Borut Pahor

El 22 de diciembre de 2012 Borut Pahor, ex primer ministro socialdemócrata de Eslovenia, asume la Presidencia de esta república centroeuropea tras imponerse en las dos vueltas electorales del 11 de noviembre y el 2 de diciembre a Danilo Türk, el titular que aspiraba a la reelección. Su ejercicio, entre noviembre de 2008 y febrero de 2012, como jefe de un Gobierno de coalición de cuatro partidos de centro-izquierda consolidó la reputación del Pahor, quien fuera dirigente del comunismo esloveno en la época yugoslava, como político moderado y sin aristas, no dado a provocar polémicas domésticas. Sin embargo, su talante constructivo fue puesto a dura prueba por la entrada de la hasta entonces próspera Eslovenia en un largo período de depresión económica y angustias financieras que erosionó los anteriores avances en la reducción del diferencial con los promedios de renta por habitante de la UE y la Eurozona.

El curso político también se le torció al primer ministro, quien tras ganar el referéndum de ratificación del acuerdo fronterizo con Croacia vio desintegrarse su coalición, perdió una crucial moción de confianza en la Asamblea y por último, en diciembre de 2011, sucumbió estrepitosamente en las elecciones legislativas anticipadas. Los comicios repusieron en el Ejecutivo al derechista Janez Jansa, al que Pahor había vencido en las urnas en 2008. En junio de 2012 Pahor, luego de 15 años de liderazgo, perdió la elección interna al frente de los Social Demócratas pero, haciendo del revés virtud, lanzó su candidatura presidencial para enfrentarse a Türk, el profesor independiente que su Gobierno había auspiciado en 2007. Se espera que Pahor, con su querencia por el diálogo y el consenso, se valga de este alto cargo de tipo ceremonial para reducir las crecientes tensiones políticas y sociales en Eslovenia, que sigue sin ver la luz al final del túnel tras casi cuatro años de recesión intermitente (y en su fase más aguda ahora mismo), y que coquetea peligrosamente con el rescate crediticio.

(Nota de edición: esta versión de la biografía fue publicada el 14/12/2012. Borut Pahor ganó un segundo y definitivo mandato como presidente de Eslovenia en las elecciones a dos vueltas del 22/10 y 12/11/2017. Su sucesora en la jefatura del Estado el 22/12/2022 fue Natasa Pirc Musar).

1. Parlamentario y dirigente de la socialdemocracia eslovena
2. Diputado europeo, líder de la oposición y primer ministro
3. El Gobierno Pahor de 2008-2012: acuerdo con Croacia y recesión económica
4. Baja como líder de los SD y elección como presidente de la República


1. Parlamentario y dirigente de la socialdemocracia eslovena

Huérfano del padre desde los nueve años y criado desde entonces por la madre, costurera de profesión, se educó en escuelas de Sempeter pri Gorici y Nova Gorica, poblaciones asomadas a la frontera con Italia, antes de matricularse en 1983 en la Facultad de Sociología y Ciencias Políticas de la Universidad de Ljubljana. Para costearse los estudios trabajó de modelo de pasarela, luciendo conjuntos de moda para hombre. En 1987 obtuvo la licenciatura con la especialidad de Relaciones Internacionales y apoyada en una tesina de fin de carrera que mereció dos premios de excelencia académica.

Miembro desde los 15 años de la Liga de la Juventud Socialista de Eslovenia (ZSMS), en 1986 Pahor activó su militancia en el partido del que aquella funcionaba como el frente juvenil, la Liga de los Comunistas Eslovenos (ZKS), a su vez la rama republicana de la Liga de los Comunistas Yugoslavos (SKJ), el partido único gobernante en el Estado federal. En la Universidad el joven actuó como dirigente estudiantil de ambas organizaciones. En 1989 ingresó en el Comité Central de la ZKS, donde se alineó con las tesis reformistas esgrimidas por los dos máximos dirigentes del comunismo esloveno, Milan Kucan y Cyril Ribicic; ambos propiciaron la ruptura con la SKJ en el XIV Congreso que el partido federal celebró en enero de 1990 en Belgrado, al cual Pahor asistió como miembro de la delegación eslovena.

