Igor Matovic

El 21 de marzo de 2020, en pleno estado de emergencia nacional para contener la pandemia COVID-19, Eslovaquia ha tenido una importante mudanza de Gobierno. El nuevo primer ministro es Igor Matovic, líder del partido protesta Gente Corriente y Personalidades Independientes (OĽaNO) y ganador de las elecciones generales del 29 de febrero, que pusieron fin a 14 años de supremacía parlamentaria de la formación socialdemócrata Smer-SD.

Matovic, un empresario editorial que hizo fortuna con las revistas de publicidad, debe su éxito a un discurso muy trillado entre los candidatos outsider de todo el mundo pero que en Eslovaquia, escenario de escándalos de altos vuelos (el más grave, el desatado en 2018 por el asesinato del periodista de investigación Ján Kuciak y de su novia, crimen que hizo revolverse a la sociedad eslovaca y provocó la caída del primer ministro y líder del Smer-SD, Robert Fico), sigue encontrando un amplio eco: no es otro que el de la "tolerancia cero" con la corrupción, mal que Matovic promete "limpiar" para que en Eslovaquia rija el más estricto imperio de la ley.

Su beligerancia contra el "Estado mafioso" y los privilegios de la clase política, y su estilo un tanto turbulento pródigo en golpes de efecto le han atraído la etiqueta de populista a Matovic, en cuya plataforma ética y socialmente conservadora conviven de manera vaga los elementos liberal, cristiano, nacionalista moderado y europeísta con matices. La imprecisión ideológica de OĽaNO se extiende al Gobierno de coalición, del que forman parte también los partidos Somos Familia (Sme Rodina, derecha nacional-populista), Libertad y Solidaridad (SaS, liberal conservador) y Por el Pueblo (Za ľudí, liberal centrista). Aunque Matovic considera a Smer-SD poco menos que un partido de "ladrones", lo cierto es que presenta un similar enfoque populista de las cuestiones sociales y económicas. Además, comparte el rechazo de Fico al sistema europeo de cuotas nacionales obligatorias para la acogida de refugiados.

En su debut gubernamental, Matovic ha instado a sus paisanos a librar la "batalla" contra el coronavirus con "solidaridad", "responsabilidad" y la "determinación". Más allá de su impacto humano directo, la presente crisis sanitaria va a causar estragos —como en todas partes— a la economía del país centroeuropeo, que es el mayor fabricante de vehículos del mundo per cápita y que ya tiene todas sus plantas de producción paradas .


(Nota de edición: esta biografía fue publicada el 24/3/2020. El 1/4/2021 Igor Matovic, previo anuncio de su dimisión con el fin de salvar el Gobierno de coalición, intercambió con Eduard Heger los puestos de primer ministro y viceprimer ministro y ministro de Finanzas. El 23/12/2022 Matovic cesó a su vez como viceprimer ministro y ministro de Finanzas de Eslovaquia).

1. Abanderado de la anticorrupción contra el Gobierno de Smer-SD
2. Victoria electoral y subida al poder en mitad de la crisis del coronavirus


1. Abanderado de la anticorrupción contra el Gobierno de Smer-SD

Igor Matovic nació en 1973 en Trnava, ciudad de la parte occidental de Eslovaquia, no lejos de Bratislava, y en 1998 se graduó en Gestión Financiera en la Facultad de Administración de la Universidad Comenius, sita en la capital del país. Avispado para los negocios, ya antes de terminar la carrera empezó a facturar ingresos con una revista de publicidad y en 2002 fundó en Trnava una empresa editorial, regionPRESS, dedicada a la impresión y distribución por encargo de publicaciones periódicas, folletos promocionales y cartelería de difusión regional. RegionPRESS no tardó en convertirse en una compañía de lo más boyante, que además de editar en soporte papel, principalmente semanarios de distribución gratuita con anuncios clasificados, ofrecía también servicios de marketing digital, publicidad para webs y alquiler de impresoras.

En 2007 el futuro gobernante transfirió a su esposa, Pavlína Matovicová, la presidencia nominal de regionPRESS y en 2010 dio el paso de ingresar en la política eslovaca llevando un mensaje de denuncia de los escándalos de corrupción de las élites político-empresariales, principalmente las vinculadas al partido socialdemócrata Smer-SD de Robert Fico, primer ministro del país desde 2006.

