Jirí Rusnok

El 7 de agosto de 2013, en la República Checa, no superó la votación de confianza parlamentaria Jirí Rusnok, el primer ministro nombrado en junio por el presidente Milos Zeman a raíz de la dimisión del Gobierno conservador de Petr Necas, víctima de un escándalo de corrupción y espionaje. El rechazo de los diputados, cantado desde el momento en que Rusnok, un ex ministro sin filiación pero hasta hace tres años miembro del Partido Social Demócrata (CSSD) y además muy bien relacionado con el jefe del Estado, se hizo sin consultar con los grupos parlamentarios, convierte a su Gobierno de "expertos" (en realidad, una suma de tecnócratas y personalidades políticas vinculadas al CSSD y el partido de Zeman, el SPOZ) en un ejecutivo puramente provisional, con vida hasta el adelanto electoral de octubre. La dimisión formal de Rusnok deja en el aire la redacción del borrador de los presupuestos de 2014, con un paquete fiscal que conjugue la reducción del déficit y el apuntalamiento de la recuperación económica, luego de que la economía checa saliera de la recesión en el segundo semestre del año.

(Texto actualizado hasta agosto 2013)

1. Historial de actividades políticas y económicas
2. Nombramiento por Zeman como primer ministro y rechazo del Parlamento


1. Historial de actividades políticas y económicas

Natural de la ciudad morava de Ostrava, tras terminar la carrera en la Facultad de Economía de la Universidad de Economía de Praga, en 1984, fue reclutado por el aparato funcionarial del Estado socialista checoslovaco. Allí ejerció en la Comisión de Planificación Estatal (SPC) y posteriormente en el Ministerio Federal de Planificación Estratégica (FMSP), donde dirigió el Departamento de Estrategias Sociales. También estuvo empleado por breve tiempo en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Según el portal de noticias checo iDNES.cz, antes de la Revolución de Terciopelo de 1989 Rusnok fue "candidato a miembro" del gobernante Partido Comunista. A partir de 1992 ostentó un cargo de escaso relieve, el de director del Departamento Socio-Económico de la Confederación de Sindicatos Checoslovacos, organización gremial que tras el divorcio amistoso de las repúblicas checa y eslovaca en enero de 1993 pasó a denominarse Confederación de Sindicatos Bohemio-Moravos (CMKOS).

La oscura carrera profesional de Rusnok experimentó un salto en 1998 gracias a su ingreso en la política como militante del Partido Social Demócrata Checo (CSSD), el cual ese mismo año, de la mano de Milos Zeman, ganó las elecciones legislativas y saltó al Gobierno por primera vez desde la independencia. En julio Rusnok entró en el flamante Gobierno Zeman como viceministro de Trabajo y Asuntos Sociales. El 13 de abril de 2001 el economista estrenó un puesto gubernamental de más relumbre, el de ministro de Finanzas. Zeman nombró a Rusnok para suplir a Pavel Mertlík, quien horas antes había entregado su dimisión por divergencias sobre el curso de las privatizaciones. Un año largo después, el 15 de julio de 2002, Rusnok fue recolocado al frente del Ministerio de Industria y Comercio por el nuevo primer ministro del CSSD, Vladimír Spidla, presidente del partido desde el año anterior y su cabeza de cartel en los recientes comicios de junio. Estos fueron nuevamente ganados por los socialdemócratas, que pudieron seguir gobernando en coalición con democristianos y centristas, y proporcionaron a Rusnok su primer mandato de diputado.

A principios de 2003 cobró fuerza un enfrentamiento interno entre Spidla y Zeman, quien a pesar de estar oficialmente retirado seguía moviendo muchos hilos en el CSSD y conspiraba para derribar a su antiguo protegido. Rusnok era un destacado escudero de la facción Zeman y el 13 de marzo Spidla procedió a apearle del Gabinete en represalia por su postura rebelde durante las pasadas elecciones de enero y febrero a la Presidencia de la República, en las que el ministro primero había negado su voto de parlamentario al candidato oficial del CSSD, Jaroslav Bures, impugnado por Zeman, quien lanzó su propia postulación, y luego, en la tercera ronda de votaciones, había boicoteado también al nuevo aspirante presentado por el tripartito gobernante, el independiente Jan Sokol, no dudando en facilitar la elección final del ex primer ministro derechista Václav Klaus, candidato del opositor Partido Cívico Democrático (ODS).