De vuelta a Ljubljana, Pahor se sumó al proyecto de Kucan y Ribicic de transformar la SKS en una fuerza socialista democrática, la Liga de los Comunistas Eslovenos-Partido de las Reformas Democráticas (ZKS-SDP, luego llamado simplemente SDP), y fue incluido en sus listas electorales de cara a los primeros comicios libres convocados en el país. En abril de 1990, el politólogo, con sólo 26 años, ganó su primer escaño en la entonces llamada Cámara Sociopolítica de la Asamblea, pero a su formación le fue bastante mal frente a la potente coalición nacionalista DEMOS, que conquistó la mayoría absoluta y arrebató el Gobierno a los ex comunistas. En su primera legislatura, que coincidió con el acceso de Eslovenia a la independencia bajo el liderazgo de Kucan, en adelante presidente de la República, Pahor presidió el Comité Parlamentario de Juventud y fue vicepresidente del Comité de Relaciones Internacionales.

En noviembre de 1992 el SDP formó con otras dos agrupaciones de corte izquierdista, la Unión Social Demócrata (SDU) y el Partido de los Trabajadores de Eslovenia (DSS), la Lista Unida (ZL), alianza que con la adición del Partido Democrático de los Pensionistas de Eslovenia (DeSUS) compitió en las votaciones del 6 de diciembre a la nueva Asamblea Nacional, definida como la Cámara baja del Parlamento bicameral. Con el 13,6% de los votos, la ZL obtuvo los mismos escaños, 14, que los metidos por el SDP en solitario dos años atrás, aunque entonces los ex comunistas sacaron cuatro puntos de voto más. Pahor renovó su mandato y en mayo de 1993 pasó a servir como diputado de la Lista Unida de Social Demócratas (ZLSD), partido surgido de la fusión del SDP, la SDU y el DSS, con Janez Kocijancic de presidente y él de vicepresidente.

En la segunda legislatura de la democracia eslovena, la ZLSD, hasta que en enero de 1996 optó por retirarse a la oposición, participó con varios ministros en el Gobierno de coalición presidido por Janez Drnovsek, líder del primer partido del país, la Democracia Liberal de Eslovenia (LDS), pero Pahor se mantuvo concentrado en la actividad parlamentaria. En esta época adquirió un sólido bagaje internacional como presidente del Comité de Asuntos Exteriores, jefe de la delegación eslovena en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE, de la que fue vicepresidente en 1996), miembro de la Asamblea de la Unión Europea Occidental (UEO) y miembro también del Comité Ejecutivo de la Unión Inter-Parlamentaria (UIP).

El fuerte revés encajado por la ZLSD en las elecciones del 10 de noviembre de 1996, cuando retrocedió hasta la quinta posición con el 9% de los votos y nueve escaños, obligó a dimitir a Kocijancic. La renuncia del líder fundador catapultó a Pahor, el hasta ahora número dos, convertido en el nuevo presidente de los socialdemócratas por decisión de los delegados asistentes al III Congreso del partido el 15 de marzo de 1997. Con 179 votos, Pahor se impuso cómodamente a dos contrincantes, Mateja Kozuh-Novak y Rado Bohinc. Asimismo, durante unos meses, Pahor fungió de vicepresidente de la Asamblea Nacional. Además, en 1998 la APCE le nombró rapporteur para la Preparación del Código de Conducta Europeo en Exportación de Armas. En 1999, poco antes de asociarse la ZLSD al Partido de los Socialistas Europeos (PES), el representante esloveno entró a formar parte de la presidencia de la facción socialista en la APCE.

