John Dramani Mahama

El cuarto presidente de la Cuarta República de Ghana y el primero nacido después de la independencia en 1957, Jon Dramani Mahama, asumió el mando en julio de 2012 para suplir al fallecido Jon Atta Mills, con quien venía siendo vicepresidente. Miembro del partido gobernante, el Congreso Nacional Democrático (NDC, de centro-izquierda), Mahama fue luego ratificado en las elecciones de diciembre, donde se impuso por un corto margen a su adversario del Nuevo Partido Patriótico (NPP, de centro-derecha), Nana Akufo-Addo. Ghana, antaño paradigma de las "décadas perdidas" y el intrusismo militar, ya era en 2012 una democracia consolidada y un oasis de estabilidad y progreso en la convulsa región de África Occidental, donde las derivas autoritarias, los golpes de Estado, las guerras civiles y las violencias sectarias no han dejado de sucederse en el siglo XXI.    

El primer ejercicio gubernamental (2013-2017) de Mahama, un experto en comunicación social y devoto de las TCI, preocupado por las cuestiones de la sostenibilidad y en especial por la agricultura, prolongó la racha de ejecutivos moderados, comprometidos con el desarrollo integral del país e identificados con las prácticas de buena gobernanza. El dirigente se propuso pisar el acelerador en la Agenda Better Ghana, pero la caída de los ingresos por las exportaciones de cacao, oro y petróleo —bombeado desde 2010— condujo a una minoración del crecimiento económico, reanimado al final del mandato. Pese a la mejora de los índices sociosanitarios, el país, de desarrollo medio en el contexto africano, mantuvo unos considerables niveles de pobreza y precariedad, panorama que el programa de austeridad antidéficit adoptado con el FMI no contribuyó a aliviar. La corrupción, aunque menos extendida que en otras naciones del entorno, fue otro caballo de batalla de las autoridades.

Mahama fracasó en su apuesta reeleccionista de 2016 frente a Akufo-Addo, quien volvió a derrotarle en 2020. Para su cuarta postulación al cargo, el opositor presentó un programa enfocado en "resetear Ghana", adoptando las medidas necesarias para dinamizar el crecimiento y dejar atrás los elevados coste de la vida y desempleo, espoleados por la crisis inflacionaria iniciada en 2022, los cuales han arrojado a muchos ghaneses a la pobreza. Compromiso con el ascenso económico y social que, empero, no se desentiende de los esfuerzos, mantenidos por la Administración del NPP, para seguir reestructurando la deuda externa mientras se busca financiación adicional, después de que Ghana incurriera en un default en 2022. El 7 de diciembre de 2024 Mahama batió al candidato del oficialismo, Mahamudu Bawumia, y el 7 de enero de 2025 estuvo de vuelta en la Presidencia con mandato hasta 2029.

Actualmente, Ghana está considerado uno de los países más democráticos y pacíficos de África, excelente reputación que no puede hacer olvidar el registro esporádico de víctimas mortales en algunos procesos electorales (en esta ocasión ha habido que lamentar dos muertos) ni los cuestionamientos de sus resultados por parte de los derrotados, canalizados estrictamente en los tribunales; fueron los caso de Akufo-Addo en  2012 y del mismo Mahama en 2020.

 (Texto actualizado hasta 15/1/2025).


BIOGRAFÍA

Carrera política en el NDC

El primer presidente de Ghana nacido después de la emancipación del Reino Unido en 1957 es oriundo del norte del país y pertenece al grupo etnolingüístico gonja. Su familia formaba parte de las élites aborígenes que colaboraron con los administradores británicos en el período colonial. El padre, Emmanuel Adama Mahama, propietario de ricas plantaciones de arroz y profesor, fue parlamentario nacional y ministro regional durante el régimen de Kwame Nkrumah, el artífice de la independencia nacional, derrocado en un golpe militar en 1966. La junta del teniente general Joseph Arthur Ankrah mantuvo a Emmanuel Mahama preso durante un año.

