, fue el argentino papa Francisco, del que dijo en diferentes momentos que impulsaba el comunismo "en contra de las sagradas escrituras", era el "representante del Maligno en la tierra", no condenaba a los "comunistas asesinos" y estaba del lado de "dictaduras sangrientas". Esto, viniendo de un católico, aunque no trinitario y abierto a convertirse al judaísmo, y de un soltero sin hijos que se jactaba de ser "profesor de sexo tántrico".

Milei, llevando de compañera de fórmula a la diputada Victoria Villarruel y asistido estrechamente por su hermana Karina Elizabeth, nombrada jefa de campaña, llegó a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto de 2023 como el precandidato presidencial único de la LLA, cuya nómina ampliada de miembros incluía ya al Partido Renovador Federal de José Videla Sáenz, la Unión Celeste y Blanco de Carlos Fabián Luayza, el Partido Fe de Cecilio Salazar (procedente del peronismo sindical) y el Partido Demócrata de Carlos Balter, más un ramillete de agrupaciones provinciales.

Las encuestas no anticiparon el terremoto resultante, que catapultó a Milei a la condición de celebridad internacional: con el 29,8% de los votos, en términos absolutos 7,3 millones de papeletas, el diputado porteño fue de largo el precandidato individual más votado, superando al oficialista Sergio Massa por la Unión por la Patria y a los opositores Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta por Juntos por el Cambio. Milei se impuso en 16 de las 24 jurisdicciones, incluidas Córdoba, Santa Fe y Mendoza, pero excluidas la CABA y la Provincia de Buenos Aires.

Eufórico, el vencedor arengó a sus huestes con estas palabras: "Hemos logrado construir esta alternativa competitiva, que no solo dará fin al kirchnerismo, sino que además dará fin a la casta política parasitaria, chorra e inútil que hunde a este país (…) Estamos frente al fin del modelo de la casta, ese modelo basado en esa atrocidad que dice que donde hay una necesidad nace un derecho, pero se olvida que ese derecho alguien lo tiene que pagar. Cuya máxima expresión es esa aberración llamada la justicia social, que es injusta porque implica un trato desigual frente a la ley pero además está precedida de un robo. Ese modelo que se traduce en fuerte déficit fiscal, donde Argentina, de los últimos 122 años, tuvo déficit durante 112".

"Hoy nos hemos puesto de pie para decirle basta al modelo de la decadencia. Hoy dimos el primer paso para la reconstrucción de la Argentina (…) Hoy somos la fuerza más votada porque somos la verdadera oposición, somos los únicos que queremos un verdadero cambio, porque recuerden, una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre, con los mismos que han fracasado siempre (…) Somos el vehículo idóneo no solo para terminar del sepultar al kirchnerismo, sino que somos los únicos que estamos en condiciones de sacar a la Argentina adelante.

Y: "Los políticos no son la solución, son el problema, y no quieren aplicar la solución de las ideas de la libertad porque va en contra de sus intereses. Por lo tanto, si ellos no quieren cambiar, vamos a sacarlos definitivamente (…) Invito a los argentinos a sumarse a la revolución liberal que va hacer que en 35 años Argentina vuelva a ser una potencia mundial" proclamó Milei en su encendida alocución, cerrada con el habitual "¡Viva la libertad, carajo!" pronunciado tres veces seguidas.

El impactante desempeño de Javier Peluca Milei en las PASO de agosto de 2023 tuvo un efecto fulminante en los mercados monetario y bursátil en perjuicio de los valores argentinos. Con la inflación anual por encima del 120%, el BCRA reaccionó al punto elevando la tasa de interés de los plazos fijos en 21 puntos porcentajes, hasta el 118%, y fijando el tipo oficial de cambio del dólar en los 350 pesos, lo que suponía una devaluación monetaria adicional del 22%. La misma noche electoral, Milei anticipó esta reacción adversa de los mercados cuando abrieran el lunes al avisar de movimientos "en corto", "contradictorios" habida cuenta de su condición de "candidato economista promercado", que obedecerían al hecho de que "muchos inversores se basan en análisis bastante precarios en los que no les dicen nada bueno de mí".

El Plan de Gobierno 2023-2027 de la Libertad Avanza

Milei define ocho capítulos en su Plan de Gobierno, cuya concreción, en caso de ganar la segunda vuelta presidencial del 19 de noviembre, podría verse seriamente limitada al tener que gobernar en coalición con los sectores políticos que han aceptado apoyarle frente a Massa y que discrepan de muchas de sus intenciones.

