Yitzhak Herzog

El 2 de junio de 2021 la Knesset eligió al ex líder laborista Isaac (Yitzhak) Herzog undécimo presidente de Israel, cargo que ya ocupara su padre Haim entre 1983 y 1993. El 7 de julio este antiguo abogado y mayor de la inteligencia militar tomará posesión con un mandato improrrogable de siete años y en sucesión de Reuven Rivlin, elegido en 2014 por cuenta del conservador Likud. La llegada de Herzog a la Presidencia, ocupada por última vez por un laborista en 2000 con Ezer Weizman, se enmarca en el consenso alcanzado por un arco de partidos de amplio espectro, entre los que figura el suyo, el Avoda, para desalojar a Binyamin Netanyahu del poder e investir primer ministro a su rival derechista Naftali Bennett. El mismo día de la votación parlamentaria de Herzog, Bennett suscribió con sus socios poselectorales el acuerdo del nuevo Gabinete de coalición.

Titular de una oficina tan prestigiosa como simbólica, con las únicas funciones de representar al Estado y tramitar los protocolos de la democracia parlamentaria, Herzog es un político de enfoques moderados y suaves maneras al que exponer sus propuestas sin un ropaje carismático, en un ambiente crecientemente permeable a la retórica populista y la demagogia, no le sirvió para triunfar y convertirse en primer ministro. Como líder del Avoda entre 2013 y 2017, y por un año más hasta su retirada de la vida parlamentaria en 2018, Herzog condujo una oposición tan firme como infructuosa a los gobiernos tercero y cuarto de Netanyahu. Su coalición con el partido centrista de la ex ministra de Exteriores Tzipi Livni, la Unión Sionista, no fue capaz de batir al poderoso Likud en los comicios de 2015.

En aquella campaña, el dirigente intentó seducir al electorado con un planteamiento posibilista del conflicto con los palestinos basado en la solución de los dos estados, el cese de la expansión colonial en Cisjordania y la reanudación del diálogo directo y sin precondiciones, hasta alcanzar la deseada "paz por territorios". Asimismo, rechazó el proyecto de Ley Básica, posteriormente aprobado por la Knesset, que definía expresamente a Israel como el Estado-nación del pueblo judío, e hizo suyas las reivindicaciones socioeconómicas de las protestas ciudadanas. Esta plataforma plural, empero, no sirvió para devolver al Partido Laborista a la cabeza del Ejecutivo. Herzog heredó un Avoda en horas bajas, minado por las deserciones y los bandazos ideológicos, y le insufló algo de vigor, en medio de una oscilación no zanjada entre las posiciones tradicionales de la izquierda social y el auge del centrismo difuso, con pretensiones de atrapar votos. A la postre, no consiguió revertir, solo retrasar, un declive partidario que tocó fondo en 2019, cuando él ya estaba fuera de la política activa. Ya bajo su dirección, el Avoda, otrora pilar de la existencia del Estado y hegemónico durante décadas, no era más que una pálida sombra de su pasado. Durante el segundo y prolongado (12 años) período de Gobierno de Netanyahu, Herzog, quien suele citar como modelos personales a los ex jefes laboristas Levy Eshkol y Yitzhak Rabin, figuró entre los cinco líderes de la oposición y los seis líderes con que contó el Partido Laborista.

Desde 2018 Yitzhak Herzog ha presidido la Agencia Judía para Israel, una histórica ONG sionista que en la actualidad mantiene como misiones fundamentales la promoción de la inmigración de los judíos del extranjero y la lucha contra las expresiones de antisemitismo.