Como líder de la mayor -aunque ahora mismo de escaso peso parlamentario- fuerza política de la izquierda eslovena, Pahor impuso una nueva línea de orientación centrista que tomaba como referentes a la Tercera Vía del laborista británico Tony Blair y al estadounidense Bill Clinton. La matización ideológica, reforzada con un manifiesto intensamente proeuropeo, y la disposición al consenso interpartidista no fueron suficientes para convencer al primer ministro Drnovsek, abogado de un liberalismo progresista, de la idoneidad de la ZLSD como socia de un gobierno bajo su dirección, para el que Pahor se ofreció como ministro de Asuntos Europeos. La plataforma de Pahor aprobó discretamente el examen electoral del 15 de octubre de 2000, cuando la ZLSD ascendió al 12,1% de los votos y los 11 escaños. Las conversaciones con Drnovsek de cara a la formación de una sólida mayoría de centro-izquierda que diera el empujón resolutivo a la doble aspiración nacional de ingresar en la Unión Europea y la OTAN, y que culminara la campaña de privatizaciones, fructificaron con la constitución el 30 de noviembre de un Gobierno de coalición cuatripartito

Integrado también por el DeSUS y el Partido Popular Esloveno (SLS+SKD), en el nuevo Gabinete Drnovsek la ZLSD obtuvo tres carteras, inclusive la de Interior, para Rado Bohinc; Pahor se habría sentado en el mismo de no haberse decantado por un puesto de gran relieve fuera del Ejecutivo, la presidencia de la Asamblea, en la que fue investido el 10 de noviembre.


2. Diputado europeo, líder de la oposición y primer ministro

Su personal atracción por la política europea y la popularidad adquirida, según reflejaban los sondeos, como presidente del hemiciclo de Ljubljana, animaron a Pahor a postularse para el Parlamento Europeo en las elecciones del 13 de junio de 2004. Estas votaciones tuvieron lugar mes y medio después de producirse el ingreso de Eslovenia en la UE y cuando ostentaba la jefatura del Gobierno de coalición Anton Rop, en el cargo desde diciembre de 2002 como sustituto de Drnovsek, quién había ganado las elecciones a presidente de la República. Su cabeza de lista fue el único candidato de la ZLDS que, con el 14,7% de los sufragios, ganó el escaño, uno de los siete adjudicados a Eslovenia en la eurocámara. El 12 de julio de 2004 Pahor se despidió de la Asamblea Nacional, en cuya presidencia le relevó su correligionario Feri Horvat, para posesionarse de su nuevo escaño en Bruselas. Integrado en el Grupo Socialista del Parlamento Europeo, el esloveno se adscribió a los comités de Control Presupuestario, Asuntos Constitucionales y, como suplente, en el de Asuntos Exteriores. Además, ingresó en la Presidencia del PES.

Su agenda de trabajo entre Bruselas y Estrasburgo no impidió a Pahor tener un pie firmemente puesto en Ljubljana, donde continuó llevando las riendas del partido. Las elecciones generales del 3 de octubre de 2004, sin embargo, volvieron a decepcionar las expectativas de los socialdemócratas, que con el 10,2% de los votos y 10 escaños se mostraron incapaces de igualar siquiera la posición segundona obtenida por el extinto SDP en 1990. Tras este revés, Pahor ejemplificó una vez más su reputación de político conciliador y abierto a las fórmulas transversales ofreciendo una especie de gran coalición al nuevo primer ministro en ciernes, Janez Jansa, jefe de la opción más votada en los comicios, el Partido Democrático Esloveno (SDS), llamado hasta hacía un año Partido Social Demócrata de manera no poco confusa, ya que en realidad se trataba de una formación liberal de derecha. La prensa eslovena especuló entonces con que Pahor tenía el ojo puesto en el Ministerio de Exteriores.

Sin embargo, Jansa no mostró el menor interés en una fórmula de este tipo y prefirió negociar la coalición con el SLS, el DeSUS y la Nueva Eslovenia-Partido Popular Cristiano (NSi) del ex primer ministro Andrej Bajuk, dando lugar a un ejecutivo de centro-derecha. Además, Pahor hubo de hacer frente a un conato de rebelión de su propio grupo parlamentario, donde la opinión imperante era que había llegado el momento de retornar a la oposición. Imponiéndose a los compañeros que exigían no desenfocar el perfil izquierdista de la ZLSD e ignorando a quienes, fuera de sus filas, se mofaban de su imagen atildada, sus maneras gentiles y su afición a la práctica deportiva del triatlón para estar en forma (una constante preocupación por parecer atractivo y telegénico que, unida a su experiencia juvenil como modelo, le acarreó el apodo de Barbika, el nombre de la muñeca Barbie en esloveno), Pahor obtuvo una victoria total en el V Congreso del partido, celebrado el 2 de abril de 2005.

