Igor Luksic

En Montenegro, la dimisión voluntaria en diciembre de 2010 de Milo Djukanovic aupó a la jefatura del Gobierno a Igor Luksic, economista de 34 años y el más conspicuo de sus protegidos en el Gabinete y el partido en el poder, el Democrático de los Socialistas (DPS), que Djukanovic sigue liderando. Diputado desde los 24 años, ministro de Finanzas desde los 27 y viceprimer ministro con 32, Luksic se convirtió en el más joven primer ministro del mundo, coronando una trayectoria fulminante que no es, sin embargo, insólita en su país, donde hay una tradición de estadistas muy precoces. La mudanza institucional aconteció escasos días después de recibir la pequeña república balcánica la luz verde a su candidatura al ingreso en la UE. Luksic ha asumido la misión de avanzar hacia las metas trazadas por su predecesor, que son completar las reformas estructurales y legales, más ahora cuando la economía montenegrina ha salido de la recesión, y hacer retroceder la corrupción y el crimen organizado, terreno en el que Bruselas aguarda resultados bien tangibles antes de abrir las negociaciones formales de adhesión.

(Nota de edición: esta biografía fue publicada el 30/5/2011. El ejercicio de Igor Luksic como primer ministro de Montenegro concluyó el 4/12/2012. Su sucesor en la jefatura del Gobierno fue Milo Djukanovic. Posteriormente y hasta 2016, Luksic sirvió como ministro de Exteriores).

1. Una fulgurante carrera política bajo la tutela de Milo Djukanovic
2. Primer ministro de Montenegro


1. Una fulgurante carrera política bajo la tutela de Milo Djukanovic

Diplomado en Economía por la Universidad de Montenegro en 1998, en los dos años siguientes cursó en la Academia Diplomática de Viena, Washington y su alma máter de Podgorica unos estudios de posgrado que compaginó con un trabajo auxiliar en el Ministerio de Asuntos Exteriores, donde tomó parte en la implementación del programa OBNOVA, otorgado por la Comisión Europea a la República de Montenegro para la financiación de proyectos de infraestructura. En este período, Montenegro formaba parte junto con Serbia de la República Federal de Yugoslavia, aunque su presidente, el socialista reformista Milo Djukanovic, dejaba patente el rechazo a las pretensiones hegemónicas serbias del jefe del Estado, Slobodan Milosevic, practicando un boicot a las instituciones federales.

A principios de 2000 Luksic fue contratado por el partido en el Gobierno liderado por Djukanovic, el Democrático de los Socialistas de Montenegro (DPS), como asesor en cuestiones de política internacional. En enero del año siguiente estrenó despacho en el organigrama del Ejecutivo republicano, una secretaría del Ministerio de Exteriores. Sólo cuatro meses después, en mayo de 2001, debutó en la política representativa nacional como un jovencísimo diputado de 24 años en las filas del DPS, el cual, aliado al Partido Socialdemócrata (SDP), se impuso por la mínima a los partidos proserbios en las elecciones legislativas del 22 de abril; las mismas habían sido adelantadas por Djukanovic para impulsar su campaña soberanista luego de triunfar en Belgrado la revuelta democrática contra el régimen de Milosevic.

Luksic revalidó su escaño en la Asamblea en los comicios del 20 de octubre de 2002, que el presidente Djukanovic hubo de anticipar al quedar el oficialismo en minoría parlamentaria como resultado del acuerdo constitucional alcanzado con las nuevas autoridades de Serbia. En virtud del pacto, Montenegro renunció a celebrar un referéndum sobre la independencia a cambio de un vínculo federativo más laxo y de naturaleza interina, valedero por unos años. En plena campaña de estas elecciones, el veinteañero culminó sus estudios de licenciatura en la Facultad de Economía.

En el primer tramo de 2003 Luksic añadió nuevas líneas a un currículum asombroso por su precocidad. En enero, se puso al servicio directo del primer ministro, Djukanovic, quien había intercambiado puesto ejecutivo con su número dos, Filip Vujanovic —en adelante presidente de la República—, en calidad de asesor para las relaciones con los medios. Llegado marzo, sin dejar su escaño en la Asamblea de Podgorica, pasó a formar parte de la Asamblea de la nueva entidad estatal, virtualmente una confederación, llamada Serbia y Montenegro. A la vez, fue nombrado viceministro de Exteriores en el Gobierno federal, donde se puso a las órdenes del ministro Goran Svilanovic, de la Alianza Cívica de Serbia

Convertido en un favorito de Djukanovic, Luksic iba quemando etapas en su aún corta carrera política a toda velocidad. El 16 de de febrero de 2004, a dos años largos todavía de cumplir la treintena de edad, el economista fue nombrado ministro de Finanzas de Montenegro en sustitución de Miroslav Ivanisevic. El acceso en 2006 de Montenegro a la independencia, aprobada en referéndum el 21 de mayo y proclamada por la Asamblea el 3 de junio, no modificó la posición de Luksic en el Gobierno de coalición con los socialdemócratas y la minoría albanesa, a cuyo frente Djukanovic dimitió en octubre, tomándole el relevo el ministro de Justicia, Zeljko Sturanovic. La inesperada mudanza en la oficina del primer ministro tuvo lugar semanas después de las elecciones legislativas del 10 de septiembre, primeras desde la independencia y séptimas desde la instauración del pluralismo 16 años atrás, en las que la Coalición por un Montenegro Europeo, capitaneada por el DPS, conquistó una mayoría absoluta de 41 diputados. Uno de ellos era Luksic, reelegido por segunda vez.