El joven Mahama recibió una educación acorde al estatus social de su familia. La enseñanza primaria la cursó en la Achimota School, aula mater de varios jefes de Estado ghaneses, y la secundaria en Tamale. Luego ingresó en Universidad de Ghana en Legon, por la que se diplomó en Historia en 1981 y en Estudios de Comunicación en 1986. Hasta casi cumplir la treintena de edad continuó sus estudios en la URSS, en el Instituto de Ciencias Sociales de Moscú, donde en 1988 obtuvo un título de posgrado en Psicología Social. 

Una vez de vuelta a Ghana, Mahama se puso a dar clases de Historia en una escuela para jóvenes y más tarde, entre 1991 y 1995, representó al Gobierno como enlace para asuntos informativos y culturales en la Embajada de Japón en Accra. En estos años realizó cursos formativos en Tokyo y Nairobi. Hasta 1996 trabajó también para la sección ghanesa de la ONG internacional Plan, dedicada a la protección de la infancia. A los 38 años, Mahama ingresó en la política con el Congreso Nacional Democrático (NDC), el partido de corte socialdemócrata fundado en 1992 por el presidente de la República Jerry Rawlings, dos veces dictador militar antes de metamorfosearse en mandatario civil con legitimidad constitucional y electoral en 1993.

En las elecciones legislativas de diciembre de 1996 Mahama resultó elegido miembro del Parlamento por la circunscripción de Bole-Bamboi y en abril de 1997 fue nombrado viceministro de Comunicaciones. En noviembre de 1998 ascendió a titular del Ministerio, posición que mantuvo hasta enero de 2001, cuando el Ejecutivo del NDC dejó paso al de John Kufuor y su Nuevo Partido Patriótico (NPP), vencedores en las elecciones generales de diciembre de 2000. En los ocho años que el NDC pasó en la oposición, Mahama se mantuvo políticamente activo como diputado, portavoz parlamentario y responsable de Comunicaciones de su partido. En 2003 tomó asiento además en el Parlamento Panafricano en Pretoria.

Vicepresidente de la República y sucesor del fallecido presidente Atta Mills en 2012

El momento del salto político le llegó a Mahama en 2008 al ser nominado por el NDC candidato a vicepresidente de la República en las elecciones del 7 de diciembre de aquel año. El especialista en comunicación secundaba a John Atta Mills, antiguo profesor de Derecho y protegido de Rawlings, con quien fuera vicepresidente en 1997-2001. Atta Mills iba por su tercera candidatura presidencial, luego de perder dos veces, en 2000 y 2004, frente a Kufuor.

Tras imponerse a su contrincante del NPP, Nana Akufo-Addo, hijo del ex presidente (1970-1972) Edward Akufo-Addo, en la segunda vuelta del 28 de diciembre por tan solo 40.000 votos de diferencia, Atta Mills, y con él Mahama, tomó posesión de la Presidencia de la República el 7 de enero de 2009, con un mandato de cuatro años. Lo estrecho del margen de su derrota empujó al Akufo-Addo, quien se había adelantado en la primera vuelta del 7 de diciembre, a denunciar fraude, si bien los observadores internacionales no apreciaron manipulaciones.

En tanto que vicepresidente de la República, Mahama se puso al frente del Equipo Nacional de Gestión Económica, el Consejo de las Fuerzas Armadas, el Comité de Descentralización e Implementación y el Consejo de la Policía. En julio de 2011 Atta Mills fue vuelto a nominar por el Congreso del NDC de cara a las votaciones de 2012. Su postulación para la reelección fue retada por la esposa del ex presidente Rawlings, Nana Konadu Agyemang-Rawlings. Sin embargo, el mandatario, enfermo de un cáncer de laringe que le estaba dejando gradualmente mudo, no iba a tener la oportunidad de obtener la reválida electoral, pues falleció repentinamente en Accra el 24 de julio de 2012, semanas después de someterse a unos chequeos médicos en Estados Unidos, a los 68 años de edad.

