Hage Geingob

Nota de actualización: esta biografía fue publicada el 16/2/2016. En las elecciones generales del 27/11/2019 Hage Geingob ganó un nuevo mandato como presidente de Namibia con el 56,2% de los votos. Este segundo ejercicio de cinco años comenzó el 21/3/2020 y quedó truncado el 4/2/2024 con el fallecimiento del mandatario, víctima de un cáncer, a los 82 años de edad. El hasta entonces vicepresidente de la República, Nangolo Mbumba, asumió la Presidencia de Namibia con carácter interino.

Director diplomático de la causa de la liberación nacional
Nacido en 1941, en tiempos en que Namibia, antigua colonia alemana y llamada entonces África del Sudoeste, era un territorio administrado por Sudáfrica con el mandato de las Naciones Unidas, recibió una educación tradicional en una escuela bantú de la potencia tutelar, y desde 1958 se formó en el centro de secundaria Augustineum, sito en la población de Okahandja. En 1960 fue expulsado de las aulas por participar en una protesta estudiantil contra las autoridades educativas sudafricanas, pero luego fue readmitido y consiguió terminar su curso formativo, capacitándose como maestro de escuela primaria. Pronto abandonó esta profesión para unirse a la Organización Popular de África del Sudoeste (SWAPO), el movimiento multiétnico de liberación nacional fundado en 1960 por Sam Nujoma, Hifikepunye Pohamba y otros líderes nacionalistas que tomaron el camino del exilio en Tanganyka acogidos a la protección del presidente Julius Nyerere.

En 1962 Geingob intentó escapar a Dar es Salam para unirse a sus camaradas asilados con la ayuda clandestina del Congreso Nacional Africano, pero el avión que debía llevarle allí desde territorio de la colonia británica de Bechuanalandia (la futura Botswana) fue saboteado en tierra por la inteligencia sudafricana. Atrapado en este país, el joven optó por asumir tareas de representación de la SWAPO en Bechuanalandia. En 1964, con la ayuda de su organización, que necesitaba dotarse de cuadros técnicos y diplomáticos para defender en las palestras internacionales la causa de la liberación nacional, Geingob marchó a Estados Unidos con el fin de emprender estudios superiores en la Temple University de Filadelfia.

Mientras su país se sumergía en la violencia por las operaciones represivas de las fuerzas sudafricanas y el inicio de la lucha guerrillera por el brazo armado de la SWAPO, Geingob se especializó en Relaciones Internacionales en la Fordham University y la New School de Nueva York, por las que se diplomó y licenció en 1970 y 1974, respectivamente. De manera paralela, trabajó incansablemente en el terreno diplomático, primero como representante de la SWAPO ante la ONU y las Américas, y luego, desde 1972, como funcionario adjunto el Secretariado de la organización. Los esfuerzos reivindicativos de Geingob y sus colegas se apuntaron su primer gran éxito en 1966, año en que la Asamblea General de la ONU declaró expirado el fideicomiso sudafricano, que se remontaba a 1920, cuando funcionaba la Sociedad de Naciones, y puso el territorio bajo su responsabilidad directa, si bien el régimen racista blanco de Pretoria despreció esta resolución y siguió ejerciendo la autoridad de facto con intenciones abiertamente anexionistas. Dos años después, la ONU sustituyó por Namibia toda referencia en sus documentos a África del Sudoeste, y en 1973 la Asamblea General reconoció a la SWAPO como el único representante legítimo del pueblo namibio.

En los 17 años que restaban para la emancipación del dominio de Pretoria, Geingob se aseguró un puesto de alto relieve en el Gobierno del futuro Estado como director fundador del Instituto de las Naciones Unidas para Namibia (UNIN). Desde su oficina en Lusaka, Zambia, Geingob se encargó de articular una estructura administrativa y de adiestrar al personal nativo que en su momento tomaría las riendas del país de manos de los sudafricanos, poniendo fin así al proceso de descolonización prescrito por la ONU. Por otra parte, formaba parte del núcleo de poder político que tenía a Nujoma en el vértice, como miembro del Comité Central y el Buró Político de la SWAPO.