En el V Congreso de la ZLSD Pahor vio renovada su presidencia orgánica, derrotando el desafío lanzado por Aljus Pertinac, antiguo cabeza del ala juvenil y exponente de la línea izquierdista, y también recibió el visto bueno para su programa de "modernización", que incluía el cambio de nombre de la formación, en adelante llamada simplemente los Social Demócratas (SD), así como un rechazo explícito al pasado comunista.

A partir de aquí, todo fue aparejándose a favor de Pahor, siempre positivo y constructivo en sus pronunciamientos. Por un lado, el proceso de descomposición de la LDS (privada de su líder histórico, Drnovsek, y desgarrada por la separación de un sector disidente y por la fuga a las filas socialdemócratas de algunos de sus principales responsables, incluido el breve sucesor de Drnovsek, Rop) convirtió a los SD en la segunda fuerza de la Asamblea y a su conductor en el indiscutible líder de la oposición. Además, el Gobierno conservador encajó una serie de problemas centrados en las críticas llovidas sobre el primer ministro Jansa, acusado de interferir en la libertad de prensa, de ser intolerante con las críticas de sus adversarios y por último de aceptar sobornos de un contratista de armas finlandés.

A principios de 2007, Pahor, animado por sus excelentes puntuaciones en los sondeos de valoración de líderes, sopesaba seriamente presentarse candidato a la Presidencia de la República, oficina en la que Drnovsek, enfermo de cáncer, no deseaba renovar. En abril, el jefe opositor manifestó que estaba listo para lanzar su postulación, pero las últimas encuestas de intención de voto en las legislativas, que por primera vez ponían a los SD por delante del SDS, le colocaron ante un dilema: o competir en una liza personal, con grandes posibilidades de victoria, por un puesto de prestigio pero sin apenas prerrogativas políticas, o conducir el partido hasta la cita electoral más prometedora desde su fundación, que tal vez podría devolverlo al Gobierno.

Finalmente se impuso la segunda alternativa y el 22 de junio de 2007 Pahor anunció que el 21 de octubre de ese año no sería candidato a la jefatura del Estado. Surgió entonces la alternativa de una personalidad apolítica y respetada, Danilo Türk, especialista en derecho internacional con una trayectoria de funcionario y representante de su país en la ONU. Türk se convirtió en el candidato unitario de los SD, de la agrupación social liberal Zares –escindida de la LDS- y del DeSUS. Contra pronóstico, el jurista venció en la segunda ronda del 11 de noviembre al candidato del Gobierno, el ex primer ministro democristiano Lozje Peterle, resultado que fue un duro golpe para Jansa.

Marcadas por el escándalo, a raíz de publicar una radio finlandesa informaciones sobre ciertos sobornos empresariales del fabricante de armas Patria, de la presunta venalidad de Jansa y otros miembros del Gobierno, las elecciones parlamentarias del 21 de septiembre enmendaron los últimos pronósticos, que otorgaban a los demócratas la conservación de una ajustada primacía: los SD se alzaron con una mayoría simple de 29 escaños con el 30,4% de los votos, un salto formidable con respecto a la edición electoral de 2004, aunque pisados en los talones por el SDS, que quedó segundo con el 29,3% y 28 escaños. Puesto que el partido derechista empataba, e incluso mejoraba ligeramente, sus resultados de cuatro años atrás, la fuerte subida experimentada por los socialdemócratas debía vincularse exclusivamente al hundimiento del LDS, que retrocedió del 22,8% al 5,2%. Saltaba a la vista que buena parte del electorado centroizquierdista y progresista de la antigua formación gobernante había optado esta vez por los ex comunistas.