Matovic, convertido en un hombre rico gracias a las excelentes facturaciones de regionPRESS y a unas inversiones lucrativas en bienes raíces, optó por unirse a Libertad y Solidaridad (SaS), partido de corte liberal conservador y euroescéptico montado en 2009 por el economista Richard Sulík. En las elecciones generales del 12 de junio de 2010, vueltas a ganar por Smer-SD con mayoría insuficiente, Matovic, Sulík y 20 candidatos más de la lista debutante consiguieron el escaño. A continuación, SaS y otras tres formaciones opositoras articularon un Gobierno de coalición cuya presidencia recayó en la dirigente democristiana Iveta Radicová, mientras que Sulík fue investido presidente del Naródná Rada o Consejo Nacional. En SaS, Matovic mantenía cierta autonomía orgánica al frente de su propio movimiento o asociación cívica, de nombre Gente Corriente y Personalidades Independientes (OĽaNO).

El 11 de octubre de 2011 Sulík forzó la conclusión prematura de la legislatura al retirarle la confianza a Radicová y dejar al Gobierno en minoría. Al poco, el 28 de octubre, Matovic y sus tres colegas diputados de OĽaNO, Erika Jurinová, Martin Fecko y Jozef Viskupic, quienes ya llevaban meses separados del grupo del SaS y enfrentados a Sulík, anunciaron su constitución en partido independiente para concurrir a las elecciones anticipadas del 10 de marzo de 2012. La aventura del nuevo OĽaNO, presentado al electorado como una opción radicalmente enfrentada a la corrupción y adherida a posiciones socialmente conservadoras, cosechó buenos frutos: Matovic y su gente merecieron el 8,5% de los votos y, con 16 escaños, empataron con el Movimiento Cristiano Democrático (KDH, integrante del Gabinete Radicová), disputándole la condición de líder de la oposición frente al recrecido Smer-SD de Fico, el cual pudo regresar al poder recostado en mayoría absoluta; SaS, por contra, acusó la escisión y cayó de la tercera la sexta posición.

A lo largo de la legislatura, Matovic adquirió relevancia nacional por su incansable denuncia de las corruptelas del por él llamado "Estado mafioso" y las prerrogativas de la clase política. La decisión por el Consejo Nacional de abolir la inmunidad penal de los diputados fue reivindicada por el opositor como un éxito de su campaña legislativa para acabar con los "privilegios" y los "abusos" de los políticos, eliminar la "categoría de los superhumanos" y avanzar hacia un Estado de derecho donde la ley fuera exactamente igual para todos los ciudadanos. En 2015, además, dirigió un recio ataque personal contra el primer ministro Fico, al que acusó de esconder tras una sociedad pantalla de Belice un capital no declarado de 674.000 dólares, dinero que según él procedería de trapicheos en las licitaciones de contratas públicas. Fico replicó a Matovic acusándole a su vez de hacer artimañas societarias para esquivar al fisco.

Los comicios del 5 de marzo de 2016 no alteraron sustancialmente el panorama político de Eslovaquia ni la cuota de poder parlamentario de Matovic. Smer-SD, que insistía en describirse como un partido de izquierda socialdemócrata y a la vez contrario a la inmigración y al multiculturalismo con el mensaje de la "protección" de los eslovacos, sufrió un importante revolcón en las urnas y vio esfumarse la mayoría absoluta, pero Fico se aseguró su tercer Gobierno formando una heteróclita coalición con el ultraderechista Partido Nacional Eslovaco (SNS) y Most-Híd (Puente), la agrupación de centroderecha liberal valedora de la minoría húngara. En cuanto a OĽaNO, se presentó formando una lista conjunta con el pequeño partido conservador Nueva Mayoría (NOVA), bajo el liderazgo de Daniel Lipsic, y retuvo su tercera posición con ganancia de votos, hasta el 11%, y escaños, hasta los 19.

En adelante, Matovic, habitualmente amable ante la prensa pero tremendamente incisivo en las interpelaciones parlamentarias, endureció su oposición al Gobierno de Smer-SD, tachado no solo de corrupto, sino también de "dictatorial" y "criminal". Sus polémicas y enganchadas con figuras del oficialismo se multiplicaron y no dudó en trasladar su repudio a la calle e incluso a las puertas del Consejo Nacional, escenarios de manifestaciones y encarteladas. El 1 de julio de 2016, en el inicio de la presidencia semestral de turno del Consejo de la UE por Eslovaquia, OĽaNO aparcó frente a la Rada un vehículo que exhibía la inscripción "Fico protege a los ladrones".

