Muhyiddin Yassin
Primer ministro (2020-2021)
En Malasia, vibrante democracia de Asia articulada como monarquía parlamentaria federal, una confusa intriga política deparó la dimisión del primer ministro Mahathir bin Mohamad y su sustitución por Muhyiddin Yassin, hasta entonces colaborador de confianza, en febrero de 2020. El recambio de dirigente se produjo en vísperas de declararse en el país la pandemia de COVID-19.
Veterano titular de carteras gubernamentales y antiguo jefe del estado de Johor, entre 2015 y 2016 Muhyiddin fue purgado como viceprimer ministro y presidente adjunto del partido en el poder, la Organización Nacional de Malayos Unidos (UMNO), por dar crédito a las acusaciones de desfalco que cercaban al primer ministro en ejercicio, Najib Tun Razak. Entonces, Muhyiddin secundó al ex primer ministro Mahathir en su campaña de denuncia de Najib y le ayudó a organizar el Partido Indígena Unido Malasio (PPBM o Bersatu). Este cambio de lealtades partidistas no suavizó, más bien al contrario, otras posiciones del ideario de Muhyiddin, un convencido de la preeminencia del elemento malayo-musulmán dentro del multiétnico y multiconfesional Estado malasio ("primero soy malayo antes que malasio", llegó a decir), así como favorable a abrir distancias de la herencia cultural anglófona.
Con la histórica victoria del Bersatu y sus socios opositores de la Alianza por la Esperanza (PH) en las elecciones de 2018, el nonagenario Mahathir volvió a la jefatura del Gobierno federal y su número dos, Muhyiddin, recibió el Ministerio del Interior. Aquel Ejecutivo de coalición, protagonista del final de 61 años de hegemonía -desde la independencia nacional en 1957- de la UMNO y el Frente Nacional (BN), estaba integrado por los cuatro partidos de la PH, a saber, el nacionalista, conservador y promalayo Bersatu, el progresista y reformista PKR (Keadilan), el socialdemócrata y prochino DAP (Tindakan) y el islamista moderado PAN (Amanah), más los regionalistas de Sabah y la minoría india. Ahora, Muhyiddin se ha convertido en primer ministro yendo de la mano del bloque UMNO/BN, sobre el que siguen pesando los estigmas de la corrupción, el partido islamista ultraconservador PAS y los regionalistas de Sarawak.
El sorpresivo vuelco político, que vira el curso parlamentario malasio hacia la derecha, se gestó meses atrás, al quedar patente la renuencia de Mahathir a cumplir el pacto adoptado en 2018 con el líder del Keadilan y anterior antagonista político dos veces juzgado y encarcelado, Anwar Ibrahim, para cederle el puesto de primer ministro en el ecuador de la legislatura, en noviembre de 2020. Los movimientos contrarios a este traspaso de poderes fueron en aumento y el 24 de febrero Mahathir anunció inesperadamente la dimisión. El veteranísimo estadista, que provisionalmente permanecía como primer ministro interino, no explicó sus intenciones inmediatas, alimentando las especulaciones sobre un plan de renovación en el cargo apoyado en una mayoría parlamentaria que ya no incluiría a Anwar, expulsado así a la oposición.
El 29 de febrero, sin embargo, el rey Abdullah, sultán de Pahang, nombró primer ministro a Muhyiddin, el cual desveló su polémico acuerdo con la agrupación de la que entre 2009 y 2016 fuera segundo máximo dirigente, la UMNO. La furtiva maniobra airó a Mahathir, quien aseguró su repudio a cualquier componenda con la UMNO y tachó de "traidor" al hasta la víspera su mano derecha, autoproclamado de paso único líder del Bersatu, en adelante cabeza de la nueva Alianza Nacional (PN).
El sometimiento de su Gobierno al voto de confianza de la Cámara de Representantes ha sido pospuesto por Muhyiddin al socaire de la emergencia sanitaria del coronavirus, respondida por las autoridades de Kuala Lumpur con una Orden de Control de Movimientos, equivalente a una semicuarentena nacional, vigilada por el Ejército. Esta restricción legal, que no incluye el confinamiento domiciliario de la población pero sí la parada de la producción industrial, la interrupción de las actividades educativas y religiosas, y el cierre de las fronteras en ambos sentidos, entró en vigor el 18 de marzo y ha sido extendida hasta el 9 de junio. En Malasia, país de 32 millones de habitantes, el COVID-19 está teniendo una incidencia baja en comparación con otros países de Asia: aquí, la pandemia ha dejado algo más de 7.000 contagios confirmados y los fallecidos superan levemente el centenar; el 19 de mayo los casos activos eran solamente 1.218. El nuevo primer ministro ha aprobado también un paquete de estímulo de 250.000 millones de ringgits para paliar los daños en la economía, que en el primer trimestre del año se contrajo un 2%.
(Texto actualizado hasta mayo 2020)
Natural del estado malayo de Johor e hijo de un teólogo y clérigo islámico, cursó la etapa escolar en colegios locales para posteriormente graduarse en Economía por la Universidad de Malaya. En 1970, recién licenciado, empezó a trabajar de funcionario educativo en la administración pública de Johor. Más tarde dejó el servicio civil y pasó al sector empresarial como director y gerente de diversas subsidiarias de la Corporación de Desarrollo Económico Estatal de Johor (PKENJ). Paralelamente, desarrolló una militancia política en el partido hegemónico de la peculiar democracia parlamentaria malasia, la Organización Nacional de Malayos Unidos (UMNO), en el Gobierno desde la independencia del Reino Unido en 1957.