En tanto que cabeza del partido más votado, correspondió a Pahor la tarea de formar el nuevo Gobierno, para lo que emprendió conversaciones con los líderes de Zares, Gregor Golobic, y el LDS, Katarina Kresal, con los cuales, de hecho, ya tenía un pacto preelectoral. A las negociaciones se sumó Karl Erjavec por el DeSUS, prefigurándose una coalición cuatripartita apoyada en una mayoría absoluta de 50 diputados. El 3 de noviembre el presidente Türk designó formalmente primer ministro a Pahor, quien cuatro días después, tras sellar el programa gubernamental, fue investido por la Asamblea con 59 votos contra 24. Pendiente aún de obtener la aprobación parlamentaria para su Gabinete, Pahor indicó que su tareas más perentorias se enmarcaban en el recorte de los gastos y el control de la inflación, disparada al 5,6% anual por culpa del precio del petróleo y en menor medida como resultado de la puesta en circulación del euro el 1 de enero de 2007.

Tanto o más importante que lo anterior, aunque de complicado acomodo con la austeridad presupuestaria, era la adopción de estímulos fiscales para mitigar en la medida de lo posible el impacto negativo de la recesión declarada en la Eurozona y de la crisis financiera mundial en la hasta ahora boyante economía nacional, muy dependiente de las exportaciones a los países del entorno. En 2007 el PIB esloveno había avanzado el 6,9%, pero 2008 iba a terminar con una tasa recortada al 3,5%. La producción ya llevaba una temporada al ralentí y las previsiones al plazo más corto eran bastante sombrías.

El 21 de noviembre de 2008 la Asamblea, por 56 votos contra 30, dio el visto bueno al Gabinete, tras lo cual Pahor y los ministros tomaron posesión de sus puestos. El diplomático no afiliado Samuel Zbogar obtuvo la cartera de Asuntos Exteriores, la académica socialdemócrata Ljubica Jelusic recibió la de Defensa, su colega de partido Franci Krizanic asumió la de Finanzas y la jefa del LDS, Kresal, tomó a su cargo la de Interior. Los líderes de Zares y el DeSUS también fueron incluidos. En conjunto, el SD se quedó con tres ministerios, Zares con cuatro, el LDS con dos y el DeSUS con uno; además, se sentaron en el Gabinete siete independientes.


3. El Gobierno Pahor de 2008-2012: acuerdo con Croacia y recesión económica

El Ejecutivo de Pahor se estrenó bloqueando las negociaciones de adhesión de Croacia a la UE como medida de presión al país vecino para que diera su brazo a torcer en la larga disputa bilateral sobre la delimitación fronteriza en la bahía de Piran, extensión del Adriático situada en el extremo noroccidental de la península de Istria y en la parte sur del golfo de Trieste. Desde hacía años, los dos gobiernos venían insistiendo en que la pelota del arreglo estaba en el tejado del otro. Así, Ljubljana había exigido que el Parlamento croata ratificara el acuerdo suscrito en 2001 por los primeros ministros de entonces, Drnovsek e Ivica Racan, el cual demarcaba la frontera por tierra y mar en un sentido favorable a Eslovenia (pues veía satisfecha su reclamación de un corredor marítimo hasta aguas internacionales en el mar abierto), y que derogara la Zona de Protección Ecológica y Pesquera (ZERP), declarada de manera unilateral en 2003 para el uso exclusivo por Croacia.

Zagreb, a su vez, impugnaba la medida de retorsión decidida por el Parlamento esloveno en 2005, que fue declarar zona de protección ecológica todo el cinturón costero esloveno y el lecho marino de la plataforma continental, siendo en esta ocasión los perjudicados los pescadores croatas. Croacia quería además que el conflicto fuera abordado y zanjado por el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya, salida a la que Jansa se había mostrado favorable antes de echarse atrás por las presiones de sus socios políticos. En sus últimos meses en el poder, Jansa había ofrecido levantar las trabas eslovenas a la apertura de nuevos capítulos del proceso negociador de Bruselas a cambio de la renuncia por Croacia a implementar la ZERP. En marzo de 2008 Zagreb anunció que no activaría esta zona marítima de protección ecológica y pesquera, pero ahora Pahor vino a rescindir el compromiso verbal de su predecesor.