El discurso antigubernamental de Matovic se caldeaba a la vez que el ánimo de un sector creciente de la población ante la profusión de escándalos que ponían al descubierto situaciones de gran turbiedad en las esferas del poder económico y político, y alarmantes colusiones entre los sectores privado y público. La gota que colmó el vaso fue el asesinato a tiros, probablemente por sicarios, del joven periodista de investigación Ján Kuciak y de su pareja, Martina Kusnírová, el 21 de febrero de 2018 (si bien ello no fue descubierto hasta el 26 de febrero) en Velká Maca, al nordeste de Bratislava.

Se daba el hecho de que Kuciak estaba sobre la pista periodística de unos esquemas de fraude fiscal y malversación de fondos europeos supuestamente cometidos por empresarios, funcionarios y políticos oficialistas del más alto nivel, trama delictiva en la que estarían involucrados también elementos del hampa local y de la mafia italiana calabresa. El doble homicidio provocó una enorme conmoción nacional, sin precedentes desde la independencia del país en 1993 mediante la disolución pactada de Checoslovaquia, y una tormenta política que obligó a Fico a desprenderse de varios colaboradores en el punto de mira y a ceder la jefatura del Gobierno a un hombre de su confianza, Peter Pellegrini, hasta entonces viceprimer ministro, si bien Fico siguió aferrado al liderazgo de Smer-SD.

El duelo y la ira expresados por decenas miles de personas en las calles de todo el país supusieron un momento catalizador en la trayectoria contestataria de Matovic, quien vio cómo las muchedumbres hacían suya la consigna de denuncia del "Estado mafioso" imperante en Eslovaquia. Matovic acordó con Sulík, el líder del SaS, la preparación de una moción de censura para derribar a Fico, pero este se anticipó entregando el cargo de primer ministro a Pellegrini, quien el 22 de marzo asumió el Ejecutivo manteniendo la coalición con el SNS y Most-Híd. El Gabinete Pellegrini siguió enfrentando la hostilidad de muchos eslovacos, aunque lo cierto era que los sondeos no dejaban de sonreír a Smer-SD, el cual, en apariencia, había salido de la crisis de febrero-marzo de 2018 con daños solo limitados. La retención por los socialdemócratas de un 20% de apoyos populares como mínimo obedecía a las políticas de gasto social del Gobierno y al buen momento económico.

Para OĽaNO, en cambio, las encuestas no se traducían en ganancias, sino todo lo contrario. Así, en las elecciones europeas del 25 de mayo de 2019 la formación de Matovic, integrada en el Partido Popular Europeo (PPE), no pasó del sexto puesto con un muy mediocre 5,2% de los votos. El único consuelo fue la conservación, por los pelos, del escaño conseguido en 2014. Poco antes, en febrero, Matovic se libró de perder su acta de legislador en una votación parlamentaria que tuvo lugar casi dos años después de declarar la Rada un supuesto de incompatibilidad en su "olvido" en 2016 de suspender su licencia comercial de empresario, trámite que el diputado debía realizar cada tres años para estar ajustado a la ley. Luego, en septiembre de 2020, OĽaNO, SaS y un tercer partido opositor, el muy derechista Somos Familia (Sme Rodina) del empresario Boris Kollár, lanzaron contra el Gobierno Pellegrini una moción de censura que fracasó por cuatro votos.


2. Victoria electoral y subida al poder en mitad de la crisis del coronavirus

Para las votaciones generales del 29 de febrero de 2020 Matovic forjó una lista conjunta con NOVA, su socio desde 2016, y los también micropartidos Unión Cristiana (KÚ) y Cambio desde Abajo (Zmena zdola). En su programa-manifiesto electoral, OĽaNO presentaba su plataforma ética como un "movimiento anticorrupción y honesto para derrotar a los políticos corruptos y sus partidos políticos". Ello resultaba perentorio, insistía, en un país donde los ciudadanos habían "perdido la confianza en el Estado y sus instituciones". Además de las medidas para la moralización de la política, la transparencia de los poderes públicos, la desburocratización administrativa y la prevalencia del Estado de derecho y el imperio de la ley, OĽaNO advocaba unos "impuestos justos", un clima más favorable para el emprendimiento de negocios, servicios sociales y atención médica "efectivos", y políticas de apoyo a la familia, cual era "la base de la sociedad y el futuro del país".