El Gobierno del NDC, deseoso de mostrar el orden y la estabilidad que se esperaban de Ghana, reputada como una de las democracias más maduras de África, condujo la transición en la jefatura del Estado con las máximas transparencia y presteza. Pocas horas después de anunciarse la luctuosa noticia, y aplicando el mecanismo establecido por la Constitución para estos casos, Mahama fue investido presidente de la República en una breve ceremonia retransmitida en directo desde la sede del Parlamento.

Tras prestar juramento ante la jefa del poder judicial, Georgina Theodora Wood, Mahama pidió a los miembros de la Cámara "mantener la unidad y la estabilidad del país" como mejor homenaje a su predecesor. "Este es el día más triste en la historia de nuestra nación. Las lágrimas anegan la nación, estamos profundamente entristecidos y consternados. Yo, personalmente, estoy destrozado. He perdido a un padre, un amigo, un mentor y un camarada. Ghana se une en el dolor por el presidente que se nos ha ido", fueron las sentidas palabras del nuevo jefe del Estado.

Las dudas iniciales sobre si Mahama sería también el aspirante del oficialismo en las elecciones de diciembre quedaron disipadas en menos de 48 horas. El 26 de julio la cúpula del NDC confirmó su candidatura y el 30 de agosto, entre profusos llamamientos a la unidad interna y expresiones de tributo al dirigente desaparecido, un Congreso extraordinario celebrado en Kumasi proclamó a Mahama, aspirante único, por unanimidad. En esta ocasión, el ex vicepresidente fue enfático en su compromiso de mantener el ritmo de la Agenda Better Ghana, un programa de prioridades del Gobierno para acelerar el desarrollo económico y humano del país, el cual ya estaba dando resultados tangibles en varios terrenos.

La estabilidad macroeconómica, el crecimiento sostenible, la creación de empleo, la industrialización, el desarrollo del sector privado, el aumento de la productividad agrícola y la inversión pública en infraestructuras, sanidad y educación, así como la apuesta firme por las prácticas de buena gobernanza y el combate a la corrupción, eran los aspectos contemplados por la Agenda, que fundaba sus expectativas en los nuevos ingresos generados por la producción petrolera, puesta en marcha en diciembre de 2010.

En 2011 el PIB ghanés, dinamizado por la flamante industria de los hidrocarburos orientada a la exportación y por los altos precios del oro y el cacao, de los que el país era el segundo productor de África (por detrás de Sudáfrica en el primer caso y de Côte d'Ivoire en el segundo), había avanzado un impresionante 14%, la segunda tasa más elevada del mundo aquel año, sólo superada por Qatar, y que se sumaba al 9,1% de 2008, el 4,8% de 2009 y el 7,9% de 2010. En 2012 el crecimiento iba a ser del 9,3%.

Confirmación en las urnas con mandato hasta 2017

La campaña para las elecciones generales del 7 de diciembre de 2012 arrancó con una polémica decisión de las máximas autoridades políticas del país que amenazó con restarle votos al oficialismo. Fue la decisión, compartida por Mahama y el Parlamento, de subir los salarios oficiales del presidente, los ministros y los diputados. Así, el sueldo del jefe del Estado pasaba de los 4.240 dólares al cambio a los 6.357 dólares, libres de impuestos. El de los ministros subía a 4.770 dólares y el de los miembros del Parlamento a los 3.800 dólares mensuales.

Estos emolumentos contrastaban con los apenas 75 dólares que se pagaban por el salario mínimo y los no más de 500 dólares que cobraban los funcionarios medios de la Administración. Cabeceras de prensa, voces de la opinión pública y la ONG anticorrupción Ghana Integrity Initiative denostaron estas alzas salariales, en particular por el hecho de que tuvieran carácter retroactivo hasta 2009.