Al anunciar su intención, el 17 de diciembre, de bloquear la apertura de siete de los 14 capítulos pendientes en la negociación de adhesión de Croacia a la UE, el nuevo primer ministro adujo las "reservas" de su país sobre los mismos, dado que los documentos presentados por Zagreb en Bruselas podían "prejuzgar" la frontera común. Pahor, que hizo piña con el presidente Türk en este asunto, dio la bienvenida a la propuesta de mediación de la Comisión Europea y rechazó, tal como proponía el SDS, que la Asamblea bloqueara también la ratificación del acceso de Croacia a la OTAN, el cual tuvo lugar sin novedad el primero de abril. Sin embargo, el boicot al progreso de las negociaciones Croacia-UE se mantuvo firme, con las consiguientes reacciones airadas del Gobierno de Zagreb, que denunció la actitud "chantajista" de Ljubljana.

Pahor advocaba una "diplomacia silenciosa" para resolver la acerba disputa y aquella, en efecto, se abrió camino bajo la mediación de la Comisión Europea. Transcurridos unos meses, las discusiones tuvieron un desenlace positivo, tal que el 11 de septiembre, reunidos en Estocolmo y con el primer ministro sueco Fredrik Reinfeldt, de testigo, Pahor y su colega croata, Jadranka Kosor, adoptaron un acuerdo para someter el litigio por la bahía de Piran a un panel de arbitraje internacional cuyo dictamen sería vinculante para las partes.

El compromiso alcanzado en Estocolmo descansaba en concesiones mutuas: Eslovenia asumió el principio del arbitraje internacional y Croacia retiró de la documentación pro adhesión presentada a Bruselas los folios que soliviantaban al primer país al dar por sentadas determinadas cuestiones relativas a la frontera. De vuelta a casa, Pahor instruyó al Ministerio de Exteriores para que levantara el bloqueo a la apertura de los nuevos capítulos de las negociaciones de adhesión de Croacia a la UE. El primer ministro defendió que lo firmado en la capital sueca salvaguardaba los intereses nacionales, pero la oposición conservadora formada por el SDS, el SLS y la derecha patriótica radical del Partido Nacional Esloveno (SNS) puso el grito en el cielo.

Los de Jansa, crecidos por sus excelentes resultados en las elecciones del 7 de junio al Parlamento Europeo, que desplazaron a los SD a un mediocre segundo lugar con el 18,4% de los votos, forzaron el mecanismo parlamentario de convocatoria de un referéndum nacional para que los electores dieran su veredicto sobre el Acuerdo de Estocolmo. La consulta convocada por la Asamblea tuvo lugar el 6 de junio de 2010 y su resultado sonrió al Gobierno al imponerse el sí con el 51,5% de los votos, siendo la participación del 42,6%. Pahor, cuyos índices de popularidad no pasaban por su mejor momento, respiró aliviado por esta expresión de confianza del electorado, ajustada en los números pero de todas maneras un incuestionable éxito político para él. Los reveses, sin embargo, empezaron a sucederse a partir de diciembre de 2010. En esa fecha, el oficialismo perdió en otro referéndum (con un 72,6% de votos negativos, amén de una participación irrisoria, del 14,6%), sobre la reversión de una reforma legal aprobada por el Gobierno Jansa en 2005 que había supuesto un mayor control político sobre la radiotelevisión pública eslovena.

En abril de 2011 un tercer referéndum, sobre la nueva normativa de contratos laborales a tiempo parcial, volvió a saldarse con derrota del sí. A continuación, estalló una crisis de gobierno por el rechazo del DeSUS, que el 9 de mayo se retiró del Gobierno, a la reforma del sistema de pensiones, que entre otros cambios elevaba la edad de jubilación de los 63 a los 65 años para los dos sexos, tal como reclamaban la UE y el FMI. La reforma fue sometida a la enésima consulta popular y el 5 de junio tuvo lugar un triple referéndum que incluía otras dos cuestiones, la apertura de los archivos secretos de la época comunista y la adopción de medidas más duras para combatir la economía sumergida.

