Boris Pistorius

El 17 de enero de 2023 el canciller Olaf Scholz nombró ministro de Defensa de Alemania a Boris Pistorius, miembro de la Ejecutiva del Partido Socialdemócrata (SPD). Con un recorrido hasta ahora limitado a la política municipal y regional de Baja Sajonia, Pistorius debuta en el Gobierno Federal de coalición con verdes y liberales para sustituir a su colega partidaria Christine Lambrecht, dimitida en la víspera tras un rosario de polémicas y tropiezos personales. El relevo ministerial en Berlín, efectivo el 19 de enero, se produce en un momento crucial y delicado, justo cuando arrecian las presiones desde varios gobiernos aliados para que Alemania entregue unidades de sus sofisticados tanques Leopard 2 a Ucrania, cuyas autoridades reclaman con urgencia este tipo de armamento pesado a los países de la OTAN para mejorar su capacidad de combate terrestre en la guerra contra Rusia.

El debate trasciende este capítulo concreto y afecta al presupuesto ministerial que conlleva la nueva era de seguridad y defensa más asertivas, el "punto de retorno histórico" (Zeitenwende) anunciado por Scholz en el Bundestag tres días después de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022. Sin embargo, pese a lo afirmado entonces por el canciller, no parece que el recrecido gasto militar vaya a superar el 2% del PIB alemán en este 2023. En entredicho se encuentra el mismo grado de preparación de la Bundeswehr, falta de munición, con muchos equipos obsoletos y obviamente incapaz de reponer en sus arsenales al mismo ritmo las abundantes entregas a Ucrania de otras armas de su inventario.

Así, hasta enero de 2023 Alemania ha despachado a Ucrania 14 obuses autopropulsados PzH 2000, 30 blindados antiaéreos Gepard (inicialmente destinados al desguace), cinco lanzacohetes múltiples MARS M270, una batería de misiles tierra-aire IRIS-T, 174 vehículos blindados de infantería, 3.200 misiles antiaéreos de infantería Stinger y Strela, y 24.000 lanzagranadas y minas antitanque, entre otros vehículos, sistemas y armas de menor calibre, sin contar los cuantiosos paquetes de ayuda financiera y humanitaria. Bajo compromiso están además unidades adicionales de algunos de los sistemas citados, en parte comprados por Ucrania directamente a los fabricantes germanos, amén de un número no especificado de lanzaderas de misiles de interceptación Patriot y blindados de combate de infantería del tipo Marder.

Pistorius, considerado un experto en seguridad policial pero no tanto en aspectos propiamente militares, deberá aclarar ahora qué va a suceder con los codiciados Leopard, en estos momentos el asunto más candente sobre la mesa del Ejecutivo alemán. La aprobación del suministro al Ejército ucraniano de estos potentes vehículos (de los que la Bundeswehr tiene cerca de 300, aunque solo algo más de la mitad estarían operativos) es una cuestión sobre la que Scholz lleva meses mostrando una extrema cautela, ya que su capacidad de alterar el balance estratégico del teatro de operaciones bélicas, favoreciendo las contraofensivas de Kyiv para recuperar territorios ocupados, podría propiciar, teme el canciller, una escalada de la guerra. Y ello, mientras Alemania aplica las sanciones decididas por la UE y acelera su particular desconexión energética (gas, petróleo) de Rusia, empresa de enorme envergadura y altamente costosa, pero considerada imprescindible ante la "guerra ilegal de agresión", denuncia Pistorius, desatada por Putin.

Alemania sí ha facilitado el envío por Chequia y Eslovaquia de antiguos tanques de fabricación soviética dentro de acuerdos de reemplazo de estas viejas unidades por modernos Leopard 2, pero hasta la fecha se ha negado a que países —como las bien dispuestas Polonia y Finlandia— que ya disponen de estos carros en sus ejércitos los entreguen a los ucranianos, recordando que la transferencia de tecnología alemana a terceros requiere su autorización expresa. Las reticencias de Scholz y el SPD no son compartidas por sus socios de gobierno, los verdes y los liberales. En cuanto a las demás potencias occidentales, Reino Unido y Francia han confirmado la aportación respectivamente de un escuadrón de tanques Challenger 2 de nueva generación y de cazacarros AMX-10 RC. En cuanto a Estados Unidos, rechaza de plano poner a disposición sus M1 Abrams, condición puesta por Scholz para desbloquear los Leopard.

(Nota de edición: esta biografía fue publicada el 19/1/2023. Seis días después, el canciller Scholz anunció que Alemania entregaría a Ucrania 14 tanques Leopard 2A6 de la Bundeswehr y autorizaría a los países aliados que lo solicitaran el envío de sus propias unidades; el pronunciamiento del canciller coincidió con el anuncio por el presidente Joe Biden del suministro a Ucrania de 31 tanques M1 Abrams del Ejército de Estados Unidos).

Boris Pistorius no presenta un historial político eminente pese a su veteranía, aunque goza de la confianza de Olaf Scholz, con quien comparte pragmatismo y estilo sobrio. De 62 años, viudo y con dos hijas, este abogado formado en las universidades de Osnabrück y Münster remonta la militancia en el SPD a los 16 años de edad, en 1976, cuando se unió a las juventudes socialdemócratas (Jusos) de Baja Sajonia. En 1990, una vez aprobados los dos exámenes del estado con la pasantía entre medio, el joven se colegió letrado y empezó a ejercer la profesión, pero al cabo de unos meses se introdujo en los escalafones del Gobierno del land en calidad de asesor legal.