El perfil conservador y moderadamente nacionalista de OĽaNO quedaba bien patente en su llamamiento a "respetar nuestras raíces y tradiciones de democracia, valores cristianos y convivencia entre eslovacos y diferentes etnias", y a "educar para el verdadero patriotismo". "Rechazamos el extremismo y las ideologías criminales como el comunismo y el fascismo", manifestaba el partido opositor, que proclamaba asimismo su "orientación occidental", ligada a "una UE útil y una OTAN que funcione". En pie seguían las sugerencias para restringir la ley del aborto, las reservas sobre una hipotética unión civil —reclamada por el colectivo LGBT, a falta de la figura del matrimonio— de las parejas del mismo sexo y el rechazo al sistema de acogida de refugiados según cuotas nacionales diseñado por la UE, que era precisamente uno de los principales caballos de batalla del Gobierno de Smer-SD. Otro de los "valores clave" de OĽaNO era la protección del medio ambiente y la "preservación de la hermosa naturaleza eslovaca".

De sí mismo, Matovic decía gráficamente en la web de su partido: "Desde mi entrada en la política, he tratado de señalar la injusticia que afecta a la gente común y a nuestra Eslovaquia. Durante años he estado luchando contra políticos que no sirven a la gente, sino a la mafia y los oligarcas. Lucho contra la corrupción para cortar todos los tentáculos. Voy tras cada ladrón, y puedes contar conmigo para seguir haciéndolo. Señalo violaciones y sugiero soluciones".

Hasta diciembre de 2019 OĽaNO no empezó a dar signos de recuperación en las encuestas, donde se hallaba muy rezagado, lejos de un Smer-SD que ya estaba cayendo por debajo del 20% y por detrás también de fuerzas como el neofascista Kotleba-Partido Popular Nuestra Eslovaquia (Kotleba-ĽSNS) de Marian Kotleba, la coalición de Eslovaquia Progresiva (PS) y Juntos-Democracia Civil (SPOLU), y el liberal conservador Por el Pueblo (Za ľudí) del ex presidente de la República Andrej Kiska. La remontada de OĽaNO se hizo más notoria en la segunda quincena de enero y la explosión definitiva llegó en la última semana de la campaña, cuando el estrellato de Matovic, etiquetado por igual de carismático y de populista, eclipsó a todos sus rivales. Por primera vez, el partido adalid de la lucha anticorrupción se encaramó al primer lugar en las preferencias del electorado, al tiempo que las expectativas de Smer-SD, tras ocho tumultuosos años de gobierno, se hacían añicos a toda velocidad.

En efecto, el vencedor de las elecciones del 29 de febrero de 2020 fue OĽaNO con el 25% de los votos y 53 escaños. El partido hasta ahora gobernante quedó segundo con el 18,3% de los votos y 38 representantes. La supremacía de Smer-SD había llegado a su fin. De inmediato, Matovic abrió negociaciones con Sme Rodina (tercero con 17 diputados), SaS (quinto con 13) y Za ľudí (sexto con 12) para conformar una coalición de gobierno de signo centroderechista que se recostaría en una mayoría absoluta de 95 diputados. El 4 de marzo la presidenta de la República, Zuzana Caputová, trasladó el mandato formativo del próximo Ejecutivo a Matovic y el 18 de marzo este hizo pública la lista de ministros. Además del puesto de primer ministro, OĽaNO se quedaba con siete de los 15 puestos del Gabinete. Los tres partidos socios recibían sendos cargos de viceprimer ministro; Por SaS, Richard Sulík era viceprimer ministro para Asuntos Económicos y ministro de Economía, mientras que el líder de Sme Rodina, Boris Kollár, fue investido presidente de la Rada.

El 21 de marzo el Gabinete Matovic prestó juramento en unas circunstancias tan excepcionales como graves: en plena propagación de la pandemia del coronavirus COVID-19, que en Eslovaquia ya sumaba los 170 infectados, no habiendo que lamentar ningún fallecido por el momento. En la ceremonia de toma de posesión, Matovic, sus ministros y la presidenta Caputová aparecieron protegidos con guantes y mascarillas, dentro de las medidas de seguridad y contención adoptadas por el Ejecutivo saliente: desde el 15 de marzo regía el estado de emergencia en el país centroeuropeo, que también había clausurado parcialmente sus fronteras y ordenado el cierre de los centros educativos, los recintos públicos y todos los comercios no esenciales.

Matovic valoró la emergencia nacional en curso con estas palabras: "Nadie sabe la forma que esta crisis adoptará, cuánto durará y las consecuencias que tendrá (...) Tenemos un remedio para el coronavirus: la solidaridad, la responsabilidad y la determinación de todos los que se preocupan por Eslovaquia. Así que vayamos a la batalla".

Matovic y su esposa Pavlína son padres de dos hijas, Rebeka y Klára.

(Cobertura informativa hasta 24/3/2020)