(Texto actualizado hasta junio 2021)

Isaac (Yitzhak) Herzog, apodado familiarmente Buji o Bougie, nació en 1960 en Tel Aviv, en el hogar formado por una de las más destacadas figuras del laborismo israelí, Haim Herzog. Emigrado desde su Irlanda natal en tiempos del mandato británico de Palestina y procedente de una familia de rabinos de la comunidad ashkenazí, Herzog padre combatió en la guerra de independencia en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), donde llegó a general, y luego se labró una triple carrera como abogado, diplomático y parlamentario, antes de convertirse en el sexto presidente del Estado. Su hijo Yitzhak iba a seguir estrechamente estos pasos. Su esposa, Aura Herzog, era una renombrada activista social y ambientalista; la hermana de ella estaba casada con Abba Eban, dirigente laborista y, entre otros roles de gobierno, viceprimer ministro y ministro de Exteriores de 1963 a 1974.

El joven Herzog desarrolló buena parte de su formación en Estados Unidos. Su biografía oficial menciona, sin precisar fechas, sendas estadías en las universidades de Nueva York y Cornell. En 1978 regresó a Israel y se alistó en las FDI. Durante cuatro años estuvo asignado a la Unidad 8200, responsable de la decodificación de señales y el cifrado de mensajes, actividades encuadradas en el Directorio de Inteligencia Militar (Aman). Una vez pasado a la reserva de las FDI con el grado de mayor y un excelente conocimiento del idioma árabe, Herzog retomó los libros en la Facultad de Derecho de la Universidad de Tel Aviv a fin de prepararse para ejercer de abogado en el despacho privado fundado por su padre en 1972, Herzog, Fox & Ne'eman. Sus sucesivos cometidos públicos, como representante permanente ante la ONU desde 1975 y diputado de la Knesset desde 1981, fueron apartando del bufete al veterano Herzog, que finamente alcanzó la jefatura del Estado, un puesto ceremonial y de prestigio, en 1983 a la edad de 64. El hijo siguió practicando en exclusiva la abogacía en Tel Aviv durante la década de presidencia de su padre y hasta después de su fallecimiento en 1997.

Trayectoria en el laborismo israelí
Herzog, letrado con un apellido famoso, no se decidió a dar el salto a la política con el Partido Laborista (Avoda) hasta 1999, próximo a cumplir la cuarentena de edad. El jefe de la formación, Ehud Barak, a la sazón líder de la oposición al Gobierno derechista de Binyamin Netanyahu, le incluyó en la lista para las elecciones legislativas del 17 de mayo. Aunque los laboristas, con una importante pérdida de votos pese a su alianza con dos agrupaciones de centro, retuvieron la primera posición en la Knesset y se impusieron al Likud de Netanyahu, Herzog no consiguió el escaño. La consolación para el abogado vino en julio, cuando Barak formó un Gobierno de coalición octopartito y le nombró secretario del Gabinete, un puesto sin rango ministerial. Esta primera función en el Ejecutivo israelí le duró a Herzog hasta marzo de 2001, momento en que Barak, derrotado en la elección especial de febrero a primer ministro, tuvo que dejar paso a Ariel Sharon, el sucesor de Netanyahu al frente del Likud. Sin embargo, Herzog se mantuvo en el servicio de Estado desde el cargo de presidente de la Autoridad Anti-Drogas de Israel. Por un tiempo, hasta noviembre de 2002, el Avoda, mandado por Binyamin Ben-Eliezer desde la dimisión de Barak y luego por Amran Mitzna, fue socio gubernamental de Sharon.

En los siguientes comicios, los del 28 de enero de 2003, Herzog fue elegido diputado en unas circunstancias nuevamente desfavorables para su partido, que, agudizando la senda descendiente iniciada en 1996, cayó al 14,5% de los votos y los 19 escaños, la cota más baja de su historia hasta ese momento. En los dos años siguientes el legislador tuvo como jefe de filas al veterano ex primer ministro y ex ministro de Exteriores Shimon Peres. El 10 de enero de 2005 el Avoda, de la mano de Peres, se integró en el Gobierno Netanyahu, que pasó a ser de unidad, y Herzog se estrenó como ministro de Vivienda y Construcción. Su primer ministerio le duró muy poco al antiguo abogado, pues en noviembre del mismo año Peres perdió en una votación interna frente al sindicalista Amir Peretz, representante del ala izquierda del Avoda y partidario de restaurar las esencias sociales del laborismo, últimamente escorado al centro. Nada más hacerse con el control del partido, Peretz declaró la ruptura de la gran coalición con el Likud y Herzog volvió a su escaño en la Knesset.