En primer lugar, aborda una reforma del Estado, señalado como "la principal causa del empobrecimiento de los argentinos" por su "tamaño elefantiásico" y su "maraña de regulaciones", y cuya función "no es", puntualiza, "entrometerse en cada aspecto de la vida de los individuos". La reforma consiste en una fuerte reducción física del Poder Ejecutivo y el aparato gubernamental, procediendo a la supresión de la mayoría de los ministerios y dejando solamente ocho, únicos considerados imprescindibles para el buen funcionamiento del país: los de Economía, Justicia, Interior, Seguridad, Defensa, Relaciones Exteriores, Infraestructura y Capital Humano.

Serían abolidos por tanto los ministerios de Transporte, Obras Públicas, Salud, Desarrollo Social, Educación, Mujeres, Géneros y Diversidad, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación, Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Ambiente y Desarrollo Sostenible, Turismo y Deportes, y Desarrollo Territorial y Hábitat. Algunas de sus competencias, no todas, quedarían refundidas y simplificadas en los nuevos ministerios de Infraestructura y Capital Humano. Milei propone además privatizar el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), principal organismo público del sistema científico-tecnológico del país. 

En cuanto a la estructura interna de los departamentos que permaneciesen, se procedería a eliminar las jefaturas de gabinete de todos los ministerios, secretarías y direcciones "que se crearon simplemente para colocar amigos". El proceso de cierre conllevaría despidos generalizados de cargos en los diversos escalafones de la Administración, exclusión hecha de los funcionarios de carrera, y el fin de viáticos y privilegios.

En segundo lugar, La Libertad Avanza propugna una batería de reformas estructurales de la economía, donde opera, denuncia, un "modelo colectivista" responsable de que Argentina "no crezca desde hace décadas". El paso al "modelo de la libertad" basado en el "Estado limitado, el comercio libre y el respeto irrestricto de la propiedad privada" entraña muchas transformaciones de calado.

Estas incluyen: la poda drástica del gasto público, por un valor equivalente al 15% del PIB; la derogación del 90% de los distintos impuestos actuales; una reforma monetaria para "acabar con la inflación para siempre" y consistente en la eliminación del BCRA (Milei habla gráficamente de "quemarlo", "dinamitarlo", "hacerlo implosionar" y reducirlo a "escombros"), el "rescate" de los pasivos que se hallan en la entidad y, tomando la vía de Ecuador, El Salvador y Panamá, el tránsito gradual hacia la dolarización, poniendo fin así a la emisión de pesos argentinos, "repugnante papel moneda que nadie quiere", aunque Milei no ha dicho cuál sería la paridad para la conversión

Otros cambios a implementar serían: la flexibilización del mercado laboral; una apertura comercial unilateral "a la chilena", de espaldas al MERCOSUR; la promoción de inversiones nacionales y foráneas en los recursos naturales, infraexplotados a causa de la "descapitalización"; y sendas reformas agropecuaria y energética, con la retirada de subsidios y "restricciones" de tipo comercial, tributario o cambiario.

Indisociable de lo anterior es, destaca Milei, una "revolución en las infraestructuras", de transportes, comunicaciones, servicios y vivienda, fundada en la iniciativa privada. Igualmente, habla de acometer una reforma judicial, en un poder del Estado cuyo "correcto funcionamiento es indispensable para la vida democrática y el desarrollo económico" pero que, al haber sido "cooptado por los políticos", ya no funciona como "un órgano de control del poder político ni garantiza los derechos de los individuos". 

"Despolitizar" la justicia, arguye Milei mientras invoca los valores de la Constitución de 1853, exige nombrar a un ministro del departamento que sea una autoridad respetada del Poder Judicial y cubrir las vacancias en la Corte Suprema, la Procuraduría General de la Nación y los tribunales federales con jueces y magistrados "sin pertenencia partidaria".

Otro aspecto polémicamente innovador del plan de Milei es la fusión de las áreas de Salud, Educación, Trabajo y Desarrollo Social en el Ministerio de Capital Humano, que se encargaría de atender las necesidades de los argentinos "dependientes de la asistencia estatal para sobrevivir", en tanto el país "no haya adoptado el modelo económico de la libertad que permite la creación de riqueza, la generación de trabajo y el bienestar social". 