A continuación, Rusnok, actuando como el caballo de Troya del pugnaz Zeman, disputó a Spidla el liderazgo del CSSD en el XXXI Congreso del partido. El 29 de marzo el ex ministro perdió el envite al obtener 147 respaldos frente a los 299 obtenidos por el jefe del Gobierno. Tras este fracaso, Rusnok comunicó su baja en la Cámara de Diputados, que hizo efectiva el 23 de abril, y su retirada de la política activa, si bien siguió siendo militante del CSSD.

Con su marcha casi simultánea del Gobierno y el Parlamento en 2003, Rusnok inició un período de alejamiento del primer plano de la actualidad que se prolongó una década. En este tiempo desempeñó una serie de cargos de naturaleza financiera tanto públicos como privados. Así, estuvo al frente de la Asociación de Fondos de Pensiones de la República Checa y posteriormente se convirtió en presidente del consejo administrativo y director general del fondo de pensiones de la rama checa del banco holandés ING. Además, entre 2006 y 2009 presidió el Comité de Mercados Financieros, órgano asesor de la Junta Bancaria del Banco Nacional Checo. Desde 2009 fue el primer presidente del Consejo Supervisor de Auditoría Pública (RVDA), un cuerpo, ahora creado, encargado de supervisar la actividad de la Cámara de Auditores de la República y formado por seis miembros elegidos por el Ministerio de Finanzas y el Banco Nacional.


2. Nombramiento por Zeman como primer ministro y rechazo del Parlamento

En enero de 2010 Rusnok se dio de baja en el CSSD, que por entonces ya llevaba más de tres años fuera del Gobierno, y, pese a los vínculos de amistad que unían a los dos hombres, no se afilió a la nueva formación política de Zeman, el Partido de los Derechos Cívicos-La Gente de Zeman (SPO-Zemanovci, o SPOZ), a la que el ex primer ministro dotó de un ideario izquierdista y proeuropeo. El antiguo titular de Finanzas siguió comprometido con sus actividades privadas en el fondo de pensiones de ING, y públicas en el RVDA y el Consejo Económico Nacional (NERV) del Gobierno, oficinas desde las que asistió en silencio al animado curso político nacional.

En mayo de 2010 el CSSD, liderado por el ex primer ministro (2005-2006) Jirí Paroubek, obtuvo en las elecciones legislativas una ajustada mayoría simple que le impidió formar Gobierno. El Gabinete alternativo fue articulado por una coalición tripartita de centro-derecha capitaneada por el ODS de Petr Necas, quien había tomado el relevo en la dirección del partido a Mirek Topolánek, descabalgado de la jefatura del Gobierno en 2009 a través de una moción de censura parlamentaria iniciada por los socialdemócratas.

Las serias dificultades económicas (la economía checa entró en recesión en el cuarto trimestre de 2011), el rechazo social a la estricta austeridad antidéficit aplicada por el Gobierno, las trifulcas políticas en su seno y los atronadores escándalos de corrupción que golpearon a personalidades del oficialismo hicieron tambalear en varias ocasiones a Necas, que en enero de 2013 encajó además el estrepitoso fracaso del candidato del ODS, Prmysl Sobotka, en unas elecciones presidenciales directas que fueron un duelo a dos entre Zeman, a la postre vencedor, y Karel Schwarzenberg, el ministro de Exteriores, viceprimer ministro y líder del partido liberal conservador TOP 09.

En junio de 2013 el propio Necas resultó salpicado por el enésimo escándalo de corrupción, el que tocó de lleno a la jefa de su Gabinete, acusada por la fiscalía de sobornar a diputados y ordenar escuchas ilegales a los servicios de inteligencia estatales. El 17 de junio, ante la gravedad de las acusaciones, Necas presentó su renuncia y con ella la del Gobierno en pleno. Zeman aceptó la dimisión y el 25 de junio el jefe del Estado, para sorpresa general, nombró nuevo primer ministro a Rusnok, quien desde marzo venía asistiéndole como asesor presidencial en materia económica.

La elección de Zeman, tomada con arreglo a sus prerrogativas constitucionales, resultó ser un polémico movimiento unilateral que no gustó a casi nadie en el arco de partidos y que levantó una catarata de recriminaciones. Para los partidos del Gobierno saliente, que habían contado con el nombramiento de Miroslava Nemcová, presidenta de la Cámara de Diputados y dirigente del ODS, la designación de Rusnok, visto como un representante del centro-izquierda a pesar de su condición formal de independiente, desafiaba la relación de fuerzas en la Cámara y no tenía ninguna posibilidad de prosperar cuando se sometiera al preceptivo voto de confianza parlamentaria.