Concurriendo como segundo de lista, el hijo de ex presidente fue reelegido en las votaciones generales del 28 de marzo de 2006, saldadas con la preservación por el Avoda de su cuota parlamentaria pero a la zaga del Kadima (Adelante), el nuevo partido de centro montado por Sharon antes de sucumbir a un derrame cerebral que lo dejó en coma irreversible. Peretz alcanzó un entendimiento poselectoral con el sucesor de Sharon, Ehud Olmert, otro escindido del Likud, tal que el 4 de mayo pusieron en marcha un Gabinete donde el líder laborista portaba la cartera de Defensa y Herzog una considerada menor, la de Turismo. El 21 de marzo de 2007 Olmert transfirió a Herzog al Ministerio de la Diáspora, Sociedad y Lucha contra el Antisemitismo, y de paso le cedió el departamento de Bienestar y Servicios Sociales, hasta entonces dirigido personalmente por el primer ministro. En el cuatrienio que siguió, su superior en el partido fue, de nuevo, Ehud Barak.

Herzog se mantuvo a flote tras las elecciones del 10 de febrero de 2009, ruinosas para el Avoda al caer por debajo del 10% de los votos, perder seis escaños y sufrir la humillación de ser adelantado por el partido de extrema derecha de Avigdor Lieberman, Nuestra Casa es Israel (Yisrael Beiteinu). En la Knesset, Herzog pasó a liderar el menguado grupo parlamentario laborista y el 31 de marzo vio confirmada su participación en el Ejecutivo llevando como único portafolio el de Bienestar y Servicios Sociales. Su jefe institucional era ahora Netanyahu, vuelto a la cumbre de la política israelí. El 17 de enero de 2011, ante las negativa de una buena parte de los legisladores laboristas, Herzog entre ellos, a mantener la coalición con el Likud, Barak, viceprimer ministro y ministro de Defensa, rompió con el partido del que era líder y formó su propia agrupación, Atzmaut (Independencia), con un ideario expresamente de centro. Herzog y otros rehusaron secundar a Barak y se mantuvieron fieles al Avoda. Al Atzmaut se fueron los ministros Shalom Simhon y Matan Vilnai, pero Herzog y su colega de Industria, Comercio y Trabajo, el anterior líder partidario Binyamin Ben-Eliezer, se apresuraron a dar portazo al Gobierno.

Con la marcha de Barak, que provocó un terremoto interno, Herzog se perfiló como uno de los primeros espadas del partido, cuyo liderazgo ambicionaba. En septiembre de 2011 fue uno de los cuatro contendientes por la posición de mando, junto con los ex líderes Peretz y Mitzna, y la diputada Shelly Yachimovich, llegada al Avoda desde la profesión periodística y promotora de un reencauzamiento socialdemócrata del partido. Aunque respetado por su concepto legalista de la política, lo que incluía el rechazo a la expansión colonial en la Cisjordania ocupada y la voluntad negociadora en el conflicto con los palestinos, Herzog era visto como un político un tanto gris, "aburrido", sin la garra necesaria para ponerle el contrapunto a Netanyahu, y no convencía a la mayoría de la militancia. Con el 25% de los votos, Herzog quedó tercero en la elección primaria y no llegó a disputar una segunda vuelta en la que Yachimovich batió a Peretz. Posteriormente, a finales de 2012, Herzog criticó las deserciones de Peretz y Mitzna al Hatnuah (Movimiento), el nuevo partido centrista organizado por la ex ministra de Exteriores Tzipi Livni, a su vez procedente del Kadima.