Hasta entonces, determina Milei, "eliminar la asistencia social es un crimen", máxime cuando un sector tan vulnerable a la pobreza y el desarraigo como la infancia y la juventud constituye el futuro motor del crecimiento económico, esto es, supone un verdadero "capital humano", empleando el lenguaje mercantil. Para el aspirante a la Casa Rosada, la sanidad y la educación deben adecuarse a unos modelos de "libre elección y competencia". Explícitamente, ha dicho que la enseñanza no puede ser gratuita y obligatoria porque "no es un derecho", y que su acceso tendría que basarse en un sistema de vouchers.

Con un Gobierno de LLA la vorágine reformista alcanzaría asimismo a las áreas de seguridad, donde el principio tendría que ser "el que las hace las paga", poniendo fin a la "cultura abolicionista que considera que los delincuentes son victimas y que las victimas son victimarios", y de defensa, cuyo presupuesto sería ampliado. 

Finalmente, Milei aboga por unas relaciones exteriores regidas por dos principios fundamentales: la "defensa irrestricta de todas las democracias liberales del mundo" y "la promoción del comercio libre entre naciones, a fin de "promover el bienestar general y el bienestar particular de los argentinos". Ello excluye, afirma Milei, "hacer negocios" con los países BRICS, en particular las "comunistas" China, Rusia y Brasil. Todo lo contrario, por ejemplo, con respecto a Estados Unidos e Israel.

Su cosmovisión libertaria economicista, alejada del nacionalismo sea o no identitario, no homologa claramente a Milei con otros líderes de movimientos americanos y europeos de derecha radical o extrema derecha, los cuales, a diferencia de él, ponen énfasis en temas como el proteccionismo socioeconómico, el cierre de fronteras a la inmigración y la defensa a ultranza de lo autóctono, hacen gala de antiglobalismo e iliberalismo —precisamente lo opuesto a lo que predica el argentino—, o bien se mueven en parámetros de religiosidad y clericalismo. Ahora bien, su discurso es muy hostil a las ideologías de izquierda y cualquier doctrina que justifique la intervención del Estado en la economía por limitada que sea, además de que viene sosteniendo algunas posturas que comúnmente se asocian al conservadurismo de tipo moral.

Por ejemplo, Milei reitera su tajante oposición al aborto, desde 2021 legal en Argentina en cualquier circunstancia y en las primeras 14 semanas de gestación. En esta cuestión, el político despliega un razonamiento pretendidamente coherente con su credo libertario, luego no moral sino jurídico: él no puede aceptar la interrupción del embarazo por las mujeres, tampoco en el supuesto de violación (sí si la vida de la madre corre peligro), porque "el liberalismo respeta la vida de todo y el aborto es un ataque a la vida". "Vida, libertad y propiedad", recuerda, son "los tres derechos básicos del individuo", y para él el feto es ya un individuo con plenitud de derechos, desde la concepción; el estatus del nonato prevalece por tanto sobre la voluntad de la madre, que no puede conculcar su derecho a vivir.

En consonancia esta vez con el argumentario característico de las agrupaciones de ultraderecha o ultraconservadoras, Milei ha realizado comentarios en los que relativiza las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura militar, y denuncia tanto las "ideologías de género" como el "marxismo cultural". Su intención aquí es quitar de las escuelas la Educación Sexual Integral, que considera una forma de "adoctrinamiento" de los alumnos, y cerrar también el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, instituido en 2019, porque no se dedica a proteger derechos, sino a conceder "privilegios". Asimismo, niega el calentamiento global antropogénico, que le parece "otra de las mentiras del socialismo".

La peculiaridad de los posicionamientos de Milei vuelve a asomar en el caso de la temática LGBT: apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo (desde 2010 permitido en Argentina, país pionero de su regulación en América Latina), no obstante creer que el matrimonio en sí mismo no es más que "un contrato" y no merece crédito "como institución", y opina que la homosexualidad es "la elección de cada uno", por lo que no tiene nada de censurable.

Otros puntos de vista controversiales de Milei, que en marzo de 2022 publicó la antología de artículos y discursos El camino del libertario a modo de vademécum de su pensamiento económico y político, han sido su conformidad con la despenalización de las drogas (pero desligando a la sanidad pública de cualquier tratamiento de desintoxicación), la desregularización de la tenencia de armas para la autodefensa personal, la prostitución normalizada y la compraventa privada de órganos humanos sin intromisiones del Estado, solo regulada por la oferta y la demanda como cualquier otro negocio, ya que "mi primera propiedad es mi cuerpo", y este no es sino "un mercado más", arguye.

(Cobertura informativa hasta 9/11/2023).

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