En la nueva legislatura, Luksic, que en 2005 había completado sus estudios de doctorado apoyados en una tesis sobre el proceso de adaptación a los estándares económicos europeos y que aún hallaba tiempo para impartir docencia en las facultades económicas de Podgorica, se apuntó un éxito gubernamental considerable: conseguir que la Unión Europea no condicionara la adopción del Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA), firmado en Bruselas el 15 de octubre de 2007, a la previa renuncia por el país al euro como su moneda de curso legal.

Montenegro había adoptado en 2002 el euro —en sustitución del marco alemán— como moneda propia y con el acceso a la independencia ni siquiera se planteó dotarse de una divisa nacional, como habría sido lógico, en la convicción de que una reforma monetaria de ese calibre sería desastrosa para su economía. Ahora, al firmar el AEA, las autoridades de Bruselas advirtieron a Podgorica que sólo los estados miembros de la UE podían adoptar el euro y que las "eurizaciones unilaterales" no eran compatibles con el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, que establece claramente los criterios técnicos (en cuanto a inflación, déficit, deuda y tipos de interés) del proceso de convergencia monetaria al euro, criterios que un país debía satisfacer aun gozando de plena membresía en la UE.

A pesar de insistir en lo inaceptable de esta anomalía, la UE siguió adelante con el AEA, que entró en vigor el 1 de mayo de 2010 una vez concluido el proceso de ratificación nacional. Meses después, el 17 de diciembre, el Consejo Europeo de Bruselas acordó conceder a Montenegro la condición de país candidato al ingreso, el cual había sido solicitado oficialmente por Podgorica el 15 de diciembre de 2008. Por cierto que, ese mismo mes, Luksic vio potenciada su situación en el Gabinete al concederle el rango de viceprimer ministro Djukanovic, quien había retornado a la jefatura del Gobierno en febrero anterior a raíz de la dimisión de Sturanovic por problemas de salud. Djukanovic continuaba siendo el líder del DPS, en cuya ejecutiva Luksic, ganador de un cuarto mandato parlamentario en los comicios del 29 de marzo de 2009 (en los que la coalición oficialista triunfó con mayoría absoluta), ya se sentaba.


2. Primer ministro de Montenegro

El 21 de diciembre de 2010, cuatro días después de obtener el sí de Bruselas, Djukanovic anunciaba su baja en el Ejecutivo montenegrino por entender que la situación nacional, con el país políticamente estable, libre ya de la recesión económica (este año el PIB montenegrino iba a avanzar un 2,7%, frente a la contracción del -5,8% sufrida en 2009) y a las puertas de las estructuras euro-atlánticas, estaba "madura" para dar ese paso personal, el cual no entrañaba su adiós a la política, de entrada porque continuaba siendo el presidente del DPS.

La conferencia de prensa del dimisionario incluyó la recomendación al partido para que propusiera a Luksic ante el jefe del Estado como su sucesor en el Gobierno. Dicho y hecho, ese mismo día, el Presidium del DPS nominó por voto unánime al viceprimer ministro y ministro de Finanzas, quien el 24 de diciembre recibió el preceptivo nombramiento del presidente Vujanovic. Cinco días más tarde, la Asamblea, por 46 votos contra 25 y dos abstenciones, invistió a Luksic y su Gabinete, donde debutaron cinco ministros. Del mismo se descolgó uno de los tres viceprimeros ministros existentes hasta ahora, Svetozar Marovic, quien fuera el presidente federal de Serbia y Montenegro en 2003-2006 y que dentro del DPS ostentaba una de las vicepresidencias, al igual que Vujanovic y Sturanovic. Por lo demás, el grueso de los puestos continuó en manos del DPS, siendo los restantes para el SDP (con tres carteras, entre ellas la de Interior) la Unión Democrática de Albaneses (DUA, titular del Ministerio de Protección de los Derechos Humanos y las Minorías) y el Partido Bosniak (un ministerio sin cartera).

En sus primeras palabras como el más joven —34 años— jefe de Gobierno del mundo, Luksic esbozó un plan de acción perfectamente continuista del trazado por Djukanovic y cuyas metas fundamentales eran dos: "implementar las medidas que Montenegro necesita para abrir con la UE las negociaciones de adhesión" y "mantener el curso de las reformas estructurales dirigidas a mejorar el sistema de salud, la educación y el bienestar social". Los responsables europeos venían reconociendo los grandes progresos de Podgorica en la reforma de los marcos económico y legal, pero reclamaban acciones de más alcance para reforzar el imperio de la ley, en un país aún muy tocado por los hábitos corruptos y las actividades delictivas del crimen organizado, y otras medidas encaminadas a impedir la discriminación de las minorías étnicas, acabar con ciertas restricciones a la libertad de prensa y despolitizar la judicatura.

El primer ministro de Montenegro está casado con Natasha Luksic y es padre de dos niñas.

(Cobertura informativa hasta 30/5/2011)