Hasta 1996 estuvo al servicio directo de Gerhard Glogowski, viceministro-presidente de Baja Sajonia y número dos del Ejecutivo estatal que entonces mandaba el futuro canciller federal Gerhard Schröder, y desde 1997 compaginó una serie de cargos administrativos y municipales en su Osnabrück natal, donde fue jefe de departamento, concejal y teniente de alcalde. En septiembre de 2006 salió elegido alcalde de Osnabrück y siete años después, en febrero de 2013, fue nombrado ministro de Interior y Deportes de Baja Sajonia por el nuevo ministro-presidente del SPD, Stephan Weil.

Pistorius iba a mantenerse en este cargo durante una década, tiempo en el cual se mostró especialmente atento a la vigilancia de las potenciales amenazas que entrañaban los grupos extremistas de derecha e izquierda, las cuestiones sobre ciberseguridad y el monitoreo de datos en Internet. Asimismo, defendía una más estrecha cooperación policial entre los gobiernos de la UE, abogando por la creación de una policía fronteriza conjunta para proteger las fronteras exteriores del Espacio Schengen (fuerza que estaría unos peldaños por encima de la actual Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, o Frontex), así como de un equivalente europeo del FBI de Estados Unidos.

Hasta las elecciones de octubre de 2017, Pistorius, con 57 años ya, no estrenó escaño en el Landtag o Asamblea estatal, hemiciclo del que su madre Ursula había sido diputada entre 1978 y 1990. En noviembre siguiente, el representante socialdemócrata revalidó su cartera en el segundo Gabinete Weil, que a diferencia del primero era de coalición con la CDU, reproduciendo así la gran coalición vigente en el Gobierno Federal de Berlín con Angela Merkel al timón.

En el 38º Congreso Federal (Bundesparteitag) del SPD, celebrado en diciembre de 2017, los compromisarios eligieron a Pistorius para un puesto en el nuevo Comité Ejecutivo (Parteivorstand) partidario, a cuyo frente continuó, aunque por poco tiempo, Martin Schulz. Dos años después, en el otoño de 2019, Pistorius optó al liderazgo del SPD formando un tándem con Petra Köpping, su colega de Igualdad e Integración en el Gobierno de Baja Sajonia. Poco conocido por la militancia y sin un perfil claramente definido, el ministro regional solo recibió el 14,4% de los votos y quedó el quinto en la elección interna que finalmente ganaron los aspirantes del ala izquierda del partido, Norbert Walter-Borjans y Saskia Esken.

Los siguientes congresos ordinarios de diciembre de 2019 y diciembre de 2021 confirmaron en la cúpula socialdemócrata a Pistorius, que el 8 de noviembre de 2022 renovó como ministro de Interior y Deportes en el Gabinete Weil III, de cromatismo roji-verde al igual que el primero de 2013-2017. Cuando la formación en diciembre de 2021 del Gobierno Federal de coalición semáforo entre el SPD, Los Verdes y los liberales del FDP, se especuló que Pistorius podría ser la elección del canciller entrante Olaf Scholz para el Ministerio Federal del Interior, de donde se iba el socialcristiano bávaro Horst Seehofer, pero la escogida fue Nancy Faeser, líder del SPD en Hesse.

Al comenzar 2023, la carrera política de Pistorius, desde 2013 miembro también, pleno o suplente, del Bundesrat, seguía encarrilada por unos cauces estables, aunque harto discretos. Su notoriedad apenas desbordaba el ámbito regional de Baja Sajonia. Este escenario cambió súbitamente el 16 de enero, día en que la socialdemócrata Christine Lambrecht presentó a Scholz su dimisión como ministra federal de Defensa tras un año largo de ejercicio. La baja de Lambrecht, figura importante del Gobierno tripartito, llegaba ante el desgaste acarreado a su persona por una serie de declaraciones polémicas y errores de bulto, con la invasión rusa de Ucrania y el candente debate sobre el grado de implicación de Alemania en el suministro de armamento defensivo a Kiyv como telones de fondo. Entre otros patinazos, Lambrecht había admitido que no comprendía la estructura del Ejército alemán y que no había logrado avances en la obtención de nuevos equipos y recursos militares con cargo al fondo especial para la reforma de la Bundeswehr, por valor de 100.000 millones de euros.

Al día siguiente, Scholz informó que el sucesor de Lambrecht en Defensa era Pistorius. El nombramiento causó sorpresa y no dejó de suscitar críticas, al no presentar el hasta ahora ministro del Interior bajosajón un bagaje de buen conocedor de las temáticas propiamente militares o de funcionario familiarizado con las necesidades de la Bundeswehr, más en tiempos de fuerte aumento del gasto militar. También por ser hombre, ya que el no reemplazo de Lambrecht por otra mujer quebraba la paridad de género en el Gabinete de 16 miembros, excluyendo al canciller. Desde 2013, el Ministerio Federal de Defensa había estado dirigido por tres mujeres: antes que Lambrecht, habían portado la cartera Ursula von der Leyen y, en 2019-2021, Annegret Kramp-Karrenbauer, ambas democristianas.

Al comunicar el nombramiento, Scholz se refirió a Pistorius con estas elogiosas palabras: "él es un político extremadamente experimentado que se ha probado en la administración, ha estado tratando con la política de seguridad durante años y, con su competencia, su asertividad y su gran corazón, es exactamente la persona adecuada para guiar a la Bundeswehr en este punto de inflexión". Con esta última expresión, el canciller se refería al histórico cambio de paradigma en la doctrina de seguridad y defensa de la República Federal de Alemania a raíz de la invasión rusa de Ucrania.

(Cobertura informativa hasta 19/1/2023)