Infructuosa oposición al Likud y Netanyahu
Herzog encontró su mejor oportunidad tras las elecciones legislativas del 22 de enero de 2013. Aunque el Avoda experimentó una suave recuperación, hasta el 11,4% de los votos y los 15 diputados, la codiciada segunda plaza para marcarle el terreno al Likud -una vez colapsado y desaparecido del juego político el Kadima- la arrebató el Yest Atid (Hay Futuro), formación de centro progresista con solo unos meses de vida y conducida con brío por el periodista televisivo Yair Lapid, quien exudaba dinamismo y modernidad. La sensación de que el liderazgo de Yachimovich no terminaba de cuajar se extendió en las filas laboristas y Herzog acabó por lanzar el guante, presentándose como el líder con experiencia que el Avoda, el partido que lo había sido prácticamente todo en Israel bajo las jefaturas históricas (1948-1977) de David Ben-Gurion, Levi Eshkol, Golda Meir y Yitzhak Rabin, necesitaba. La pugna entre Yachimovich y Herzog fue dirimida en una elección interna el 22 de noviembre de 2013, siendo el resultado la victoria del segundo con el 58,5% de los votos.

Una vez convertido en líder del partido y por ende de la oposición parlamentaria –toda vez que el Yesh Atid, segunda fuerza de la Knesset, participaba en el Gobierno Netanyahu-, Herzog planteó una estrategia que, fusionando las diferentes sensibilidades del laborismo, elevaba con igual énfasis "la bandera de la paz y la bandera socioeconómica en aras de un país justo". El primer estandarte, el del arreglo satisfactorio con los palestinos, estaba asociado a Herzog, mientras que el segundo, el de la protección de las clases trabajadoras y la justicia social, era una seña identitaria de Yachimovich.

A comienzos de diciembre de 2014 el Gobierno Netanyahu de coalición quedó bloqueado por una serie de desacuerdos entre sus miembros e Israel fue convocado a votar en elecciones anticipadas en marzo de 2015. A toda prisa, Herzog forjó con Livni, la líder del Hatnuah, despedida por Netanyahu como ministra de Justicia el 4 de diciembre, una alianza electoral de centro-izquierda denominada Unión Sionista (HaMahaneh HaZioni). Presentada a la nación el 10 de diciembre con Herzog de cabeza de lista y Livni en el segundo lugar, la Unión Sionista ponía en la picota las políticas "provocadoras" e "irresponsables" de Netanyahu (Es o nosotros o él, proclamaba el eslogan de campaña), y ofrecía un enfoque posibilista del conflicto palestino-israelí basado en la solución de los dos estados y en la reanudación del diálogo directo y sin precondiciones con el presidente Mahmoud Abbas, con quien Herzog ya había sostenido varios encuentros. Aunque últimamente crítico con Abbas por su campaña internacional para lograr el reconocimiento diplomático de la estatalidad palestina, Herzog asumía el principio de las concesiones territoriales a cambio de una paz duradera.

La Unión Sionista deseaba restablecer el buen tono en el diálogo privilegiado con el aliado estadounidense, pues la "aversión" y la "hostilidad" de Netanyahu hacia la Administración Obama, junto con sus políticas de "aislamiento", causaban un tremendo "daño a la seguridad nacional". En cuanto a los asentamientos de colonos en Cisjordania, Herzog planteaba una congelación parcial de los mismos, tal como reclamaba Washington. El terrorismo palestino, eso sí, sería tratado siempre con "mano dura". Aspecto diferenciador destacado, la coalición Avoda-Hatnuah consideraba "innecesario", al ya mencionar la Declaración de Independencia de 1948 esa especificidad nacional, el proyecto de Ley Básica que definía expresamente a Israel como el Estado del pueblo judío. Este proyecto legal, auspiciado por el Likud y sus aliados de la derecha sionista, era ahora mismo motivo de acalorados debates en la política israelí. Al entender de Herzog, israelíes y palestinos debían empezar a negociar en serio sin imponerse condiciones de partida. La cuestión de los mutuos reconocimientos estatales, que eventualmente podrían ser el de Israel como el Estado-nación del pueblo judío y el de Palestina como el Estado-nación del pueblo palestino, solo tendría que abordarse en las "etapas finales" de las negociaciones.

