Zdravko Krivokapic

El rostro de la primera alternancia de poder en Montenegro en 22 años es un profesor de Ingeniería sin militancia partidista ni experiencia política, y con solo unos meses de relevancia pública. Zdravko Krivokapic se dio a conocer en julio de 2020 como el dirigente de una organización civil que apoyaba a la Iglesia Ortodoxa Serbia de Montenegro en su encarnizada pugna con el Gobierno del DPS, el partido del presidente Milo Djukanovic, a causa de una polémica ley que facultaba al Estado para nacionalizar centros de culto y propiedades del clero. En agosto, Krivokapic, miembro del sector de la población nativa que se considera étnicamente serbia, fue escogido como el cabeza de lista de la coalición Por el Futuro de Montenegro (ZBNG), integrada por la alianza Frente Democrático (DF) y otras fuerzas de la oposición con orientaciones dispares, aunque en su mayoría intensamente proserbias. En los comicios del 30 de agosto el ZBNG no llegó a aventajar al erosionado DPS, pero se aseguró su subida al Gobierno en virtud de una coalición de mayoría con dos opciones del centro europeísta, La Paz es Nuestra Nación (MNN) y Acción de Reforma Unida (URA).

El 8 de octubre Djukanovic, quien desde 1998 ha dominado la escena montenegrina pero que ahora ve a su partido fuera del Ejecutivo por primera vez en tres décadas, nombró primer ministro a Krivokapic. Los principios del nuevo Gobierno, comprometido con el cambio "sin revancha", son el énfasis en las libertades constitucionales y el Estado de derecho, la retirada de la "discriminatoria" ley religiosa, la lucha en firme contra la corrupción y el crimen organizado, y el mantenimiento del "incuestionable" curso proeuropeo y prooccidental del pequeño país balcánico, apuesta esta última que, a diferencia de las anteriores, no supone una enmienda a las políticas del DPS y Djukanovic. Es más, Krivokapic asegura que las negociaciones de adhesión a la UE, en curso desde 2012, se verán impulsadas por la determinación reformista de las nuevas autoridades de Podgorica. El gobernante en ciernes explica que si el ingreso en la UE topa hoy con el rechazo de casi la mitad de la población a tenor de las encuestas, es porque el presidente Djukanovic no ha sabido explicar "los beneficios de la integración".

Otro de los compromisos claves de Krivokapic, especialista en la ingeniería del control de calidad y la armonización de estándares técnicos, es acabar con la polarización ideológica de la vida pública y "despolitizar" las instituciones. Con ese fin, ha impuesto a los partidos el nombramiento de un Gabinete de "expertos", tecnócratas independientes concentrados en la gestión eficaz. Krivokapic ha dejado que los cuatro grupos del oficialismo, los conservadores populistas de la coalición Frente Democrático (DF), los socialistas del SNP (como la anterior, socio del ya disuelto ZBNG), el MNN y el URA, propongan a los 12 ministros en función de su peso parlamentario, pero ha vetado la colocación de militantes o personas allegadas. La excepción es el líder del URA, el moderado Dritan Abazovic, próximo viceprimer ministro y ministro de Seguridad Nacional.

La cuenta atrás para la asunción del Gobierno Krivokapic, demorada hasta el 4 de diciembre ante las dificultades creadas por la segunda ola de la COVID-19 (positivo de Abazovic, declaración del toque de queda nocturno en la capital y otras dos ciudades) y otras de índole más política (renuncia del candidato a ministro del Interior, Nikola Terzic, por su proximidad al URA), ha estado rodeada de controversias. Por un lado, la fórmula del equipo de "expertos" no gusta a los dirigentes del DF, que querían sentarse en el Gabinete y acusan al profesor, un ortodoxo devoto, de ser servil con los intereses clericales; en los últimos meses, Krivokapic fue probablemente el seglar más conspicuo en la grey del cabeza de la Iglesia Ortodoxa Serbia en Montenegro, el obispo metropolitano Amfilohije Radovic, fallecido el 30 de octubre del coronavirus.