Este desenlace era tanto más probable cuanto que la oposición de izquierda, formada por el CSSD de Bohuslav Sobotka y el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM) de Vojtech Filip, voceó su intención de propiciar la convocatoria de elecciones anticipadas, que afrontaba con excelentes perspectivas. Todo lo contrario que el ODS, al que no interesaba el adelanto electoral. Sin embargo, esta era una de las posibles salidas de la eventual desconfianza en Rusnok, lo que dejaba al partido derechista, ahora liderado por Martin Kuba, en una situación bastante incómoda. De los otros dos socios de la coalición del centro-derecha, los Liberal Demócratas (LIDEM) de Karolína Peake tampoco veían con buenos ojos someterse a las urnas en el otoño. El contrapunto lo puso el TOP 09 de Schwarzenberg, que acercó su postura a la de socialdemócratas y comunistas.

Zeman defendió la oportunidad de su nombramiento porque al país le urgía dotarse de un "gobierno de expertos" para pilotar la salida de la recesión. Pero asumió el escenario de provisionalidad y explicó que Rusnok podría encabezar el Ejecutivo de personalidades apartidistas al menos hasta septiembre, siempre que los partidos se pusieran de acuerdo sobre la disolución de la Cámara baja y el adelanto electoral ocho meses antes de la conclusión natural de la legislatura. Varios de los ministros escogidos por Rusnok para flanquearle en el próximo Gabinete encresparon aún más los ánimos en las bancadas del centro-derecha porque se situaban en las órbitas del CSSD o el SPOZ, que era una fuerza extraparlamentaria. Así, el propuesto para ministro del Interior, Martin Pecina, había sido miembro del CSSD hasta fecha reciente, cuando se acercó al partido de Zeman. La nominada para ministra de Justicia, Marie Benesová, era una conocida dirigente del CSSD y de hecho se dio de baja ahora para cumplir con el requisito del Gobierno sin ministros afiliados.

Rusnok reiteró que el suyo iba a ser un Ejecutivo de expertos y "no político", sin mandato para adoptar decisiones de calado salvo la redacción del borrador de los presupuestos generales de 2014, aunque, considerando sus "antecedentes" personales, lo más probable era que no se trataría de "ningún tipo de Gobierno ultraconservador", reseñó. En cuanto a la economía, su intención era acelerar la salida de la recesión con los estímulos adecuados, mejorar la competitividad, involucrar más a las embajadas en el extranjero en la diplomacia comercial y mantener el objetivo de reducir el déficit público por debajo del 3% del PIB.

El 10 de julio el Gobierno Rusnok prestó juramento ante Zeman y tomó posesión. De sus quince integrantes, los más destacados eran el diplomático de carrera Jan Kohout en Exteriores, el ex primer ministro (2009-2010) Jan Fischer en Finanzas, Martin Pecina en Interior, Vlastimil Picek en Defensa (cartera que ya venía portando en el Gabinete Necas) y Marie Benesová en Justicia. Fischer y Pecina recibieron además la condición de viceprimeros ministros. Los comentaristas compararon el Gabinete Rusnok con el de Fischer, quien también había sido el jefe de un Gobierno provisional de independientes, a raíz de la caída de Topolánek, con la salvedad de que sus ministros fueron designados por los partidos, mientras que ahora el consenso entre el Ejecutivo y las fuerzas parlamentarias brillaba por su ausencia.

El 7 de agosto era el día decisivo para Rusnok, obligado a someterse al voto de confianza en la Cámara de Representantes. Tal como se esperaba, el primer ministro perdió la prueba por 93 votos contra 100 más siete abstenciones. De inmediato, los grupos parlamentarios comenzaron a negociar el proceso de disolución de la Cámara baja para anticipar a este año los comicios que en principio debían celebrarse en mayo de 2014. El 13 de agosto Rusnok, quien se declaró satisfecho por el resultado "positivo" del lío político, presentó la dimisión y siete días después la Cámara baja votó su disolución con 140 votos favorables. El día 23 el presidente Zeman anunció la conclusión formal de la legislatura el 28 de agosto y que las elecciones legislativas anticipadas serían el 25 y el 26 de octubre.

Jirí Rusnok está casado y tiene dos hijos.

(Cobertura informativa hasta 27/8/2013)