Jan Fischer

En la República Checa, en abril de 2009, un casi desconocido funcionario del Estado fue nombrado primer ministro por el presidente de la República, Václav Klaus. Especialista en estadística y carente de filiación y experiencia políticas, Jan Fischer tomó el relevo al conservador Mirek Topolánek, derribado en una moción de censura parlamentaria a finales de marzo, con la misión de dirigir un Gobierno de expertos independientes –aunque designados por los partidos- que hará de puente hasta las elecciones anticipadas del otoño. Como gobernante interino del Estado de la UE más identificado con el euroescepticismo y la ortodoxia liberal en tiempos de intervenciones públicas en la economía, Fischer se convirtió de paso en el presidente de turno del Consejo Europeo, si bien se esperaba que fuera Klaus el que liderara lo que restaba del semestre.

(Texto actualizado hasta abril 2009)

1. Un técnico en estadística al servicio del Estado
2. Primer ministro interino de la República Checa


1. Un técnico en estadística al servicio del Estado

Nacido en el seno de una familia de matemáticos, tratándose su padre de un desarrollador de aplicaciones matemáticas orientadas a la medicina en la Academia de Ciencias, y su madre de una profesional de la estadística aplicada a los seguros, se formó en la Escuela Superior de Economía (Universidad) de Praga (VSE), por la que en 1974, haciendo suyo el perfil de sus progenitores, se graduó en las especialidades de Estadística y Econometría. Su titulación, sus antecedentes familiares y su pertenencia al gobernante Partido Comunista de Checoslovaquia (KSC) le aseguraron una plaza profesional en el Instituto de Investigación de Información Socioeconómica dependiente de la Oficina Federal de Estadística, en la que fue progresando hasta convertirse en vicepresidente de la entidad en 1990, el año en que se restableció en el país centroeuropeo el sistema democrático a la caída del régimen comunista. En 1985, completados unos estudios de posgrado, se sacó en la Universidad el título de candidato de Ciencias en el campo de la estadística económica.

Con la disolución pactada de la federación checoslovaca y el inicio de la andadura de la República Checa como Estado independiente, en enero de 1993, la Oficina Federal de Estadística se convirtió en la Oficina de Estadística Checa (CSU) y Fischer fue confirmado como vicepresidente del nuevo organismo de titularidad pública. En los años siguientes, el funcionario estuvo al frente de los equipos encargados de procesar los resultados de las elecciones legislativas y municipales, y colaboró con el Eurostat, la Oficina Estadística de las Comunidades Europeas.

En 2001 fue reclutado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para integrar una misión de evaluación de las posibilidades de crear una oficina de seguimiento estadístico en Timor Oriental, meses antes del acceso a la independencia de la antigua colonia portuguesa. Fuera de la CSU, Fischer aportó su experiencia profesional asimismo a la agencia de análisis y estudios de mercado Taylor Nelson Sofres Factum, en una breve incursión en el sector privado en 2000, y desde marzo de 2002 a la Facultad de Informática y Estadística de la VSE, que le encomendó la dirección de su área de investigación. En abril de 2003 cesó en este último cometido al ser nombrado presidente de la CSU por el nuevo presidente de la República, Václav Klaus.


2. Primer ministro interino de la República Checa

Desvinculado de toda filiación política desde la Revolución de terciopelo de 1989, 20 años después Fischer continuaba siendo un técnico cualificado e independiente al cargo de un organismo del Estado, cuyo conocimiento por el público era mínimo o nulo. Unas características que en abril de 2009 le convirtieron a los ojos de Klaus en la persona idónea para encabezar un Gobierno interino de transición preelectoral y en sustitución del presidido por Mirek Topolánek, quien el 26 de marzo se había visto obligado a presentar la dimisión de resultas de la pérdida, dos días antes, de una moción de censura parlamentaria.

Topolánek, líder del derechista Partido Cívico Democrático (ODS, a cuyo frente había sucedido a Klaus, anteriormente primer ministro), venía encabezando desde enero de 2007 un Gobierno minoritario de coalición con la Unión Cristiana y Democrática-Partido Popular Checoslovaco (KDU-CSL) y el Partido Verde (SZ). Desde entonces, el primer ministro había sorteado varios intentos de defenestración lanzados en la Cámara de Diputados por la oposición de izquierdas, formada por los partidos Social Demócrata (CSSD) y Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM), que fustigaba su política económica de corte ultraliberal, su disposición a aceptar la instalación en el país de parte del sistema del escudo antimisiles proyectado por Estados Unidos y su nula simpatía por el Tratado de Lisboa para la reforma de las instituciones de la Unión Europea, cuyo incierto proceso de ratificación acababa de recibir el visto bueno de la Cámara baja pero al que todavía le faltaba la luz verde del Senado y la también preceptiva firma del euroescéptico Klaus, quien se negaba a dar ese paso a menos que Irlanda ratificara el Tratado en un segundo referéndum tras su consulta fallida de junio de 2008.

Ahora, la caída del Ejecutivo tricolor de Topolánek, producida justa en mitad de la presidencia semestral checa del Consejo de la UE, fue posible gracias a los votos de varios diputados rebeldes de la propia coalición oficialista, que secundaron la enésima moción de censura iniciada por los socialdemócratas. Así las cosas, el presidente Klaus, ignorando las preferencias del ODS, que esperaba el nombramiento de uno de sus miembros, y del KSCM, que favorecía un Gobierno de concentración nacional con ellos dentro, se decantó por el neutral Fischer para pilotar un Gabinete de gestión formado por técnicos y duradero hasta las elecciones generales, anticipadas al mes de octubre. Sus misiones fundamentales serían concluir la presidencia europea a últimos de junio con los deberes hechos, preparar el borrador de los presupuestos generales de 2010 y organizar los comicios.

Klaus, Topolánek, el tripartito saliente y el CSSD acordaron que el primer ministro designado nombrara ministros a los candidatos "independientes" propuestos por los partidos. Incluso se fijaron las cuotas: la coalición conservadora sería representada por ocho ministros y los socialdemócratas por siete. Ninguno de los titulares actuales continuaría en el nuevo Gobierno, que debería ponerse en marcha antes del 9 de mayo. Hasta entonces, Topolánek seguiría fungiendo como primer ministro.

El nombramiento de Fischer fue realizado por Klaus el 9 de abril en una ceremonia en el Castillo de Praga, sede de la Presidencia de la República. En su primera alocución, Fischer explicó que llegaba a la jefatura del Gobierno "como especialista y apolítico, aunque como una persona que posee una considerable experiencia en los trabajos del Ejecutivo, los ministerios y el servicio civil". Según Klaus, el designado se trataba de un "hombre considerado, que nunca ha tenido ninguna orientación política radical". Fischer añadió que intentaría minimizar el impacto en la población de la crisis económica, llegada a Chequia con unos meses de retraso en relación con la mayoría de los socios europeos –el PIB había estado creciendo a buen ritmo hasta el tercer trimestre de 2008, para aproximarse a la tasa cero en el cuarto debido a la caída de las exportaciones regionales-, y que concluido este mandato interino regresaría a su trabajo en las estadísticas del Estado.

Jan Fischer está casado en segundas nupcias y es padre de tres hijos. Uno de ellos, Jakub, ha proseguido la tradición profesional de sus ascendientes y ejerce de profesor y vicedecano en la Facultad de Informática y Estadística de la VSE.

(Cobertura informativa hasta 15/4/2009)