Por otro lado, el rechazo del Gobierno entrante a alentar las tesis del unionismo serbo-montenegrino (bien presente en el DF y el SNP), a adoptar pasos que pongan en cuestión la independencia estatal de Montenegro (adquirida en 2006 en términos pacíficos con Serbia), a revocar el reconocimiento de la independencia de Kosovo (2008) o a dar marcha atrás en el ingreso en la OTAN (conseguido por Djukanovic en 2017) provoca decepción e irritación en el nacionalismo serbio y el Gobierno vecino. Krivokapic niega en redondo que su Gobierno vaya a hacer un viraje exterior proserbio o prorruso, o que Montenegro vaya a caer en la influencia de Belgrado o Moscú, aunque promete normalizar las relaciones con ambas capitales.


(Nota de edición: esta versión de la biografía fue publicada originalmente el 12/11/2020. El Gobierno de Zdravko Krivokapic cayó en una moción de censura parlamentaria el 4/2/2022. El 28/4/2022 el hasta entonces viceprimer ministro, Dritan Abazovic, formó un nuevo Gobierno de coalición).

Natural de Niksic, la segunda ciudad del país, e hijo de padres serbios étnicos, en 1981 obtuvo la licenciatura por la Facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Montenegro (MF-UCG) y, según su reseña oficial, con la nota más alta de su promoción. En aquella época Montenegro integraba la República Federativa Socialista de Yugoslavia y dicho centro académico, fundado siete años antes, tenía el nombre de Universidad Veljko Vlahovic. El joven realizó unas prácticas profesionales en una acería de su ciudad y luego fue contratado como auxiliar de formación en su Facultad de Podgorica. Además, prosiguió estudios de posgrado en la Universidad de Belgrado, en el área de Ingeniería de Producción, y en 1989 recibió la correspondiente maestría.

En los 30 años siguientes, el quehacer de Krivokapic, futuro primer ministro con nulo bagaje político ni tampoco experiencia en el activismo social, estuvo absorbido por los compromisos lectivos, docentes e investigadores de su especialidad ingenieril, casi siempre en la MF-UCG. En 1994 empezó a dar clases como profesor asistente, en 1999 pasó a ser profesor asociado y en 2004 se convirtió en profesor titular catedrático de Informática y Sistemas de Gestión de Calidad. Un año antes se sacó el doctorado con una tesis sobre el diseño de sistemas de corte cuya preparación transcurrió, como investigador invitado y becado por el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), en el Instituto de Aplicaciones Informáticas en Planificación y Construcción (RPK) de la Universidad de Karlsruhe. Asimismo, estuvo entre los organizadores del Centro de Calidad de normas ISO 9000 de la Universidad de Montenegro y tuvo a su cargo el Centro de Estudios Doctorales. Autor de numerosos trabajos técnicos, responsable de proyectos de investigación y científico con proyección exterior, Krivokapic ha estado activo en las conferencias internacionales sobre Gestión de Calidad del Software (SQM) y sobre Gestión y Mejora de la Calidad (QME).

En 2011 el profesor tuvo un contacto tangencial con el Gobierno montenegrino al ser contratado por el Ministerio de Defensa dentro de un programa formativo del Ejército sobre gestión de sistemas de calidad homologados a los estándares de la OTAN, organización en la que Montenegro deseaba ingresar. Entonces, el país ya iba por su sexto año de independencia, luego de la fase transitoria (2003-2006) en la que Montenegro y Serbia mantuvieron nexos en el marco de una unión estatal de tipo confederal. La hegemonía política recaía en el Partido Democrático de los Socialistas de Montenegro (DPS), la formación nacionalista y proeuropea liderada por Milo Djukanovic, ex presidente de la República y tres veces primer ministro, con un cuarto ejercicio a partir de 2012.