Durante la campaña electoral, Mahama, cuyo compañero de fórmula era el economista Kwesi Amissah-Arthur, investido vicepresidente el 6 de agosto, prometió invertir sabiamente los nuevos ingresos petroleros en el bienestar y la prosperidad de la población. El presidente puso el énfasis en el desarrollo de nuevas infraestructuras de servicios y comunicaciones, mientras que su oponente del NPP, Akufo-Addo, hizo hincapié en la gratuidad universal de la educación secundaria.

Además de Mahama y Akufo-Addo concurrían otros seis candidatos, pero ninguno de ellos tenía más opciones que la de dejar cumplido testimonio del pluralismo del sistema político. Ahora bien, en la práctica, los comicios, como todos los anteriores, se presentaban tremendamente polarizados, en lo político y lo geográfico. Se trataba de un duelo a dos entre el progresista NDC, tradicionalmente potente en las regiones norteñas del interior y sureñas de la costa, Accra incluida, y el liberal y conservador NPP, que tenía sus baluartes en las regiones de Ashanti, Eastern y Brong-Ahafo, en el centro-sur. La populosa Ashanti, corazón de un poderoso imperio negro en los siglos XVIII y XIX hasta la llegada del Ejército británico y depositaria de una orgullosa cultura local, era la región más rica del país, pues albergaba las principales minas de oro y plantaciones de cacao.

La jornada electoral transcurrió de manera pacífica salvo algún incidente aislado en Accra, si bien el fallo en varios colegios del nuevo sistema de verificación electrónica de las huellas digitales de los electores obligó a extender las votaciones al día siguiente, 8 de diciembre. Mahama, tras depositar la papeleta en su circunscripción de Bole, se mostró confiado en su valoración de las votaciones: "esta elección va a consolidar las credenciales democráticas de Ghana de una vez por todas. Creo que no va a haber dudas de ningún tipo sobre que Ghana es una democracia líder en África", afirmó el presidente y candidato.

El 10 de diciembre la Comisión Electoral declaró a Mahama ganador en la primera vuelta con el 50,7% de los votos, frente al 47,7% de Akufo-Addo. La participación quedó establecida en el 79,4%. El opositor, al que volvía a escapársele por poco la Presidencia, reaccionó con la misma acritud que en 2008. Las dificultades técnicas experimentadas por las máquinas biométricas sirvieron de argumento al NPP, el cual aseguró poseer "suficientes evidencias concretas" de que un "robo sistemático de votos" había hurtado la victoria a su candidato.

La imputación de Akufo-Addo no halló eco en los equipos de observación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y de un grupo independiente local, la Coalición de Observadores de las Elecciones Domésticas (CODEO), para los que los defectos técnicos no podían poner en tela de juicio la conducción del escrutinio, pese a los tres puntos de diferencia entre el ganador y el perdedor. Según los monitores, el proceso electoral había discurrido en líneas generales con libertad y limpieza. En cuanto a los comicios legislativos, sonrieron también al partido del Gobierno, que sumó 32 a los 116 escaños sacados en 2008, ampliando así la exigua mayoría absoluta de la pasada legislatura.

El 12 de diciembre, con el ambiente político revuelto por la denuncia de su adversario electoral, Mahama declaró su intención de presionar a las compañías extranjeras privadas que operaban la explotación de los recursos naturales para que aceptaran un régimen de impuestos y regalías más favorable al Estado. El 28 de diciembre el NPP materializó su advertencia e interpuso una denuncia formal ante el Tribunal Supremo. Según la formación opositora, la Comisión Electoral había computado de manera "iregular" e "ilegal" hasta 1.340.000 votos millones de votos, más que suficientes para inclinar la balanza del recuento a favor de Mahama.