Ministro y dirigente de la UMNO
En 1978 Muhyiddin resultó elegido miembro de la Cámara de Representantes (Dewan Rakyat) del Parlamento federal como candidato de la UMNO y de la coalición oficialista Frente Nacional (BN). Su ejercicio parlamentario, representando a la circunscripción de Pagoh, fue renovado en los comicios de 1982. En su segundo mandato legislativo, Muhyiddin fue incorporado a las labores ejecutivas en calidad de secretario parlamentario del Ministerio de Exteriores, viceministro de Territorios Federales y viceministro de Comercio e Industria, convirtiéndose en un miembro de segunda fila del Gabinete del primer ministro Mahathir bin Mohamad.
De cara a las elecciones generales de 1986, Muhyiddin, elevado ya a la jefatura de la UMNO en Johor, optó por la política regional: se presentó a los comicios de la Asamblea Legislativa de Johor y tras hacerse con el escaño fue investido Menteri Besar o jefe del Gobierno del estado, a cuyo frente estaba con carácter honorífico el sultán Mahmud Iskandar, concurrentemente rey temporal (Yang di-Pertuan Agong) de Malasia. En noviembre 1993 ganó una elección interna para un puesto de vicepresidente de la UMNO y en mayo de 1995 regresó a la alta política federal como diputado de la Dewan Rakyat y ministro de Juventud y Deportes del Gabinete Mahathir. Cuatro años después, en diciembre de 1999, el veterano y enérgico primer ministro le movió al Ministerio de Comercio Interno y Consumo, cartera en la que Muhyiddin, nuevamente vicepresidente de la UMNO desde 2000, fue confirmado cuando en octubre de 2003 Mahathir, a los 78 años y tras 22 de ejercicio, cedió la jefatura del Gobierno a su segundo, Abdullah Ahmad Badawi.
A las órdenes de Badawi, la carrera política de Muhyiddin plantó nuevos jalones. En marzo de 2004 el economista pasó a ser ministro de Agricultura y Agroindustria, y en marzo de 2008 tomó el puesto de Comercio Internacional e Industria. Entre marzo y abril de 2009 Muhyiddin quedó perfilado como la segunda figura política del oficialismo al ser elegido presidente adjunto de la UMNO y, acto seguido, nombrado viceprimer ministr o y ministro de Educación por el nuevo líder del partido gobernante y primer ministro del país, Najib Tun Razak.
Ruptura con el oficialismo, unión a Mahathir y retorno al Gobierno
La sólida trayectoria de Muhyiddin en la política malasia quedó interrumpida el 29 de julio de 2015: en reacción a sus críticas públicas a cómo él, el primer ministro, estaba manejando las acusaciones de un millonario desvío de fondos de la compañía estatal 1Malaysia Development Berhad (1MDB) para lucro personal, Najib, acosado por el descomunal escándalo de presunta corrupción, destituyó al viceprimer ministro y a otros miembros del Gabinete considerados desleales. El ministro del Interior, Ahmad Zahid Hamidi, tomó el relevo a Muhyiddin en la posición de viceprimer ministro. Muhyiddin permaneció como presidente adjunto de la UMNO, pero al insistir en su actitud díscola el partido le abrió un procedimiento disciplinario y le suspendió del cargo el 26 de febrero de 2016. El 24 de junio, por último, Muhyiddin fue oficialmente despojado de todos su puestos orgánicos y expulsado de la UMNO y el BN.
Llegado este punto, Muhyaddin optó por unirse al campo opositor del ex primer ministro Mahathir, detractor vehemente de Najib y erigido en principal cabecilla del movimiento de protesta política y social contra las actuales direcciones de la UMNO y la Federación. El 8 de septiembre de 2016 el ex ministro se convirtió en el presidente orgánico de la formación puesta en marcha por Mahathir, de corte nacionalista y conservador, el Partido Indígena Unido Malasio (PPBM, o Bersatu). Meses después, el PPBM, bajo el liderazgo de Mahathir, se sumó a la Alianza por la Esperanza (Pakatan Harapan, PH), coalición creada el año anterior por los partidos opositores, orientados al centro-izquierda, Justicia Popular (PKR o Keadilan), Acción Democrática (DAP o Tindakan) y Confianza Nacional (PAN o Amanah).
En las elecciones generales del 9 de mayo de 2018 los cuatro socios de la PH, llevando al nonagenario Mahathir de cabeza de cartel, hicieron historia al triunfar con una mayoría absoluta de 121 escaños de la Dewan Rakyat; el entramado UMNO-BN, luego de 61 años de poder prácticamente omnímodo, fue desalojado del Gobierno federal. Al día siguiente, Mahathir prestó juramento como primer ministro, por segunda vez en su larguísima carrera política, y en su Gabinete Muhyaddin, elegido diputado federal por Johor por sexta vez consecutiva -y de paso, de nuevo, diputado de la Asamblea de su estado-, tomó asiento como ministro del Interior, cartera de la que tomó posesión el 21 de mayo.
El regreso de Muhyaddin a las tareas gubernamentales se vio interrumpido por un diagnóstico temprano de tumor pancreático del que el político, de 71 años, salió bien parado. No obstante, hubo de guardar una baja médica de un mes entre julio y agosto, para someterse a una intervención quirúrgica de remoción del tumor en un hospital de Singapur y observar convalecencia; durante medio año más, el ministro recibió tratamiento de quimioterapia.
(Cobertura informativa hasta 1/1/2020)