Aunque la participación fue mayor esta vez, el 40%, las tres propuestas del Gobierno fueron rechazadas masivamente, con entre un 70% y un 75% de votos en contra. El 27 de junio, alegando que el Gobierno había perdido la confianza de la gente y ya no era operativo, e imitando a su jefe partidario, Gregor Golobic, autodespedido días atrás como ministro de Educación y Ciencia, abandonaron el Ejecutivo las tres ministras del partido Zares, Darja Radic en Economía, Majda Sirca Ravnikar en Cultura e Irma Pavlinic Krebs en Administración Pública. Sin Zares y el DeSUS, Pahor quedó en franca minoría parlamentaria, con el apoyo de tan solo 33 diputados.

En la cuerda floja y necesitado de aval parlamentario urgente, Pahor tentó su suerte lanzando una moción de confianza en la Asamblea. La votación tuvo lugar el 20 de septiembre y, como se esperaba, fue perdida por el Gobierno, con el resultado de 51 votos en contra y 33 a favor. El Gabinete Pahor ya no podía seguir. El 21 de octubre el presidente Türk dio por finalizada la legislatura y convocó elecciones anticipadas para el 4 de diciembre. El perdedor se tomó las cosas con filosofía: "No siento ninguna amargura. Tengo plena fe en nuestra gente y en el futuro de Eslovenia", aseguró Pahor al cabo de la votación parlamentaria que truncó su mandato ejecutivo.

La caída del Gobierno Pahor se produjo en un contexto económico tremendamente degradado. El retroceso de las ventas comerciales al mercado europeo, básicamente manufacturas y equipos industriales, había tenido un impacto fulminante en el PIB esloveno, que en 2009 experimentó una contracción del 8,1%, sin precedentes desde el año crítico de 1991, cuando la ruptura con Yugoslavia. El derrumbe se concentró en el primer trimestre de 2009, período que marcó el inicio de la recesión, siendo Eslovenia uno de los últimos países de la UE en hacerlo. El PIB por habitante, uno de los mayores orgullos de Eslovenia porque en los cuatro primeros años de la pertenencia a la UE se había acercado mucho a la media de los 27 (superando a Grecia y Portugal, y aproximándose a Italia y España), experimentó idéntica pérdida.

En el segundo trimestre de 2010 la producción volvió a valores positivos, de manera que el país cerró ese año con un crecimiento medio del 1,2%. Sin embargo, un segundo período recesivo, aparentemente más suave que el anterior pero con trazas de durar más, se instaló en el segundo trimestre de 2011. Las demás variables importantes experimentaron también fuertes deterioros. Así, cuando el líder socialdemócrata asumió la jefatura del Gobierno en noviembre de 2008, el paro marcaba el 4,3%, tasa que estaba entre las más bajas de la UE y reflejaba de hecho una situación de pleno empleo, la deuda pública equivalía al 22% del PIB, un volumen más que manejable, y el déficit público, del 1,9%, cumplía igualmente con las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE (PEC).

Pues bien, ahora, al finalizar 2011, el desempleo se había duplicado y andaba en el 8,4% (eso sí, por debajo todavía de los promedios de la UE y la Eurozona), la deuda ascendía al 47% y el déficit se había desmandado al 6,4% del PIB, más de tres puntos sobre el tope fijado por el PEC. Ya en octubre de 2009 la Comisión Europea había abierto a Ljubljana su primer procedimiento por déficit excesivo. La depresión económica y la austeridad fiscal activada por el Gobierno por imperativo de Bruselas sofrenaron las subidas de los precios, tal que la inflación, el único motivo de inquietud de la economía eslovena cuando esta vivía sus últimos días de prosperidad, ya sólo estaba ligeramente por encima del 2% anual.

Estas eran las negativas circunstancias, políticas y económicas, que rodearon la campaña de los SD para las elecciones generales del 4 de diciembre de 2011. El castigo en las urnas adquirió proporciones de desastre: Pahor y los suyos perdieron más de 200.000 votos, en términos relativos, nada menos que un 20% de cuota (del 30,4% sacado en 2008 al 10,5% ahora), y 19 de los 29 diputados con que contaban. Ni siquiera este varapalo sacó a Pahor de su estilo habitual, que eludía los tonos ásperos y buscaba siempre el lado positivo de las cosas. Así, el todavía primer ministro se confesó "satisfecho" porque los resultados para su partido, aun pésimos, habían sido mejores de lo esperado.