La impugnación del NPP, que iba a ser desestimada por el Tribunal Supremo en agosto de 2013, no frenó los preparativos de la toma de posesión de Mahama. El 7 de enero de 2013 el presidente titular prestó juramento de su cargo con un mandato de cuatro años ante decenas de miles de seguidores y en presencia de 13 jefes de Estado africanos, sin faltar los presidentes de las dos potencias del continente negro, Goodluck Jonathan de Nigeria y Jacob Zuma de Sudáfrica, amén del líder de Benín y presidente de turno de la Unión Africana, Yayi Boni. La ceremonia reunió también a los ex presidentes Rawlings y Kufuor; este último, en abierto desafío a las consignas de boicot hechas por su propio partido.

La economía ghanesa aún avanzó un sobresaliente 7,3% en 2013, pero luego el ritmo se ralentizó de manera acusada por la coyuntura desfavorable de los mercados internacionales de los principales productos que el país exportaba: el oro (cotizado a la baja desde finales de 2012), el petróleo (el precio del barril de crudo cayó en picado en 2014) y el cacao (peor pagado también desde comienzos de 2016). Entre 2014 y 2016 el PIB creció un promedio del 2,8%, tasa insuficiente para sufragar los ambiciosos planes de desarrollo de la Agenda Better Ghana y, sobre todo, para los objetivos de disparar la renta nacional por habitante; al contrario, el PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo (PPA) experimentó en el bienio 2015-2016 un retroceso sin precedentes desde la independencia, al pasar de los 5.517 de 2014 a los 5.011 dólares.

Ante la caída de los ingresos y el aumento de la inflación, el Gobierno del NDC acudió a la asistencia del FMI, que en abril de 2015 otorgó a Accra un crédito de 926 millones de dólares sujeto a un programa de austeridad financiera y estabilización macroeconómica a tres años vista. Para cumplir con los objetivos de reducción del déficit fiscal y la deuda pública, Mahama hubo de eliminar subsidios al consumo y congelar la contratación de funcionarios en todas las áreas salvo la educación y la sanidad.

Por lo que se refiere a las relaciones internacionales, en 2014 Mahama, en tanto que presidente de turno de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), figuró en el grupo de presidentes africanos que presionó a los militares golpistas de Burkina Faso para que entregaran rápidamente el poder a un gobierno civil de transición tras derrocar al presidente autoritario Blaise Compaoré. Aquel mismo año, en agosto, el ghanés figuró en la comitiva de presidentes que se reunieron con Barack Obama en la Casa Blanca en el marco de la I Cumbre de Líderes Estados Unidos-África. Luego, en enero de 2016, con ocasión de la cita anual del Foro de Davos, Mahama asumió una vicepresidencia del llamado Grupo de Defensores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En diciembre siguiente, retomó las misiones mediadoras de la CEDEAO, esta vez para intentar resolver pacíficamente la crisis poselectoral en Gambia.

Reelección frustrada en 2016, nueva derrota en 2020 y retorno a la Presidencia en 2025

El ajuste estructural, al que acompañaron varios escándalos de corrupción y unos apagones eléctricos exasperantes para la población, puso cuesta arriba las posibilidades de reelección de Mahama y en cambio cubrió de excelentes augurios la tercera apuesta presidencial de su oponente del NPP, Akufo-Addo, en las generales de 2016. Mahama llegó a estas elecciones justo cuando la economía volvía a despegar por la superación de la mala racha en las cotizaciones internacionales del oro y el petróleo crudo, pero el cambio de coyuntura no iba a llegar a tiempo para hacer notar sus efectos positivos y evitar la fuga de votos hacia Akufo-Addo, quien en su programa, no exento de populismo, prometía una nueva era de prosperidad. Además, Ghana se preparaba para comercializar el petróleo y el gas de los nuevos yacimientos offshore explotados por la compañía italiana ENI. 

Así las cosas, el 7 de diciembre de 2016 Mahama contendió con otros seis candidatos, de entre los que Akufo-Addo resultó vencedor con el 53,7% de los votos. En las legislativas, el NPP batió también al NDC. Mahama admitió sin rechistar su derrota, que le convertía en el primer mandatario en ejercicio que no conseguía la reelección. 