Krivokapic, empero, no estaba en la órbita del DPS y sus simpatías se dirigían al sector de la oposición conservadora identificada con los intereses de la muy numerosa minoría serbia (la parte de la población, aproximadamente el 29% de los 623.000 ciudadanos montenegrinos, declarada de esta nacionalidad) y que a la vez manifestaba credenciales proeuropeas. También era un devoto adherente seglar de la muy influyente Iglesia Ortodoxa Serbia (SPC) en Montenegro (CG), con diferencia la mayor institución religiosa del país balcánico y la única reconocida de la denominación cristiana ortodoxa. Puesto que no se trataba de una iglesia autocéfala, la SPC-CG, una eparquía o diócesis (su nombre oficial era Metropolitanato de Montenegro y el Litoral) de la SPC, respondía a la primatura del Patriarcado de Belgrado. Fue precisamente su compromiso con los asuntos de la fe lo que terminó empujando al ingeniero experto en control de calidad a una militancia política en la oposición al DPS.

Los prolegómenos del salto de Krivokapic a la política y seguidamente a la jefatura del Gobierno montenegrino se remontan a diciembre de 2019, cuando la SPC y el Consejo Nacional Serbio de Montenegro (SNS) emprendieron una campaña de protestas pacíficas y desobediencia civil contra el Ejecutivo del DPS, mandado por Djukanovic desde la Presidencia de la República y por el primer ministro Dusko Markovic desde el Gobierno, ante la aprobación de la llamada Ley de Libertad de Religión o Creencias y de Condición Jurídica de las Comunidades Religiosas, que facultaba al Estado para convertirse en titular de templos, monasterios, conventos y otras propiedades eclesiásticas. En concreto, todos los inmuebles y terrenos cuya propiedad por la SPC no estuviera documentada desde antes de 1918 —el año de la anexión de Montenegro por Serbia y su incorporación a un Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos que luego, en 1929, tomó el nombre de Yugoslavia— pasarían a ser registrados como "bienes públicos y herencia cultural de todos los ciudadanos".

La perspectiva de la nacionalización de muchos centros de culto y bienes del clero indujo a la SPC-CG, cuyo cabeza era Amfilohije Radovic, obispo metropolitano de Montenegro y el Litoral, a movilizar a sus popes y fieles, colocados en la primera línea de las protestas masivas. Es más, la prelatura ortodoxa no dudó en decretar la excomunión y privación sacramental de todos los diputados que habían votado a favor de la ley de libertad religiosa, de los miembros del Gobierno y del mismo presidente Djukanovic. El oficialismo denunció a su vez que las manifestaciones le hacían el juego al nacionalismo serbio, iban contra la soberanía montenegrina y saboteaban la independencia nacional, y dirigió su dedo acusador contra Belgrado. El DPS, de hecho, reconocía que uno de sus principales objetivos era impulsar a la Iglesia Ortodoxa Montenegrina, de la que decían ser adeptos una tercera parte de los fieles ortodoxos pero que no gozaba de reconocimiento canónico por las otras iglesias ortodoxas autocéfalas .

En teoría, la protesta tenía una naturaleza cívico-religiosa, pero desde el primer momento tomó un cariz intensamente político al salir a respaldarla los principales partidos de la oposición izquierdista y conservadora, de línea proserbia en mayor o menor grado. El más importante de estos grupos era el Frente Democrático (DF), coalición de centro-derecha y parcialmente populista que recogía las tesis del unionismo serbo-montenegrino, actuaba como portavoz de las reclamaciones de la minoría serbia y mantenía excelentes relaciones con la fuerza gobernante en el país vecino, el Partido Progresista Serbio (SNS) del presidente Aleksandar Vucic. Los miembros del DF eran el Partido Popular Democrático (DNP), la Nueva Democracia Serbia (NSD), el Movimiento por los Cambios (PzP) y Montenegro Verdadero (PCG). Desde las elecciones de 2016 el DF componía el segundo bloque de la Skupstina o Asamblea, donde tenía como líder a Andrija Mandic, el presidente de la NSD. La aprobación en diciembre de 2019 de la ley de libertad religiosa tuvo lugar en medio de un gran tumulto parlamentario y con el boicot del DF, cuyos 18 diputados sufrieron un arresto temporal.