El diplomático condujo el UNIN hasta 1989, el año crucial en la cuenta atrás para la independencia, cuando Sudáfrica, Angola, Cuba y Estados Unidos pusieron en marcha su acuerdo de diciembre de 1988 sobre Namibia, la guerrilla cesó sus hostilidades, los jefes de la SWAPO regresaron del exilio —Geingob lo hizo en junio— y el país celebró unas elecciones libres supervisadas por el Grupo de las Naciones Unidas de Asistencia a la Transición (UNTAG) y que dieron una amplia mayoría, aunque no aplastante, al movimiento que había liderado la lucha de liberación. Desde Windhoek, Geingob y Pohamba contribuyeron a organizar el proceso electoral y levantaron el aparato burocrático del nuevo Estado. El primero, además, se puso al frente de la Asamblea Nacional elegida en noviembre y configurada como Asamblea Constituyente, con la misión de dotar al país de su primera Constitución democrática. El 21 de marzo de 1990, por fin, la República de Namibia fue proclamada en Windhoek, con Nujoma de presidente, Geingob de primer ministro y Pohamba de ministro del Interior.

Primer jefe de Gobierno y tercer presidente de la Namibia independiente
Mientras sus colegas llevaban los asuntos de la política doméstica y las tareas de seguridad, e involucraban a Namibia en los procesos regionales (en 1998 Nujoma y Pohamba, en una decisión muy controvertida y al alimón con Angola y Zimbabwe, mandaron tropas del Ejército regular a la República Democrática del Congo para auxiliar al presidente Laurent Kabila en su lucha contra una poderosa rebelión interna), Geingob, el más técnico e intelectual de los tres sin demérito de su perfil intensamente político, se centró en las labores económicas y en la empresa, muy compleja, de aprovechar para el progreso nacional las vastas riquezas minerales y pesqueras de un país implacablemente árido y muy escasamente poblado (millón y medio de habitantes para un territorio de 825.000 km², lo que hacía de Namibia el segundo Estado de África con menor densidad de población por detrás de Libia), donde las posibilidades del cultivo y la producción de alimentos quedaban drásticamente limitadas.

Namibia presentaba serias carencias de infraestructuras y tenía una tesorería nacional por construir, así que el joven Estado nació dependiendo vitalmente de la asistencia del exterior, bien en la forma de ayuda al desarrollo, aportada fundamentalmente por la Unión Europea, bien como créditos de los organismos multilaterales. La pobreza, la precariedad y la epidemia del sida golpeaban a una población que fuera de los pocos núcleos urbanos, donde abundaban los trabajadores cualificados, vivía de unas explotaciones agrícolas y ganaderías de subsistencia. Transcurridas sus primeras tres décadas de existencia, la República de Namibia, gran exportadora de diamantes, oro, uranio, diversos metales y pescado, iba a consolidar su posición como país de desarrollo humano medio en escalones más bien altos para los estándares africanos, pero esta variable era en parte engañosa, teniendo presente las características de su demografía, y no podía pasar por alto el hecho de que la antigua África del Sudoeste presentaba uno de los índices de inequidad en la distribución de los ingresos más acusados del mundo, con unas diferencias brutales entre el cambo y la ciudad.

El Gobierno Geingob procedió con cautela en el terreno económico, gestionando con austeridad los magros recursos financieros de que disponía, abriendo los mercados de prospección, extracción y procesamiento de petróleo, gemas y metales preciosos al capital privado extranjero, y armonizando la política monetaria con la de Sudáfrica. La moderación política y la relativa buena gobernanza, de signo liberal, de que hizo gala la SWAPO en los primeros años de la independencia proporcionaron al oficialismo una masiva victoria en las elecciones generales de diciembre de 1994. Geingob siguió encabezando el Gobierno durante el segundo mandato presidencial de Nujoma, arrancado en marzo de 1995, y no escondió sus ambiciones sucesorias, aunque estas tropezaron en 1997 en el segundo Congreso celebrado por la SWAPO en suelo de la Namibia independiente. En este cónclave, el primer ministro vio cómo se le adelantaban en la carrera por la sucesión Pohamba, el claro favorito de Nujoma, al resultar elegido secretario general de la formación, y su principal rival interno, el viceprimer ministro Hendrik Witbooi, quien retuvo la vicepresidencia orgánica que su superior en el Ejecutivo quería para sí.

Otra vez renovado en su puesto tras las elecciones de diciembre de 1999, que otorgaron a Nujoma, reforma constitucional mediante, un tercer y último mandato presidencial, Geingob vio cómo le quitaba protagonismo Pohamba, al que Nujoma confió la campaña del Gobierno, supuestamente voluntaria pero en realidad desarrollada bajo presiones y coacciones, para la adquisición a sus dueños blancos de granjas comerciales que luego el Estado destinaría a campesinos negros sin propiedades, haciendo realidad la reforma agraria de tipo socialista pendiente desde la independencia.