Cuatro años después, en las presidenciales del 7 de diciembre de 2020, con la concurrencia de una docena de aspirantes y llevando la promesa, a todas luces populista, de invertir la enorme suma 10.000 millones de dólares en proyectos de infraestructura, el líder del NDC volvió a perder frente a su contrincante del NPP; en esta ocasión, Akufo-Addo consiguió el segundo mandato de cuatro años con el 51,3% de los votos, mientras que Mahama sacó el 47,4%, tres puntos más que la vez anterior. El desgaste del oficialismo, en medio de la recesión económica provocada por la COVID-19, se advirtió sobre todo en las legislativas, produciéndose un empate exacto de los dos partidos dominantes en los 137 diputados.

Si bien tres días antes de las elecciones había firmado con Akufo-Addo un "Pacto pro Elecciones Pacíficas", Mahama se animó a impugnar los resultados con la denuncia de un supuesto fraude. El 30 de diciembre presentó al Tribunal Supremo una petición de nulidad de la proclamación como presidente reelecto de Akufo-Addo alegando que este, en realidad, no había alcanzado la mitad más uno de los votos por mor de las irregularidades, lo que de confirmarse haría necesario convocar una segunda vuelta, como había sucedido en 2000 en la liza Kufuor-Atta Mills y en 2008 en la que había enfrentado a Atta-Mills y Akufo-Addo. La Corte, sin embargo, desestimó la petición el 21 de marzo de 2021.

Para su cuarta tentativa presidencial en 2024, desde 2022 con el viento de cola en virtud del malestar popular por la elevada inflación, la flojera económica y la continuidad de las recetas de austeridad en el contexto de las negociaciones del Gobierno para la reestructuración de la deuda externa (objeto de un default en 2022), Mahama diseñó un programa donde hablaba de "resetear Ghana", poniendo los recursos necesarios para crear empleos, reducir el paro y aliviar el coste de la vida, lo que pasaba por rebajar numerosos impuestos y tasas, así como las tarifas eléctricas. Como en anteriores campañas, Mahama puso énfasis en la agricultura y la agroindustria.

El plan de Gobierno contenía un paquete de 26 medidas para ser aplicadas con carácter urgente. El llamado "Contrato social de los primeros 120 días" incluía elaborar un nuevo "código de conducta y estándares" de los funcionarios, celebrar un Diálogo Económico Nacional para discutir la consolidación fiscal, establecer un Consejo para el Desarrollo Acelerado de las Exportaciones, abolir toda una serie de "impuestos draconianos", sentar las bases legales de la Política Económica de 24 Horas, lanzar tres programas prioritarios de creación de empleo, extender las coberturas públicas en la sanidad y la educación, y prohibir la minería ilegal en las reservas naturales.

El 7 de diciembre de 2024 el ex presidente cantó victoria al adjudicársele el 56,4% de los votos. Su adversario del NPP, Mahamudu Bawumia, vicepresidente en los ocho años de ejercicio de Akufo-Addo (al que la Constitución impedía optar al tercer mandato consecutivo) reconoció deportivamente su derrota con el 41,7% y se apresuró a felicitar a Mahama. Ninguno de los otros 10 candidatos llegó al 1% de los sufragios. El cambio de guardia se plasmó igualmente en los comicios al Parlamento, donde el NDC recobró la primacía perdida en 2016, ganando esta vez 183 de los 276 escaños. La inauguración del nuevo período presidencial de cuatro años tendría lugar el 7 de enero de 2025.

John Dramani Mahama está casado con Lordina Mahama y es padre de cinco hijos. De fe cristiana, aunque nació y creció como presbiteriano, a raíz de su matrimonio es miembro de las pentecostales Asambleas de Dios. En 2012 apareció su primer libro, uno de memorias titulado My First Coup d'État: and Other True Stories From the Lost Decades of Africa.

(Cobertura informativa hasta 15/1/2025).

 

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