Cabeza de lista electoral del frente opositor y aspirante a forzar un histórico cambio de Gobierno en Montenegro
Krivokapic se mantenía al margen de filiaciones partidarias, pero apoyaba plenamente la algarada antigubernamental, interrumpida en marzo por la transmisión de la COVID-19, desde el flanco religioso. Así, en julio de 2020, después de levantarse parte de las prohibiciones y restricciones de la primera ola del coronavirus y con la protesta de nuevo en la calle, el ingeniero se dio a conocer al público como uno de los fundadores de la ONG No Cederemos Montenegro (Ne damo Crnu Goru, NDCG). El grupo, con Krivokapic de presidente y varios colegas docentes de la Universidad en el equipo directivo, se presentaba como una organización de seglares independientes que defendía los intereses de la SPC y hacía causa común con el clero ortodoxo en su conflicto con el Gobierno por la ley de libertad religiosa.

La iniciativa de NDCG, cuyos actos públicos recabaron la asistencia de dignatarios eclesiásticos, dio a Krivokapic una considerable visibilidad y su figura, en pocos días, se hizo atractiva para los partidos de la oposición, que aspiraban a desalojar al DPS del poder en las elecciones legislativas del 30 de agosto. Faltando menos de un mes para los comicios, el 2 de agosto, el DF firmó un acuerdo de coalición con otra alianza opositora, el Movimiento Popular (NP), el cual incluía a los partidos Montenegro Unido (UCG), de los Trabajadores (RP) y Democrático Serbio (DSS), y con un tercer exponente del unionismo serbo-montenegrino, en su caso de la izquierda, el Partido Popular Socialista (SNP), liderado por Vladimir Jokovic. El más amplio frente anti-DPS se hizo llamar Por el Futuro de Montenegro (ZBNG) y escogió a Krivokapic como su cabeza de lista electoral y candidato oficioso a primer ministro.

El programa del ZBNG presentaba cuatro puntos básicos: la defensa de los derechos y libertades constitucionales, enfatizando las libertades de expresión, prensa, conciencia y religión; en consonancia con ese compromiso, la derogación de la "discriminatoria" ley religiosa; el combate en firme contra la corrupción, considerada uno de los capítulos más negros de la herencia del DPS; y la confirmación de la orientación exterior euroatlántica de Montenegro definida por el presidente Djukanovic y sus colaboradores, por lo que no se cuestionaban ni la pertenencia a la OTAN ni el proceso de adhesión a la UE, arrancado en Bruselas en 2012. Al contrario, Krivokapic decía ser un europeísta sin reservas.

Las elecciones del 30 de agosto de 2020 no tuvieron un resultado espectacular para la coalición de Krivokapic, aunque sí certificaron el final de la supremacía del DPS y su expulsión a la oposición. Con el 32,5% de los votos y 27 escaños, el ZBNG quedó a la zaga del mermado partido de Djukanovic, pero la treintena de diputados conservados por la fuerza oficialista, a falta de aliados útiles, imposibilitaba su continuidad en el poder.

En su discurso de la "victoria", Krivokapic, diputado electo con el mayor porcentaje de votos (el 75,9%) del país, prometió un cambio de Gobierno suave, sin revanchismos ni virajes en las relaciones internacionales, si bien el nuevo Ejecutivo buscaría la normalización de relaciones con Serbia y Rusia. Ahora bien, el unionismo serbo-montenegrino, sobre el papel reclamado por la mayoría de los miembros del ZBNG y ciertamente incompatible con la independencia estatal de Montenegro, no se mencionaba. La prioridad número uno sería, insistía Krivokapic, la conclusión positiva de las negociaciones de adhesión a la UE, con todas las reformas que ello conllevaba. Es más, el próximo Gobierno, explicó Krivokapic a la prensa internacional, aceleraría el arduo proceso porque se volcaría en la remoción de obstáculos muy serios, el peso de la corrupción y el crimen organizado, que afectaban a capítulos sensibles como los de Justicia y Seguridad, y Control Financiero.