El contraste con el Likud lo marcaba también la Unión Sionista en la asunción programática de las preocupaciones sociales y económicas que estaban detrás de las protestas ciudadanas de 2011.Herzog aspiraba a ser el primer jefe de Gobierno de su partido en 14 años y, si la Unión Sionista ganaba las elecciones y conseguía forjar una mayoría operativa, ocuparía el cargo hasta 2017; de acuerdo con el pacto de rotación suscrito con su aliada, en la segunda mitad de la legislatura Livni pasaría a ser la primera ministra. En una entrevista para Der Spiegel, Herzog afirmó que los israelíes ya estaban "hartos" de Netanyahu y su "política del miedo".

La Unión Sionista, que incorporaba además una microformación extraparlamentaria, el Movimiento Verde de Yael Cohen Paran, distó de alcanzar sus objetivos electorales. El 17 de marzo de 2015 el Likud en solitario preservó su primacía, mientras que la lista conjunta de Herzog y Livni obtuvo el 18,7% de los votos, seis puntos menos, y 24 escaños, seis menos. La fusión de fuerzas supuso un avance discreto con respecto a la edición de 2013, cuando el Avoda y el Hatnuah sumaron por separado el 16,4% de los sufragios y los 21 diputados. Netanyahu tenía los apoyos necesarios para alinear su cuarto Gobierno, tercero consecutivo desde 2009, y el 14 de mayo revalidó en el poder recostado en una coalición de cuatro partidos de la derecha nacionalista y la ortodoxia religiosa.

Herzog se resignó a continuar liderando la oposición parlamentaria al aparentemente invencible Bibi. En julio de 2017 Herzog hubo de someter su cargo a la opinión de la militancia laborista, nuevamente alborotada por el desembarco en el partido del magnate de las telecomunicaciones y ex ministro del Medio Ambiente Avi Gabbay. La ambición de Gabbay de arrebatar el liderazgo a un visiblemente erosionado Herzog, cuyo estilo articulado y riguroso pero sobrio y plano decepcionaba a muchos, fue replicada por el ex líder Amir Peretz, el cual había vuelto al seno del Avoda, tras un bienio en el Hatnuah, cuando la creación de la Unión Sionista en 2015. Para entonces, Herzog estaba en horas muy bajas, así que en la votación inicial, el 4 de julio, quedó eliminado con solo el 16,7% de los votos. El balotaje de la elección interna fue disputada seis días después por Peretz, provisionalmente en cabeza con el 32,7%, y Gabbay, receptor del 27% en el primer intento. Finalmente, el timón del laborismo quedó en manos de Gabbay, ganador de la primaria con el 52,2% de los votos.

Puesto que Gabbay no era todavía diputado, la condición oficial de líder de la oposición al Ejecutivo de Netanyahu la retuvo Herzog. Así fue hasta el 31 de julio de 2018, cuando el abogado se despidió de la Knesset y abandonó la política activa para ejercer su nueva función de presidente de la Agencia Judía para la Tierra de Israel, para la que fue elegido el 24 de junio y donde tomó el relevo a Natan Sharansky. Entonces, Tzipi Livni asumió las jefaturas de la Unión Sionista y de la oposición parlamentaria. Solo unos días antes, el 19 de julio, la Knesset, con el voto en contra del laborismo, aprobó la Ley Básica sobre Israel como el Estado-Nación del Pueblo Judío.

Yitzhak Herzog y su esposa, Michal Herzog, abogada de profesión también, son padres de tres hijos.

(Cobertura informativa hasta 1/1/2019)