En el Congreso partidario de agosto de 2002 Geingob fue acusado de ser el principal responsable del ambiente de divisiones que estremecía a la SWAPO y no pudo evitar que Pohamba se hiciera con la vicepresidencia que Witbooi, mermado de salud, abandonaba, promoción que convirtió al ministro de Tierras, Reasentamientos y Rehabilitación en el nuevo delfín del carismático padre de la independencia. El mes terminó con el despido de Geingob como primer ministro y su marcha del Gobierno, donde rehusó tomar el puesto de consolación que Nujoma le ofrecía, el de ministro de Gobiernos Locales, Regiones y Vivienda. Nujoma nombró nuevo primer ministro al hasta ahora titular de Exteriores, Theo-Ben Gurirab, un servidor competente pero sin ambiciones de poder. Semanas después, a mediados de septiembre, los colegas del Comité Central le negaron a Geingob la reelección en el Buró Político.

La marginación de Geingob del primer plano de la política se prolongó durante unos años. En 2003 el ex gobernante se estableció en Washington a invitación del foro intergubernamental Global Coalition for Africa, que le ofreció ser su secretario ejecutivo. De cara a las elecciones generales de noviembre de 2004, Geingob se postuló a un escaño en la Asamblea Nacional y, aunque fue colocado en un lugar discreto en las listas de la SWAPO, no tuvo problemas para ganar el mandato de diputado gracias a la indiscutible hegemonía del partido del poder, que capturó 55 de los 78 escaños en juego, los mismos que en 1999. En las presidenciales, Pohamba se impuso a sus adversarios de la débil oposición con el 76% de los votos, igualando el porcentaje sacado por Nujoma en las dos ediciones anteriores.

En el trienio que siguió, Geingob fungió de simple parlamentario de la SWAPO, pero sus relaciones con Pohamba fueron mejorando de manera paulatina. En 2007 el antiguo paladín de la causa independentista namibia en la ONU protagonizó un llamativo comeback político al convertirse sucesivamente en el jefe disciplinario del grupo de la SWAPO en la Asamblea, miembro de nuevo del Buró Político y, por decisión del Congreso del partido celebrado en noviembre, vicepresidente de la formación. Al cabo de unos meses, en abril de 2008, Geingob estuvo de vuelta en el Gobierno, que desde 2005 encabezaba Nahas Angula, como ministro de Comercio e Industria.

La condición de heredero del líder perseguida en tiempos de Nujoma la consiguió Geingob con Pohamba. Zanjadas en apariencia sus diferencias del pasado, en diciembre de 2012 el segundo consagró al primero como su sucesor para cuando llegara el final de su segundo y, con la Constitución en la mano, último mandato presidencial de cinco años. Primero, el día 2, el Congreso de la SWAPO reeligió a Geingob vicepresidente orgánico frente a dos aspirantes al puesto, Jerry Ekandjo y Pendukeni Iivula-Ithana; dos días después, Pohamba despidió a Angula y nombró primer ministro a la persona que ya lo había sido en los 12 primeros años de la independencia. En septiembre de 2014 la SWAPO cumplió el trámite de proclamar la candidatura presidencial de Geingob para las elecciones que tocaban el 28 de noviembre y que la SWPO iba a ganar de manera aplastante con toda certeza.

Los comicios, que, en un elogiado hito de modernidad, pasaron a los anales como los primeros de África en usar el sistema del voto electrónico, se saldaron con la victoria de Geingob con el 86,7% de los votos, porcentaje que superaba con creces los cuatro registros de Nujoma y Pohamba, y que acentuaba la irrelevancia de los otros ocho candidatos, cabezas de otros tantos partidos opositores incapaces de suponer la menor amenaza para la apabullante hegemonía de la SWAPO. En las votaciones a la Asamblea, ampliada hasta los 96 puestos elegibles en las urnas, el partido del oficialismo incrementó su representación en 22 diputados y se quedó con 77 escaños. Geingob prestó juramento como presidente de la República de Namibia el 21 de marzo de 2015. Junto con él lo hicieron los nuevos vicepresidente, Nickey Iyambo, y primera ministra, Saara Kuugongelwa-Amadhila.

Poseedor de varios galardones internacionales y doctorados honoríficos, además del Doctorado en Derecho que en 2004 le expidió la Universidad de Leeds sobre la base de una tesis que estudiaba el proceso de formación del Estado namibio, el mandatario namibio contrajo terceras nupcias en febrero de 2015, a los 73, con Monica Kalondo, una empresaria y abogada 36 años más joven que él. El presidente estuvo anteriormente casado con la estadounidense Priscilla Charlene Cash y con la namibia Loini Kandume, matrimonio este último que terminó en divorcio en 2008. Con sus dos primeras esposas Geingob tuvo tres hijos.

(Cobertura informativa hasta 16/2/2016)