A continuación, Krivokapic y los cabezas de facción del ZBNG emprendieron conversaciones con las fórmulas centristas proeuropeas (y no manifiestamente proserbias) La Paz es Nuestra Nación (MNN), coalición animada por el partido Montenegro Democrático (DCG) de Aleksa Becic, y Acción de Reforma Unida (URA), partido liderado por Dritan Abazovic, presidente también de la plataforma cívica Negro sobre Blanco (CnB). Los dos sumaban 14 escaños, justo los necesarios para alcanzar la mayoría absoluta de 41 diputados. En realidad, el ZBNG, una vez conseguida su meta electoral de desalojar al DPS del poder, se consideró disuelto, por lo que en la próxima Skupstina las fuerzas integrantes no constituirían un único bloque parlamentario. El DF articuló un grupo de 22 diputados de seis partidos, la NSD de Andrija Mandic, el PzP de Nebojsa Medojevic, el DNP de Milan Knezevic, el PCG de Marko Milacic, el UCG de Goran Danilovic y el RP de Maksim Vucinic, tratándose los dos últimos de la expresión parlamentaria del NP, alianza que pasaba a mejor vida. En cuanto al SNP de Vladimir Jokovic, mantuvo un grupo de 5 diputados.

Krivokapic puso sobre la mesa un punto de discusión inesperado que suscitó cierta perplejidad en sus interlocutores y abierto malestar en el seno del DF, rico en personalismos y populismo, pero que él consideraba indispensable si se pretendía dejar atrás la polarización ideológica y los excesos "partidocráticos" en Montenegro: el próximo Gabinete debía estar formado por ministros no afiliados y con perfil eminentemente técnico, un Ejecutivo de "expertos" concentrado en la solución de los problemas cotidianos de los ciudadanos y capaz de trabajar con eficacia. Los partidos, de acuerdo con su peso parlamentario, podrían seleccionar y colocar a los ministros, pero estos tendrían que ser formalmente independientes, como el propio Krivokapic. Era lo que convenía, razonaba el profesor, para "despolitizar" las instituciones republicanas. Además, se invitaría a participar a los partidos de las minorías albanesa y bosníaca. Krivokapic, Becic y Abazovic firmaron el preacuerdo de coalición el 9 de septiembre.

Uno de los puntos del consenso era que no se propondrían alteraciones de los símbolos nacionales (bandera, escudo, himno) de Montenegro; en otras palabras, la independencia y la estatalidad del país quedaban fuera de toda discusión. Tampoco se abordaría la retirada del reconocimiento por Podgorica de la independencia de Kosovo, algo que sin duda decepcionaría a las autoridades de Belgrado. Y, por supuesto, se mantendría el curso exterior prooccidental y proeuropeo.

El 23 de septiembre Krivokapic, no sin las quejas y la desgana de algunos dirigentes del DF (los fervientemente proserbios Mandic y Knezevic, así como el tibiamente proeuropeo Medojevic), los cuales insistían en sentarse ellos mismos en el Gobierno con carteras ministeriales importantes, fue aprobado como candidato a primer ministro con el aval de los 41 diputados del DF, el SNP, el MNN y el URA, mientras que Becic, el jefe del MNN, fue elegido presidente de la Skupstina. El 8 de octubre el presidente Djukanovic, en adelante protagonista de una incómoda cohabitación en el poder ejecutivo, desfavorable a su oficina al tratarse Montenegro de una república parlamentaria, designó al profesor de Ingeniería de 62 años primer ministro.

Zdravko Krivokapic y su esposa Marijana, también docente universitaria, son padres de cinco hijos.

(Cobertura informativa hasta 8/10/2020)