Pahor y los socialdemócratas podían hallar otro consuelo en el hecho de que Jansa y el SDS no fueron los beneficiarios de su debacle. De hecho, sus antagonistas de la derecha perdieron votos y escaños, fracaso del que con seguridad no era ajeno el juicio por presunta corrupción abierto contra Jansa, al que las diligencias judiciales en su contra no habían impedido presentarse a las elecciones. Para sorpresa general, el ganador por mayoría simple de los comicios fue un partido de corte social liberal que no tenía ni dos meses de vida, la Lista de Zoran Jankovic-Eslovenia Positiva (LZJ-PS), receptora del 28,5% de los votos y 28 diputados.

Tras las votaciones, Zoran Jankovic, pujante empresario y político independiente que desde 2006 había adquirido gran popularidad como alcalde de Ljubljana, alcanzó un principio de acuerdo con Pahor para formar un Gobierno de coalición en el que estaban dispuestos a sentarse también el DeSUS y otro partido de nuevo cuño, la Lista Cívica de Gregor Virant (DLGV, liberal). El 5 de enero de 2012 Türk designó primer ministro a Jankovic, pero seis días después la Asamblea, inesperadamente, rechazó la nominación. La frustración de este proyecto impidió la elección como presidente de la Asamblea de Pahor, quien precisamente en estas fechas, entre diciembre y enero, sufrió una otitis aguda que le obligó a ingresar en el Centro Médico Universitario de Ljubljana, donde le realizaron una operación que atajó la infección auditiva.

Entonces, Jansa fue capaz de articular una mayoría de gobierno alternativa que incorporaba al SDS, la DLGV, el SLS, el DeSUS y la Nueva Eslovenia-Partido Popular Cristiano (NSi). El Gabinete pentapartito recibió el visto bueno de la Asamblea el 28 de enero y el 10 de febrero Pahor se despidió de su despacho en el Palacio de Gobierno, al que regresó Jansa.


4. Baja como líder de los SD y elección como presidente de la República

El 2 de junio de 2012, en el Congreso del partido, Pahor no consiguió ser reelegido en la presidencia de los SD. Por escaso margen, 180 votos contra 190, el titular fue descabalgado por Igor Luksic, ministro de Educación en el anterior Gobierno y partidario de imprimir un giro a la izquierda en el partido. Para empezar, el nuevo presidente anunció que los SD cambiarían su postura sobre la introducción en la Constitución nacional de la llamada regla de oro, la fijación de un límite estrecho al déficit fiscal, mudanza legal que era recomendada por el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria, y que Pahor veía con buenos ojos.

Tras conocer el resultado de la votación interna, Pahor anunció a sus colegas su deseo de presentarse a las elecciones presidenciales previstas para el otoño. La candidatura fue rápidamente oficializada por el partido y en septiembre ganó la adhesión también de uno de los integrantes del Gobierno, la Lista Cívica de Gregor Virant. Además del socialdemócrata, competían por el puesto el titular aspirante a la reelección, Türk, con el respaldo de Eslovenia Positiva, el DeSUS, la LDS y Zares, y el eurodiputado y ex ministro Milan Zver, miembro del SDS y apoyado también por la NSi. En la primera vuelta del 11 de noviembre de 2012 Pahor, poniendo del revés unos sondeos que le eran desfavorables, se puso en cabeza con el 39,9% de los votos y en la segunda del 2 de diciembre el anterior primer ministro se impuso definitivamente a Türk con un contundente 67,4%. Como resultado, el 22 de diciembre tomaría posesión como el cuarto presidente de la República de Eslovenia con un mandato inicial de cinco años.

Borut Pahor está casado con la abogada Tanja Pecar y es padre de un hijo.

(Cobertura informativa hasta 14/12/2012)